Hoy pasa algo muy importante y hay un gran avance en el tiempo. Pongan atención y suspiren mucho, porque hay mucha miel. Besos.
“Head Over Feet”
Capítulo 22: “Graduación y…”
& Bill’s POV &
Algo raro está pasando con Tom. Creo que me está ocultando algo, no sé qué puede ser. No sé si es algo malo o algo bueno, tengo miedo de preguntar, varias veces he hecho el ridículo al sentir celos, ya no quiero que mi Tomichu piense que sigo con desconfianzas, pero me siento inquieto. Tal vez sean solo nervios relacionados con nuestra graduación.
Sí, ya han pasado cinco años desde que entramos a la Universidad, y lo mejor de todo, es que han sido cinco años desde que conocí a mi amigo virtual, que ahora es el amor de mi vida. Tal como les prometimos a nuestro padres nos esforzamos mucho por ser los mejores en la U y mañana verán los resultados. Después de las vacaciones, Tomi y yo tendremos a nuestro cargo una sección de las empresas de nuestros padres, será una especie de prueba que tendremos que pasar, para que nos pongan a cargo de algo más grande. Nosotros estamos completamente felices por ese trabajo, pero pusimos una condición, la de estar siempre juntos, Simone obviamente se negó, pero nuestros padres accedieron.
Me siento tan orgulloso de mi familia, ellos aceptaron de inmediato mi amor por Tom y mi madre nos ha invitado varias veces a casa y nos regalonea a ambos, siempre le dice a Tomi que lo adoptó como un hijo más y mi amor le contesta que ella es como la madre que él desearía tener. Mi mamá por su parte le pide que no sea muy duro con Simone, porque tarde o temprano ella aceptará nuestro amor.
—Amor, ya llegué —dijo mi trenzadito hermoso.
—Mi vida, hoy te tardaste mucho.
—Cielo, han surgido cosas y mañana tendremos que viajar a España —contesta un poco serio.
—¿A España? ¿Pero qué ha pasado?
—Problemas familiares —dijo rápidamente—. Vendrás conmigo, ¿cierto?
—Por supuesto, jamás te dejaré solo.
—Te lo compensaré, ya lo verás. ¿Hagamos las maletas?
—Claro. —Fuimos a la pieza y arreglamos nuestras cosas.
—No empaques mucho, cielo, solo serán dos días.
—Pero siempre es bueno estar preparado.
—A propósito, ¿ya tienes todo listo para la graduación?
—Sí. ¿Quieres que celebremos en la noche, con los chicos?
—Me encantaría, pero prefiero que descansemos y estemos bien para el viaje.
—Tomi ¿no has olvidado qué día es pasado mañana, cierto?
—Mañana es la graduación, y pasado estaremos en España, ¿hay algo más?
—No, nada. —Genial, se olvidó de mi cumpleaños… o tal vez solo finge, mejor pienso en otra cosa o me voy a deprimir.
—Ya está —dijo cerrando su maleta—. ¿Qué tal si te cocino algo, mientras tú terminas?
—Sí, cielo. Hazme algo rico. —Me abrazó por detrás y me besó el cuello.
—¿Algo rico, como esto? —Preguntó y me dio un lametón en la oreja, no pude evitar estremecerme.
—No, algo rico de comer —contesté riendo.
—¿Y si yo te quiero comer a ti?
—Después de cenar… seré tu postre.
—¿Es un trató?
—Sí, que sí.
—Entonces, te haré pizza.
—Mmm rico.
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& Tom’s POV &
Me fui a cocinar con una sonrisa, mi pequeño pensaba que me había olvidado de su cumpleaños y cómo habría de olvidarme de una fecha tan importante. Además le daré el mejor regalo del mundo… una vez en España, lo tendrá.
—Billucho, la pizza está lista, ven, no quiero que te la comas fría.
—Voy, voy. —Comimos tranquilos y cómo lo prometió, esa noche él fue mi postre.
Era increíble, el tiempo había pasado muy rápido, pero no podía lamentar nada, todo con Billy era maravilloso, hacer el amor cada noche, amanecer junto a él, estudiar juntos y ahora trabajar juntos, Bill ha sido una bendición en mi vida. Lo amo demasiado, tanto que ya ha llegado la hora de avanzar, me lo llevo a España con una excusa falsa, para poder pedirle matrimonio, ese país es el más cercano donde está legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo, y creo que mi niño me aceptará y dejaremos de ser BoyFriend Forever, para ser lo máximo, ser esposos.
