7: Ataque

Creo que el título de este capi, lo dice todo. ¿Quién atacará? ¿A quién atacarán? ¿A Tom o a Bill? ¿Saldrán de esta, intactos? ¿O tendrán que revelar sus identidades? Los invito a averiguarlo con la lectura. Besos.

Long-Fic original de MizukyChan

Capítulo 7: Ataque

Tom tuvo la entrevista en su trabajo y tres días después, fue promovido a jefe de departamento. Su ex jefe era el más feliz, lo felicitó y le dio unos buenos consejos, ya que él era transferido a otra ciudad. Bill organizó una fiesta en su honor y toda la gente del pub se acercó a felicitarlo.

Esa noche la pareja se retiró realmente tarde, pero como el horario de Tom era más flexible, podría llegar a la oficina más tarde al día siguiente.

Bill había estado más prendido esa semana, cada vez que estaban juntos, besaba al trenzado como si no tuviera ningún trauma. Eso encantaba a su novio, pero lo dejaba con ganas de más. Esa noche al parecer, no sería la excepción, apenas entraron al departamento, el pelinegro se arrojó sobre el lobo, besándolo como si no hubiera mañana.

—Tranquilo bebé, que tenemos tiempo.

—No quiero tiempo, te quiero ahora.

Lo empujó hacia la habitación, desvistiéndolo en el proceso. Llegaron ambos desnudos de la cintura para arriba y ahora era donde las cosas se complicaban.

Tom lo besó apasionadamente y fue correspondido, Bill desabrochó el pantalón del otro, que por ser tan grande cayó sin problemas, Tom los terminó de quitar con los pies, sin cortar el beso.

Las manos grandes del lobo no dejaban la pálida espalda y sus respiraciones se habían hecho más pesadas. Suavemente, tratando de no asustar al vampiro, Tom abrió su ajustado pantalón, siendo ayudado por el más delgado, cosa que era un gran avance.

Por sobre la tela del bóxer, Tom le acarició las nalgas y el otro gimió en su boca.

Dios, eso lo enloqueció. Continuó así por un rato, solo con leves caricias, hasta que su erección comenzó a doler. Entonces con mucho cuidado, intentó quitarle el bóxer. Bill le ayudó y le quitó el suyo. Joder, sí estaban avanzando.

Lo recostó en la cama y se puso sobre el vampiro, sin dejar de besarlo. Se acercó de a poco a su cuerpo para que se rozaran. Al más leve contacto, el lobo no pudo evitar gemir y Bill sonrió, pegándolo más a él. Bill estaba muy caliente y a Tom le encantaba, pero no quería que eso se acabara, así que se puso de lado y con su mano tomó su pene. El vampiro se tensó.

—Mírame, amor   —dijo el lobo.

Obediente, Bill abrió sus ojos y se relajó—.  Tócame  —Pidió con los ojos nublados.

—No dejes de verme.

Con la mirada puesta en su adorado Tom, Bill suspiró al sentir como el lobo comenzaba a masajear su miembro y se mordió los labios.

—No te contengas cielo, gime.   —La voz del trenzado sonaba ronca de deseo.

La respiración del vampiro estaba muy agitada y Tom estaba perdido viendo su carita de placer, así que se concentró en dárselo. Estuvo así un rato, hasta que su cuerpo se tenso, pero esta vez por estar cerca del orgasmo y gritó el nombre de su amado, cuando su esencia caliente llenó su mano.

Tom besó su frente y recibió una sonrisa.

—Es… la primera… vez… que… lo siento —dijo tratando de controlar su respiración—Que siento placer.

—Es un gran avance.   —Tom sonrió y lo besó.

—Te amo, Tom.

—Y yo a ti, pequeño. Duerme.

—Abrázame.  —Una vez más, Tom se quedó con las ganas, pero en esta ocasión, la satisfacción de su amado, fue suficiente para él.

En la mañana, Tom despertó al sentir la mirada penetrante de Bill, tenía una gran sonrisa en el rostro. Algo tramaba.

