20: Problemas

Saludos a todos, aquí tenemos un capítulo bastante sorpresivo XD Que lo disfruten. 

Long-Fic original de MizukyChan

Capítulo 20: Problemas

Bill’s POV

—Tom déjalo, últimamente siempre están así —le digo a mi esposo mientras masajea mis hinchados tobillos.

—Tú solo relájate, ¿por qué no cantas esa melodía que me encanta? La que me escribiste

—¿In die nacht?

—Exacto, esta misma tarde le pediré la guitarra a Andreas, para que la cantes con verdadera música —me dices sonriendo.

—Pero si ya le pusiste música.

—Pero quiero tocarla para ti.

—Ay, cielo, eres un amor —me acerco para besarlo, pero llego solo a medio camino. Tú te ríes.

—Esa pancita ya no te deja avanzar.

—Claro, los ocho meses se notan.

—A propósito, no me habías contado que tocabas la guitarra.

—Era un hobbie que tenía de adolescente, pero por el trabajo y la patrulla lo dejé.

—¿Pero aún lo recuerdas?

—Claro, es como andar en bicicleta. Además si es para ti, haría de todo.

—¿De todo? —pregunté alzando una ceja.

—De todo —dijo picarón— así que dime… ¿con qué te tentarías?

—¿Qué tal hacer el amor antes de almorzar?

—Fantástica idea.

Me besó apasionadamente, pero con mucho cuidado, por mi enorme barriga. No podía entender cómo, a pesar de estar embarazado, tenía tanto deseo sexual. El doctor me comentó que era normal, así que sólo me dejé llevar por las expertas manos de mi esposo.

Me hizo el amor con mucha ternura, pero también con pasión, hasta que alcanzamos el clímax juntos y nos abrazamos, como siempre.

—¿Estuvo bien, cielo? —me preguntó, todavía respirando con dificultad.

—Increíble, mi vida, sólo déjame descansar —respondí igual de agitado.

—Déjame cubrirnos y descansemos.

Al sentir que Tom se quedó dormido, yo también me dejé ir.

—¿Bill? —era Eva—. Morirás Bill, pero debes salvar a los pequeños, ellos son demasiado importantes.

Yo me asusté—. No quiero morir, quiero cuidar a mis hijos.

Desperté asustado, Tom despertó agitado también.

—¿Cielo, estás bien? —me preguntó preocupado.

—Sólo fue una pesadilla.

—Yo también tuve una pesadilla. Dime amor, ¿qué soñaste?

—Algo extraño, Eva me decía que yo moriría, pero debía salvar a los niños.

—Ven aquí —me abrazó—. Sólo fue un mal sueño.

—No quiero morir, Tom, quiero criar a mis pequeños —digo con los ojos llenos de lágrimas.

—Ya te dije que fue sólo un sueño, nada malo te pasará mientras yo esté a tu lado.

—Y tú, Tomi, ¿qué soñaste?

—Algo estúpido, sin importancia.

—Cuéntame…

—Era sólo una pesadilla —me alejo de él y le miro a los ojos.

—Dime —le mandé— o me enojaré contigo… y no te atrevas a mentirme, ya sabes que me doy cuenta —él bajó la mirada.

—Soñé que morías al dar a luz —me asusté de verdad—. Cielo, tal vez estaba soñando lo mismo que tú, ya sabes, por lo de la conexión. Sí, fue eso. No te asustes. Ya te dije, mientras esté a tu lado, nada malo te pasará.

—Fue una premonición.

—¡NO! Sólo fue una pesadilla. No morirás, no lo permitiré —te estabas molestando.

—Tienes razón. No me voy a amargar. Te tengo a ti para protegerme.

—Exacto. Esa es la actitud correcta. Bésame —lo besé con pasión, hasta que mi estómago rugió.

—Tengo hambre.

—Siempre tienes hambre…. ¿Quieres algo especial?

—Quiero espagueti con salsa boloñesa.

—¿A dónde quieres ir?

