Notas: Gente bella el soundtrack para este capítulo será ocupado en una escena de lucha y lo dejarán sonar hasta el final del capítulo, donde ocurre algo muy inesperado y emocionante. Espero les guste. Lo pueden encontrar con este nombre: Kenji Kawai – Cinema Symphony – Ghost In The Shell OST
“Maldición II: Cazadores de Demonios” Fic Twc / Toll de MizukyChan
Capítulo 15: Furia de demonios
Apenas Tom habló con Bill, se relajó, hacía casi una hora que no tenía noticias suyas y de su famoso entrenamiento con Vasariah. Informó al Padre Jost que iba a por Bill, porque en realidad no era necesario que estuvieran todos afuera ese día. Manejó veloz hasta la casa y vio luz en la sala. Estacionó el auto y entró.
—Bill, ya llegué.
—Hola mi amor. —El pequeño corrió a abrazarlo.
Desde la cocina, el rubio entró con una taza de café.
—Toma, hace frío —dijo con una sonrisa fingida.
—¿Acaso lo envenenaste? —Preguntó irónico el de trenzas.
—No hay necesidad de ser grosero, Tom —replicó.
El trenzado tomó la taza y le dio un sorbo—. Gracias —dijo—. ¿Y cómo ha ido el entrenamiento? —Preguntó entusiasmado.
—Mira esto, Tomi —Pidió el moreno. En un segundo desapareció y reapareció en la cocina, fue impresionante.
—Wow, cariño, eres alucinante. ¿Y lo aprendiste hoy?
—Bill es absolutamente genial —dijo el rubio y la sonrisa de Tom se volvió una mueca.
—Pero Tomi, debes contarme qué ha pasado esta mañana. —Pidió sentándose a su lado y cogiendo su mano.
—Verás, esta mañana la policía ha encontrado tres cuerpos sin ojos cerca del parque de anoche.
—Dios mío. ¿Y no existe la posibilidad de que haya sido del mismo demonio? —Preguntó el rubio.
—Los peritos forenses hablaron con Jonathan y le explicaron que murieron al amanecer. Además… hay otra cosa.
—¿Cuál es? —Bill apretó la mano de su novio.
—Aparte de arrancarles los ojos, les han arrancado el corazón a picotazos. Esa es la razón por la cual el Padre Biagioni piensa que es la versión femenina del demonio.
—Su pareja —comentó el ángel.
—Exacto.
—¿Y las víctimas siguen siendo fieles de la iglesia? —Preguntó el pelinegro.
—Sí y ahora esto se ha salido de control, porque la población piensa que es obra del diablo y todos quieren ir a la iglesia, por lo tanto hay más posibles víctimas. —Agregó.
—Tienes razón. Debemos actuar lo más rápido posible. —Sentenció Bill.
—Esta mañana han clausurado el parque, pero es el mejor atajo para llegar a la zona residencial, apuesto que las personas no lo respetarán.
—Debemos hacer guardia allí.
—Bueno chicos, yo me voy. —Anunció el rubio, levantándose del sofá.
—¿Cómo? ¿Y no nos vas a ayudar? —Preguntó Bill, decepcionado.
—He sobrevivido todo este tiempo por no meterme en altercados como estos —respondió el ángel y desapareció.
—Solo es un cobarde —dijo Tom molesto.
—Pero tiene poderes que nos podrían ayudar. —Agregó el moreno, tratando de defenderlo.
—En una batalla prefiero no tenerlo cerca, me da mala espina —contestó el trenzado abrazándolo.
—Déjame intentar algo —dijo serio—. Hasta el momento me muevo pocos metros, pero quiero saber si puedo llevarme a alguien conmigo.
—¿Quieres tele-transportarme? —Él asintió—. Hazlo. —Lo sujetó del brazo y se concentró mucho, Tom podía ver su ceño fuertemente fruncido, de pronto una luz lo encegueció y aparecieron en la cocina. Ambos abrieron del todo los ojos y Bill abrazó emocionado a su pareja.
—Lo conseguí.
—¡Eres un genio! —Exclamó besándolo, se abrazaron y se acariciaron, el beso se hizo profundo y húmedo, Tom le oyó gemir.
—Vamos, chicos, están en la cocina. —Era Jonathan que venía entrando con su traje del FBI.