—Buenos días.  —Saludó el trenzado con un beso.

—Hemos dado un gran avance.

—Claro que sí y te lo mereces.

—Pero quiero otro.

—Tranquilo, solo cuando estés listo.

—¿Quiero pedirte algo especial, Tom? —dijo haciendo un puchero, eso mató al lobo.

—Dime lo que sea.

—Quiero que me marques.

Tom arrugó el ceño, preguntándose. ¿Había escuchado bien? ¿Quería que lo marcara?

—¿Siquiera sabes lo que eso significa?

—Que estaré contigo para siempre   —Fue la respuesta del vampiro, junto a una sonrisa.

—Te amo. —Tom lo abrazó fuerte—. ¿Sabes? Cuando fui a estudiar magia hace años y el anciano me enseñó el hechizo de la marca, en ese preciso momento, empecé mi búsqueda en serio, porque era justamente a ti a quien quería marcar.

—Te amo, Tom.

—Pero hay una pequeña complicación.

—Noooo.   —Reclamó como un niño.

—Tú no eres de mi raza y en luna llena.

—Eres un lobo, lo sé.  ¿Cuál es el problema?

—Te puedo lastimar, tontito y eso no me lo perdonaría jamás.

—No lo harás. Georg dijo que eras muy fuerte y solo eres lobo dos o tres horas.

—Así que te enteraste por Georg.

—Que importa, yo quiero estar contigo en luna llena y si te vas al bosque, pues te sigo.

—Estás decidido, ¿verdad?

—Sí, y por si no te has dado cuenta, soy vampiro, no soy tan débil. Además, estoy seguro de que no me harás daño, lo siento en mi corazón.

—El próximo martes es luna llena  —dijo Tom más para sí mismo.

—Vamos Tom, hazlo por mí, ¿sí?

—Está bien.

—¡Qué bien! Te amo, beso, ahora me voy a duchar. —El vampiro se fue cantando al baño.

El celular de Bill sonó, Tom lo cogió, era un mensaje, accidentalmente oprimió “abrir” y leyó.

Te deseo sexy vampiro.

Su rostro se desfiguró de enojo y preocupación, el número no tenía registro. Comenzó a leer los mensajes recibidos con anterioridad, había unos suyos, de Gustav y otros de ese número desconocido, con un tinte sugerente y asqueroso.

Cuando el vampiro salió del baño, su novio le encaró, tratando de mantener la calma.

—Bill, te llegó un mensaje “te deseo sexy vampiro” —Al oírlo, Bill bajó la cabeza y se enojó.

—No sé quién es ese estúpido, pero me ha estado mandando mensajes toda la semana. De verdad, no sé quién puede ser, además sabe que soy vampiro. Tengo miedo de que pueda ser alguien de mi familia, aunque los he evitado diez años. ¿Cómo podrían haberme encontrado?

—No te preocupes, cielo —Notando la sinceridad en sus palabras. Tom lo abrazó—. Yo estoy aquí para protegerte. Momento que tenga libre, estaré contigo y en caso de cualquier cosa me llamas al celular. El resto del tiempo, te lo pasas en el pub que te mantendrá oculto con la magia. Yo alertaré a la patrulla, en caso de cualquier actividad vampírica indeseada. Esta vez estoy aquí y nada malo te va a pasar, te lo prometo.

—Gracias, Tomi.   —Suspiró y una lágrima cayó de sus ojos.

—Debo irme.  ¿Te llevó al pub?

—Sí, esperaré a Gustav allí, hay que limpiar y comprar algunas cosas.

—Bien, vamos.

Camino al trabajo, Tom llamó a Georg y le contó que había un loco acosando a Bill, obsesionado con vampiros, le pidió que investigara y que se reunieran a la hora del almuerzo.

Más tarde, ese mismo día, el pelinegro sintió vibrar su celular, arrugó el ceño un poco temeroso, pero aquel desconocido, solo le enviaba mensajes, así que optó por coger la llamada y se alivió al ver en la pantalla quien era.

