Curiosity 3

Y bien, esta es la mezcla de los capítulos finales, resumidos en un solo “fin”. Espero les guste, es algo muy tierno e ingenuo, como solía ser yo misma hace algunos años atrás 😉 No quiero decir que ya no soy ingenua ;p pero ya no tanto.

«Curiosity» (By MizukyChan)

Capítulo 3

Tom entró en la habitación del hotel, decidido a hablar con Bill sobre su diario.

«Es la oportunidad perfecta» Pensó el mayor, recordando el show de aquella noche. Se había dado cuenta de la forma de actuar de Bill en el escenario, esa noche había dado todo para él, sentía que su gemelo le estaba demostrando con esa energía, todo su amor. Y, a decir verdad, él ya no aguantaba más.

Hacía poco más de dos años, que el rastudo había descubierto que amaba a Bill, de una manera que no tenía precedentes, de una forma que no era normal, pero que, no por ello, era menos intensa o pura. Todo había ido bien, había ocultado sus verdaderos sentimientos bastante bien, hasta que descubrió que Bill sentía lo mismo que él.

«Al principio me asusté, no pensé que alguien tan inocente como Bill, pudiera sentir algo tan perverso como lo que sentía yo» Pensó el Kaulitz mayor, negando con la cabeza.

Sin embargo, ahora que ambos tenían claros sus sentimientos, era absurdo negarlos, tenían que vivirlos… juntos.

Tom cogió la mano de Bill, besó su frente con dulzura y acarició su cabello, pero el menor simplemente cerró los ojos y se durmió con una sonrisa. Sólo entonces el mayor encendió la luz y vio el frasco de las píldoras, comprendiendo la aterradora escena.

—¡No, Bill! ¿Qué has hecho? —gritó asustado. Desesperado, Tom llamó al hospital, a David, a todos. Tenían que salvarlo a toda costa—. Es por mi culpa —se repitió miles de veces—. Por favor Bill, aguanta. No podría vivir sin ti.

& En el hospital &

—Afortunadamente lo trajeron a tiempo —informó el doctor—. Hicimos una limpieza intestinal y dormirá hasta mañana, pero se repondrá. Lo más importante ahora, es que alguien de la familia lo acompañe, porque si este fue un episodio depresivo, lo más seguro es que se repita. Como dije dormirá hasta mañana y por la tarde, podrá regresar al hotel.

—Gracias doctor, soy su hermano. ¿Puedo quedarme con él? —suplicó con los ojos llorosos.

—Estará durmiendo, pero si quiere quedarse, no habrá problema.

Tom entró a la habitación y vio a la figura dormida en la camilla. Se veía tan frágil en esa cama, que su corazón se oprimió de dolor.

&

El pelinegro lentamente abrió los ojos. «Luz, que luz más blanca, debo estar en el cielo» Pensó, parpadeando para adaptarse a la luminosidad.

—Me duele ¿Porqué siento dolor? —se preguntó en voz alta.

—Es por las sondas que te pusieron anoche.

«Esa voz…»

—¿Tom?

—¿Cómo estás hermanito? ¿Dormiste bien? —el mayor se acercó más a la cama y tomó la mano del cantante, sonriendo.

—Yo, yo… —murmuró el pelinegro. No sabía qué decir, se sentía avergonzado y, sin poder evitarlo, lloró.

—Tranquilo, ya estoy aquí. Yo te cuidaré y nunca te dejaré. Te quiero demasiado para dejarte —Se separó para hacer contacto visual—. Y pensé que sentías lo mismo por mi —Bill asintió—. ¿Por qué entonces querías dejarme?

—Yo… lo siento —El pequeño siguió llorando. Tom lo abrazó y acarició su largo cabello negro.

—Ya, tranquilo. No te reprocho nada, estoy feliz de que estés aquí. Estoy feliz, muy feliz —Besó la cabeza de su gemelo.

—Pero, tú leíste el diario y… ahora me odias —susurró Bill, realmente asustado.

—Claro que no te odio, sólo me sorprendí. Eso fue todo. Mírame Bill —Pidió enderezando la cabeza del menor—. Nunca he dicho esto a nadie —Suspiró hondamente, antes de comenzar—. Hace algún, tiempo me di cuenta que sentía cosas por ti; cosas que un hermano no debe sentir. Pensé que era un pecado, una perversión y cerré mi mente, también traté de cerrar mi corazón y por eso salí con muchas chicas, pero todo era una farsa, una pantalla, para no herirte, porque siempre te he visto como la cosa más pura que la vida me ha dado. Lo único que me mantenía bien, eran nuestros pequeños contactos físicos, y me asusté mucho cuando comenzaste a escaparte. Tenía miedo de que pensaras que era ese estúpido twincest del que hablan —Volvió a suspirar—. Como lo ve la gente, es repulsivo, pero yo no lo siento así. Yo, Bill, te amo de verdad. Y si te hubiese pasado algo hoy, tenlo por seguro que me muero contigo.

