Hola gente bella, creo que es muy importante que pongan la canción de Britney Spears, “Toxic” en el momento en que se indica, porque da un aura especial para el striptease jijiji. Que disfruten su lectura.
“Head Over Feet”
Capítulo 9: “Licor”
& Tom’s POV &
Bill empezó una especie de noviazgo con Teresa, era raro, me dolía no tenerlo siempre conmigo, pero era mejor para él. Además Billucho suspendía muchas de sus salidas para estar conmigo. Sin embargo no podía evitar sentirme vacío sin él, me había hecho muy dependiente de él, de su risa, de su voz, de sus toques en mi cuerpo, joder, ya me enamoré, que diablos y de un chico, aunque Bill no podría ser llamado simplemente un chico, él es algo más, es especial, es que su inocencia me motiva a seguir “aprovechando” cada instante en que estamos juntos.
Y ahora verlo con Teresa me duele, me sofoca no poder gritarle “¡Déjalo, él es mío!”, pero por el bien de él tengo que dejarlo, dicen que cuando amas lo das todo por esa persona, y te sacrificas por el amor, eso es lo que me toca, sacrificarme por la felicidad de mi Billucho, aunque eso me esté pasando la cuenta.
La Universidad estaba cada vez más difícil, mañana tendríamos un examen de cálculo horrible, Bill y yo habíamos estudiado bastante, pero aun así no nos sentíamos confiados.
—¿Tom?
—Pasa.
—Lo siento, no voy a poder estudiar contigo esta tarde.
—¿Es por Teresa?
—Sí… no lo pude evitar, ya le he suspendido tres veces esta semana, era hoy o el viernes, pero tú sabes que no dejo el voluntariado por nada.
—No te preocupes, ¿quieres que te lleve?
—No, ya sabes que salimos en su auto.
—Cuídate, no llegues muy tarde, el examen es el primero de la mañana.
—No lo haré, adiós.
Tal vez este alejamiento sea lo mejor para los dos, así seguimos siendo amigos y yo no me convierto en un gay oficial.
.
Seguí estudiando hasta la noche. Me desconcentré cuando llamaron a mi puerta.
—¿Tom?
—Pasa.
—¿Aún estudias?
—Como ya volviste, me voy a dormir.
—Estoy muerto, pero voy a repasar antes de dormir.
—Tómate un vaso de leche.
—Sí… buenas noches.
Guardé todo para el otro día, y bajé por un vaso de leche para Bill, ya que estoy seguro que él no lo ha hecho.
Toqué su puerta pero no me contestó. Entré y lo vi dormido sobre el escritorio.
—¿Bill? —Lo moví, pero nada.
Lo levanté y lo llevé a la cama, le quité los zapatos, pero si le sacaba la ropa iba a despertar, le desabotoné el pantalón y lo cubrí.
—¿Tom? —Me abrazó y me acercó a él.
—Duerme… estás cansado.
—¿Dame un beso? Hace tiempo que no lo haces.
—Es que ahora tienes novia —dije, mirándole a los ojos.
—Pero tú besas mejor. —Me sonrió y no pude evitar hacer lo mismo.
—Creo que estás soñando —dije juntando nuestras narices, extrañaba ese contacto.
—No lo estoy, bésame. —Terminé de juntar nuestros labios y me alejé.
—Descansa.
Me fui a mi habitación con el corazón latiéndome a mil. ¿Qué había sido eso? ¿Bill compara mis besos con los de su novia? Eso es raro, pero… debo pensar que lo hace por esa inocencia suya, o al menos eso tengo que creer. Él no me da ninguna señal de tener sentimientos por mí que no sean de BFF. ¡Ya basta! Tengo que dejar de ilusionarme.
&
Me levanté temprano y fui por Bill, ya se estaba maquillando, pero lo notaba muy nervioso.
—¿Te va dar un ataque? Estás histérico —dije tomándole las manos.