—¿Bill, estás bien?

—Claro Eva.  ¿Qué pasa?

—Tenemos un problema.

—¿Quieres que vaya?

—No, mejor te explico y te cuidas ¿ok?

—Me estás preocupando, Eva.

—Se trata de Raymond.

—¿Tu novio?

—Ya no es mi novio, es un peligro.

—¿A qué te refieres?

—Se volvió loco, el poder lo cegó, piensa que mientras más sangre humana consuma, más fuerte se volverá.

—Pero  ¿y el concejo?

—Tomamos medidas en cuanto supimos lo que estaba haciendo y lo encerramos para contenerlo, pero…

—¿Pero?

—Escapó.

—¡¿Escapó?!   ¿Y qué tengo que ver yo?

—Él está obsesionado contigo, sus víctimas son iguales a ti.

—¡¿Qué?!

—Necesito que te cuides, que te protejas, no bajes la guardia y mantén los hechizos día y noche, ¿me entiendes?

—Sí.

—Si pasa cualquier cosa inusual, házmela saber y estaré ahí de inmediato.

—Mensajes.

—¿Qué?

—Él me ha estado mandando mensajes obscenos al celular.

—¿Y cómo tiene tu número?

—No lo sé.

—Está bien, desde mañana tendrás una escolta del concejo, al menos hasta que lo atrapemos.

—Bien, gracias Eva.

—Solo protégete.

A la hora acordada, Tom salió de su trabajo rápido y se acercó a Georg, quien lo esperaba junto a su auto con una carpeta en sus manos.

—Bien.   ¿Qué me tienes?

—Malas noticias, toma. —Le extendió la carpeta y mientras Tom veía fotos de cadáveres, el castaño le explicó.

—Este es un maldito chupasangre obsesionado con un tipo de persona.

—¿Bill?

—Exacto. Hombres y mujeres, todos con la misma apariencia de Bill, está en peligro.

—¿De dónde son estás personas?

—De la ciudad vecina, son muy recientes, solo en dos semanas el muy cabrón ha matado a 15 personas, sin importar edad, ni sexo, solo la apariencia. Mira esta foto, es de ayer y es de aquí. La patrulla fue alertada hace una semana, pero en un momento el maldito desapareció, seguramente fue ayudado por otros vampiros o se percató de que lo seguíamos, pero hace dos días reapareció. —Señaló una fotografía y dijo—. Este chico es de la ciudad vecina y es de anteayer, y la chica de ayer. Ya está aquí.

—Debemos proteger a Bill, el maldito lo ubicó y le mandó un mensaje al celular.

—Entiendo, yo estoy de guardia, lo seguiré durante el día, hasta que termines tu horario.

—Gracias Georg, por favor, si pasa cualquier cosa… llámame.  —El sonido de su voz, mostraba claramente la preocupación del lobo.

—Entiendo.

—¿Algo más que deba saber?

—No te va a gustar.

—¿Más malas noticias?  —Tom se pasó la mano por la frente, que inesperadamente se perló de sudor.

—El maldito viola a sus víctimas antes de matarlas.

—¡Maldito cabrón!  —Empuñó ambas manos—.  Debo proteger a Bill.

—No te preocupes, estaré con Robert custodiando a Bill hasta la tarde.

—Gracias, vete ya.  No quiero que esté solo.

—Adiós amigo.

«¡Maldito vampiro degenerado! Aun si no ataca a Bill, me encargaré personalmente de cazarlo y destruirlo. ¡Es una escoria!»  Tom juró mentalmente, mientras regresaba a su oficina.

Bill no podía evitar sentirse nervioso por el acoso de los mensajes, pero fue todavía peor, después de la llamada de Eva. Decidió que le contaría a Tom todo lo que estaba pasando, para que estuviera en alerta. No quería ni pensar en un enfrentamiento entre el lobo y el maldito vampiro loco.