Pero ahora, hay que arreglarse para la graduación.
—¿Bill, estás listo?
—Un poco de brillo y ya…ya está.
—Te ves precioso como siempre, amor mío.
—Y tú estás guapísimo.
—¿Vamos?
—A dónde quieras llevarme.
Tomé su mano y partimos a la Universidad. Allí vimos a Gordon, mi padre, y a Jorg, el padre de Bill, su madre no pudo venir porque su salud es muy delicada y mi madre… bueno, creo que no he hablado con ella, desde que nos echó de casa esa vez. Lo siento mucho, yo amo a mi madre, ella siempre fue buena conmigo, pero no voy a escoger entre ella y Bill.
Nosotros tomamos ubicación junto con todos los graduados. Me sentía nervioso, pero lleno de satisfacción. Hicieron las presentaciones, los discursos y ahora venía la premiación de alumnos destacados.
—Y pedimos que suban al estrado: Thomas Trumper, William Kaulitz, George Listing, Gustav Sheafer. —Subimos—. Estos alumnos se han destacado sobre manera en el ámbito educativo, obteniendo promedios sobresalientes, y más que eso, ellos han participado en la asignatura complementaria de música, siendo ganadores de ser la banda oficial de la Universidad y a pedido del resto del alumnado, grabaron un CD, el cual tuvo una excelente difusión tanto dentro como fuera de la Universidad. Destacando temas como “Monsoon”, “Ready set go” y el más valorado aquí “Forgotten Children” tema compuesto por Thomas y William al participar en el voluntariado del Hogar de Cristo. —Aplausos—. Por sus incontables logros, el rector del Establecimiento, les hará entrega de un diploma de honor. —Más aplausos—. Muchas gracias, y ahora para terminar, le vamos a pedir que se despidan de esta Institución usando sus talentos musicales, con ustedes “Tokio Hotel”
La verdad no sabíamos que íbamos a tocar, sin embargo era un honor hacerlo como despedida. Bill se oía angelical como siempre. Tocamos tres temas, se supone que sería solo uno, pero la gente pidió más.
Después bajamos a saludar a nuestros padres.
—¿Así que el “Hogar de Cristo”? —dijo mi padre.
—Ya me temía que estabas en esos pasos, Bill —comentó su padre—, que bueno que Tom estaba para cuidarte.
—Y siempre lo estaré —dije muy seguro.
—Vi muchas chicas gritando. ¿Aquí no saben lo de ustedes? —Preguntó papá.
—No, les dijimos que seríamos discretos.
—De hecho somos los solteros más codiciados de la U —respondió mi moreno.
—Bueno chicos, los invitamos a comer.
—Vamos.
Fue muy entretenido hablar todos juntos, estábamos felices porque ellos fueron los primeros en aceptar nuestro amor, y tras unas horas nos despedimos.
Una vez en casa, me vinieron los nervios. Ya tenía todo listo para el día siguiente. Le compré un traje blanco a mi niño, no muy formal, pero si muy elegante y a su estilo. Yo iría de negro. Ya tenía las argollas de oro grabadas. La mía decía Billucho Forever y la de él decía Tomichu Forever.
Hicimos el amor y nos dormimos.
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& Bill’s POV &
Tomichu me despertó llenándome la cara de besos, me encantaba. Me preparó desayuno y nos fuimos al aeropuerto. Desde ese momento, Tomi se puso raro, estaba nervioso, nunca me dio detalles de lo que pasaría en España, y para no abrumarlo no dije nada, tampoco mencioné que hoy es mi cumpleaños, yo como su pareja debo estar ahí para ayudarlo en todo y no darle preocupaciones por un simple cumpleaños, pero no pude evitar sentir un nudo en la garganta, ya que mi Tomi nunca olvidaba las fechas importantes.
Volamos y en un par de horas aterrizamos, el idioma era diferente, pero no tuvimos problemas en llegar al hotel y registrarnos. Pedimos la habitación matrimonial y Tomi me tomó la mano, aquí nadie nos conocía y podíamos darnos ese lujo. Una vez en la pieza, Tom me habló.
—Cielo, ven siéntate. —Obedecí y me senté a su lado—. Ha llegado el momento de que te diga la verdad.