—Creo que se me olvidó todo. ¿Cómo voy a dar el maldito examen?
—Calma.
—¡No puedo calmarme! Creo que me va a dar algo.
—Solo respira.
—No puedo, no le llega el aire a mis pulmones.
—¿Bill?
—Aaaahhhhh
Iba a gritar, así que cerré las distancias y lo besé profundamente. Se quedó estático y luego me correspondió. Su lengua empezó a bailar con la mía y sus manos acariciaron mis trenzas.
—¿Te sientes mejor? —Pregunté con tranquilidad. Él me quedó mirando a los ojos, tomando mis manos y dijo.
—Gracias Tom.
—Ya vámonos, tengo listo tu desayuno.
—Ajá.
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Cuando íbamos en el auto, me preguntó—. ¿Tom? —Giró el rostro para verme—. ¿Por qué nunca me tomas las manos en público?
—Guapo… tienes novia, ¿qué crees que diría ella si nos ve de la mano?
—¿Te importa mucho el qué dirán? Nosotros somos BFF.
—No quiero que la gente hable mal de ti, es todo.
—O mal de ti, después de todo el “galán” eres tú.
—La verdad no me importa, y si a ti no te parece mal entonces podemos hacerlo.
—Sí… me gustaría, siempre nos tocamos en secreto como si fuera algo malo.
—Lo que digas Billucho, sabes que haré de todo para complacerte.
—Pero no lo hagas solo por complacerme, sino porque lo disfrutas. Por ejemplo anoche, ¿me besaste solo porque te lo pedí? —Me miró muy atentamente.
—No, Bill… me gusta mucho besarte, es solo que ahora tienes novia y me siento más alejado, es todo.
—Pues no, ninguna novia me va a alejar de ti, creo que terminaré con ella.
—No, Bill, no tienes que hacerlo.
—Sí, tengo que hacerlo, estaba saliendo con ella sin razón alguna, no la quiero y así no funcionan las cosas, ni siquiera estoy funcionando en la cama.
—¿En serio? —Acaso él está sintiendo lo mismo que yo.
—De hecho ayer tuve que pensar en otra persona.
—¿En quién? —Lo miré de reojo, ansioso por saber la respuesta.
—No importa… pero esa relación no da para más.
&
Estábamos dando el examen y noté que Bill estaba completamente desconcentrado, ya quedaba poco tiempo para terminar, así que tomé mi hoja de cálculos y sin que nadie se diera cuenta se la pasé con una nota.
“Termina tu examen”
Seguí revisando el mío y vi que mi BFF escribía rápidamente los apuntes que le entregué.
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Después tuvimos clase de música y nuestro primer proyecto nos fue encomendado. Tendríamos que animar la fiesta de otoño de la universidad. Serían las dos bandas “Snakes” y “Tokio Hotel”, así que durante un mes no tendríamos que asistir a las clases de música, sino dejar esas horas para ensayar las canciones.
¡Por fin un respiro!
.
Bill no regresó conmigo a casa, dijo que iría con Teresa.
En la tarde regresó y se fue directo a mi habitación, se veía muy feliz.
—Lo hice, terminé con ella.
—Vaya… deberías estar triste, no saltando de felicidad.
—Y mira lo que traje. —Abrió su mochila y sacó una botella de whisky y dos vasos.
—¿Traes contrabando? En la casa hay de todo —respondí con ganas de reír.
—Es que quiero agradecerte por ayudarme con el examen de esta mañana.
—Para eso están los BFF.
—Entonces, celebremos que estoy libre de nuevo.
—Eres un crío.
.
Estuvimos tomando y riendo, Bill jamás había tomado algo tan fuerte y era divertido verlo tan alegre. Estábamos haciendo mucho ruido menos mal que mis padres estaban de viaje y los del servicio seguro ya estaban durmiendo.
—Tom creo que estoy borracho ja, ja, ja.
—Sí que lo estás y yo… también ja, ja, ja.
