Hola gente bella, para el capítulo de hoy, escogí un tema muy sexy de INXS se llama “Never Tea rus apart” o Nunca nos separarán. Y es justamente una declaración de sentimientos que esperábamos ver. Ojalá les guste. Besos.
“Head Over Feet”
Capítulo 16: “Confesiones”
& Tom’s POV &
Sonó la alarma del celular, aún estaba oscuro, intenté moverme, pero una mano me lo impidió.
—Cielo, Billy despierta, ya debemos levantarnos. —Le moví con suavidad.
—No quiero… tengo sueño.
—Vamos de viaje, ¿recuerdas? —Besé su mejilla suavemente.
—¡Es verdad! —Se levantó rápidamente—. Hoy es un día muy especial.
—¿Por qué tan especial?
—Ya lo verás… me voy a duchar.
—Nos vemos en un rato.
Como soy más rápido que Billucho, me encargué de preparar un pequeño desayuno, no me gustaba que Bill se saltara las comidas.
Ya teníamos todo listo, José nuestro chofer nos llevaría al aeropuerto.
Bill se maquilló como me gusta, se veía radiante, pese a la falta de sueño. Tomamos el desayuno y partimos.
En el auto, no nos podíamos tocar, por José, pero eso cambiaría, en este viaje aprovecharía cada instante para tocar a mi niño.
A penas nos subimos al avión nos dormimos, pero fue agradable despertar con Bill acurrucado en mi hombro. Tomamos un taxi y partimos. Bill dijo que teníamos reservaciones en un bungalow en medio de la isla. Llegamos al hotel para registrarnos.
—Buenos días, señores. ¿Tienen reservación? —Nos preguntó el encargado.
—Sí, somos William Kaulitz y Thomas Trumper —respondió mi pequeño, mientras el chico revisaba su libro.
—¿Me permiten un momento? —Se retiró y volvió con un hombre mayor.
—Señores mi nombre es Joseph Smith, soy el administrador. Me temo que tenemos un inconveniente.
—¿A qué se refiere? —Preguntó Billy un poco asustado.
—Verá… quien hizo las reservaciones fue su padre, y nosotros pensamos que vendría él y su esposa, y le reservamos el bungalow matrimonial.
—¿Qué? —dije un poco apenado.
—Pero tenemos habitaciones en el hotel que pueden ocupar.
—No —dijo Bill—, queremos un bungalow.
—Me temo, señor, que el único que nos queda libre es precisamente el matrimonial.
—Lo tomamos —dijo Bill seguro.
—Pero, señor.
—No hay problema, lo tomamos.
—Como usted diga, señor Kaulitz, aquí está la llave, le llevarán las maletas. Si gustan pueden pasar a desayunar, cortesía de la casa, por el error cometido.
—Muchas gracias. —Salimos caminando al restaurant, Bill cogió mi mano y yo no lo aparté.
—¿Estás seguro de esto, Billy? —Señalé nuestras manos unidas—. Pensarán que somos pareja —dije acariciando su mano con mi pulgar.
—No te preocupes, aquí nadie nos conoce, solo disfrutemos.
—Ok. —Volvimos a desayunar, esta vez con más calma.
—Vamos al bungalow, ya quiero ver como es. —Pidió, levantándose de la mesa.
—Bueno, vamos.
Caminamos, la cabaña estaba cerca de las instalaciones del hotel, pero aún así estaba un poco alejado para darle privacidad a los clientes. Entramos y wow, era enorme. Bill corrió a la pieza.
—Mira Tomichu, la cama es gigante —dijo saltando en ella.
—Pareces un niño.
—Vamos al baño. —Me tomó la mano, arrastrándome hasta allá.
—¿Jacuzzi?
—Claro, solo lo mejor.
—Tenemos que probarlo —Sugerí alzando una ceja.
—¡Por supuesto! —Me besó.
—Ven, vamos a descansar. —Lo guié a la cama y nos recostamos.
—Tomi… tengo que decirte algo. —Se puso serio.
—Claro, bebé.
—Siéntate, tengo que verte a los ojos.
—¿Y bien? —Tomó mis manos.
—Tomi, quiero que seas el primero en saberlo.
—Me estás asustando —dije sonriendo.
—Me he enamorado. —Mi sonrisa desapareció. «¿Cómo? ¿Cuándo? ¿De quién?» Pensé con dolor.
—Vaya… —Le solté las manos.
—Es alguien muy especial para mí. —Sus ojos brillaban.
—¿Y por qué no me habías contado de ella? —Pregunté un poco triste.
—No es ella.
—¿Qué? Bill tú me dijiste que eras hetero. —Me molesté.
—Y lo soy, al menos eso creo, es solo que este chico hizo que me enamorara de pies a cabeza.
—¿Ah? —Esa frase era mía.
—Sus atenciones, sus encantos, su delicadeza conmigo.
