«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 14: Con una condición
– Oh Bill, creo que te quiero devorar
Bill peleaba con mis deseos de hacerle mio en esos momentos, le quería tocar y se dejaba pero el ruido del pasillo nos cortaba un poco el rollo, y además no sabía si mi compañero vendría a la habitación, así que cogí mis cosas y nos fuimos, el coche nos esperaba en la puerta con los hombres de Bill como siempre, pero solo me preocupé de no perderme el ver su culo y como andaba. Mi novio me abrió la puerta y entré, le dijo algo al chófer y al subir cerró la ventana que separaba los asientos de adelante con los de detrás, de repente Bill se abalanzó sobre mí y me empezó a besar, escarbó entre mis pantalones, dando con el pequeño Tom y me empezó a masturbar lentamente, el coche en movimiento lo hacía más excitante, me abrazaba a su delicado cuerpo y le acariciaba por encima de los pantalones, él también estaba excitado, se separó de mí y le desabroché el cinturón, le desabroché los pantalones y le bajé la cremallera, acariciandole por encima de sus boxers, y acercandome a su boca para besarle y acabar fundido en su cuello donde le pegaba pequeños mordiscos, directamente puse mi boca en mi mejor tesoro, empecé a chuparle de tan solo pensar que solamente yo le podía excitar de esa manera me ponía aún más. Mis labios dibujaban el contorno de su venas, estaba muy erecto y duro como me gustaba, mi lengua pasaba por todo él, subía y bajaba, las curvas del coche me hacía que acabará con casí toda en mi garganta provocando que me ahogara, pero la excitación de mi novio era lo único que me preocupaba, Bill era de los que gemía mucho y no se estaba reprimiendo. Sentí sus manos en mi cabeza y me conducía de arriba a abajo a la velocidad que el quería, mis manos se llegaron a cruzar con las suyas, eso fué tan romantico que hizo que casi me corriera en la tapicería de uno de sus coches, me apartó de su lado y lo primero que hizo fué besar mis labios que sabían a su propio cuerpo. Dejé caer mi cuerpo en el asiento del coche, cuando Bill esas tipicas escenas que se suelen hacer pero se hacen, tenía que quitarme del todo mis pantalones y calzoncillos, y ver como Bill escupía en si mismo y con mucha delicadeza de la que siempre se ha caracterizado mi novio, me empezó a penetrar muy lentamente, me gustaba cuando podía verle la cara, a penas tenía curvado todo mi cuerpo para que entrara bien, y ver como Bill me penetraba era lo más excitante del mundo porque mi novio era de los que no apartaba la mirada de mis ojos, se fundian con los mios y eso hacía que conectaramos más. Me empezó a embestir con más fuerza, ambos gemiamos más de lo normal, ni siquiera las curvas del coche nos paraba, pero nos bastó poco para corrernos, Bill dentro de mí y yo casí en mi camiseta. Cuando acabamos nos limpiamos un poco, y nos vestimos, Bill esperó a que nos vistiesemos.
– ¿Donde quieres comer?
– Aww ¿me lo preguntas? Vale que me emociono solo, emms no se al ¿rivioli? – Bill abrió la ventanilla
– Al rivioli – y la volvió a cerrar.
Esos momentos en los que se se supone que tienes que estar abrazado, nos lo pasamos intentando no marearnos con las curvas y terminar de limpiarnos un poco. Parecía otro Bill, pero es que no podía haber cambiado en quince minutos, pero era tan diferente, era su brillo, su cara, su no se, me tenía embobado. Al salir del coche me abrió la puerta y entramos como solemos hacer en nuestra zona Vip, donde había una mesa para nosotros reservada en mi restaurante italiano favorito, a lo mejor mi novio no se acuerda de que aquí me trajo en nuestra segunda cita. Nos sentamos y pedimos nuestros platos favoritos.
– Bueno – decía mientras comiamos algunos entrantes
– ¿Que ocurre?
– Por decir algo
– Tengo hambre
– Y yo, me muero de hambre
– Me has dicho antes que no comes desde el ¿sábado?
– Si, el domingo me lo pasé todo el dia en el autobús, porque perdi el transbordo y me tuve que cojer otro, luego vine aquí y la uni no es un restaurante que digamos, me compré un zumo y me metí en la cama
– Tenías que haberme llamado
– Ya Bill pero como comprenderas pues no
En esos momentos nos trajeron los platos, empecé a devorar la comida bajo la atenta mirada de mi novio y de sus hombres que a pesar de que no estaban en la mesa estaban alrededor en mesas del al lado y aun me ponía nervioso que me vieran comer. Bill sonrió un par de veces porque me iba a atragantar, aun así con el polvo en el coche y sus sonrisas me bastaba para ser feliz. Cuando comimos, nos fuimos a club a tomarnos un café, no diria que es un club de striptease pero se parece, aunque más bien parecía ludopatas con las caras, nosotros nos fuimos a una sala que pintaba muy roja y nos sentamos allí, Bill se pidió una copa y yo un café, he de reconocer que estábamos uno frente al otro en el sillon y yo solo pensaba en lo guapo que era.
– Dime
– ¿Por qué sabes que iba a hablar?
– Porque te conozco Tom, aunque no vayas a hablar
– Nada, que me gusta estar contigo, aunque no de la manera que me gustaria
– Al menos hoy si ¿no?