—Quiero bailar.
(Dar Play)
Puso la radio y una música sensual empezó a sonar. Bill se concentró y se movió al ritmo de la melodía, contorneaba su cuerpo como si la vida se le fuera en ello. Se acercó a mí y, aún bailando, comenzó a sacar piezas de mi ropa.
Quitó la playera y siguió con su baile. Luego la camiseta y más de su baile.
Yo lo miraba embobado, quedé con el torso desnudo, pero él siguió. Más del baile y quitó el pantalón, más baile y me arrojó de espaldas a la cama.
—Ahora es mi turno —dijo en forma sexy.
Sacó su camisa ajustada y continuó con su baile. Quitó una bota, baile, quitó la otra bota, baile y por último, quitó su pantalón.
Su bóxer estaba levantado, claro con esa música quien no se excita y yo… estaba más que empalmado viéndolo bailar y seducirme.
—Tomi… Tomi… Tomi.
—Billy —dije apenas en un susurro. Se me acercó gateando por la cama, poniéndose a horcajadas sobre mí.
—Quiero jugar, Tomi —continuó con su tono seductor y me besó.
—Estás muy bebido, Bill. —Traté de hacerle volver a sus cabales.
—Pero así es más divertido, ¿no crees? —Me volvió a besar.
—¿Y a qué quieres jugar, Billy? —Pregunté mordiendo su oreja y sintiendo como se estremecía.
—A esto…
Empezó a frotarse sobre mí, mientras nos besábamos apasionadamente, no pude contenerme, las ganas que le tenía, más los efectos del alcohol, me llevaron a tomarlo y acariciarlo, mis manos recorrían su espalda. Tomé el control y lo puse bajo mi cuerpo sin dejar de frotarnos.
Él también quiso participar y con sus manos nos despojó de nuestra ropa interior. No se quedó quieto y volvió a ponerse sobre mí. Nuestras durezas dolían y la fricción era exquisita. No podía soportarlo, tomé sus nalgas y las estrujé con mis manos. Gemía deliciosamente y yo también. No dejábamos de besarnos y frotarnos.
Volví a sostenerlo y me puse sobre él. Bill me recibió con las piernas abiertas y sentí deseos de entrar en él y hacerlo mío, pero de pronto, un momento de lucidez me golpeó: no podía hacerle nada, estaba, estábamos borrachos. Aún no era el momento. Sin embargo Bill me atrapó en su boca y continuamos jugando hasta que explotamos juntos en un tremendo orgasmo.
Al acabar, me puse de pie. Me sentía culpable. Sintiéndome, Bill me tomó de la mano.
—Ven… no te vayas.
—Voy a apagar la radio y la luz. —Eso hice y volví a la cama.
—Te extrañaba, Tomi, no es lo mismo con otras personas.
—Mañana te arrepentirás —respondí con tristeza—, estamos bebidos.
—No… mi Tomichu ¿no lo entiendes?
—Ya no entiendo nada, Billucho.
—Ven aquí. —Me abrazó y nos dormimos.
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Desperté en la mañana desnudo y con Bill en mis brazos, pensamientos de lo ocurrido en la noche pasada me invadieron y pensé en huir a la ducha para que mi pequeño no se asustara, pero al contrario de lo que pensaba se apegó más a mí y me saludó.
—Buenos días, Tomichu, me duele la cabeza.
—Pequeño… te dije que te arrepentirías. —Se acercó a mi rostro y me besó.
—No, Tomichu, no me arrepiento, será otro de nuestros secretos.
—Bill —Lo miré serio—. Estuve a punto de violarte anoche, ¿no entiendes lo serio del asunto?
—Tomichu, te quiero tanto que no tienes idea —Me quedé de piedra—. Y estoy seguro que me quieres igual, estuvimos jugando, experimentando como solo los BFF pueden hacer, y no tengo miedo, sé que me cuidarás y no me harás nada malo, nada que no quiera.