—Lo siento. —Se disculpó el pelinegro todo sonrojado.
—Esta noche, ustedes irán a hacer guardia en el parque —dijo el castaño—. Irán como agentes del FBI también.
—Perfecto. —Gruñó Tom. No le gustaban esas ropas.
—Vamos, Tomi, no pongas esa cara —dijo el pequeño acariciando su mejilla.
—Si no quieres, yo hago guardia con el muñeco —comentó Jonathan, molestando.
—¿Y tú dónde estarás? —preguntó Tom de frente.
—Yo seré un alma piadosa que va a la Iglesia. Así que si quieres: cambiamos.
—¿Serás carnada? —Se preocupó el pelinegro.
—Así es.
—No te preocupes, nosotros te protegeremos. —Afirmó el trenzado, sin dudar.
—Lo sé, confío en ustedes.
La tarde pasó rápido, preparando el plan que llevarían a cabo los cazadores.
—Repítanme una vez más por qué van ellos, si soy yo la hermana de Jonathan, yo debo protegerlo —dijo Chantelle molesta.
—Porque ellos pueden romper los campos de espacio-tiempo —respondió Biagioni.
—Pero ni siquiera son humanos, no podemos confiar en ellos. —Se alteró la rubia.
—¡Ya basta, Chantelle! —Exclamó su hermano—. Yo confío en ellos.
—Un ángel y un demonio, ninguno de su clase se ha preocupado por la especie humana… nunca.
—En eso te equivocas —dijo el pelinegro indignado—. Yo fui expulsado del cielo por ayudar a Tom, al Tom humano.
El de trenzas se sintió un poco herido y agregó molesto—. Además, no soy un demonio.
—Aún no, pero el poder terminará por cegarte y capaz que un día nos mates a todos —Gruñó la rubia, escupiendo las palabras, sin verdaderamente sentirlas.
—¡Cállate, Chantelle! Solo estás preocupada, nada malo sucederá. —Trató con confortarla Jonathan.
El grupo comió algo ligero, cocinado por el de trenzas, que se había convertido en el chef oficial de los cazadores, y todo por darle en el gusto a su moreno, quien se relamía gustoso los labios con cada bocado suyo.
Ya al atardecer, todos fueron a tomar posiciones, los Sacerdotes y Chantelle, estaría en las rutas aseguradas por el FBI. Tom y Bill, estarían en el camino del parque donde hallaron a los otros cadáveres y Jonathan sería un feligrés.
Al terminar la misa, la gente comenzó a abandonar la iglesia, otras personas además de Jonathan tomaron el camino del parque y luego un frío intenso se formó en el lugar.
—Tom, ya está aquí —informó el pelinegro, pero no era necesario, el de trenzas también podía sentirlo. Un olor putrefacto se instaló allí y las tres personas que iban en esa dirección no podían moverse, estaban hipnotizadas por los poderes del mal. Tom se sintió mal nuevamente, al saber que no era hipnotizado por su sangre demoniaca.
—Serán míos. —Se escuchó como un graznido horroroso desde la parte alta de los árboles. El de trenzas tomó su arma de bengalas y le disparó certeramente en un ala, que se prendió en fuego, pero esto pareció enfurecer más al ave, que bajó en dirección a ellos y trató de picotearlos. Tuvieron que correr y separarse. La bestia se enfocó en Tom, mientras Bill trataba de despertar a Jonathan.
—¿Puedes sacarlos de aquí? —Le preguntó el castaño, aún sin poder moverse.
—Eso creo. —Entonces sostuvo a una mujer del brazo y se concentró en la iglesia y apareció allí. El Padre Jost corrió hacia ella, quien seguía sin moverse.
—Vete, nosotros la cuidaremos —Mandó el Sacerdote.
El moreno regresó y vio a Tom luchar cuerpo a cuerpo con el demonio, pero esa bestia estaba demasiado furiosa y en un momento quedó sobre él y el pelinegro temió lo peor. Tomó su katana y le dio un golpe en el ala que se había quemado y la atención de la bestia se volvió contra él. Corrió para alejarlo de Tom, pero tropezó por la oscuridad y cayó al suelo.
El ser se puso sobre él.
—Tú eres tan puro… debo tenerte.