– Si, y el que me digas más de dos palabras seguidas me gusta mucho más
– He dicho que intentaré hacerlo por ti
– mmmm – le miré – ¿te puedo besar? – Bill sonrió y le besé – ¿has visto? ¿que te cuesta ser amable con tu chico? Ademas he pensado que luego podemos dormir juntos y así abrazaditos – le tocaba su chaqueta de cuero
– Mañana tienes clase
– Ya, pero no voy da igual
– Tienes que ir Tom.
Mi novio y yo hablabamos, eso para mi era un logro importante, se que mi chico no era de palabras, no era de expresarse, pero conmigo a veces lo hacia y esa vez aun más, estábamos pasando un tiempo agradable los dos juntos, nos reiamos, yo más que él,pero ante todo estábamos bien y juntos que era lo unico que me importaba, aunqe sabía que tarde o temprano tenía que salir el tema y surgió.
– Esos tios parecen unos payasos ¿no? hahahha anda que dejarse todo
– Yo no entiendo que clase de ladrones hay por el mundo y más aquellos que se dejan el bote
– Ya Bill pero atracar a la vieja y luego dejarlo, seria mejor secuestrarla y así coger el… – hubo un silencio porque le cambió la cara – he dicho la palabra prohibida ¿no?
– No no, esta bien
– Bill, si quieres hablar de ello
– No quiero
– Pero si quieres
– Terminate la copa y vámonos
– Bill – le cogí de la mano y le miré – es mejor que me lo cuentes
– Tom no tienes nada que saber, lo que pasó, pasado está, no hagas preguntas – se puso serio
– Pero cari, ¿quieres que te explique una cosa? ¿Puedo?
– Si claro
– Deberias compartirlo conmigo, no te pido explicaciones, no te pido nada raro, ¿no te das cuenta que ahora que lo se, me va a dar la curiosidad y voy a ir más de una vez?
– Mira Tom, no hagas que me arrepiente de todo, no la jodas hablando ahora
– Bill yo no jodo nada, no quiero hacerlo a tus espaldas, pero si no me cuentas, me picara la curiosidad y acabaré bajando otra vez y si no me lo cuentas tú, me lo contará él
– No te atrevas Tom! Te lo digo muy en serio, no te atrevas
– ¿Y te vas a fiar de mi dejandome en tu casa?¿Te vas a fiar cuando estés de viaje?¿Cuando no estés o inclusive cuando estés y estés durmiendo?
– Tom, no serás capaz, luego me dices que confie en ti, no puedo confiar en ti.
– Si me lo cuentas no voy a ir a verle Bill, no tengo la necesidad, porque mi novio ha compartido conmigo lo que pasa y ya me doy por satisfecho
– Tú nunca te darías por satisfecho
– Bill, mi amor, te quiero mucho, pero como comprenderas no se lo que ha pasado para que tengas a tu
– Calla! No hablemos más, vámonos
– No me voy de aquí y si me voy es a tu casa y ya sabes lo que hay
– Dios, que cabezon que eres, esta bien, te cuento por encima pero con una condicion
– Aww lo sabía, dime amor – le miré intrigado
– Con la condición de que no bajes al sótano
– ¿Y si algun dia?
– Tom no hay dias que valgan, no bajes al sótano nunca más, sabes quien hay pero no bajes.
– ¿Y si voy a tu casa con la condicion de bajar al sótano? ¿Que pasaría?
– Tom
– Vale era broma, era broma, pero cuentame, cuentame – le miraba feliz
– Jurame que no entraras en el sótano Tom, me lo juraste una vez y has estado siete meses sin pisarlo hasta los otros dias
– Bill te lo prometo, si tu me pides que no entre yo te respeto
– Esta bien, se que entrarás porque te conozco, pero esta bien – susurró – lo que viste era real, y no hay mucho más que contar
– Billlll – le golpeé en el brazo – venga eso no es contar
– Vale, esta bien, hubo un problema con él y tuve que encerrarlo, no debes de saber más
– Si que debo Bill, ¿Por qué no se escapa?
– Porque sabe que no iria más allá de tres metros
– ¿Porque?
– Porque no puede ir lejos
– ¿Porque?
– Porque no Tom y no preguntes más
– Pero me sabe a poco Bill, quiero saber más, ¿Por qué no se sorprende de que vaya yo?
– Porque no Tom, es una persona no es un alienígena
– Pero me pregunto – Bill me miraba intrigado – le importó una mierda verme allí, de hecho me dijo donde estaba la llave, y cuando tu entraste y me cogiste, él ni siquiera miró
– Porque sabe que no puede escapar
– ¿Y esta bien tratado?
– Si que lo esta, ¿no le viste?
– Si que lo vi – sonrei como un bobo y a Bill no le sentó bien
– ¿A que viene esa sonrisa?
– A nada Bill a nada, simplemente que me parece demasiado adorable la situación, se supone que esta bien tratado, se alimenta, se asea, tiene hasta libros, entonces eso significa que no esta mal tratado ni es un prisionero, ¿tiene alguna enfermedad contagiosa?
– Si la tiene y vámonos ya, dejate de preguntitas – se levantó, bebí y fuí tras él
– No la tiene, ¿y porque esta encerrado? – le hablaba mientras caminaba detras de él – ¿Por qué no vive arriba contigo? ¿Por qué estaba contento? ¿Por qué no te dijo nada cuando te vio? ¿Por qué sabe donde estaba la llave? ¿Por qué Bill? ¿porque?
Continúa…
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