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Long-Fic original de MizukyChan
Capítulo 17: Familia
Bill’s POV
Camino de un lado a otro en la cocina.
—Ya deja de pasearte. Harás un hoyo en el piso —me dice Eva dándome un vaso de leche.
—No quiero.
—Ya te dije que debes alimentarte.
—¿Y qué está comiendo Tom? —pregunto alterado.
—El debe reponer la fuerza de su aura, ya despertará y me regañará si ve que no comes.
—No puedo comer… no te das cuenta… ya pasaron dos días y aún está inconsciente.
—Tranquilo… recuerda, Roy dijo que serían unos días.
—Pero también dijo que Tom era muy fuerte y míralo como está —mis ojos se llenan de lágrimas—. Y… todo por mi culpa.
—¡Ya basta! —me dice con un tono de voz muy autoritario—. Si sigues así le harás daño al bebé que Tom trató de salvar, ¿acaso quieres eso?
—No —digo bajando la cabeza, avergonzado, pero aún con angustia en mi pecho.
—Tómate la leche.
—Está bien —digo aceptando el vaso.
—Si te deja más tranquilo, llamaré a Roy para que revise a tu esposo.
—Gracias —se me iluminó la mirada—. Ahora subiré un momento para estar con él.
—Toda la leche.
—Ya está —dije entregándole el vaso vacío.
Subí a la habitación y me acosté al lado de Tom. Acaricié su rostro y no pude evitar ponerme a llorar.
—Lo siento, mi amor, mira como te dejé. No fue mi intención, de verdad —digo abrazándolo—. Te amo tanto, lo único que quiero es que abras tus ojos y vuelvas a hablarme, no puedo vivir sin ti, te extraño tanto, estos días han sido tan dolorosos al verte aquí, sin vida… no quiero ni pensar qué habría ocurrido si Roy no llega el otro día, si hubieras muerto yo no habría podido continuar, y ahora mismo si no abres los ojos, yo ya no quiero seguir. Tom… escúchame… vuelve… por favor —ya sin poder contenerme, lloro con toda la amargura que hay en mi corazón, lloro y lloro, hasta que escucho un grito.
—¡Bill, detente! —Eva me da una sonora bofetada— ¡Para ya! ¡¿Quieres matarlo?!
No me había dado cuenta que Tom estaba elevando su aura nuevamente para aliviar mi pena. Lo vuelvo a abrazar y le digo:
—No, mi amor, no lo hagas, te esperaré, tranquilo, sólo vuelve, ¿sí? —Y veo una lágrima resbalar por su mejilla—. Te amo.
—Ven, Bill, baja conmigo —me pide Eva, tomándome el brazo.
—No, por favor, déjame, no haré nada, sólo quiero estar con él —digo suspirando.
—Contrólate, ¿sí? Cualquier exceso que haga Tom en esas condiciones, podría ser fatal para él.
—Entiendo y lo siento… pero tú lo viste… si elevó su aura por mí, ¿por qué no despierta?
—Eso lo dirá Roy esta tarde.
Escuchamos el timbre y Eva me aprieta el hombro.
—Tranquilízate, ¿sí?… voy a ver quién es.
Al momento, Eva vuelve con mi amigo a su lado.
—¿Gustav? —pregunto intrigado.
—Te vine a visitar. Eva me contó lo del incidente y, tras solucionar unos asuntos, me vine, espero no te moleste.
—Claro que no —me paré y le abracé— Gracias por venir.
—Los dejo para que conversen, a ver si mi hijo te saca de ese estado.
—Es verdad, te ves fatal, ¿no has dormido bien?
—La verdad no, he estado esperando que Tom despierte.
—Pero Roy dijo que pasarían unos días antes de que despertara.
—Lo mismo le digo —dijo Eva.
—Lo sé, pero tú me conoces, soy muy ansioso.
—Traigo noticias importantes, pero hablaré con Roy antes de comunicárselas.
—Está bien —decimos Eva y yo.
—Me iré a la cocina a preparar almuerzo, como no le pego mucho a la cocina, tengo que hacer todo con el doble de tiempo —todos reímos.
—¿Quieres que te ayude, mamá?
—No hijo, estaré bien, habla con Bill.
—Sí.
Eva bajó, yo volví a la cama junto a Tom.
