Hola gente linda. Este capítulo es más corto que el anterior, pero por una razón en concreto, ya lo verán cuando lleguen ahí. Besos y a leer.
«Curiosity» (By MizukyChan)
Capítulo 2
Después de esa noche, Tom estuvo más pendiente del cantante, cosa que lejos de ser un alivio para él, se convirtió en una pesadilla, ya que sus sentimientos se intensificaban con cada día que pasaba.
Cada roce ya no era una casualidad, ahora el menor los provocaba, sin embargo, Tom no parecía rehuirlo, al contrario, jugaban mucho más, ya no peleaban tanto, incluso la convivencia en general de Tokio Hotel mejoró, todos decían que era por causa de la mágica conexión de los gemelos.
Bill, por el contrario, se preocupaba de que no se fuera a notar nada, en especial frente a las cámaras y la prensa. De vez en cuando, cuando estaba solo, buscaba videos twincest en internet y soñaba con Tom. Lo único que lo mantenía más calmado cuando le tocaba compartir habitación con Tom, era que no lo mencionaba en sus sueños, o al menos eso decía el mayor.
Los sentimientos y pensamientos de Tom llenaban el alma del cantante, estaba más inspirado que nunca, creando canciones románticas por el hecho de tener un amor imposible.
Bill decidió, que si no podía decirle a Tom la verdad de su amor por él, entonces llevaría un diario de vida. Había sido una costumbre cuando era niño, y en el diario podría descargar todas sus emociones y frustraciones; todos sus sueños estarían plasmados ahí.
El pelinegro atesoraba ese diario, porque toda su vida estaba reflejada ahí.
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En uno de los viajes, Tom pidió a su gemelo, que guardara algunas de sus cosas en su bolso de mano.
—Deberías llevar uno tú también —le reprochó el cantante.
—La única niña del grupo eres tú
—No soy niña por llevar bolso —respondió molesto el menor—. En fin, tonto, te las llevo igual
—Por eso te quiero tanto —comentó riendo.
—Sí, yo también te quiero —agregó Bill en un suspiro, sin embargo, ese «te quiero» era real y de una forma muy diferente a la del otro.
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Al llegar al hotel, todos fueron a sus habitaciones. Esa noche Bill dormiría con Tom, pero el menor tenía tanta hambre, que bajó al restaurant con Gustav, sin esperar a nadie.
Tom se quedó en la habitación y tomó el bolso de Bill para sacar sus cosas, allí aparte de los cosméticos de Bill, encontró una libreta. Se sintió curioso, parecía tener muchas anotaciones, pensó que serían nuevas letras para las canciones del grupo. Sin embargo, lo que leyó a primera vista lo dejó helado, y procedió a indagar de principio a fin…
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Cuando el pelinegro llegó a la habitación, vio el bolso abierto y en seguida pensó en el diario. El chico se aterró y se preguntó mentalmente.
«¿Y si lo leyó?» Había sólo una forma de comprobarlo, observar a Tom.
En esos momentos el mayor se estaba bañando, pero al salir, Bill inmediatamente se dio cuenta que Tom lo sabía todo, porque bajó la mirada.
El cantante pensó que eso era lo peor que podía pasarle, que su gemelo lo ignorara. No podía ser, era una pesadilla.
«¿Qué haré ahora?» Se preguntó. Y sin saber qué hacer se puso a juguetear con sus cosméticos.
—Tom, vas a bajar a comer algo? —preguntó muy despacio, tratando de controlar el temblor en su voz.
—No tengo hambre —respondió rudamente el mayor, sin mirarlo.
—Pero tienes que comer, el viaje fue muy largo —dijo Bill, tratando de hacer contacto visual.
—No te preocupes, no eres mi madre, ok —contestó enfadado.
Bill se paralizó. Tom salió de la habitación y se quedó solo, sintiendo como si el mundo entero lo hubiese abandonado. Bill creyó que su alma se quebraba por dentro, tenía un nudo en la garganta que ni siquiera lo dejaba llorar.
Desesperado, Bill decidió huir. Habló con un guardaespaldas y logró convencerlo de que le diera las llaves de una de las camionetas y como no conocía muy bien el lugar, no le fue difícil perderse. Bajó del coche en un lugar desierto, y lloró… otra vez estaba llorando como si la vida se le fuera en ello.
—¿Qué voy a hacer? —susurró con la voz entrecortada—. Él piensa que es asqueroso, que SOY asqueroso. No me querrá cerca nunca más, y yo… yo no podría vivir sin él —murmuró angustiado.