—Dios, Tomi, me estás asustando. —Temblé, pero él sostuvo mis manos.
—Hoy es un día muy especial.
—¡Lo recordaste! —dije, abrazándolo.
—Claro que sí, un día como hoy, el cielo me bendijo al traerte a este mundo.
—Aaawww. —Suspiré.
—Y en este día también quiero pedirte que dejes de ser mi novio.
—¡¿Qué?! —Me aterré.
—Deja de ser mi novio, para que te conviertas en mi amado esposo. —Me quedé en shock, helado, ningún sonido salía de mi boca—. ¡Oh Dios, Bill! ¿Piensas que es muy pronto? ¿Dime algo? ¿No quieres casarte conmigo?
—Yo… —Solo fue un susurro, mis ojos se llenaron de lágrimas—. Sí quiero, sí quiero, claro que quiero, quiero ser tu esposo, quiero estar contigo toda la vida. ¡TE AMO! —Grité y lo abracé con fuerza.
—Y yo te amo más.
—¿Y por qué me trajiste a España para pedírmelo?
—Porque aquí es legal y… ya tengo una cita pedida. Será dentro de dos horas —dijo mirando el reloj.
—¡Aahh! ¡¿Y qué me voy a poner?! No me puedo casar así todo feo.
—Tú nunca estás feo, mi vida, y ya te compré un traje, aquí está.
—Dios mío, es hermoso. ¿Y si no me queda?
—Conozco tu cuerpo de memoria, claro que te quedará.
Nos cambiamos, nos veíamos muy guapos. Realmente Tom y yo somos complementos. Yo de blanco y él de negro, el ying y el yang.
—Cielo —me llamó—, hoy nuestro matrimonio será muy íntimo, pero te prometo que algún día te haré una gran fiesta y le gritaremos a todo el mundo nuestro amor.
—No te preocupes, amor, estando juntos no necesito que la gente lo sepa, mientras estemos los dos, todo estará bien.
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Al llegar al lugar, me sorprendí al ver a mis padres, a los dos, estaba el padre de Tomi y también Georg y Gustav.
—¡Mami! —Exclamé emocionado y la abracé—. Qué bueno que viniste.
—No podía faltar a este día tan importante para ti, cielo.
—Papá no me dijiste nada ayer.
—Claro que no, era una sorpresa de Tom.
—Señor Gordon, muchas gracias. —Sonreí a mi futuro suegro.
—No, gracias a ti, por hacer tan feliz a mi hijo.
—¿Y su esposa?
—Yo le pedí que no le dijera, en caso de que planeara algo en contra —comentó Tom con tono triste.
—Cielo, muchas gracias. —Le besé dulcemente los labios.
Nos llamaron y le ceremonia empezó, quise memorizar cada palabra, porque aunque fue simple, para mi representaba lo más importante de mi vida, era el momento en que yo dejaba de estar solo en el mundo y pasaba a ser parte de una familia, pasaba a ser parte de Tom, ahora era legal y nadie podría separarnos nunca. Nos pusimos los anillos y vi la inscripción grabada que tenía, no quería llorar para no arruinar mi maquillaje, pero tenía un nudo en la garganta, aunque no por algo malo, sino de pura felicidad.
Después de los abrazos y felicitaciones, volvimos al hotel. Al pedir la llave, me entregaron un paquete de regalo de parte de Gus y Georg. Ambos reímos, hasta el momento su ayuda había sido de gran utilidad y nos preguntábamos que idea tenían entre manos. Iba a entrar, pero Tom me lo impidió.
—Espera cielo, hay una tradición.
—¿Qué tradición? —Pegunté agitando la caja del regalo.
—Esta. —Me tomó en brazos.
—Ja, ja, ja, ja, ¿acaso yo soy la novia?
—Tienes razón, no eres mi novia, eres mi esposo, pero igual… —Entramos y cerró la puerta con el pie, me llevó a la cama y me sentó con suavidad.
—¿Veamos que hay aquí? —Sugerí, me moría de curiosidad.
—Ábrelo.
Saqué el listón y abrí la caja, miré el contenido y me puse rojo como tomate.
—¿Qué hay? ¿Déjame ver?
—No. —Me puse más rojo.
—No seas tímido. —Me arrebató la caja y empezó a sacar una sunga negra de látex, unos suspensores plateados y una especie de látigo—. Ja, ja, ja las ideas de Gus son las mejores.
—¿Y por qué solo me trajo a mí y no a ti?
—Porque esto solo se vería bien en tu hermoso cuerpecito. Anda ¿póntelo?
—Estás loco. —Me alteré y mis colores cambiaron de rojos a morados.
—Cielo, cielo, cielo, te verías mmmm de chuparse los dedos y con tus botas altas ggrrrr
—¡Tomi deja de imaginarme así! —Lo regañé.
—No te enojes, pero te acabas de convertir en mi sueño húmedo gggrrrr
—¡Tomi, ponte serio! No me gusta. —Me levanté de la cama, molesto.
—Billucho. —Me abrazó por la espalda—. No te enojes, ya sabes que me gustas así como eres dulce, ingenuo, pero también me gusta tu lado salvaje, pero no quiere decir que mi amor por ti se base solo en lo físico, aunque eres guapísimo, tú sabes que te amo, amo tu alma, tu corazón, te amo enterito. Si no quieres ponerte eso, no importa, pero no te enojes… hoy es un día especial, es tu cumpleaños y es nuestra primera noche de bodas, no quieres pasarla enojado, ¿cierto?
—Tienes razón. —Me giré y lo abracé—. Quiero que hagamos el amor. Hoy no quiero lujuria, quiero el amor más puro que hay en ti.
—Ven acá, cielo.
Nos amamos toda la noche, nos entregamos el uno al otro, llenos de amor, con toda la ilusión que representaba esta nueva unión. Me sentía realmente feliz.
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& Tom’s POV &
Dos años habían pasado. Estábamos celebrando el cumpleaños de Bill y nuestro aniversario de matrimonio. Hicimos el amor apasionadamente, como en secreto me gustaba hacerlo con Bill, él aun sigue siendo muy dulce y tierno y le gusta que lo ame con suavidad, pero hay ocasiones en que mi pequeño ángel se transforma y se desata la pasión entre nosotros y me pide que le dé más y eso me excita sobre manera.
Mientras recobramos el aliento no pude dejar de pensar en cómo han cambiado las cosas entre nosotros, yo siempre he consentido a Billucho en todo, le cocinaba, le cuidaba, le celaba, siempre era yo quién se sometía a la voluntad del otro, pero en el buen sentido, ya que Billy nunca me hizo o me pidió algo malo, al contrario. Pero desde que nos casamos, él me dijo que debía madurar y atenderme. Aprendió a cocinar, aunque a veces estropea las recetas, pero sigue intentándolo hasta que resulta y siempre me hace cosas ricas, dice que siempre son mejores las recetas caseras. Ahora él me cela, aunque siempre aclaramos las cosas a tiempo, después de todo nos amamos tanto que ninguno de los dos engañaría al otro. Y es mi mano derecha en el trabajo. Hacemos los contratos juntos, estudiamos los casos juntos, en fin todo y eso nos ha traído tan buenos resultados, que hemos viajado mucho cerrando tratos. Nuestros padres están orgullosos de nosotros y nos aumentaron el suelo y nos ofrecieron una casa más grande, pero Billy y yo no queremos dejar el departamento, nuestro nidito de amor.
—¿En qué piensas, cielo? —Preguntó besando mi mejilla.
—En lo maravillosa que es la vida contigo.
—¿Estás cansado?
—No, mi amor.
—¿Ámame otra vez? —Pidió y me besó salvajemente los labios, tal como me gustaba.
Lo amé con locura, sus gemidos hacían eco en la habitación, estábamos sudados, pero no nos importaba, lo único que contaba era ser uno, llenar al otro de placer. Llegamos al clímax juntos y nos abrazamos agitados.
—Te amo, Billucho de mi vida.
—Tomi, mírame. —Así lo hice, mis ojos se cerraban.
—Dime, amor.
—Quiero tener un hijo contigo —dijo muy serio.
—Lo que tú digas, cielo. —Le besé la frente y mi mano se fue a su vientre plano. Sería maravilloso tener un pequeño Billucho corriendo por el departamento. Con ese bello pensamiento me dormí.
& Continuará &
Ok, Billucho quiere tener un hijo, pero la escritora es mala y este fic no es un M-preg. Entonces, ¿cómo pasará eso? Para saberlo, los invito a seguir leyendo. Besos para todos y muchas gracias por la visita.