—¿Cómo va tu embarazo? —pregunta Gustav mirando mis manos, que últimamente pasan en mi vientre.
—Todo ha ido muy bien, todavía no puedo entender, qué pasó el otro día. Tuve dolores, sangramiento y cuando iba a perder la consciencia Tom me dio su energía y ahora está… así… —digo sin poder evitar la emoción.
—Cálmate, tú sabes que no podría evitar ayudarte al verte en problemas, lo hizo como el esposo preocupado que es.
—Tienes razón, tengo que calmarme, para que cuando despierte, nos encuentre bien a la niña y a mí.
—¿Ya sabes que será niña?
—No médicamente, pero si intuitivamente.
—No me puedo meter con tus poderes de brujo, me llevas mucha ventaja aún —se ríe.
—A propósito, Gustav, yo no estuve ahí cuando finalmente cambiaste.
—Tranquilo, hombre, mi madre me dijo que llamaste cada día.
—Era lo menos que podría hacer, tú eres como mi hermano. ¿Y cómo te tomaste lo de Eva?
—Eso fue más complicado… Verás… Tengo recuerdos borrosos, por lo de la fiebre. Recuerdo al maldito morderme y luego vi a Tom y yo caí inconsciente. Yo vi a mi madre y le decía llorando que Ana estaba muerta, creo que estuve delirando por días, hasta que un día desperté con una sed inmensa. Me levanté y tomé un vaso de agua del velador, pero no me sentía saciado, hasta que una voz me dijo.
—Eso no te calmará.
Era mi madre, a quien yo había sepultado. Pensé que estaba loco, después que estaba muerto. Luego ella me tomó las manos y nos sentamos en la cama.
—Tengo que contarte algo —me dijo.
Y me contó toda la verdad. Estaba tan sorprendido por todo y a la vez entendí tantas cosas, sobre ustedes, la magia protectora, y los poderes. Lloré cuando Eva me dijo que no era mi madre biológica, pero yo le dije que ella se había encargado de protegerme y criarme y que para mí, ella era mi mamá y siempre lo sería.
—¿Y cómo lo hiciste con la sangre? —pregunté intrigado.
—Acepté beber sangre si podía ser como tú.
—¿Vegetariano de personas?
—Sip, me alimento sólo de animales, aunque Eva me enseñó cómo usar a los humanos sin matarlos, ni contagiarlos.
—Pero no te arriesgas, ¿cierto?
—No, no podría, pienso en Ana y no me perdonaría dañar a la novia, madre o hermana de alguien.
—Entiendo… ¿aún no has podido olvidarla?
—Claro que no, pienso que si no hubiera sido mi novia, aún estaría con vida.
—Pero no fue tu culpa, Raymond estaba descontrolado.
—Por eso estoy feliz de que Tom lo haya matado. ¿Y por qué no lo mató la primera vez que te atacó? Nos habríamos evitado todos estos sufrimientos.
—Porque Tom no puede matar a nadie sin autorización de la patrulla, es la ley.
—No podría esperar otra cosa de Tom, es demasiado íntegro. Sólo espero que se puedan proteger del concejo, que no tiene nada de integridad.
—¿De eso nos vas a hablar esta tarde?
—Creo que deberíamos esperar a que Tom despierte, tengo noticias de su verdadera familia. Y no pongas esa cara, sé que son hermanos y no me molesta.
—¿En verdad?
—Hey, siempre me pregunté quién era esa persona de la que me hablaste cuando llegaste a casa, la que conociste en el bosque. Y claro cuando me dijiste que lo habías encontrado y que era Tom, me sentí tan feliz por ti, por eso no podía hacer otra cosa que apoyar su relación.
—Gracias, Gustav.
—Ya bajen a comer —grita Eva desde abajo.
Estuvimos hablando toda la tarde hasta que llegó el doctor.
Me puse muy nervioso mientras revisaba a Tom.
—Bill, lo que pasó esta mañana no debe volver a ocurrir.
—Comprendo.
—Parece que no entiendes, si Tom vuelve a encender su aura estaría en grave peligro. No debe hacerlo hasta que se recupere del todo.
—¿Y eso cuándo será? Yo ya quiero que despierte —digo con los ojos llenos de lágrimas.
—Él despertará mañana. Pero su poder volverá dentro de una semana. Tendrás que abastecerte sólo de la naturaleza.
—Lo haré.
