«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 12: De vuelta a casa
Bill me miraba como si me quisiera matar aún más, nuestras respiraciones se hacían más fuertes, yo cerré los ojos por un momento y los volví a abrir, por una vez pude leerle su mirada y podía sentir decepción. Se apartó de mí y bajó la pistola, se tocó los ojos y yo me acerqué a él.
– Cari todo se va a arreglar ¿a que si? – le quise abrazar
– Aparta!!! – se alejó – vete de aqui, vete, vete, vete – susurraba sin mirarme
– Pero Bill, yo – me quise acercar otra vez
– Tom vete, vete! no hagas que me arrepienta, por tu bien vete
– Billi
Abrí la puerta de la habitación mientras pude ver como dejó la pistola encima de la mesa y se encendía el cigarro, corrí algo rápido por los pasillos y cogí mis cosas que ya estaban en la entrada de la casa, salí corriendo por las afueras de la casa de Bill, caminé por esos caminos de las afueras, pero llegué a la parada del autobús. Tenía que aprovechar mi segunda oportunidad, si no estaba muerto, era porque Bill me había dejado con vida. Cogí el autobús con destino a Magdeburg, a casa de mis padres, por mis ojos solo salían lágrimas, tuve que quitarmelas cuando una señora se sentó a mi lado, pero me pasé todo el trayecto a mi casa llorando, no quería pensar en que había decepcionado a Bill, me había dado mi tercer voto de confianza y por mi actitud la he desaprovechado. Al bajar ayudé a esa señora con su maleta hasta que se bajó.
– Joven muchas gracias
– No pasa nada
– ¿Me permite que le diga algo?
– Si claro
– Quien te quiere te hará llorar.
Cosas de abuela, pero me dió en que pensar, la despedí y me cogí un taxi y me dirigia a mi casa. Mis padres no es que eran ricos económicamente, pero tampoco es que se murieran de hambre, la razon por la que me marché a estudiar medicina fué mi padre, él nunca aceptó que me gustan los chicos y se negó a pagarme los estudios, mi madre me ayudó el primer año pero no le pudo quitar más dinero a mi padre ni en su cuenta comun, así que Bill me pagaba los estudios y me animaba en todo momento a estudiar y sacarme una carrera. Al llegar a casa toqué a la puerta, escuchaba a mi madre decir a mi padre que ya abría ella.
– Pero mi hijo! Mi niño esta aquí – se acercó a abrazarme
– Mamá, ya para
– Justo en el puente han venido tus tios de Leizpig, pasa, pasa, gente mi niño esta aquí
Pasé y había una reunion familiar, tampoco es que me sentara mal, pero ya me podrían haber dicho algo, me sentí un poco discriminado, pero no falto tiempo para sentirme como en casa y poder olvidarme un poco de Bill, aunque en el fondo, no lo hacía. Mi padre fué el único que no me dijo nada, le sonreia pero me ignoraba. Les conté a mi familia como iba en la universidad, y que me faltaban dos años, el ultimo ya era practico, pero me faltaba ya poco para ser médico. Al llegar la noche me subí a mi habitación, mi padre seguía sin hablarme, lanzaba una pelota de beisbol al aire y la cogía cuando escuché que la puerta de mi habitación se abría, era mi padre, me incorporé sentándome en la cama.
– Levantate hijo
– ¿Por?
– Levanta – me levanté y me soltó un puñetazo en toda la cara que me tumbó en la cama
– Papá
– Eres la vergüenza de la familia y no se como te atreves a poner un pie en mi casa, te lo dije la última vez.
– Quería venir a ver a mamá.
– ¿Sigues siendo lo que eres?
– Dejalo papá que bastante he tenido
– Entonces sigues siendo eso
– Si papá, ya te dije que es lo que siento
– Vete de mi casa mañana, cuando venga de comprar el periódico no quiero que estes aquí, y a tu madre le dices que te tienes que ir ¿entendido?
– Dejame al menos que me quede hasta el domingo, mañana no abre la universidad y no se donde quedarme – le miré con el ojo cerrado – por favor
– El domingo y ni un dia más, y ni te acerques a mí porque me das asco
Se fué y cerró la puerta, me dolía toda la cara, todo el ojo, la cabeza, me miré en el espejo y no podía ni ver, había sido un largo día y en lo único que podía pensar era en dormir y olvidar lo que había pasado. Abrí los ojos y los volví a cerrar, sentía como si me hubieran pasado cien personas por mi cara, me levanté y me miré en el ojo, lo tenía de un color morado,rojo,azul, muy raro. Me metí en la ducha de mi habitación, y al mirarme al espejo sentí realmente asco de lo que veía, me veía con el ojo morado, todo el alrededor estaba de un color asqueroso, me veía gordo, mis músculos eran horribles, solo quería llorar y lo peor de todo es que no dejaba de pensar que había decepcionado a Bill, aunque no tuviera la culpa, le había perdido, pero otra parte de mí quería saber que era lo mejor para mí. Me duché y me vestí, sin olvidarme de ponerme las gafas y suspirar para que mi madre y mi familia no notara nada, a pesar de todo me sentía querido y eso me hacia sentir bien. Al bajar las escaleras, ví a mi madre riendose y a mis tias, no paraban de reir y me asomé, ví a Bill con ellas hablando en el salon, mi Bill, parecía tan diferente, tan falso con ellas.
