«Brazalete»
Bill estaba disfrutando de una ducha cálida, quitándose el sudor y los restos del sexo que había disfrutado con Tom aquella mañana. Su gemelo había estado demasiado pensativo al despertar, nostálgico sería la palabra adecuada, así que Bill no tuvo reparos en hacerlo volver al presente con un delicioso encuentro matrimonial.
Secó su cabello con una toalla y envolvió otra en su cintura antes de salir a la habitación.
—¿Tom, sabes dónde dejé el secador de pelo? —Preguntó, notando al mayor sentado en la punta de la cama.
—No estoy seguro, creo que está en mi maleta azul —respondió sin levantar la cabeza.
Bill arrugó el ceño y fue hasta él, sentándose a su lado—. ¿Qué haces? —Preguntó, notando que acariciaba un brazalete de plata con aplicaciones negras.
—Recuerdo —fue su simple respuesta.
—¿Qué recuerdas? —Insistió el rubio.
—Esto —levantó el brazalete en sus manos—. Mira lo que dice.
El rubio lo sostuvo en sus manos y leyó la inscripción—. Bill’s forever…
—¿No es lindo?
—Cierto, el mío dice Tom’s forever…
—¿Te acuerdas de la chica que lo llevó? —Preguntó el barbudo con una sonrisa en la cara.
—Fue muy lista de llevarlos puestos en lugar de dejarlos con los demás regalos.
—Lo sé, pero no es eso lo importante.
—Entiendo, Tom. —Bill acarició el brazalete y suspiró—. Hay gente que lo entiende.
—Hay personas que entienden que yo seré tuyo para siempre y tú serás mío para siempre —sonrió, pasando su mano por la cintura descubierta del otro.
—Ellas son como nuestras hermanas mayores, ¿no crees?
—Ahora que lo mencionas, hay muchas aliens grandes. —Tom soltó una risita—. Parece que sólo ellas nos ven realmente. Son ellas las que no pretenden ser “la señora Kaulitz”.
—Gracias a Dios.
—Pero hablando en serio, me siento más aliviado sabiendo que ellas están ahí afuera, apoyándonos en silencio, sin hacer alboroto por lo nuestro. ¿No crees lo mismo, Bill?
Bill rodó los ojos—. ¿Qué nos apoyan en silencio? —Resopló—. Si los fanfics estuvieran en youtube, creo que seríamos los más famosos del mundo por todo el twincest que escriben, Tom.
—No exageres. —Tom rió y apretó la cintura del rubio.
—Aunque tampoco me quejo. Ahora escriben que yo soy el activo —alzó las cejas.
Tom soltó una risita melodiosa y volvió a tomar el brazalete en sus manos—. ¿Qué crees que pensó ella cuando la abrazamos de esa forma tan íntima?
—¿Fue íntima?
—Eso creo, no pude evitarlo, cando vi la inscripción, mis manos se fueron automáticamente a abrazar a esa chaparrita. Y tú hiciste lo mismo.
—Claro, además, como dijiste, fue todo en silencio, nadie más se enteró de ello.
—No había necesidad. Ella conoce nuestro secreto y lo respeta.
—Y como ella, hay muchas… sólo espero que…
Tom pudo sentir la inseguridad que llenó el pecho de su hermanito, así que lo abrazó fuertemente—. Tranquilo, nunca más volveremos a separarnos.
—Sí. —Bill pasó una mano por su cabello mojado y sonrió—. ¿Te acuerdas de lo mucho que David quería callar los rumores?
—Nah, mejor ni lo invoques. Por su culpa pasamos mil penurias.
—Pero fue en esos tiempos en que nosotros empezamos con todo.
—Era obvio, un par de adolescentes calientes, ¿qué habrías esperado?
—¿Calientes? —Bill le dio un zape suave en la cabeza al otro—. Enamorados, idiota.
Tom bajó la mirada y una capa rosa cubrió sus mejillas—. Y sigo igual que el primer día.
—Tomi… —Bill acunó la mejilla del mayor, buscando contacto visual—. Yo te amo igual o más que antes.
El mayor sonrió—. Lo sé.
Con un suave beso, ambos dejaron los malos recuerdos a un lado.
—¿Qué hacemos con esto? —Preguntó el rubio, tomando el brazalete.
—Hoy no tenemos entrevistas, ni nada en público. —Bill negó con la cabeza—. Me gustaría usarlo.
—Entonces yo usaré el mío. Después de todo…
—Son brazaletes gemelos —dijeron al mismo tiempo, soltando una risa sonora, que atrajo la atención de los cachorros.
Y así, ese día, los Kaulitz pasearon a sus bebés, usando un par de brazaletes gemelos, que guardaba su más grande y hermoso secreto.
& FIN &
Aaww, ¿les gustó?
La verdad es que no sabemos si ellos reciben o no los regalos que les dan en los diferentes meet & greet, pero sí sabemos que ellos recibieron estos brazaletes y sería muy lindo pensar que ellos sí saben que hay algunas de nosotras que los apoyan como pareja. Aaww, me voy a suspirar. Gracias por leer y si quieres más historias del matrimonio, no olvides dejar un comentario.