—Al restaurant italiano que está cerca de tu empresa.

—Pero no hemos ido allí en meses… ¿no te vas a poner celoso de la camarera de nuevo?

—Claro que no, confío en ti, cariño.

—Entonces nos duchamos y vamos.

—¿Juntos? —pregunté sugerente

—Claro, ven acá —me tomaste en brazos y me llevaste al baño.

Volvimos a hacer el amor. Nos arreglamos y nos pusimos en marcha al restaurant italiano.

Tom’s POV

Conduje en silencio hacia el restaurant. La verdad era que me encontraba demasiado impresionado por el sueño de hace un rato. Vi a mi Bill en la mesa de operaciones, teniendo a los bebés, y vi la línea mortal, y a Roy gritando cosas, y a Dunja muy preocupada. Pero yo no estaba en ninguna parte. ¿Por qué? Si hubiera estado ahí le habría dado mi energía, pero no estaba.

Sacudo la cabeza y mi pequeño me mira preocupado.

—¿Estás bien, cielo?

—Sólo estoy pensando qué comer, es todo.

—Pues yo estoy decidido por espagueti con salsa boloñesa.

—Tus antojos son bastante claros —ambos reímos.

Al llegar, nos ubicamos en nuestra mesa favorita junto a un ventanal. Esperamos a la hija del dueño, pero apareció la misma morena de la otra vez. La chica nos sonrió y Bill bajó la cabeza, con una expresión de tristeza y cubrió su pancita.

Yo levanté su barbilla para que me viera y le besé con suavidad. Él sonrió.

—¿Qué vas a pedir, mi amor? —Volvió a llenarse de seguridad y le dijo a la chica.

—Quiero espagueti con salsa boloñesa, un jugo de damasco. ¿Y tú, cielo?

—Yo pediré un filete bien cocido con papas duquesa y para beber una coca cola.

—Muy bien, en seguida les traigo su pedido —dijo la chica, sin sonreír.

—Mi vida, ¿me esperas un segundo? Quiero ir al baño a mojarme un poco las trenzas.

—Pero no te tardes, ¿si?

Me puse de pie, y me dirigí con paso firme a los baños, pero antes de llegar, me sujetaron del brazo.

—Hey guapo —era la camarera—, esta tarde salgo temprano, ¿no te gustaría dar una vuelta?

—Señorita, tengo pareja.

—Pero tu chica está muy gorda —de nuevo confundieron a Bill con una mujer.

—Son bebés, mis hijos.

—A puesto que ya ni siquiera follan.

—Señorita no sea grosera. Yo amo a mi pareja y jamás lo engañaría. Ahora si me disculpa —y no volteé a verla.

Me sentía raro, tenía un mal presentimiento, o a lo mejor todo el asunto del sueño me tenía así. Sólo espero que no sea más que eso. Sólo un mal sueño.

Volví a la mesa y mi niño me sonrió

—Nos cambiaron camarera —me dijo con una sonrisa.

—¿Por qué?

—Porque le diste la cortada —sonrió más.

—¿Cómo lo sabes?

—Me lo dijo Robbie, la chica rubia, parece que no le gusta mucho la morena.

—Te dije que podías confiar en mí —le tomé la mano y sonó mi celular.

—Hola Andy, si estoy con Bill, no, no estamos en casa, ya veo… pero si es muy urgente puedes traérmelo, estoy en el restaurant italiano, sí… ese mismo… Bill y yo acabamos de ordenar, estaremos cerca de dos horas, bueno… nos vemos —colgué.

—¿Trabajo? —preguntó mi pequeño.

—Me necesitan en la patrulla, pero no se hará nada hasta dentro de dos días —dije serio.

—Me asusta cuando sales de caza —dijo haciendo un puchero.

—Tranquilo, no estaré solo.

—¿Georg y Andy irán también?

—No, sólo Georg.

—Sólo prométeme que te cuidarás —dijo bajando la mirada.

—Claro que lo haré, voy a tener familia, debo estar bien por ustedes —lo besé.