Él y Gustav, hicieron las compras de prisa y se fueron de regreso al pub a preparar todo para esa noche. El rubio se iría a casa a descansar un rato y el vampiro, siguiendo el consejo de Tom, se quedaría allí, después de todo, la magia del lugar servía de escudo para los desarrollados sentidos vampíricos.

Al estar ordenando el pub, Bill escuchó el sonido de su celular, era un mensaje, no quería leerlo, sentía miedo.

Mi amor, estoy en una reunión. A las seis estoy allí. Quédate en el pub. Tom.

Soltó un suspiro de alivio. Miró la hora en el reloj de la pared y vio que no faltaba tanto.

&

Tras enviar el mensaje a su novio, Tom llamó a su colega de la patrulla.

—¿Dónde está?

—Estuvo todo el día con su amigo rubio y ahora está en el pub. ¿Quieres que entre?

—No. No quiero asustarlo. Llegaré a las seis. Gracias. —Tom pensó, que de todos modos, Georg no podría entrar al pub, por los hechizos mágicos.

—Para eso están los amigos.

Tom cogió lo necesario para su reunión en el trabajo y pensó que al menos Bill estaría bien. Con Georg afuera y la magia adentro, estaría protegido.

—Qué manera de haber gente hoy, gracias por ayudarme cariño, menos mal que estamos terminando. —Ya era de noche y el pub estaba a reventar con tantos clientes.

—No sé hacer tragos, pero puedo servir cervezas y así coqueteo con mi jefe —respondió el trenzado, guiñándole un ojo a su sexy vampiro, quien no pudo evitar sonreír.

—Ya te daré un buen pago por tus servicios.   —Agregó Bill alzando una ceja.

—Eso espero.  El pobre Gustav también está atochado en la cocina.

El rubio se asomó en esos instantes—.  Bill, por favor saca la basura, estoy topado.

—Ahí voy.

El joven delgado sacó dos bolsas negras, gigantescas y se dirigió a la puerta de atrás. Abrió con problemas, por la carga que llevaba y salió. Echó la primera en el contenedor y dos manos lo apresaron fuertemente.

—Hola sexy.   —Una lengua asquerosa le rozó la mejilla.

—¡Déjame Raymond!   —Gritó Bill, tratando de controlar los temblores en su cuerpo.

—¿O qué? ¿Llamarás a tu noviecito? —Ante eso, Bill se paralizó, no podía reaccionar, su mente solo llamaba a Tom.

—¿Sabes, Bill? He aprendido varios trucos, como segregar un veneno tan mortal que con un solo roce de mis queridos colmillos podría matar a cualquiera. ¿Crees que ese chiquillo podría enfrentarse a un vampiro fuerte como yo? A propósito, ¿qué le pasa a este lugar que no puedo entrar?

—¿No me digas que un vampiro fuerte como tú no puede entrar a un simple pub? —dijo el pelinegro irónicamente.

—No me provoques preciosura, porque no quiero matarte sin disfrutar primero, ¿qué me dices?

Bill estaba entrando en pánico, su corazón latía desbocado. Aterradoras imágenes de la violación sufrida cuando era solo un adolescente en una situación tan similar a esta, lo paralizaban de temor.   ¡Tom ven!

—Empecemos la fiesta   —murmuró Raymond y sin previo aviso, arrojó al menor al suelo y se puso sobre su delgado cuerpo.

—¡TOM!     —Gritó. Y en esos instantes lo escuchó.

—¡Maldito, déjalo en paz!

Raymond se levantó rápidamente, mostró los puntiagudos colmillos y atacó a Tom.

Bill se puso de pie para hacer algo y ayudar, pero vio la mano de Tom  llena de sangre. En su mente flotaron tres palabras: Tom – veneno – muerte y luego todo se hizo negro.

&   Tom’s POV   &

Gustav le pidió algo a mi pequeño, le vi salir de la cocina con dos bolsas, seguro de basura y al momento, sentí de nuevo esa conexión. Bill tenía miedo y me llamaba. Dejé todo y salí.

—¡TOM!   —Gritó asustado. Me enfurecí al verlo sobre Bill.