—Pero Bill, si pasas todo el tiempo conmigo, ¿cómo te fuiste a enamorar de alguien más? —Tenía pena, me sentía traicionado, si le gustaba un chico ¿por qué no era yo?
—¿Es que no te das cuenta, Tomichu?
—¿De qué? —Le miré suplicante.
—Estoy enamorado de ti, tontito, te amo, no es solo un querer, no es porque eres mi BFF, ya no más engaños, Tomi. Te amo, y esa es la realidad. Soy hombre lo sé, pero me enamoré de ti, no pude hacer nada para evitarlo, tu cariño y nuestros juegos secretos, me hicieron sentir esto por ti, y te juro por Dios que no me gusta ningún hombre, eres tú, eres todo tú, tu aroma, tus manos, tus besos, la forma en que te frenaste para no tener simple sexo conmigo, eres increíblemente genial.
—Yo… no lo entiendo. —Estaba en shock.
—A ti te gustan las tías, lo sé, pero ya no podía seguir fingiendo, tenía que contarte y si ahora quieres tomar tus maletas y dejarme porque soy gay, lo aceptaré, pero debes saber que seguiré luchando por ti hasta que me ames, porque no te dejaré jamás, te amo demasiado y creo que tú también tienes sentimientos por mí.
—¿Sentimientos? ¡Claro que tengo sentimientos por ti! Te aprendí a querer desde que éramos amigos virtuales, luego llegaste a mi casa y me revolucionaste la vida… y…
—¿Y?
—Que creo que también estoy enamorado de ti, Billucho.
—¿Lo dices en serio y no solo por no lastimarme?
—Te lo juro. —Lo besé con pasión. Bill se movió para caer sobre la cama y rodamos por ella.
—Tomi… —dijo agitado.
—¿Sí, bebé? —Le acaricio la mejilla.
—Quiero que hagamos el amor, lo vengo deseando desde hace tanto. —Se sonrojó adorablemente.
—¿Estás seguro?
—Quiero que de una vez por todas crucemos la línea y seamos amantes.
—Está bien.
—Espera. —Bajó de la cama y fue por su bolso, traía un frasquito—. Creo que necesitaremos esto.
—Entiendo… ven aquí.
(Dar play)
Le quité la ropa con suavidad. Primero su chaqueta, él sonrió. Acaricié su mejilla. Tomé su playera y él levantó las manos para ayudarme. Toqué sus brazos, se estremeció. Se acercó a mí y quitó la bandana, dándome un beso en el proceso. Me saqué la playera y camiseta, como siempre hacía, me tocó los abdominales. Suavemente me besó un pezón y un gemido ronco se escapó de mi boca, lo alejé con suavidad y desabroché su cinturón, bajé sus pantalones y lo dejé con sus bóxers rojos. Abrí mi pantalón y cayó rápidamente al suelo. Yo quedé con un bóxer negro.
Acomodé a Bill en la cama y le besé, suavemente. El mordió mi labio y puso sus manos en mi cuello profundizando el beso. El saber que esta vez haríamos “todo” me excitaba mucho, pero no quería asustar a Bill, aunque él estaba igual de empalmado.
Esta era la primera vez que nos acariciábamos sin que hubiera alcohol o drogas de por medio. Me sentía muy entusiasmado, quería hacer las cosas bien, pero mi cuerpo me pedía más.
Mientras nuestras lenguas luchaban, con una de mis manos acariciaba el torso de Bill, apreté sus pezones hasta que estuvieron duros, Billy gemía en mi boca lo que me arrancaba sonrisas, bajé mi mano y la llevé a su miembro, le acaricié sobre la tela.
—Tooomiiii mhm
—¿Quieres que siga? —Susurré en su boca.
—Síiiiiii mmmmm —Bajé y suavemente le quité el bóxer, él abrió las piernas y me invitó, pero esta era nuestra ocasión para probarlo todo. Doblé sus piernas levantando sus rodillas y comencé a besar sus muslos.
—Aahh Tooomiiii —No lo dejé terminar y puse su miembro en mi boca. Un grito se le escapó. Lamí y succioné escuchando los jadeos de Bill, hasta que sentí un líquido salir de la punta—. Detente Tomi, siento que voy a explotar. —Pidió con la respiración entrecortada.
Volví a su boca y lo besé, tenía el sabor de su esencia.
—Vamos Tomi, hazme tuyo. —Me pidió con la voz ronca de placer.
—Serás mío para siempre.
—Te lo juro, mi amor. —Él me ayudó a quitarme la ropa interior y me pasó el frasquito del lubricante, me unté los dedos y llevé uno a la entrada de Bill.
—Si te duele paramos, ¿ok?
—Tú no serás bruto como yo, confío en ti. —Ingresé el segundo dedo—. Bésame cielo, para distraerme.
Así lo hice, mientras lo besaba, movía mis dedos dentro de él.
—Ya estoy listo —Me ubiqué nuevamente entre sus piernas y comencé a entrar en él.
