2: No eres malo

Romance Navideño” Fic de MizukyChan

Capítulo 2: No eres malo

Tom le mostró a Bill todo el lugar, señalando las entradas y corredores que usaban ellos como trabajadores del refugio. El pelinegro miraba todo con cara de aburrido y asentía, nunca hizo preguntas hasta que llegaron a las cocinas y sus ojos brillaron.

¿A qué hora comemos? —Preguntó con una sonrisa.

Después que los huéspedes y será mejor que te prepares para tomar órdenes —Tom lo sujetó de una mano para sacarlo del camino de Georg que pasaba con una charola peligrosamente llena.

Hola, extraño —saludó el castaño, manteniendo el equilibrio.

Hola, chico todavía más extraño —respondió Bill, sacándole una sonrisa al castaño.

Toma esto —dijo Tom, entregando al pelinegro una libreta y un lápiz—. Y debes ponerte esto —señaló un delantal—. No te obligaré a usar la malla del cabello porque hoy no te tocará cocinar.

Tom sonrió al ver la cara de pánico que ponía el otro.

Debes saludar cordialmente y luego pedir su orden. Ven conmigo, te enseñaré.

Tom lo guió de regreso al gran comedor, donde algunas personas comenzaban a instalarse. Se acercó a una mesa y sonrió—. Muy buen día. ¿Se van a servir el menú de hoy o desean algo más?

Bill asintió y pensó que esto sería fácil y decidió que podría hacer algo sin tener a Tom pisándole los talones todo el tiempo.

Resultó ser más complicado de lo que pensaba, porque cuando alguien le preguntaba detalles, Bill no tenía idea y se excusaba, diciendo que era nuevo. La gente era comprensiva y terminaban pidiendo el menú del día.

Cerca de las cuatro de la tarde, Bill estaba pálido y Tom lo llevó a la cocina, donde había una mesa dispuesta para ellos. Los G’s ya habían comido y ahora ellos relevarían a Tom, para que pudieran almorzar tranquilos.

Muero de hambre —dijo Bill, soplando la cuchara llena de sopa—. Oh, esto está delicioso —dijo tras engullir el primer sorbo.

Tom sonrió contento—. Es la especialidad del tío Benjen. La gente ama lo que cocina, por eso casi nadie pide otra cosa que no sea el menú del día.

Vaya, no tenía idea —dijo, comiendo rápidamente.

Come tranquilo —agregó Tom, sonriendo y comiendo él también.

El día pasó muy rápidamente para Bill y ya en la noche, sus pies dolían y lo único que deseaba era meterse en la cama.

Será mejor que te des un baño caliente antes de dormir. De lo contrario, mañana te dolerá todo el cuerpo. Esto es como hacer ejercicios —dijo Tom, entregándole unas toallas limpias a su compañero de habitación.

Está bien, pero quiero esa cama —respondió señalando la de Tom.

Salió del baño, enfundado en una bata esponjosa y con el cabello envuelto en una gran toalla. Tenía bolsas bajo los ojos y se veía mucho más pálido sin maquillaje.

Te ves cansado —mencionó el rastudo, sacando un secador de pelo de su closet, para entregárselo al pelinegro—. Toma, sécate el cabello antes de acostarte.

¿Cómo es que tienes algo como esto?

Por mis rastas —fue la simple respuesta.

Tom se metió al baño, mientras Bill secaba su cabello y se ponía el pijama. Cuando por fin se metió en la cama, el rastudo salió ya vestido y ocupó la litera adicional.

¿Tienes novia? —Preguntó Bill cuando el rastudo apagó las luces.

Nop.

¿Por qué no? Las chicas que trabajan aquí parece que te adoran. Además, los visitantes también te miran con cara de que quieren devorarte.

Soy gay —respondió el chico sin cortarse—. Las chicas, Mary y Janine, lo saben y creo que me adoptaron como una amiga más del grupo.

¿Crees que harán lo mismo conmigo porque uso maquillaje? —Preguntó Bill, moviéndose en la cama.

No lo creo. Ellas piensan que eres muy guapo. Es probable que quieran coquetear contigo cada vez que te vean —respondió el rastudo, ahogando un bostezo.

También soy gay, así que no tienen posibilidad —agregó el chico, sonando más aletargado.

¿Y qué hay de mí? ¿Tengo yo una posibilidad?

Estoy recién llegando y ya me tiras los tejos, Tom. Esto es increíble —Bill soltó una risita, pero su voz seguía sonando cansada.

Somos hombres, somos más directos —se defendió el rastudo—. ¿Y… la tengo?

No, Tom. Eres demasiado bueno y yo soy… un chico problema.

No lo eres, Bill. No eres tan malo.

No dijeron más esa noche.

Al día siguiente, Tom se puso ropa más abrigada y arrugó el ceño cuando vio que atuendo que Bill escogía para el día.

Me temo que hoy nos toca estar afuera. Debes ponerte algo más grueso.

Bill gruñó—. ¿Y qué demonios haremos afuera? Sólo hay nieve aquí.

Quitar la nieve del camino.

¡Rayos!

Bill abrió todas las maletas buscando algo que le sirviera en ese clima y finalmente, aceptó las botas de agua que Tom le ofreció, para no mojarse los pies mientras trabajaban.

&

Bill apenas podía mantenerse en pie, mucho menos maniobrar con la pala. Tom quería reír, pero como el pelinegro estaba de mal humor, decidió seguir con lo suyo. Finalmente Bill no era un buen ayudante y Tom tampoco lo hacía sufrir, sólo disfrutaba de su hosca compañía.

¿Por qué te enviaron aquí? Se nota a todas luces que no eres de este tipo de ambientes —preguntó el rastudo, dando otra palada a la nieve.

Era esto o el reformatorio —respondió el pelinegro.

Tom no dejó de trabajar, pero siguió preguntando—. ¿Por qué? No pareces ladrón o algo así. Se nota que tu padre tiene buena situación económica, tus ropas también lo demuestran, entonces…

¿Por qué quieres saber?

Para asegurarme que no eres un asesino en serie y que no me matarás mientras duermo —bromeó el chico.

No te mataré —respondió Bill, pero no dijo más.

¿Qué hiciste para enfadar tanto a tu padre?

Soy un chico problema. No te basta con saber eso —respondió Bill, tirando la pala y poniendo ambas manos en sus caderas para enfrentar al otro.

No lo eres. Ayer pasamos casi todo el día juntos y… No eres malo, no en tu naturaleza.

No sabes lo que dices.

Claro que lo sé. Trabajo con personas, puedo leerlas, como si fueran libros. Y tú no eres malo.

Lo soy, Tom —dijo el pelinegro acercándose, estaba muy cerca del rastudo—. No te metas conmigo, o saldrás lastimado.

Bésame —mandó Tom, descolocando al pelinegro.

Tendría que ser bueno para poder hacerlo —rió el chico y se separó para recoger su pala.

Bill recuperó su buen humor y continuaron trabajando. No volvieron a mencionar el asunto.

& Continuará &

Tom pensaba que Bill sería un chico problema, según le dijo su tío, pero ha descubierto que Bill no es malo en realidad. Y hasta se tiraron los tejos. ¿Creen ustedes que Bill le diga que sí? ¿Seguirá insistiendo Tom con los besos? Después de todo, ambos dijeron que eran gay, así que… ¿cuál es el problema? >_<

Escritora del fandom

2 Comments

  1. A Bill tambien le gusta Tom, se nota
    Me voy al otro 😛

    • Es que no es posible que no se gusten, porque ambos son muy hermosos (guiño)

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