—Ahora ven conmigo, quiero revisarte a ti.
—Yo me he sentido bien.
—No quiero correr riesgos.
Pasamos a la otra habitación y me descubrí.
—¿Lo has sentido moverse?
—Sí, desde el incidente, se mueve mucho.
—Con todos los estudios, verifiqué que el bebé quería al fin sostenerse, pero como está tan conectado a ti, tu cuerpo quiso eliminarlo, sin embargo, tú fuerza y la energía de Tom lo retuvieron. Ahora, si todo sale bien, tendrás un embarazo normal, claro que con todas las complicaciones que ya mencioné, pero sin peligro de aborto.
—Es una noticia maravillosa —suspiré aliviado.
—Evita hacer esfuerzos físicos y por ningún motivo te vayas a caer.
—Sí, doctor.
—Ya tengo preparado el lugar donde darás a luz. Es un lugar equipado, muy seguro y muy secreto.
—Gracias, doctor, por todas las molestias.
—Hablé con Gustav, pero creo que deberíamos hacer una reunión mañana con Tom. Me pondré en contacto con los otros patrulleros.
—¿Otros patrulleros?
—Los que están al tanto de la situación y procuran protegerlos.
—Ya veo.
—Bien, estás listo. Ahora me puedo ir más tranquilo. Mañana a las nueve de la noche nos reuniremos.
—Hasta entonces, doctor.
—No te preocupes por Gustav, se irá a mi casa.
—Está bien.
Me acosté feliz, pensando que mañana vería los ojos de mi amado. Me acomodé en la cama y le abracé hasta que mis ojos se cerraron.
Creía sentir una mano acariciando mi mejilla, seguro estaba soñando.
—¿Tom, eres tú?
—Sí, cielo, aquí estoy —abrí los ojos de golpe y allí estaba. Apoyado en su brazo, estaba girado hacia mí, acariciándome. Me puse a llorar y lo besé.
—Te extrañé tanto.
—Nunca me fui.
—Pero…
—Te sentí cada día, sabía que estabas vivo y eso me tenía tranquilo, pero ayer… estabas muy triste.
—Ya no aguantaba, quería verte, es que te necesito tanto.
—¿Y mi hija?
—Desde que le diste tu energía está toda revoltosa.
—¿Por qué? —te ríes.
—Se mueve mucho. Dame tu mano, ahora se está moviendo —puse su mano en mi vientre— te escuchó y está feliz.
—La siento —me besa la frente— mis dos amores están a salvo.
—Y todo gracias a ti… pero no lo vuelvas a hacer… no soportaría pasar por esto de nuevo.
—Entonces tú tampoco me asustes.
—El doctor dijo que Valerie ya se ubicó y ahora todo sería… normal, dentro de lo que la situación lo permita.
—Qué bien… Es idea mía o tu pancita creció.
—No, sólo han pasado dos días, está igual.
—Ven acá, cielo.
—Descansa.
—Lo haré, solo quiero abrazarte.
Tom’s POV
Me desperté temprano, después de todo había dormido casi tres días. Me quedé observando a mi pequeño hasta que abrió sus hermosos ojos castaños.
—No me mires tanto que me gasto.
—No te he visto en dos días, tengo que reponer el tiempo perdido —sonrió.
Nos abrazamos y aunque quise tentarlo para hacer el amor, se negó diciendo que tengo que descansar.
Nos levantamos y me lo pasé todo el día tocándole el vientre a mi esposo, era verdad que la pequeña Vale se movía bastante, pobre Bill, seguro eso le incomodaba, pero nunca se quejaba, le hablaba con amor a la bebé y me besaba a cada momento.
Me explicó lo de la reunión de esta noche. Se hablaría de nuestra familia verdadera, aunque seguramente serían malas noticias. En fin, esperamos hasta que llegó la hora.
Cuando llegaron todos, nos instalamos en la sala. Gustav tomó la palabra.
—Todos están al tanto de la situación, ¿verdad? —los presentes asintieron—. Bien… en vista de que encontramos fugas de seguridad en el concejo vampiro, descubrimos una conspiración de los ancianos más poderosos e influyentes de la sociedad. Esta consistía en que continuaron con los experimentos genéticos con el fin de fortalecer a la raza vampira, o más bien a ellos mismos.
—Creí que hablarías de nuestra familia —dijo mi pequeño.
—A eso iba. Verás… Con algunos informantes descubrimos que buscando familias con genes fuertes, dieron con la familia Kaulitz. Al parecer la madre era normal, pero los gemelos que esperaban eran fuertes, así que los vampiros mataron al padre, secuestraron a la madre e hicieron experimentos con los bebés aún en el vientre.
—¿Qué nos hicieron? —pregunté confundido.
—Los convirtieron.
—¿Pero por qué a Bill en vampiro y a mí en lobo?
—Porque de seguro no pensaban mantenerte vivo por mucho tiempo. De hecho, ni siquiera esperaban que sobrevivieran. Ya saben que los contagios se hacen, no nacen.
—¿Y por qué sobrevivimos? —pregunta mi niño.
—Por sus genes. Pero hubo un problema. Los hombres lobo siguieron el rastro de la desaparición de la familia y dieron con el laboratorio. Entraron por la fuerza para tratar de salvar a la mujer, pero los vampiros no pondrían en peligro sus experimentos, así que la mataron. Uno de los lobos, hizo una especie de operación y salvó a los bebés. Trató de salir, pero alguien del concejo lo atacó y se quedó con un niño, el lobo en vez de luchar prefirió salvar al otro pequeño. La suerte o el destino decidieron que el niño salvado por el lobo, fuera justamente el que estaba contagiado de lobo, y que el otro fuera el vampiro. Pero ellos nunca pensaron que Bill escaparía.
—Ahora entiendo por qué siempre me estaban sacando sangre, era por los experimentos —dice mi pequeño, yo le sostengo la mano.
—Creo que ahora debo hablar yo —dice David, mi superior.
—Georg y yo estuvimos averiguando sobre el pasado de Tom, y dimos con que su apellido real era Kaulitz, que tras lo mencionado por Gustav, se le cambió a Trumper, para protegerlo de cualquier hecho de venganza.
—¿Venganza? —pregunté.
—Tu verdadero padre se llamaba Gordon Kaulitz, era un patrullero.
—¿Un patrullero? ¿Era un hombre lobo? —digo muy confundido.
—Sí, lo fue, y era muy poderoso cazó muchos vampiros y se ganó la antipatía del concejo. Se casó con Simone, una mujer excepcional, estaban muy enamorados, y aunque eran muy cuidadosos, ella quedó embarazada. Comenzó a asistir a un laboratorio privado, para asegurarse de que los niños fueran humanos, de lo contrario, tendrían que abortar. Sin embargo, allí les informaron que los niños eran normales y muy especiales, ellos obviamente no sabían que ese lugar era regido por el concejo vampiro. Para cuando lo descubrieron, fueron atacados, Gordon fue brutalmente asesinado y Simone desapareció. La patrulla se dedicó en cuerpo y alma a buscar el paradero de Simone y los gemelos, hasta que pasó lo que contó Gustav.
—Vaya… ahora comprendo muchas cosas —digo casi en un susurro.
—Ahora que ya sabemos el origen de la familia Kaulitz, podemos hacernos una idea de por qué el concejo está tan desesperado por encontrar a Bill, y si se enteran que está embarazado, no pararán hasta secuestrarlo y someterlo a los más crueles experimentos —dijo Eva—. Lo que ellos no saben, es que Tom está aquí para protegerlo, ni que él es el otro gemelo. Pero si se llegan a enterar, correrá la misma suerte que Bill.
—Debemos concentrarnos en mantenerlos en secreto —dice Andreas, serio.
—Exacto —corroboró el doctor— yo me haré cargo, junto con la señora Dunja, de llevar el embarazo de Bill.
—Nosotros mantendremos el perímetro cubierto —dice David.
—Y yo volveré y seguiré investigando. Si llego a enterarme de cualquier cosa extraña del concejo, los mantendré informados —dijo Gustav.
—Ahora que Tom está mejor, yo volveré con mi hijo, ya que tengo más contactos allá.
—Muchas gracias a todos —dijo mi pequeño.
Tras dejar en claro algunos asuntos, todos se fueron.
Cuando nos fuimos a la cama, me sentía intranquilo. Habían asesinado a nuestros padres y ahora estaban buscándonos y a nuestra hija. Sólo espero que no se vuelva a repetir la historia.
& Continuará &
¿Qué les pareció? Al final, todo ha sido una conspiración del concejo vampiro.