– Hijooo ya te has despertado – se levantó a darme un beso – no me habías contado de que tenías un noviete ¿eh?
– Bueno, algo, como, que no, y,
– Y ademas muy guapo – decía mi tia
– Yo, y, y ¿papa?
– Debe de estar en el jardin, pero dejemos a tu padre, tu novio es guapisimo, ya podrias haberlo presentado antes.
Bill debió entender que no era un buen momento el que se haya presentado en mi casa, pero es que en mi casa yo no ponía las reglas, Bill se despidió de todas y dijo que tenía que trabajar, que solo se aseguró de que yo estaba bien, y ellas se fueron a la cocina, yo acompañé a Bill a la puerta donde al salir le esperaba su coche negro, caminamos hasta el coche sin decir nada, yo no iba a ser quien dijera la primera palabra, más bien porque estaba decaído un poco, nos paramos al lado del coche.
– Tom, siento lo de ayer.
– Me alegro Bill, me alegro de que lo sientas
– ¿Estas bien?
– Si, dentro de lo cabe estoy bien.
– ¿Volveras mañana?
– Si, mañana domingo regreso a la universidad – se hacian pausas
– ¿No vas a decirme nada más?
– No, me sorprende de que estes teniendo una conversación conmigo.
– La puedo tener – le sonreí un poco – ¿Te recojo mañana?
– No, ya me voy yo solo.
– Tom, no estas bien.
– Bueno, no puedo estar siempre con una sonrisa.
– Te he dicho que lo siento, ¿me perdonas?
– No hay nada que perdonar.
– Quitate las gafas y mirame – me las quitó
– No, no – me quedé a medias sujetando sus manos en mis gafas y vió mi ojo morado.
– ¿Quien te ha hecho eso Tom? – me las puse otra vez
– Nadie, tropecé ayer mientras corría y ya esta, oye Bill tengo que volver o mis tios me dejaran sin comida.
– Tom, por favor, cuentame quien
– Ahora no Bill, estoy cansado ya de todo – me alejé de él y me metí en mi casa
Por primera vez no estaba siendo yo mismo, a lo mejor Bill se esperaba a su novio contento o que le recibiera con los brazos abiertos, Bill se había dado cuenta de eso si era algo, era receptivo,solo quería pasar el resto de los dos dias con mi madre, y olvidandome de que por un momento tuve a Bill,luego lo perdí,luego ví a Ben, luego Bill me quiso matar y llego a casa y mi padre me pega,para colmo Bill viene y se autopresenta, esas cosas que debían de ser de dos, se lo hace solo.Me había dado un bajón, a pesar de todo, me había pasado todo el fin de semana fingiendo que tenía que estudiar y no disfruté a mi madre lo suficiente, pero es que tenía a mis primos y toda la casa llena de gente y tampoco que me echara en falta.No había visto a mi padre en todo el fin de semana y tampoco estaba por la labor de cruzarme con el. El domingo por la tarde,me cogí mi autobús que me llevaría de vuelta a Berlin, en el trayecto llamé a Andy.
– Hey Andy, ¿que tal? ya voy para la universidad
– Apareces ahora! ya te iba a dar por perdido, ¿que pasa, has estado ocupado con tu novio?
– No, no del todo, vengo de Magdeburg
– Ahh es verdad que me lo dijiste, ¿que tal?
– Bien, bien, ¿que tal tu?
– Acabé aburrido de salir y entrar que me puse a estudiar hahha fijate ¿y tu?
– Bien te he dicho, mucha comida
– No estas bien, no eres el Tom que conozco, el Tom que conozco me hubiera dicho en la tercera palabra por su boca Bill hahah
– Voy a llegar ya, ¿estas en la facultad o todavía no?
– No, llego a las diez de la noche, mañana no se si voy a ir a primera, iré a tercera, y así me evito al gilipollas de neurología
– Esta bien, yo estoy agotado, nos vemos mañana
– Vale,y me cuentas porque no eres Tom.
Continúa…
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