«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 17: No se le escapa ni una
Habían pasado dos días desde que fuí a ver a Ben, Bill regresaba hoy de viaje y la verdad es que tenía ganas de verle. Habían pasado dos largos días, dos días en los que me he quedado en más de una ocasión en la puerta del sótano intentando entrar pero sabía que no era lo correcto, ya le había fallado una vez a Bill y no quería volver a hacerlo, sobre todo dos días en los que no he dejado de pensar en Ben, simplemente porque es como Bill, es un Bill en Ben, pero demasiadas cosas diferentes al mismo tiempo, no estaba confundido ni mucho menos, pero si me daba que pensar en porque mi novio no sacaba a su hermano de ahí si había sido muy simpatico conmigo desde el minuto uno. Me puse más guapo de lo que ya era, que es dificil, pero estaba radiante, mi novio venía de vuelta y le quería recibir bien, me dijo que le esperara en casa y así ya hablabamos de nuestro viaje, nuestro aniversario en Paris y nuestra semana de vacaciones, ante todo, a parte de eso, mucho Bill para mí, pensaba hacerle el amor desde que abriese los ojos hasta que los cerrara, porque Bill ha cambiado y lo ha hecho sobre todo por mi. Veía desde la ventana aparecer algunos coches negros, cuatro o cinco, pero pensaba que el gilipollas que se bajara primero corriendo le abriera la puerta a Bill, y efectivamente Bill se encontraba en el coche tres, le ví tan guapo, llevaba unos pantalones azules y una camiseta negra, y tan informal, que guapo, que guapo, era lo único que pensaba, quería intentar penetrarle pero seguro que no me dejaría. Le ví entrar y salí corriendo a la puerta para darle un abrazo.
– Billlllll – le abracé
– Pareces una nena Tom – me abrazaba
– Joder, ya no te abrazo si no quieres – le dí un beso en la boca
– Si, pero me vas a arrancar el cuello
– Bueno ¿que cari? Cuentame ¿que tal te ha ido? – le agarraba de la mano mientras caminbamos dentro de la casa
– Bien, un poco cansado, a penas he dormido en el avion
– ¿Por?
– Porque había demasiadas turbulencias
– Vaya, entonces vendras cansado
– Si un poco, Tom, no voy a cenar hoy, me voy a ir a dormir ¿vale?
– ¿Como? ¿Ni siquiera un poco de tu plato favorito? Le he dicho a Margaret que lo preparara para ti
– No Tom, lo siento – me dió un beso en la boca y lo ví como se alejaba
– Esta bien, descansa Bill.
No era como lo había planeado pero ahí me veía una vez más con cara de gilipollas, cené solo en la cocina algo rápido, mientras Margaret tapaba los platos y la comida que Bill no había querido cenar.
– Joder es que yo lo intento, podía al menos decir, antes de ir a dormir, cumplo con mi novio
– Amor, entiende que el señor viene cansado, viene desde Japón y hasta Berlin, hay mucha distancia
– Pues me da igual, al menos, una chupadita o algo
– Ohhhh señorito Tom, cállese por el amor de Dios, cállese – se sonrojó
– hahah vamos Margaret que usted no fo
– shshh cállese señorito Tom
– hhahahah esta bien, por cierto muy rica la cena Margaret – le dí un beso mientras le dejaba el plato – hasta mañana
– Descanse señorito Tom
Subí a la habitación, la había perfumado con mi propio perfume para tener una noche apasionada de sexo, pero entré y Bill estaba durmiendo como un angelito, le besé en la boca un par de veces y salí de la habitación porque me entraban unas ganas enormes de hacerle mio en esos momentos, pero me bajé al salón. Me puse una pelicula y estuve viendola, no dejaba de pensar en Ben, una mansion de doce mil metros y yo solo aquí abajo, no tan solo cuando tenía a Bill en el piso numero dos y a Ben en el piso menos dos, la verdad es que ganas de estar con él no me faltaban, pero lo mejor de todo es que me controlaba, quería bajar al sótano y que me dedicara un par de sonrisas o un par de tonterias, pero al fin y al cabo esas tonterias que viniendo de él eran una vida para mí. Apagué la televisión y me fuí a dormir, la verdad es que había sido un largo día, haciendo nada, pero haciendo nada uno se cansaba, así que me quité la ropa y me metí en boxers dentro de la cama, odiaba como Bill dormía, en su sitio de la cama, en la otra punta donde no podía ni tocarle y seguramente toda la noche sin moverse, y como siempre dandome la espalda, pero no había noche en que no me durmiera abrazado a él. Abrí los ojos y me dí la media vuelta, aún era de madrugada y Bill no estaba en la habitación, miré la puerta extrañado, estaba medio abierta y veía la luz del pasillo, y de repente ví a Bill entrar en la habitación.
– ¿Bill? ¿Donde?