Comimos y reímos. Pedimos postre y antes que lo trajeran, Bill fue al baño.

De pronto todo se volvió una pesadilla. Un hombre, al parecer drogado, entró al restaurant portando un arma automática de alto calibre—. ¡Dame el dinero de la puta caja! —gritó, amenazando al dueño.

En esos momentos, Bill se asomó y el hombre se sintió atacado y le disparó. Por instinto corrí velozmente y me puse como escudo ante el cuerpo de mi amado, sentí una oleada de dolor y escuché los gritos de mi esposo.

—¡TOOOOOMMMM!

—¡Cállate, maldita perra! —Gritó el asaltante y se dispuso a disparar de nuevo, pero esta vez, me puse frente a él y corrí en su dirección, recibí tres tiros y al llegar le fracturé ambas muñecas.

—¡Jamás insultes a mi pareja, cabrón!

El hombre tenía los ojos desorbitados y gritaba por el dolor.

—Llama a la policía —grité al dueño, quien estaba en shock.

—¡Tom! —Oí el grito de mi pequeño. Se apretaba el estómago y lloraba. Mi visión se nublaba, estaba perdiendo sangre, pero no podía dejar a Bill. Me acerqué como pude hasta él.

—¿Te hirió? —dije y un líquido espeso salió por la comisura de mis labios.

—Oh, Dios, Tom, estás herido y yo rompí fuente, van a nacer.

Ya casi no podía mantenerme en pie, de pronto escucho la puerta y una cabeza rubia se acercó a nosotros corriendo.

—Andy, ayuda a Bill, llévalo con Roy al laboratorio —y ya no pude más, todo se oscureció.

Bill’s POV

—Andy… Tom está herido, el animal ese le disparó muchas veces y se está desangrando

—Lo llevaré con Roy —lo tomó en brazos con dificultad y lo llevó al auto. Yo no podía moverme, estaba sintiendo contracciones y estaba perdiendo líquido.

—Andy los niños van a nacer. ¡AAYYY! —dije apretándome el estómago.

—Vamos —me levantó y me llevó al auto.

—¡Llamen a la maldita policía! —Terminé de gritar al ver que todos nos miraban sin hacer nada.

Miraba al asiento de atrás con mucho dolor, mi esposo estaba muy lastimado, tenía sangre en la comisura de la boca y no podría estar presente en el parto de sus hijos.

—¡AAAYYY! Me duele —sentía que me quedaba sin fuerzas.

—Ya estamos llegando —respondió Andy, estacionando el auto.

—Lleva a Tom primero, rápido —Habíamos llamado a Roy para advertirle de la situación y nos esperaba con una camilla. Subieron a Tom y se lo llevaron.

—Dunja viene en camino —me dijo Andreas ayudándome a subir a otra camilla.

—Andy, me siento muy débil.

—Tienes que aguantar, por los niños…

—Sólo dime que Tom está bien.

Llegamos a una sala completamente blanca y entró Roy vestido de verde.

—Tom tiene seis impactos de bala, al parecer ninguno dañó órganos vitales, pero sigue inconsciente.

—Vaya con él, doctor, yo puedo aguantar el dolor.

—No se puede, rompiste fuente, ahora estamos contra el tiempo, cada minuto que pasa es un riesgo para la vida de tus hijos. Te voy a quitar la ropa.

—Doctor… me siento mareado.

—Es por el dolor… te voy a conectar a las máquinas para controlar tu estado durante la operación.

—Doctor… salve a los niños y a mi esposo, él tiene que cuidarlos.

—Tú los cuidarás… estás muy débil, te pondré la anestesia.

—Doctor, he llegado —era la voz de Dunja.

Pero ya no podía aguantar más. No estaba Tom a mi lado para ayudarme con la energía, yo sólo no podría hacerlo. Todo se oscurecía lo único que podía pensar era en Tom.

Roy’s POV

Tras terminar de aplicar la anestesia, escuché el sonido de la línea mortal del monitor.

