Fic Toll de Millah
Cap. 11: Miedos superados
El día estaba realmente caluroso, y a pesar de ser apenas las nueve de la mañana Heather y los G´s, se refrescaban en la piscina, gritando y riendo mientras se zambullían en ella. Aprovechando que se encontraban solos para platicar acerca de la gran noche que pasaron, escuchando detrás de la puerta el gran espectáculo de gemidos, risitas y el chirrido que hacía la cama por los movimientos que debía de hacer la muy feliz pareja.
Los tres chicos se despertaron en la madrugada a causa de unos extraños ruidos que retumbaban por toda la casa, la joven se levantó y quiso despertar a su compañero de cuarto, pero al no verle en su cama, sospechó de un solo lugar en donde podría estar.
Al salir de su habitación, se encontró con sus otros amigos, sorprendiéndolos con el oído pegado a la puerta de Tom, riendo y burlándose en susurros.
-¿No les da vergüenza?- les gruñó también en susurro la joven.
-No -rió Gustav.
-¿Y tu Georg?, a ti no te pareció bien que Gus te espiara y mírate ahora…
Georg ya estaba sonrojado, lo único que quería era que la tierra se lo tragara.
Gustav notó que su amigo estaba avergonzado y negó con la cabeza- vamos Heather, no lo sermonees, yo lo obligué, pero luego le gustó y si tu quieres unirte no hay ningún problema.
La chica lo miró y luego quiso decirle algo, pero en el fondo tenía curiosidad, su mejor amigo estaba gritando de placer y ella quería escuchar todo con detalle. Carraspeó su garganta y sonrió levemente -solo porque se trata de mi mejor amigo…ahora denme espacio, ustedes han escuchado más que yo- les empujaba con sus caderas para hacerlos a un lado.
Reían ante esa noche memorable, pero advirtiéndose que no debían espiarse entre ellos, a lo cual volvieron a soltar una fuerte carcajada, era obvio que quien tuviera la oportunidad de escuchar algo como eso, no la desaprovecharía jamás.
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El tiempo pasó muy rápido, casi tres años en los que las dos parejas evolucionaron un poco más, Heather y Georg se habían declarado su amor y empezaron una linda y relajada relación. Bill y Tom en cambio, se pusieron aun más serios, el pelinegro terminó sus estudios y Tom consiguió un trabajo, él en especial quería que la relación tomara un rumbo más maduro, quería comprar una casa para llevarse a Bill a vivir con él, pensaba en una familia…pensaba en muchas cosas. Muchas veces quiso pedirle matrimonio al pelinegro pero se arrepentía pensando en que no tenía dinero suficiente como para una boda, no era pobre, pero a él le hubiera gustado realizar una celebración que Bill jamás pudiera olvidar. Entonces se conformaba con la ilusión de comprar una linda casa para poder empezar una vida nueva y tener una familia.
-Tomy, deja de mirar esas revistas y abrázame un ratito ¿quieres?- el pelinegro le quitó la revista de casas que ojeaba y se apoyó en su pecho.
-Hay unas casas preciosas…tu ni siquiera me has dicho cual te gusta.
-Tomy…quiero decirte algo.
-Dime cariño.
-Se que tu quieres que vivamos solos, pero hace un tiempo yo le prometí a Heather que jamás la dejaría sola y…
-Pero Bill, ella no estará sola, ahora está con Georg.
-Lo se, pero es que…
Tom ya se estaba hartando de la contrariedad de Bill -¿sabes que creo?…que tu no quieres vivir conmigo, que tienes miedo de dejar este palacio.
-No Tomy, no es eso.
-¿Entonces que es?.
-Tengo miedo, si, tengo miedo, me aterra pensar en que podamos fracasar, en que las cosas no resulten como queremos…
-Bill escúchame, yo estoy seguro de esto, quiero vivir contigo, quiero que formemos una familia…pero si tu no lo estás…
-Yo quiero Tomy, pero aun le temo al fracaso.