—Tienes razón, jamás te haría daño. —Rayos, las palabras de Bill me confundieron más, habla como si me quisiera igual como yo lo quiero a él y luego sale con lo del BFF, ya no sé qué es real y que no.
—¿Tomi, qué hora es?
—¡Rayos, Bill, es tarde!
&
Nos perdimos la primera clase y Gustav nos recriminó todo el día.
—No sé qué les pasa a ustedes, llegan tarde y como si fuera poco se miran y se ríen, como si tuvieran un secreto —Dijo Gus mirándonos atentamente.
—Oh, no… ¿miren quién viene ahí? —Interrumpió Georg.
—La perra —Gruñó Bill, claramente molesto.
—Thomas necesito hablar contigo, a solas.
—Jess, estoy un poco ocupado —dije para tratar de escapar.
—Es urgente y es por tu bien.
—Ve con ella —dijo Bill, cuando le miré como “pidiendo permiso”
Nos alejamos un poco y me habló en voz baja, con un brillo extraño en sus ojos.
—Sé cuál es tu pequeño secreto, Tomi.
—¿De qué hablas? Y no me digas Tomi —dije un poco cabreado.
—De tus jueguitos sexuales con William. —Sentí como si mi corazón se detuviera.
—No te entiendo —Fingí.
—Te acuerdas de nuestro encuentro en el club, cuando nos fuimos a la casa de tu amigo.
—Si me acuerdo, ¿qué hay con ello?
—Después de dejarme satisfecha te fuiste a la cocina y bueno… yo te fui a bajar la erección, pero tu amiguito ya estaba encargándose de ello.
—No es lo que imaginas.
—No hay nada que imaginar, todo estaba demasiado claro.
—¿Y… qué quieres?
—Tal vez tu amiguito sea un marica, pero tú no lo eres, Thomas, además no los vi follar, así que aún te puedo rescatar.
—Estás diciendo estupideces, Jess.
—Mira voy a ser clara. Necesito un “novio”.
—No quiero ser tu novio.
—No será para siempre ni real, solo necesito presentarte a mi familia, es para sacármelos de encima, y tu secreto estará a salvo conmigo.
—¿Solo eso? No sé por qué no te creo.
—Y bueno… podríamos follar de vez en cuando, eres un dios en la cama.
—Jess… —dije perdiendo la paciencia.
—Bueno, solo ayúdame con mi familia, ¿sí? Cuando vean que eres tú, el gran heredo Trumper, me dejaran tranquila.
—Eres una loca, pero te ayudare, digamos que más que un chantaje es la ayuda de un amigo.
—Gracias Thomas, eres un amor. —Me besó en los labios y se fue. Yo sonreí, pero arrugué el ceño al descubrir a Bill mirándome molesto.
—¿Qué quería la perra esa?
—Un favor.
—¿Que la folles?
—No, Bill.
—Cuéntame.
—Si me prometes no enojarte.
—Si no es malo, no me enojaré.
—Necesita presentarme como su novio ante su familia.
—¿A ti? ¿Pero, por qué?
—Porque ella es una loca y no quiere un novio formal, será todo mentira.
—¿Y por qué la vas a ayudar?
—Bueno… porque… soy su amigo. —Me miró y alzó una ceja.
—Eso es mentira, dime la verdad, Tom.
—No importa, será solo un par de salidas es todo.
—Tom, yo terminé con Teresa para que no nos separara, no metas a esta mujer para que interfiera en nuestra relación.
—Nadie es ni será más importante que tú, eso debes tenerlo claro en tu cabecita, ¿ok?
—Más te vale.
—Mejor vamos a casa, estoy cansado. —Me cogió la mano.
—Sí. Vámonos.
& Continuará &
Jaja, Bill sacó su aire de diva mandona. Veamos si Jess dice la verdad o todo es una trampa para quedarse con Tom. Gracias por su visita.