—¡No! —Gritó Tom saltando sobre la bestia y arrojándola lejos—. Bill, ve por la ballesta. —El pelinegro obedeció y regresó a donde habían estado ocultos. Sacó el arma que tenía una punta especial y disparó al monstruo, pero la criatura tomó a una de las personas estáticas, poniéndola de escudo y la flecha la atravesó.
—¡Oh, Dios mío! —Exclamó Bill, cayendo al suelo, completamente shockeado.
—¡Bill, ponte de pie! —Mandó el de trenzas, pero lo había perdido.
Tom corrió contra el demonio y le dio un golpe muy fuerte que lo hizo caer, entonces Jonathan pudo moverse, sacó su cuchillo y fue a atacar a la criatura.
—Tom, debes sacar a Bill de aquí, así solo le harán daño.
Pero el monstruo tenía otros planes, había sentido la bondad de Bill y la quería para sí mismo y golpeando al castaño se abalanzó contra Tom, alejándolo del pelinegro. La cosa lo levantó y estaba listo para emprender el vuelo, pero Jonathan saltó sobre él y no lo dejó elevarse.
—¡Bill! —Gritó Tom, solo entonces el moreno pareció reaccionar y corrió a los brazos de su novio, pero la cosa venía a sus espaldas y estaba dispuesto a atacarlo, pero una melena castaña se cruzó, recibiendo un picotazo certero en el corazón y cayó al piso, cubierto de sangre—. ¡NOO! —Gritó el de trenzas y cargando su arma se puso de frente al demonio y con una fuerza descomunal, lo paralizó, le abrió el pico y disparó la bengala, haciendo que su cabeza explotara en cientos de pedazos.
—Vamos Tom, terminemos. —Pidió Bill preparando la hoguera y haciendo el ritual.
Tom había perdido el brillo de sus ojos por un momento y su novio lo notó, por eso lo llamó de inmediato, para mantenerlo ocupado. Una vez acabado el ritual, la capsula de espacio-tiempo se rompió y la mujer que estaba con los Sacerdotes pudo reaccionar.
Regresaron a casa, con el cuerpo de Jonathan en la parte de atrás de su vehículo.
—Esto ha sido horrible —dijo el pelinegro, comenzando a llorar.
Cuando la rubia entró y vio el cadáver de su hermano, estalló en un llanto furioso.
—¡Lo sabía! —Gritó—. ¡Sabía que no podía confiar en ustedes!
—Fue horrible —Continuaba diciendo Bill, sin dejar de llorar. Tom estaba aturdido, él nuevamente había hecho uso de sus poderes del mal.
—Cálmate, Bill. —Pidió el de trenzas, apretando su hombro.
—Maté a una persona inocente.
—No fue tu culpa —respondió el Padre Jost—. Tom me explicó y realmente no fue tu culpa, Bill.
—Pero lo maté.
—Pero también salvaste a una mujer.
—¿Y Jonathan? —Preguntó la rubia—. ¿Cómo murió él?
—Se lanzó contra el demonio para proteger a Bill —contestó Tom.
—¡Por tu culpa está muerto! —Se abalanzó contra el pelinegro, pero Tom la detuvo y ella lo abrazó—. ¿Qué voy a hacer, Tom? A pesar de todo, yo lo quería. Era mi hermano, mi sangre, mi familia. —Lloró y mojó la camisa del de trenzas, quien la abrazó y la consoló, mientras Bill continuaba también con su llanto.
—Tranquila, murió como todo un cazador.
—Eso no me importa. Yo quiero a mi hermano VIVO. —El Padre Biagioni vio la incomodidad de Tom al abrazar a la rubia y no a su novio. Él tomó a la chica y le hizo una señal a Tom para que se llevara al pelinegro. Bill no podía ni moverse, lo tomó en brazos y subió con él hacia la habitación. Subió lentamente para no hacerle daño a su pareja y al llegar, lo depositó sobre la cama.
—Maté a un inocente y por mi culpa… murió Jonathan —murmuró sin dejar de llorar. Tom se acostó junto a él y lo miró a los ojos.
—No fue tu culpa, lo sabes… dentro de ti lo sabes. El demonio era muy fuerte y todo lo que pasó habría sido peor si lo hubiésemos dejado escapar. Piensa en todas las víctimas que salvaste.