– Había ido a comer algo, me desperté y me he hecho un bocadillo – aun venía comiendoselo, se sentó en la cama a mi lado, mientras yo me puse a dormir otra vez pero encendió la lampara de la mesa y le miré.
– Bill, termina ya y apaga la luz.
– Tom
– ¿Queeee? – suspiraba porque tenía sueño
– ¿Porque? – se comía el bocadillo tan tranquilamente
– ¿Porque que?
– ¿Porque has bajado otra vez?
– Joder – susurré, cerré los ojos y los volví a abrir – ¿como lo sabes? – me incorporé y me senté como él quedando uno al lado del otro.
– Lo sé todo Tom.
– Bueno, ¿que pasa si he bajado? Si, baje una vez cuando dí la fiesta porque sabía que estaba solo y no me apetecía ver a parejas comiendose la boca mientras no te tenía, bajé sí, y ¿sabes que? Te lo iba a contar, pero no me has dado la oportunidad
– Tú no me lo contarías.
– Si que te lo hubiera contado, bueno ¿contento? lo siento y esas cosas, no he ido ni una vez en esta semana, así que no te preocupes, que he podido estar con él todo el tiempo que he querido y no lo he hecho, ahora me vuelvo a dormir y ni se te ocurra empezar una discusion, porque este que está aquí se va a dormir sin ninguna intención de hablarte.
– Esta bien, hablamos mañana
– A ver que quieres – esta vez me incorporé más y quede en frente de él mirandole – pregunta ¿que quieres?
– Tu eres el que debe de decirme
– Yo a ti nada, si te lo iba a decir mañana que he ido una vez Bill, entiendelo, una vez Bill, tu no estabas y tu estabas realmente abajo, era como sacar una foto pero en persona.
– Cuéntamelo todo, desde que decides a entrar hasta que sales
– ¿Ahora Bill? – miré el reloj y eran las cuatro de la mañana
– Ahora si
– Bill por favor, que no
– Todo Tom – se encendía un cigarro.
– No pasó nada Bill solamente bajé un momento, quería buscarte a ti en el fondo, y entré otra vez, me senté en la cama y estuvimos hablando un poco, quizas diez minutos no mas Bill – me miraba muy serio
– Sigue
– Nada, le empecé a hacer preguntas
– Como no
– Ehhh – le golpeé el brazo – si me dieras las respuestas no estaría ahí curioso
– Sigue vamos
– Nada, no me acuerdo, me dijo que quería preguntarle, y que no me iba a decir nada, me decía que no sabía en que día vivía, que Margaret es la que baja ahí para todo, mms que mi ferrari es su ferrari, y nada más
– ¿Eso fue todo?
– Sí
– Mientes Tom, mientes y lo sabes ¿que mas?
– Que sii Bill que fué todo te lo prometo – me reía y Bill se reía un poco tambien
– Sigue
– Joder Bill, que cotilla eres despues hablas de mí, me dijo que le extrañaba verme aquí que debería ser importante para tí, que siete meses ya eran meses, que yo era tu relación más larga, ahí le quise preguntar que me contara de ti pero no me dijo nada el muy cabrón, y nada, eso fué ya todo, te lo prometo.
– ¿Y crees que eres importante para mí ahora que se que por enésima vez me has decepcionado?
– Joder Bill, tu eres el único para mí, tu eres mio, no sientas eso que creo que te lo he demostrado
– ¿Como crees que me siento yo? Si una cosa te pido y me decepcionas una y otra vez y así sucesivamente
– Bill, no seas así, no es nada, si tuvieras abajo una bomba nuclear o un toro mecanico probablemente haría lo mismo, montarme en el toro o en la bomba cuando tu no estes, pero no busco nada raro, simplemente que ninguno de los dos me decis porque está ahí.
– Ni lo sabrás Tom.
– Pues no te enfades si intento sonsacar a tu hermano, bueno Bill, que tengo sueño te quiero – le dió un beso en la boca.
– Mañana bajas conmigo.
– No Bill, no quiero bajar.
– Lo harás, buenas noches.
Bajar, bajar, bajar, era en lo único que pensé, no podía dormir, bajar otra vez, y con Bill, iba a tener un encuentro de Bill y Ben al mismo tiempo, iba a tener un encuentro en el mismo momento, los dos, los hermanos, y no se porque solo pensaba en sexo, en sexo con los dos al mismo tiempo, no eso no, pensaba que me iban a dar la respuesta y no estaba preparado, ahora me dirían que no eran humanos, me dirían que esta ahí porque es un robot o algo, de carne y hueso y un robot, o a lo mejor era un experimento y es Bill por doble vez, o a lo mejor Ben y Bill eran el mismo y nunca sabía quien era, no eso nunca, Bill tiene el tatuaje de la mano que le delata, no no puede haber nunca cambiazo,pero eso de estar en el mismo sitio con dos Bills, me extremecía demasiado.
Continúa…
Gracias por la visita. Te invitamos a dejar un comentario.