Y hemos llegado al final de la historia. Muchas gracias por llegar hasta aquí.
“What if…” Fic Twc/Toll de MizukyChan
Capítulo 4: “What if I love you?”
Bill despertó primero y se estiró en la cama, despertando de paso a su gemelo. Tom gruñó y se estiró también—. Muero de hambre.
—Yo igual, llamaré para pedir algo.
—¿Fideos chinos?
—Perfecto —Bill se estiró para tomar el celular de Tom, que estaba más cerca y marcó, haciendo la petición a su restaurante favorito.
El barbudo arrugó el ceño al ver su celular en manos de Bill—. ¿Es el mío? —Preguntó sin sonar alterado, pero el cantante notó su angustia.
—Sí, el mío está abajo y este estaba en aquí —dijo sin darle mayor importancia—. ¿Por que? ¿Tienes algo indecente que no quieres que vea? —Bromeó.
Tom rió suavemente—. ¿Qué me ves cara de puberto viendo porno?
—Nah, esa imagen es para Georg —respondió el rubio, logrando hacer reír a Tom.
Tom giró y vio a su gemelo a los ojos, le gustaba verlo despreocupado y bien—. Hace mucho que no te veía tan bien un fin de semana.
—Sin resaca —Bill sabía que hablaba de eso—. Pues me diste el susto de mi vida anoche, ¿crees que me quedarían ganas de salir de fiesta viendo como te fuiste, sabiendo lo mucho que odio esa moto y más de noche?
—Bill —Tom estiró una mano y acarició el rostro de Bill, como no hacía en mucho tiempo—. No fue mi intención asustarte, sólo estaba cabreado. No me gusta verte tan… perdido. ¿Por qué no puedes hacerme caso y volver a ser el mismo de antes? ¿Necesitas a alguien como David siempre sacando el látigo, para mantenerte a raya?
—No —Bill cerró los ojos—. No, Dios, nunca a alguien como David.
—Al parecer yo ya no soy suficiente… —dijo Tom con voz triste.
—Tom, no… no lo digas así. —Bill se sentía mal al ver el dolor en los ojos del mayor.
—Pero es la verdad. Yo ya no soy suficiente para mantenerte a flote.
—No, Tom, tú eres mi ancla. Tú eres el capitán de mi barco, pero… a veces las cosas no son tan simples como en una canción —Bill no sabía si debía ahondar más en lo que estaba diciendo—. A veces es necesario hacer cambios.
—Pero cambios positivos, Bill, no destructivos —Tom quitó la mano y giró, para mirar al techo.
—Quizás si necesito comprometerme a algo para no seguir así —las palabras de Bill, hicieron que Tom apretara el ceño—. Necesito un compromiso.
—¿Tokio Hotel no es suficiente compromiso? ¿De verdad yo no soy suficiente compromiso? —Tom sonaba herido y Bill se odió por ello.
—Tom, eres mi gemelo, nuestro lazo siempre ha estado y estará ahí, pero es otra clase de compromiso la que necesito y lo sabes.
—Una pareja…
—Sí…
La conversación quedó allí, pero no en la mente de los gemelos. Ambos sabían lo que había de fondo en esas palabras, pero ninguno podía hacer nada sin arriesgar el futuro. Bill ya estaba demasiado aterrado de pensar en lo que sería su vida sin Tom. Y el mayor, ya tenía demasiadas dudas en su cabeza, como para agregar la posibilidad de algo mucho más turbio a sus vidas.
&
Más tarde, ese miso día, el celular de Bill volvió a sonar con Shiro en la línea. Tom observó como su gemelo dudaba y finalmente, accedió a asistir a quien sabe qué evento aquella noche. El mayor sabía lo que eso significaba, Bill regresaría borracho o drogado, y la situación seguiría repitiéndose una y otra vez.
Suspiró derrotado y se dejó caer en el sofá, enterrando la cara en sus manos. A los pocos segundos, Bill llegó a su lado y le dio una cerveza.
—Shiro quiere que vaya a…
Se detuvo al ver que Tom arrugaba el ceño. Bill sabía que tendría que escoger entre su círculo de amistades y Tom, no podía decir familia, porque Tom era más importante que la familia, Tom era Tom, su todo, y punto.
—¿Y si… ? —Comenzó el barbudo, como si analizara algo muy complejo en su cabeza—. ¿Y si yo…?
—¿Tom?
—¿Y si fuera yo, Bill? —Preguntó finalmente el de barba.
El cantante se acercó a él y sujetó su mano—. Siempre has sido tú, Tom.