-Entonces tendrás que dejar el temor de lado o jamás podremos llevar a cabo nuestros deseos- le dijo levantándose y caminando hacia la puerta.
-¿A dónde vas?.
-Voy a caminar…te dejo un momento solo, para que pienses las cosas.
Bill le vio salir, y al cerrar la puerta se echó a llorar como un niño, no podía creer lo tonto que era y lo egoísta que estaba siendo con Tom, pero era algo que creía no poder superar, sentía rabia contra si mismo y sentía que había desilusionado a Tom, si la hermosa relación que tenían se acababa, él sería el único culpable.
Lloraba cada vez más alto, ignorando que camino a su habitación, Heather le había escuchado, como era obvio, la joven se preocupó al escucharlo llorar de esa forma, y fue para tratar de consolarle y ayudarle en lo que fuera.
-¿Bill?- le llamó desde afuera, pero no escuchaba más que llanto. Giró la manilla y abrió la puerta, encontrándose a su amigo tumbado en la cama boca a bajo.
-Bill…¿Qué ha pasado?- pregunta acariciando su espalda -¿te has peleado con Tom?.
El pelinegro voltea y se incorpora en la cama, seca sus lágrimas y le cuenta a su amiga la razón de su llanto. Ella le escucha atentamente, emocionada porque su amigo aun quería mantear la promesa que le había hecho, pero comprendiendo que si lo hacía, perdería a Tom.
-Bill, ya no tienes que preocuparte por mi, yo ya no estoy sola.
-Pero tú siempre has estado a mi lado y nunca me has abandonado.
-Pero que tonterías dices, tu no me abandonarás, aun que no vivamos juntos seremos los mismos amigos de siempre, siempre estaremos preocupados el uno por el otro.
-Pero tengo miedo…
-¿Miedo de qué?…ay Bill, no entiendo como puedes ser tan inseguro teniendo a alguien como Tom junto a ti, dime una cosa, ¿cuántas veces en tres años él te ha fallado?.
-Nunca.
-Exacto, en tres años solo les he visto discutir unas diez veces y son discusiones que se arreglan en treinta minutos, ustedes se llevan de maravilla, se adoran, se respetan y se aman mucho…Tom te ama y sería incapaz de fallarte, él lo daría todo por ti…y sinceramente creo que eres tu el que está fallándole.
Bill dejó caer más lagrimas, su a miga tenía razón, si su relación fracasaba, sería solo culpa de él, ¿por qué siempre era ella quién podía hacerle ver con claridad?, ¿siendo que Tom le decía exactamente lo mismo?, eso era lo primero que debería cambiar.
-Tienes razón Heather -dijo levantándose de la cama y corriendo a limpiar su maquillaje corrido.
-¿Qué vas a hacer?.
-Voy a buscar a Tom.
-Pero no sabes a donde fue…
-No importa, le buscaré, no puede estar muy lejos, y cuando lo encuentre le diré cuanto lo amo y que quiero vivir con él y que ya no tendré ese estúpido miedo…le diré que es mi todo y que sin él no puedo vivir…
-¿En serio soy todo eso? -preguntó Tom, que había estado escuchando cada palabra apoyado en el marco de la puerta.
-Tomy- dijo sorprendido el pelinegro.
-Bueno yo me retiro- Heather se levantó y caminó hacia la salida mientras les sonreía a ambos.
Una vez que la puerta se cerró, el pelinegro corrió a los brazos de Tom y le abrazó con mucha fuerza, le pidió perdón y le prometió que todo cambiaría, que estaba dispuesto a comenzar una verdadera vida de pareja junto a él.
Después de un mes la casa ya estaba comprada, amueblada y lista para ser habitada. Como era de suponerse los chicos decidieron celebrar y esa misma noche la casa se llenó de los amigos de Tom, algo que en un principio irritó al pelinegro, pero luego, bajo los besos y caricias de Tom dejó se ser una molestia y transformó en una de las noches más felices de su vida.
Continúa…
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