—Demonios, Bill, no te vayas a morir. ¡Dunja trae el desfibrilador!

—Aquí está.

—Uno, dos, tres —aplico la descarga.

—Nada.

—Uno, dos, tres.

—Nada.

—Vamos, Bill, reacciona. Uno, dos, tres.

—Nada. Señor, se ha ido —dijo Dunja.

—¡Maldición! —digo frustrado—. Terminemos la operación, hay que salvar a los pequeños.

—Sí, señor.

—Espera… ¿sientes eso?

—¿Qué, señor? No siento nada.

—Es energía.

—¿Acaso es Tom? Pero él está grave…

—No es Tom, es más sutil, pero igual de fuerte.

—¿Quién?

—Quienes.

—¿Los niños?

—Quieren salvar a su padre —me siento impresionado y comienzo la operación. Cada vez se sentía más fuerte. Hasta que se oyó.

—Señor… la línea… Bill vuelve a tener latidos.

—Justo a tiempo… Sostén al pequeño Tom y límpialo.

—Sí, señor. Ven aquí, bebé.

—Y tú, señorita, ven acá —termino de hacer el corte del ombligo—. Toma Dunja. Debo terminar con Bill —tras finalizar la operación, escuchamos el llanto de los pequeños.

—Están bien, señor.

—Claro, son muy fuertes. Bill sigue inconsciente. ¿Te puedes hacer cargo de todos?

—Sí.

—Voy con Tom.

Me fui a la otra sala de operaciones y allí mi trabajo fue espeluznante. Tom estaba muy dañado, había perdido mucha sangre, sino fuera por su condición de hombre lobo, habría muerto. Le operé y lo llevé a una habitación amplia, ya que seguramente Tom y Bill querrían verse cuando despertaran. Ahora debía revisar a los bebés.

&

Dos días después, Bill abrió los ojos.

—¿Dónde estoy? —preguntó desorientado.

—En mi laboratorio, diste a luz.

—¿Y Tom?

—Él fue gravemente herido, ahora está bien, fuera de peligro, pero su cuerpo tardará en recuperarse. Está aquí, al lado tuyo.

—¿Tom? —se giró con cuidado—. Quiero tocarlo.

—Yo te ayudo —se puso de pie y se acercó a la cama.

—Mi amor… aquí estoy —le acarició la mejilla.

—No creo que pueda escucharte.

—Claro que sí, él me siente —le besó la frente.

—¿Quieres ver a tus bebés?

—Claro —un brillo intenso apareció en sus ojos.

—Espera aquí —fui por la cunita—. Aquí están, no quisieron separarse, cada vez que los pusimos en cunitas diferentes, lloraban desconsolados.

—Mis hijos —les acarició con la palma de la mano.

—Creo que tienes un lazo muy especial con ellos.

—Ellos me salvaron, ¿cierto? Pude sentir como me daban fortaleza.

—Así es, ellos te dieron su energía cuando te estaba operando, tú… prácticamente falleciste.

—Pero ellos me decían que cuidarían de papi.

—Vaya, no sé si fue la magia, la energía o los genes, pero ustedes, toda la familia, es especial

—Claro que lo somos.

—Te quedarás aquí hasta que te quite los puntos de la operación.

—Y hasta que despierte mi esposo.

—Está bien. Él recibió tres tiros en la espalda y tres de frente, pero como te dije está bien. Es increíblemente fuerte, pero no sé que hizo con el asaltante, ¿acaso se fue directo en contra del arma?

—Exacto, lo hizo por protegerme.

—Eres su esposo, no me esperaría otra cosa de él.

—Gracias, doctor.

—Ahora descansa.

—Lo haré.

& Continuará &

Es increíble que Tom caminara directo al asaltante, estilo IronMan o SuperMan o qué sé yo, sólo para que Bill no recibiera ninguna bala. ¡Me encanta este Tom! ¿Qué opinan ustedes? ¿Les gustó?

Escritora del fandom

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *