“Working for Love”
Capítulo 3: Fiesta
& Tom’s POV &
Habían pasado ya dos semanas desde que Bill entró a clases. Y sólo puedo decir que él es simplemente increíble, ha practicado mucho y se desenvuelve bastante bien.
Cada vez que lo voy a buscar al Instituto, la maestra me felicita porque él es el mejor de la clase, él sólo sonríe con timidez.
Y cada vez que salimos de allí y caminamos de la mano, para mi es una señal de mis sentimientos por él, aunque pienso que para él es sólo una señal de sentirse protegido por mí, lo cual tampoco me molesta.
Pero tengo esa sensación en mi pecho, de que también le gusto a mi moreno, ojala ya termine el curso y me entienda bien, para poder declararle mis sentimientos. Aunque no puedo negar, que temo que él piense que he estado ayudándolo sólo porque quiero estar con él, como si comprara su amor, porque ese obviamente no es el caso.
Esa tarde después del trabajo y del Instituto, regresamos a casa. Me quedé en la cocina mientras Bill preparaba la cena. Me tenía fascinado, me contaba cómo le había ido en clases y también, que habían tenido que hablar de sus hobbies y él les contó que le gustaba cocinar y hacer pasteles. En verdad Bill hablaba mucho, sólo le faltaba conocer el idioma.
Después de cenar, no recogió la mesa de inmediato, como siempre hacía.
—Necesito hablar contigo —dijo muy serio—. Creo que ahora puedo hacerlo.
—Claro —respondí, pero mi corazón estaba un poco asustado—. ¿Te ha pasado algo? ¿Te hicieron algo en el Instituto? —Se me vinieron a la mente, los dolorosos recuerdos, del ataque del profesor.
—No es nada de eso —El sacudió la cabeza, sin duda esos recuerdos eran terribles— Es sobre mí.
—Entiendo.
—Bien —Suspiró—. Viví toda mi vida en España, mis padres no eran ricos, pero nada me faltaba, era feliz, aunque me sentía un poco solo porque no tuve hermanos —Volvió a suspirar—. Cuando cumplí los 15, mis padres me llevaron de paseo, pero tuvimos un accidente y ellos murieron —Sus ojos se cristalizaron, le tomé las manos— Me quedé solo en el mundo, no me mandaron a un hogar de menores, porque unos tíos se quedaron con mi custodia, pero ese hombre, que decía ser mi familia… era malo y quiso hacerme daño —Apreté los dientes y una ira interna me llenó.
—¿Te abusó? —Temía a la respuesta.
—No —Me miró a los ojos, para asegurármelo—. Me escapé de la casa, pero no pude sacar ni siquiera ropa. Como era sólo un joven, pedí empleo en una casa como aseador. Se me dio bastante bien. Luego me fui a hacer lo mismo en una casa más grande, allí otra empleada me enseñó a cocinar, al principio era malo, pero me gustaba hacerlo y me perfeccioné. Pero tenía una maldición conmigo —Cerró los ojos con fuerza, otra vez no quería recordar—. Los hombres me veían como chica, creo yo, porque me maquillaba. Por eso me acosaban, al final las señoras me corrían pensando que yo era el culpable, que yo me ofrecía y ¡Eso no era verdad! —exclamó, mirándome a los ojos pidiéndome que le creyera.
—Te creo Bill, sé que tú no harías algo así, eres muy bueno para eso. Continúa.
—Muchas veces me corrieron sin pagarme por eso. Pasé hambre y frío. A veces los hijos de los dueños, que tenían mi edad, me humillaban porque yo no tenía estudios, me trataban muy mal y yo sólo lloraba en mi habitación —Suspiró y me miró directo a los ojos—. Por eso quería salir de mi país y empezar una nueva vida, pero no podía hacerlo hasta que fuera mayor de edad, en una de las casas donde trabajé iban a tirar los libros viejos y yo guardé el de recetas, no tenía fotos ni nada, pero vi el idioma y decidí venir a Berlín, para poder algún día hacer esas recetas para alguien especial.
—Bill yo…—Una lágrima se me escapó—. ¿Por qué has sufrido tanto? —Me abrazó, yo lo senté en mi regazo y él lloró conmigo.
—Pero ahora estoy feliz, porque te encontré, fue el destino, tu casa fue mi primer trabajo en Berlín y me siento feliz, mi suerte ha cambiado.
—Y yo estoy tan agradecido de que hayas llegado a mi vida, quiero que seas parte de mi vida Bill, déjame quererte —Nos volvimos a abrazar, él no dijo nada, tal vez le estaba pidiendo demasiado.
—Yo te debo tanto Tom.
—No me debes nada, yo te he dado todo y te daría todo, pero no por interés, sino porque eres un pequeño ángel que ha llegado a mi vida.
—No crees que soy, sólo un mocoso.
—Claro que no, has madurado a golpes y lo único que quiero es que estés conmigo.
—No me quiero ir Tom, quiero quedarme contigo, pero tampoco quiero que pienses que es por interés, no quiero que creas que me estoy aprovechando de ti.
—Claro que no creo eso, después de todo, he sido yo quien prácticamente te ha obligado a estudiar, pero es que yo quería poder comunicarme contigo.
—Y yo te lo agradezco tanto —Nos quedamos viendo, quería besarlo, de verdad lo quería, pero aún no era el momento.
—¿Te ayudo a lavar la loza?
—No, cómo crees.
—Hey, que no soy tan inútil —Me defendí, él sólo se largó a reír. ¿Había mencionado que luce adorable, cuando sonríe?
—No es por eso —Siguió riendo—. Bueno, yo lavo y tú secas.
—Genial.
&
Al otro día me fui a la oficina y muy temprano me encontré con una desagradable noticia.
—Querido amigo ¿Apuesto que no te acuerdas qué se celebra el sábado? —dijo Gus con un tono divertido, que me erizó los vellos de la nuca.
—La verdad, no tengo ni idea —respondí sincero.
—Pues es el cumpleaños de la hija de los Evanz y como es tradición se hará la gran fiesta. ¿Te acuerdas, cómo lo celebraste con ella el año pasado? Jejeje picarón.
—No me interesa —respondí seco.
—Hey, no importa que no te interese, debes ir, es tu obligación por ser su representante legal.
—¡Demonios! —Gruñí y tiré mi pluma.
—Y lo más probable, es que la chica quiera recordar viejos tiempos.
—Oh no, lo que me faltaba.
—¿Por qué lo dices tan apenado?
—Ya no te hagas el tonto, tú sabes que no me puedo sacar a Bill, de la cabeza.
—Bueno ese sí es un problema, Tom. ¿Y has podido avanzar en algo, con él? El otro día los vi tomados de la mano.
—No pasamos de eso. Aunque ayer me contó sobre su pasado y ahora siento que lo quiero más.
—¿Estás seguro que es querer y no lástima, lo que sientes por el chico?
—Absolutamente —Suspiré y luego susurré con los ojos cerrados—. Lo quiero.
—Bueno hombre, ya se nos ocurrirá una forma de zafarte de esa fiesta. Ahora trabajemos.
&
La mañana se pasó volando y fui a almorzar con Bill como de costumbre, aunque no me podía sacar de la cabeza la estúpida fiesta.
Al entrar, había música fuerte y fui a la cocina, ahí estaba la visión más maravillosa que había visto en mi vida y, a la vez, la solución de mis problemas. Mi moreno danzaba sensualmente con los ojos cerrados. Me acerqué y lo abracé por detrás, él se puso muy colorado.
—Lo siento.
—Vamos Bill, sigue bailando, baila para mí.
—Baila conmigo —Cambió la oración—. Me encanta esta canción —Lo tomé de las manos y bailamos cerca, muy cerca, él se veía… tan sexy.
—Bill, tengo que hacerte una invitación —dejó de bailar cuando la música terminó.
—¿A dónde?
—A una fiesta.
—Una fiesta —dijo emocionado—. Nunca he ido a una fiesta, sólo a cumpleaños cuando era niño.
—Bueno esta fiesta también es un cumpleaños, se celebra la hija de mi representado y necesito una pareja.
—¿Una pareja? —Se sonrojó.
—Claro, así me salvas de las acosadoras.
—¿Acosadoras?
—Sí, unas mujeres locas, que se quieren meter en mis pantalones —Reí.
—¿Y tú no las quieres?
—Por supuesto que no ¿Vamos Bill? —Le tomé las manos—. ¿Ven conmigo?
—Está bien, pero no me dejes solo, ya te conté que tengo mala experiencia con los hombres.
—No te preocupes, yo te protegeré toda la vida.
Almorzamos y reímos, ya tenía resuelto el problema.
& Bill’s POV &
Ya era sábado, me sentía muy emocionado por la fiesta, pero a la vez estaba preocupado por la ropa.
Después del desayuno me encerré en mi habitación y saqué todas mis pilchas, que no eran muchas. Las vi todas y me sentí morir, toda mi ropa estaba muy gastada, no era lo suficientemente buena para una fiesta de categoría.
Tom dijo que el cumpleaños, era de la hija de su representado, o sea alguien de mucho dinero. Me puse a sollozar bajito. Sentí un golpe en la puerta, no podía haberme escuchado, pero ahí estaba.
—Bill ¿Estás bien?
—No —dije en un sollozo. Entró y se acercó a mí.
—¿Qué pasa, bebé? —Me abrazó, supongo que al ver la ropa en la cama, entendió mi problema—. Tranquilo, todo tiene solución.
—No puedo acompañarte, no soy de tu estrato social.
—Vamos ¿Lo dices por la ropa? —Asentí—. ¡Vámonos de compras!
—No puedo, no tengo dinero.
—Yo pago.
—¡No!
—Piensa que es parte de tu salario —Me levantó la barbilla y me sonrió.
—¿Estás seguro?
—Completamente —Me extendió su mano—. ¿Vamos?
—Sí —Lo abracé fuerte, él me correspondió, siempre se preocupaba tanto por mí, desearía poder decirle que sus atenciones me habían ganado el corazón, pero tampoco quería que pensara que lo hacía por interés.
&
Nos fuimos al centro comercial y encontramos una tienda genial, tenía ropa como me gustaba. Después de probarme varias cosas, no podía decidirme por una. Tom sin embargo no se preocupó y cogió todas las prendas.
—Me llevo todo —dijo a la asistenta, yo fruncí el ceño, pero en esos momentos, él me ignoró.
—Sí señor.
—Espere, quiero llevar accesorios, ¿tiene? —Volvió a preguntar a la chica. Pero él nunca usaba accesorios, no creo que los pidiera para mí ¿O sí?
—Sí señor, pase por aquí —Tom me tomó la mano y seguimos a la mujer, podía ver que ella le coqueteaba, pero él simplemente la ignoraba.
—Mira Billy ¿Te gusta alguno? —Todos eran increíbles, estaba embelesado, entonces él empezó a probármelos. ¿Es decir, qué todo lo hizo por mí? Escogió los anillos más lindos y de mejor calidad.
—Es mucho —dije apenado, mientras me ponía unos anillos de plata.
—Nada es mucho para ti, además lucen preciosos en ti.
—Gracias.
—Señorita, nos llevamos todos estos.
—Sí señor —La chica tomó las cosas y las juntó con la ropa—. Este es el total
—Ok —Deslizó su tarjeta y pagó todo, no me dejó ver el total, pero sabía que era mucho.
—Tom, no debes gastar tanto —Le dije al salir de ahí.
—Cielo, el dinero es para gastarlo. Vamos ahí —Era una tienda de maquillaje.
—¿Tom? —No entendía sus intensiones, él me miró y me explicó.
—Me encanta como te pintas, así que compraremos más cosméticos.
—Pero aquí es muy costoso.
—Porque los productos son de mejor calidad, no quiero que eches a perder tu dulce carita —Yo me sonrojé—. Señorita ¿Podría asesorar a mi amigo?
—Claro señor.
Compré, más bien Tom compró, muchas cosas y un frasco enorme de laca, le daría una sorpresa a Tom esta noche.
Pasamos una tarde increíble con Tom, pero ya era hora de arreglarse para la fiesta.
&
Escogí un conjunto muy ajustado, todo en negro, botas altas, accesorios y el maquillaje que tanto le gusta a Tom, pero me peiné diferente, ya no llevaba el cabello liso, lo levanté con laca en una frondosa melena, sólo espero que a mi trenzadito le guste. Al salir, él ya me esperaba en la sala.
—Tom estoy listo —le dije tímido, él giró y abrió la boca.
—Wow Billy, pasaste de gatito a ser un león —Reí, él se acercó y me abrazó.
—Espero no dejarte en ridículo esta noche —dije, sintiéndome un poco tenso.
—Claro que no, Bill, hoy no eres mi amo de llaves, eres un amigo que viene de España a estudiar alemán, nadie sabrá nada, así que relájate.
—Pero aun así, soy un ignorante.
—No digas eso, y si algo se sale de tus manos sólo di que no entiendes bien el idioma y listo.
—Gracias.
—Y no te preocupes que yo estaré contigo en todo momento.
—Y yo te salvaré de las acosadoras —Ambos reímos.
Nos fuimos en auto y Tom no dejaba de darme miradas, me ponía nervioso. Llegamos a una mansión, guau era enorme, nunca había estado en un lugar así antes. Entramos y las miradas se clavaron en nosotros, no era mentira todos nos miraban y ni siquiera íbamos de la mano, me sentía un poco intimidado.
Como Tom prometió, me presentó como su mejor amigo, un estudiante de España, me sentía tan bien. Nos encontramos con Gus, que se sorprendió al verme.
—Wow Bill, te ves genial.
—¿Supongo que no te habrás ido de boca? —le amenazó Tom, con seriedad.
—Claro que no —Me miró—. Lo que pasa Bill, es que Tom no quiere que nadie te vaya a tratar mal y no le contamos a nadie de tu trabajo —Me guiñó un ojo.
—Gracias.
—Tom te estima demasiado —Me tocó el hombro y se alejó de nosotros.
—Billy ¿Quieres beber algo?
—No estoy seguro —No quería que se me pasaran las copas.
—¿Algo suave?
—Está bien
—Espérame aquí, no te muevas
—Ok —Se alejó hacia el bar y pidió los tragos.
En esos momentos, me tocaron el hombro. Giré, era un hombre con el cabello largo y castaño.
—Hola guapo, soy Georg, Georg Listing —Me extendió la mano, la estreché.
—Soy Bill Trumper.
—¿Y qué hace un chico tan guapo, tan solito? —Me empezó a dar pánico, él hombre tenía unos tragos encima lo podía oler.
—No estoy solo —dije tratando de alejarme, pero me sostuvo la muñeca, mi corazón empezó a acelerarse y quise gritar, hasta que un brazo se puso sobre mis hombros.
—Georg, Bill está conmigo —comentó mi jefe, en un tono que implicaba algo más, era posesión.
—Sí Georg, te dije que no estaba solo —agregué yo, en el mismo tono de Tom, para que creyera que éramos pareja.
—Bueno chicos, ya entendí —Hizo unos gestos con las manos y se fue.
—Gracias Tom, me asusté.
—Te dije que te protegería —Me guiñó un ojo.
Nos sentamos en un sofá a beber nuestro trago y luego de un rato, fui al baño. Me costó encontrarlo, porque el lugar era gigantesco, pero al fin di con él.
Al volver, vi que una mujer estaba casi encima de mi Tom, el pobre se sentía muy incómodo, lo noté enseguida. Y así como él me salvó, ahora era mi turno. Me aproximé y me senté en sus piernas.
—Me extrañaste Tomi —Le besé suavemente los labios.
—Claro cielo ¿Por qué tardaste tanto? —La chica hizo un ruido de sorpresa y se fue.
—Te he salvado —dije sonriendo.
—Gracias bebé —Ahora él se acercó y me besó dulce y castamente. Nos abrazamos y me acarició, yo estaba tan feliz—. Billy ¿Quieres bailar?
—Sí, me encantaría.
Bailamos muy cerca y nos volvimos a besar. Ya no quería estar ahí, quería estar a solas con Tom y besarlo con ganas y así se lo pedí.
Volvimos muy rápido, al entrar a casa, me abalancé sobre él y lo besé con pasión.
& Tom’s POV &
Me besó apasionadamente, sin experiencia claro, pero para mí, fue un gusto guiarlo. Le mordí el labio y él entreabrió su boca, introduje mi lengua, pero no se asustó, me siguió el ritmo.
Le acaricié la espalda y él hizo lo mismo. Me sentía en la gloria. Pude sentir su entrepierna despertar y soltó un gemido en mi boca, no pude menos que sonreír.
—Billy, espera —pedí, deteniendo mis movimientos. Me miró un poco asustado.
—¿No te gustó?
—Me ha encantado, sólo quiero que sepas, que creo que estoy enamorado de ti —Él se sorprendió, pero luego sonrió.
—¿De verdad?
—Te lo juro, yo no era nada romántico, pero te puedo asegurar que desde que llegaste, creí en el amor a primera vista.
—Yo también te quiero mucho, no sé si es amor, porque nunca me he enamorado, pero me gusta sentir esto, en mi pecho.
—Billy te quiero hacer el amor —Él se sonrojó.
—Yo no lo sé, nunca lo he hecho y tengo miedo —Bajó la cabeza.
—No te preocupes, te esperaré el tiempo que sea necesario. Ven —Nos abrazamos.
—¿Tomi?
—Dime.
—Puedo dormir contigo, sin…, sin, tú sabes… sin hacerlo.
—Claro, yo no soy un degenerado, yo te protegeré incluso de mí mismo, porque eres muy importante para mí.
—Gracias Tomi.
Lo tomé en brazos y nos fuimos a mi pieza, ya que mi cama era más grande. Nos quitamos la ropa un poco sonrojados y nos acostamos abrazados.
—Duerme bien Billy.
—Tomi ¿Me das un beso? —No tenía que preguntar.
Lo besé dulcemente, pero pronto el beso se hizo húmedo y como hacía unos momentos atrás, Bill comenzó a gemir, estábamos calientes, pero yo le prometí esperarlo hasta que estuviera listo.
—Billy ¿Me dejarías acariciarte?
—Sólo, no me hagas daño.
—No lo haré —Lo volví a besar y me puse un poco sobre él, estábamos sólo en bóxers y el contacto de nuestras pieles era exquisito.
Lentamente bajé una mano y rocé su miembro por sobre la tela, él gimió fuertemente, pero siguió besándome. Me sorprendí un poco cuando una de sus manos me acarició las nalgas y no pude evitar jadear en su boca, él sonrió.
Con cuidado de no asustarlo, bajé su ropa interior, él levantó sus caderas para ayudarme, él confiaba en mí y eso me ponía feliz. Una vez desnudo, tomé su erección en mi mano y lo masajeé, él gemía sin control.
—¿Déjame tocarte igual? —Me dijo en un suspiro.
—¿En serio, lo quieres hacer?
—Sí.
Me quité el bóxer y nos volvimos a besar y ambos nos comenzamos a tocar. Jadeábamos y gemíamos, él seguía el compás que yo llevaba. Y juntos, llegamos al orgasmo. Tomé mi playera y limpié su mano y la mía. Luego lo besé.
—Te quiero tanto Billy.
—Gracias Tom, por enseñarme también, el idioma del placer.
—Quiero enseñarte todo Billy, quiero hacerte feliz.
—Tengo mucho sueño.
—Duerme, yo velaré tus sueños —Nos dormimos abrazados y con un gran sentimiento de satisfacción.
& Continuará &
Que romántico es Tom. ¿Qué pasará ahora que parecen novios? ¿Le traerá problemas a Tom, por la diferencia en sus grados sociales? ¿O todos aceptarán a Bill, por ser tan bomboncito? No se pierda el siguiente capítulo y final.