Entonces, la idea que sólo tienen los desesperados llegó a su mente—. Si no puedo estar con él, entonces no quiero estar en ningún lugar, como en Romeo y Julieta, prefiero morir, que estar sin el ser amado.
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Le costó tres días al cantante, conseguir suficientes pastillas para hacerlo. Tres días horribles, soportando el silencio de Tom, su ley del hielo. Tres días sin sus roces, sin su sonrisa. Esa frialdad sólo confirmó su determinación para hacerlo, jamás podría soportar vivir así.
Tom lo sabía todo, conocía sus sentimientos, sin embargo no habló nada al respecto, ni siquiera para reprenderlo, nada. Eso era peor que una paliza.
Esa mañana terminaron las pruebas de sonido, sin problemas. Bill suspiró largamente, por la tarde iba a dar su último concierto, lo daría todo en el escenario. Sería su regalo para Tom, cantaría sólo para él. Después habría una fiesta y cuando todos estuvieran ahí, lo haría. Estaba decidido.
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Bill nunca antes había pensado en la muerte, no por miedo, sino porque nunca creyó que le ocurriera a personas jóvenes, llenas de vida. Sin embargo, ahí estaba él, a los veinte años, joven, guapo y con una carrera prometedora; pero con ningún deseo de seguir viviendo sin el ser amado. Parecía una locura y, en cierta forma, así era: una locura. Pero ya no podría seguir así, no sin él, no sin su Tomi.
Tomó las pastillas, eran muchas. Lamentablemente, le quedó el sabor amargo en la boca, gruñó y dijo bajito.
—Cielos, desearía tener gomitas dulces en este instante —No pudo evitar poner una sonrisa en sus labios al recordar sus adoradas gomitas—. Y ahora a esperar.
Pero la espera es lo más terrible. Cuando todo es inevitable viene la desesperación y la mente actúa, casi con maldad.
«No podré verlo jamás y ni siquiera le dejé una nota, aunque el diario es suficiente prueba de mis motivos, no podría vivir sintiendo un amor pecaminoso» Pensó apretando las sábanas de su cama.
«¡Ah Tom, me duele todo: el cuerpo, el alma, la mente y el corazón! Te dejaré para que seas feliz, para que no tengas que cargar en tu conciencia la perversión de tu hermano» Sintió que unas lágrimas se agolpaban en sus ojos.
«Yo que llegué a creer que en verdad eras mi alma gemela, que nada nos separaría ni siquiera el amor por otras personas. Ahora todo está claro en mi mente, yo sólo te podría amar a ti. Pero no podría forzarte a no amar, no podría privarte del amor, porque tú jamás podrías amar a alguien como yo, tan débil, que no fui capaz de separarme de ti» Una lágrima rodó por su mejilla.
«Perdóname Tom y acepta mi muerte como un regalo de amor, para que tú mismo encuentres el verdadero amor, sin tenerme a mí a cuestas. ¡Oh Dios, te amo con todo el corazón! Y me duele tanto separarme de ti. Sólo espero que al morir, mi alma desaparezca, para que ni como espíritu siga sintiendo este dolor en mi pecho, de no poder estar contigo»
De pronto los efectos empezaron a hacerse sentir. Sueño, mucho sueño, el beso de la muerte se presentaba muy dulcemente, moriría soñando con él, con su Tomi, su alma gemela.
Bill sintió como lentamente, sus pies y manos se entumecían. Aunque tratara, no podía moverlas y esa sensación de inmovilidad, le causó pánico.
«Estoy muriendo, pronto ya no estaré aquí, ya no podré verlo. Y si existe el infierno y voy ahí, ya no podré verlo más, porque él es mi ángel. Dios no quiero morir sin verlo, quiero verlo» Deseó con todas sus fuerzas.
El tiempo transcurría y Bill seguía luchando con la muerte, no quería partir sin verlo. Hasta que de pronto, la puerta se abrió y ahí está él, su hermano, su alma gemela.
«Ahora sí puedo dormir para siempre» Pensó el pelinegro, pero arrugó el ceño, creyendo que tal vez era sólo un sueño, porque Tom le sujetó la mano y le besó la frente.
«Sí, es un sueño, porque él no haría eso. Pero ya no importa, dormiré para siempre pensando en ti, Tom. Adiós»
Cerró los ojos, viendo oscuridad… vacío… nada.
& Continuará &
OMG ¿Creen que lo haya matado en este fic? ¿Creen que fui tan mala, cuando comencé a escribir? Para averiguarlo, no se pierdan el capítulo final. Besos y gracias por visitar el sitio.