—Yo también te amo, Tom —afirmó Bill con la voz temblorosa, por el reciente llanto—. Cuando comprendí que leíste el diario, yo pensé que me odiabas y no pude soportarlo, porque también eres lo más importante que tengo en la vida, más importante que la familia, los amigos y la banda, eres… mi número uno —confesó en un susurro.

—¿Bill, puedo besarte?

—No sé si sabré corresponderte, no he besado en años —respondió el pelinegro, sonrojándose.

—Déjamelo a mí.

Dulcemente, Tom se acercó al rostro de Bill y juntaron sus labios. El rastudo sonrió y con sus dedos tomó la barbilla de Bill para entre abrir su boca. Lentamente, introdujo su lengua en la boca de su gemelo, quien siguió el compás. Fue corto, pero muy significativo.

—Lo hiciste muy bien, hermanito —dijo el mayor, con una sonrisa que no se podía quitar del rostro.

—Es que tengo al mejor maestro —Sonrió, pero luego sus mejillas se tiñeron de rojo y agregó—. Ya quita esa sonrisa, que me da vergüenza.

—No tienes por qué avergonzarte, hoy es el día más feliz de mi vida.

—Y el mío —El corazón de Bill estaba henchido de gozo, como nunca antes había estado.

—El médico dijo que esta tarde podríamos llevarte de vuelta. ¿Te sientes bien?

—Mejor que nunca —respondió con una sonrisa, pero luego arrugó el cejo y preguntó—. ¿Y los medios? ¿Se enteraron de algo?

—Tenemos al mejor manager del mundo, Bill. Está todo cubierto, no habrá ningún problema.

—Qué bien, aunque me da un poco de temor enfrentar a los demás ¿Qué voy a decir? ¿Que estoy locamente enamorado, de mi hermano?

—No —Tom apretó su mano—. Dirás que te sentiste un poco estresado y que te pasaste con las pastillas, eso es todo.

—Pero no creo que vayan a creerme.

—No te preocupes, ellos son tus amigos, no harán preguntas.

Tom parecía tan seguro, que el menor no tuvo ninguna duda en confiar en él y hacer lo que él le dijera. En verdad, Bill sintió que ese día había renacido. Y se preguntó ¿qué hubiese pasado si en verdad hubiera muerto, sin enterarse que Tom lo amaba? Lo habría destruido. No pudo evitar sentirse culpable.

—Lo siento, Tom. Fui un egoísta —dijo bajando la mirada. Tom volvió a acunar su rostro con sus manos y deposito un dulce beso en sus labios.

—Ya no te atormentes más. De ahora en adelante, enfrentaremos todo juntos; quiero decir, más juntos que nunca —Sonrió—. Ahora sólo abrázame.

Así estuvieron por mucho tiempo, hasta que entró el médico a hacer los exámenes de rigor.

—Al parecer se estará marchando esta tarde, señor Kaulitz —comentó comprobando los signos vitales del cantante—. Si es que se siente bien.

—Oh sí, estoy muy bien.

—En ese caso, haré los papeles y después de almuerzo, podrá regresar con su hermano.

—Gracias doctor.

—No vuelva a hacer locuras y todo irá bien.

—No lo haré, gracias.

Bill pensó, que si tuviera que hacer una recapitulación de su vida, desde hacía dos años hasta ahora, diría que había cometido más errores que aciertos, en especial en su vida amorosa.

Lo que pasó con Tom, en su opinión, había sido lo más estúpido. Haber tratado de escapar del «qué dirán», no haber enfrentado la realidad y encarar a su hermano diciéndole sus verdaderos pensamientos y sentimientos hacia él, habían provocado un error muy grave, que pudo ser fatal. Al final, resultó que Tom también se había enamorado, viendo twincest.

Bill confió en que cuando estuvieran en el hotel, esa tarde, pudieran conversar con más calma. Ahora lo único que podía hacer, era mirar con ojos de bobo la hermosa figura de Tom durmiendo incómodamente en la silla frente a su cama. Al parecer, no había dormido en toda la noche.

«¡Ah, Dios, estoy tan enamorado!» Pensó el menor con una sonrisa. Pero en parte sintió pena por todo lo que hizo pasar a Tom. No podía ni siquiera imaginar, qué hubiese hecho él, si Tom hubiera intentado suicidarse. «Me muero, simplemente me muero, él es tan valiente que fue capaz de actuar justo en el momento indicado» Volvió a sonreír bobamente, mirando a su Tomi.

Pero no todo era tranquilidad. Bill también estaba un poco asustado y no pudo evitar preguntarse ¿Qué pasaría de ahora en adelante? ¿Cómo actuarían el uno con el otro? ¿Como hermanos? ¿Como amantes? Todo era más complicado de lo que parecía.

Y, aunque las chicas del internet vieran su “supuesta relación” como algo normal y lleno de amor, Bill quería creer que ese era el concepto que tenía Tom sobre ellos. Que estuvieran juntos románticamente y que todo en sus vidas estuviera regido por el amor, no por el sexo. Recordó que Tom dijo que se había enredado con esas mujeres como pantalla, porque él también sentía miedo de sus sentimientos hacia él, y rogó que en verdad fuera sólo por eso.