—¡Maldito, déjalo en paz!

Se paró y corrió a atacarme, pero no alcanzó ni a llegar a mí, porque con un puñetazo certero, le fracture la nariz, el maldito me llenó la mano de esa sangre asquerosa. Volteé el rostro y vi a mi pequeño caer inerte. Recordé todos los conocimientos sobre los venenos de los vampiros y pensé lo peor.

—¡¿Qué le hiciste?!  ¡Lo mataste! —El solo pensar en que Bill estuviera muerto, me hizo perder la razón. Tiré al maldito al suelo, inmovilizándolo y le di de golpes. Lo golpeé y lo golpeé mientras las lágrimas bañaban mis mejillas.

—Maldito, maldito, maldito, maldito. Te mataré, te mataré, te mataré.

Seguí golpeando y golpeando, había mucha sangre, pero no me importaba acabaría con el maldito… lentamente.

—¿Tom?

Sentí un susurro, era la dulce voz de mi ángel.

—Tom, ya basta.

Solo entonces me giré. Estaba vivo, estaba bien. Me paré y corrí a abrazarlo y lloré. Él correspondió mi abrazo y también lloraba. De pronto, tres vampiros aparecieron, uno de ellos era mujer y dijo.

—Llegamos a tiempo, llévenselo.

Los hombres se llevaron el cuerpo inconsciente del atacante de mi pequeño. Como patrullero, volví  a ponerme en alerta.

—¿Bill, estás bien?  ¿Y tú chico, estás herido?  Estás lleno de sangre.

—Él es Tom, él me protegió   —dijo mi pequeño, sin dejar de abrazarme.

—Ya veo. —La mujer me vio con los ojos achinados, como escudriñándome—.Gracias por cuidarlo. Llévatelo de aquí ¿sí? Que descanse. Los veré en la mañana.

Nos fuimos todo el camino en silencio. Al llegar al departamento, Bill se derrumbó, me abrazó llorando.

—Él dijo que te mataría con sus colmillos envenenados y cuando vi tu mano sangrando, pensé que te morirías… y yo… yo no podría vivir sin ti. —Lloró amargamente. Lo abracé y también lloré.

—Al verte caer inconsciente, también pensé que estabas muerto y lo único que atiné a hacer fue golpear al maldito. No soportaría perderte, mi amor. Sin ti… no podría continuar.

Lloramos un rato abrazados y luego reímos, reímos mucho porque estábamos vivos y seguíamos juntos.

—Mi amor    —dijo con tranquilidad.

—¿Sí, cielo?

—Mi sentido del olfato es malo, pero… apestas a sangre muerta.

—Jajaja. Tienes razón, me daré un buen baño.

—¿Quieres que me bañe contigo? Después de todo, te debo la paga de hoy —Me miró coquetamente.

—Por supuesto.

&   Continuará   & 

Apuesto a que quieren leer que hacen en el baño, ¿cierto?  Pero no, se vienen cosas mucho más importantes, como ¿Qué dirá Eva, cuando se reúna con los chicos? Porque sin duda tendrá sospechas de cómo Tom pudo defenderse contra un vampiro como Raymond. ¿Sospechará de su naturaleza lobuna? Y si es así, ¿estará de acuerdo con que esté relacionado con Bill? Si quieren saberlo, los invito a seguir leyendo. Beshoshs y gracias por leer.

Ah, pero antes de irme:

Quería hacer una aclaración con respecto a una palabra que vengo utilizando desde hace unos capítulos. Hablo del “Concejo Vampiro”, no ha faltado quien me ha corregido que concejo se escribe con “S” y sí. Cuando se trata del verbo aconsejar, de dar un consejo, es con “S”. Pero en este fic, cuando hablo del “Concejo vampiro” me refiero al término de “Concilio” es decir, un grupo de personas (en este caso, grupo de vampiros) que se reúne para decidir sobre un tema en particular., por tanto, va con “C”. Eso es todo, gracias por su atención.

Escritora del fandom

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