—Tomi… yo…
—Yo habría hecho exactamente lo mismo que Jonathan, habría muerto por ti.
—No, Tomi. Nosotros hicimos un pacto, ¿recuerdas?
—Luchar por vivir juntos.
—Sí, amor, no me puedes dejar, por mucho que la batalla se ponga dura, debemos luchar por vivir juntos. Porque yo sin ti… me moriría.
—¿Ves Bill? Debes ver el lado bueno, aún estamos juntos.
—Pero ahora Chantelle me odiará, siempre me culpará de lo ocurrido.
—La muerte de un hermano es difícil de olvidar, pero no saca nada con culparte a ti, Bill.
—¿Y tú cómo estás, Tomi? Te vi bastante furioso de nuevo.
—Y como no estarlo si el demonio estaba imparable. Pero gracias a Dios pude controlarme y no pasó a mayores.
—¿Estás seguro, Tomi?
—Sí, cielo, es verdad que me sentí más fuerte, pero no deseo utilizar el poder demoniaco por propia voluntad, lo evitaré y lo usaré solo cuando sea estrictamente necesario.
—Muy bien. Sabes que no me gustaría que te descontrolaras.
—No lo haré, te lo prometo. Ahora, ¿qué te parece si nos damos una ducha para sacarnos esta pestilencia?
—Claro amor.
La mañana siguiente, la pareja se despertó temprano y bajó a desayunar. En la cocina se encontraron con los Sacerdotes y Chantelle, estaban abrigados y listos para partir.
—¿Van a algún sitio? —Preguntó el de trenzas, sirviéndole a su novio.
—Sí, iremos a enterrar a Jonathan —contestó el Padre Jost.
—Iremos con ustedes. —Se apresuró a decir el moreno.
—No —dijo la rubia, sin mirarlos.
—Será una ceremonia con la familia Paige —Intervino Biagioni—. Será mejor que no estén presentes, los últimos acontecimientos estás frescos todavía. Y son muy dolorosos.
—Tiene razón, Bill. —Confirmó el de trenzas.
—Pero me siento tan responsable —dijo el pelinegro con las lágrimas agolpadas en sus ojos.
—No te ofendas, muñeco —agregó la rubia—, pero este es un asunto familiar.
—Entiendo. —Los tres se fueron, dejando a la pareja en la cocina—. Se me acabó el apetito.
—Oh no, Bill, no vas a caer en depresión, debes comer, aunque te la tenga que dar en la boca.
—¿En serio? —Le dijo alzando una ceja.
—Pruébame. —Comenzó a cortar los hot cakes y a darle en la boca a su novio, lo cual les hizo reír a ambos.
—Ja, ja, ja gracias, Tomi.
—Hola familia. —Se oyó la voz del rubio que apareció en la cocina.
—Hola Vasariah.
—La he traído, Bill. —Informó ansioso, mostrando un bolso grande.
—¿Qué has traído? —Preguntó el de trenzas.
—El arma que le ayudará a Bill a completarse —respondió, sacando una espada plateada enorme.
—¡Wow! —Exclamó el pelinegro—. ¿Estás seguro?
—¿Es un arma angélica? —Preguntó el de trenzas—. ¿No es acaso un delito?
—Yo ya soy un desterrado, así que un delito más no importará. Tómala, Bill
El aludido tomó la hermosa espada plateada con su mano y una fuerte luz blanca apareció llenando toda la casa. El pelo de Bill se alzó en una melena y sus ojos dejaron de brillar.
—¿Bill, estás bien? —Preguntó su novio.
—¿Quién eres tú, ser inferior? —respondió mirándolo por encima del hombro.
—¿Quién eres, señor? —Fue Vasariah quien preguntó reverentemente.
—Soy el arcángel Miguel, líder de las tropas angélicas del cielo —contestó el chico pelinegro.
—¡Nooo! —Gritó el de trenzas.
& Continuará &
¿Vasariah sabía lo que pasaría? ¿Creen que los Paige se quieran vengar por la muerte de Jonathan? ¿Qué hará Tom para regresar a Bill a la normalidad? Todo esto en el próximo capítulo.
Y antes de irme, quiero compartir con ustedes una imagen que vi en face hace tiempo y que muestra una imagen que me hace pensar en Bill como el arcángel Miguel. Es de CHI como dice su marca.