& Por la tarde, en el hotel &

—¿Estás bien, Bill? Te veo un poco nervioso —preguntó Tom, muy amablemente.

—Sí, sólo estoy un poco cansado —contestó con un hilo de voz.

—Es normal, el doctor dijo que tendrías mucho sueño, por lo menos tres días, por el efecto residual de las pastillas.

—No me lo recuerdes —Pidió apenado.

—No te preocupes, ya pasó. Ahora estás a salvo —dijo acercándose a Bill y lo envolvió en un abrazo.

—Perdóname Tom.

—Ya te dije que dejaremos ese tema cerrado —afirmó con ese tono dominante que no deja lugar a dudas—. Ahora hablemos de nosotros, porque de ahora en adelante ya no somos tú y yo, somos nosotros, para todo. Te amo Bill, y por no decir las cosas a tiempo casi te pierdo, así que ya no dudaré.

—Aawww —suspiro—. Eso fue tan romántico.

—No seas payaso Bill.

—En verdad lo fue y no soy payaso —Hizo un puchero—. Jamás me tomaría esas palabras en broma, al contrario, es sólo que, es tan difícil creer que seas tú el que las dice —explicó el menor, bajando la cabeza.

—Lo sé, crees que soy un maldito Casanova y que no te voy a tomar en serio como hice con las chicas, pero ese tiempo ya pasó. Tú mismo lo has dicho cientos de veces: somos almas gemelas, somos sólo los dos.

—Sí, verdad. Siempre lo supe. ¿Tom, podrías…? —Miró el suelo, sin poder levantar la vista.

—¿Qué, mi amor?

—¿Podrías besarme… otra vez?

—Todas las veces que desees.

Bill se sintió extremadamente nervioso. Pero Tom se dio cuenta y prolongó el beso hasta que se relajó en sus brazos.

«Mmm, que rico. No pensé que un beso me hiciera sentir así de bien» Pensó el pelinegro, manteniendo los ojos cerrados, hasta que «Oh, oh, creo que me siento demasiado bien. ¿Por qué mi polla reacciona así? Es sólo un beso, ni siquiera me está acariciando» La vergüenza le calentó las mejillas y tenía pena de abrir los ojos.

Tom se percató de la situación y se detuvo, acariciando las mejillas sonrojadas.

—No te quiero forzar a nada, Bill.

—No me estas forzando —respondió de inmediato, completamente apenado.

—Te ves tan lindo sonrojándote así.

—No me digas lindo, no soy una niña.

—Claro que no. Eres mi Billy. Y, estás un poco ansioso —comentó mirando el bulto entre sus piernas—, pero acabas de salir del hospital y no quiero apresurar las cosas.

—No estás apresurando nada, es mi culpa, he esperado tanto por este momento, que el sólo hecho de estar contigo me excita —Apretó sus manos y preguntó—. ¿Soy un asqueroso?

—Claro que no. Pero si te sientes así, podemos seguir —dijo, sintiendo que sus mejillas también comenzaban a calentarse—, yo me siento igual que tú.

La verdad era que Tom estaba aterrado, no quería lastimar a su Billy, y él tampoco estaba muy seguro sobre lo que debía hacer, pues en su vida sólo había estado con chicas, no quería perder su autocontrol.

—Tom, quiero estar contigo.

—Está bien, ven aquí, te acariciaré y veremos qué sucede.

—De acuerdo.

Nuevamente se besaron, pero esta vez con más pasión y ambos se excitaron. Tom acarició suavemente al pequeño y Bill en su inexperiencia trataba de corresponderle, cosa que agradaba sobremanera a su gemelo. No pudieron, ni quisieron detenerse e hicieron el amor, tan dulce y torpemente como dos primerizos, pero llenos de amor el uno por el otro. Ambos se complementaron como jamás se habían imaginado. Bill lloró y Tom lo consoló.

—Estoy tan feliz.

—Y yo más, porque estoy contigo, porque ya no necesito mujeres para aparentar, porque por fin somos uno.

—Se supone que el de las palabras lindas soy yo.

—Entonces me callo.

—No, continúa.

—Te amo Billy.

—Y yo a ti, aunque tengamos que guardar este secreto, sabemos que nos tenemos el uno al otro.

—Y no es tan secreto, de todos modos tenemos las paginas twincest del youtube jajaja

Y así los gemelos se han mantenidos en su postura de inocencia y de «amor fraternal», pero nosotros sabemos que hay algo más, y los aceptamos, y apoyamos tal como son.

F I N

Jajajaja, sé que en estos momentos salen algunas que dice “Bill, no es así de inocente” jajaja, bueno eso lo aprendí ahora, pero como dije en el capi 1, este fic lo escribí cuando recién conocí a la banda y esa era la impresión que me daba el pelinegro. Así que, espero les haya gustado. Muchos cariños y abrazos virtuales.

Escritora del fandom

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