Tom sonrió, su hermano no entendía—. Nunca más tendrías que estar, ni sentirte solo.
—Siempre has sido tú… —repitió el cantante, apretando un poco más su mano.
—¿Y si yo te amara hasta el final? —Preguntó Tom, con los ojos llenos de lágrimas.
—Nunca más me sentiría solo —respondió el menor.
—Pero, ¿entiendes lo que estoy diciendo? —Insistió el barbudo, al borde del llanto.
Bill cerró la distancia y lo besó, sus labios se unieron suavemente, hasta que el rubio se separó—. Era lo que estaba esperando… desde hace tiempo.
Tom limpió sus lágrimas y arrugó el ceño—. Eres un idiota, Bill.
—Tu idiota favorito —contestó el cantante, sacando de su bolsillo un pañuelo de papel—. Toma.
El mayor limpió su nariz y sonrió. Sentía que se había quitado un peso de encima—. Sabes que todo será diferente ahora, ¿verdad?
—Lo sé —Bill se levantó del sillón y tomó su celular, aguardó unos segundos hasta que su llamada fue aceptada—. No voy —fue lo único que dijo y colgó.
—¿Y eso? —Preguntó Tom, con una sonrisa que no podía, ni quería disimular.
—Cambios. Es hora de hacer cambios —respondió y volvió a su lugar en el sofá—. ¿Vemos una película?
—Claro, pero… ¿y si la vemos en el cine? —Sugirió el mayor, dándole un guiño.
Bill sonrió ampliamente como respuesta.
&
Meses pasaron en la vida de los gemelos y Tom había invitado a los G’s a su casa en Los Angeles, para que dieran su aprobación para unas nuevas melodías en las que había estado trabajando.
—¿Y eso? —Preguntó Gustav, señalando una marca de tinta en la mano del guitarrista.
—¡Oh! —Exclamó Georg, sujetando la mano de su amigo—. Se ve mucho mejor así que por fotografía.
—¿Sabías del tatuaje? —Preguntó Gustav un poco molesto.
—No te lo dijimos porque estabas muy ocupado con tu familia, Gus —dijo Tom, sonando arrepentido de no haberle contado al baterista.
—Pero supongo que has visto el IG de Bill —agregó Georg, estirando el brazo de Tom para apreciar mejor el otro tatuaje—. Este me gusta mucho. Un ancla.
—Bill publica tantas cosas, que tengo silenciada su cuenta —respondió el rubio, haciendo sonreír a sus amigos.
—Hey, que estoy justo aquí —respondió Bill, entrando con una bandeja de bebidas para los cuatro.
—¿Entonces tampoco has visto la isla de Bill? —Preguntó Tom, mirando a su amigo rubio, quitando el brazo de manos de Georg, antes que Bill le diera un golpe.
—Nop —respondió el baterista, resonando el sonido “p” final.
—Bill tiene una isla y Tom tiene un timón y un ancla —informó Georg con una gran sonrisa.
Gustav los miró y sonrió—. Ya veo. Por fin lo trajiste de vuelta al camino correcto —dijo a Tom, señalando a Bill, quien simplemente sonrió.
—¿Qué podía hacer? Es mi hermanito y debo cuidarlo.
Gustav notó el sonrojo en sus mejillas y estiró una mano para dar un apretón a la rodilla del barbudo—. Me alegro mucho, por los dos.
Bill lo miró, preguntándose si sabía algo. Él no le había dicho nada y sabía que Tom tampoco, pero la verdad es que Gustav era el más inteligente del grupo, quizás lo supo antes de que ellos mismos se hubieran dado cuenta de sus sentimientos.
Al cabo de unas horas, Georg repetía sin parar “what if, what if” y los demás lo miraban rodando los ojos. Esa era la mejor forma de evaluar sus canciones, Georg era inocente y su mente disfrutaba de su música, como un fan más.
Tom supo que la canción sería un éxito, igual que su nueva relación con Bill. Suspiró emocionado hasta que su gemelo le dio un pequeño codazo—. ¿Estás listo para nuestra aventura de hoy, capitán?
—Por supuesto, Bill.
& FIN &
Nada de largos dramas, sólo suspiros al final. ¿Les ha gustado? Espero que sí. Tendremos más fics inspirados en los temas de Dream Machine, no todos serán tiernos, como este, habrá drama y dolor, pero ya saben que yo prefiero el romance. Gracias por ser parte de esta familia intergaláctica, mis queridos aliens. Nos veremos pronto.