—Respira. —Le pedí.
—Respira tú también. —Sonrió.
—Ya está, estoy dentro, esto es increíble —dije besándolo, soltando el aire que estaba conteniendo.
—Mi amor, estoy lleno de ti, ahora sí que no podemos estar más juntos. —Sonrió.
—Te amo.
—Y yo a ti, ya puedes moverte.
Comencé a mecerme lentamente, Billy tenía los ojos abiertos, me miraba.
—Me gusta mmmm. —Gimió—. Muévete más.
—No quiero hacerte daño.
—No lo harás, gritaré si me duele.
—Está bien.
Aumenté la velocidad y nuestras respiraciones se agitaron mucho, no podía controlarme, pero al parecer le di a un punto que desesperó a Bill, porque ya no se contenía.
—Tom, Tom, Tom.
—Bill, Bill, Bill.
Lo besé y casi me comió, sus brazos me apretaban, era como si quisiera juntarnos todavía más.
—Bill, ya no puedo más.
—Yo… voy a explotar. —Dos embestidas más y…
—Toooooom —Gritó mi nombre.
—Biiiiiiil —Le seguí.
Con el corazón latiendo a mil, salí con cuidado de su interior y nos abrazamos, nuestras respiraciones se acompasaban lentamente.
—Vaya… eso sí que fue cruzar la línea —dijo, citando mis palabras.
—Creo que este es el orgasmo más grande que he tenido en mi vida —respondí besando su frente.
—Igual yo, te amo, te amo, te amo eres Mi Tomichu.
—Y tú eres MI Billucho.
—Eres mi primer hombre en todo.
—Y tú también en mi vida, Billy… —Me puse serio, y tocando su mejilla pregunté— ¿Te dolió?
—No, lo hiciste perfectamente.
—Que bien, ¿quieres descansar?
—No, quiero hacerlo en el jacuzzi —dijo alzando una ceja.
—Mira si saliste picarón. —Sonreí.
—Te dije que quería aprovechar estos días y en casa no podemos hacer ruido.
—Y vaya que eres ruidoso.
—Hey, que tú también gimes fuerte.
—Es que tú me provocas, cielo. —Lo abracé fuerte.
—Entonces… ¿vamos?
—Claro.
.
Hicimos el amor en el jacuzzi y luego una vez más en la cama. Vaya mi Billy inocente era muy ardiente, pero obviamente no me quejo, esta era una forma de ponernos al día con todo el tiempo que habíamos perdido sin declararnos nuestros verdaderos sentimientos.
Ya era tarde y fuimos al restaurant.
—Cielo, debes comer bien para reponer todas las energías que te quité esta tarde —dije sin poder dejar de sonreír.
—Por supuesto, además hay que recargarse para seguir durante la noche —respondió riendo.
—Señores —dijo la camarera—. Les traigo estos tragos, son un regalo de las señoritas de aquella mesa.
—Gracias. —contesté, aceptando.
—Que perras —susurró mi niño, un poco molesto.
—Mira esto —dije, alzando una copa a las chicas.
—¿Qué haces? —Preguntó, siguiéndome el juego.
—Esto. —Me acerqué a su rostro y le di un tremendo beso, hasta lo dejé sin aire.
—Wow —dijo, sonriendo mientras yo volví a alzar la copa a las chicas, que nos miraban con la boca abierta.
—Es para que todos sepan que estás conmigo —dije, acariciando su mano.
—Me encanta que digas esas cosas, me haces sentir tan protegido. —Me miró con ojos soñadores.
—Y yo amo hacerte sentir bien.
—Y por supuesto que me haces sentir taaaaaannnnn bien —comentó guiñándome un ojo coquetamente.
—Eres un goloso, Billucho, pero te amo tal como eres.
—He caído de pies a cabeza.
—Y yo también.
Terminamos de comer y volvimos al bungalow. La luz de la luna entraba por la enorme ventana. Hicimos el amor una vez más y nos quedamos abrazados.
—Quisiera que esta sensación no me dejara nunca —dijo.
—Y no se irá si seguimos amándonos.
—No quiero que nadie me vuelva a tocar, solo tú, quiero ser solo tuyo, Tomi.
—Y yo no quiero que nadie te toque como yo.
—Nadie lo hará, te lo prometo.
—Y yo te voy a amar siempre.
—Cielo, estoy cansado —dijo de pronto, bostezando.
—Claro que lo estás, mañana iremos a pasear por la playa.
—¿Me llevas en moto acuática?
—Claro.
—Genial, hasta mañana, cielo.
—Duerme bien.
& Continuará &
¿Qué les pareció la primera entrega real de la pareja? ¿Muy cursi? ¿Y qué esperaban? XD Gracias por seguir exponiéndose a la diabetes por tanta miel. ¿Seguirá todo tan pacíficamente? No lo creo, todavía quedan 10 capítulos. Gracias por venir, si comentan me harían muy feliz.