«I need you» Fic de Millah
Capítulo16
La mañana llegó trayendo un poco de esperanza para Tom. Se levantó de buen humor y esperó a que su madre llegara para irse al trabajo, pero antes de salir Marla salió a su alcance. Había momentos extraños en los que disfrutaba de total lucidez.
-Tom ¿me trajiste lo que te pedí?, anoche me quedé dormida y no te escuché llegar.
-¿Me pediste algo? -preguntó tratando de recordar.
-Cigarrillos.
-Ah, los olvidé -dijo abriendo la puerta para salir, esperando a que ella le gritara por no haberle traído los cigarrillos.
Pero de un momento a otro ella pasó a otro tema-¿así que contrataste alguien para cuidar a tus hijos?
-¿Y que?… ¿o tienes pensado hacerle la vida imposible también?
-¿Es hombre o mujer?
-Es una chica y vendrá solo en las tardes. Y te voy a rogar que no la ahuyentes porque fue muy difícil conseguirla.
-Oh no te preocupes…si es una chica no hay problema porque, bueno…tu ahora eres un pervertido al cual ya no le gustan las mujeres… sino los hombres que parecen mujeres- rió maliciosamente.
-Si hablas de Bill pues te diré que no es difícil enamorarse de alguien que es capaz de hacerte ver estrellas tan solo con una mirada… tú en cambio me hacías ver solamente mierda…
-¿Cómo te atreves a hablarme así? -se acercó rápidamente para darle una cachetada, la cual Tom detuvo a tiempo.
-Ni se te ocurra Marla, antes de que me toques te arranco todos los dedos -le amenazó soltando su mano.
Salió dejando la puerta abierta y tomó la mano de Charlize, que le esperaba junto al auto para que la llevara a la escuela. Ahora Tom ya no se dejaba amedrentar, ya Marla solo era un estorbo en su vida y poco le importaba lastimarla o humillarla mientras eso la mantuviera alejada de él.
Al cerrar la puerta y voltear, Marla se encontró con la mirada de Simone, quien sostenía a Nicholas en sus brazos. Vio esa mirada que desprendía lastima y sintió un nudo en la garganta, resistiendo el llanto para que Simone no le viera flaquear. No le daría motivos para que se acercara e intentara consolarla como si fuera una pobre niña desconsolada.
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-¿Qué tanto me miras? -le preguntó molesta.
-Ay Marla -suspiró negando con la cabeza – todo lo que les has hecho sufrir se te a devuelto.
-¿Y quien mierda eres tu para hablarme así?…tu y yo éramos iguales ¿no lo recuerdas?
-Bien lo has dicho, «éramos iguales», pero tuve la suerte de cambiar.
-¡Bravo! – aplaudió en la cara de Simone -creo que cuando te mueras te irás al cielo ¿no?
-Mientras esté cerca de mi hijo y mis nietos me da lo mismo a donde voy a ir cuando me muera.
-¡Pues que mujer tan magnifica! -celebró irónica -pues entonces hazme un favor… muérete luego.
Dicho esto, subió a su habitación y azotó la puerta con tanta fuerza que la casa entera crujió, se apoyó en ella y se deslizó para quedar sentada con su cabeza apoyada en sus manos. Su mundo continuaba derrumbándose y lo hacía tan rápidamente que casi no podía soportarlo, comenzó a llorar mientras balbuceaba palabras incoherentes, pareciera que estuviera pidiendo perdón, o eso creía escuchar Simone al otro lado de la puerta.
La tarde pasó rápidamente y Tom ya se encontraba saliendo de su trabajo, subió a su auto totalmente nervioso y condujo directo al trabajo de Bill. Pensando en el camino si debía llevarle algo especial para suavizar el encuentro. Pero luego se arrepintió pensando que talvez creería que quería comprarlo llevándole cosas. Decidió que era mejor no llevarle nada, ser natural y tratar de no estar tan nervioso para no meter la pata de nuevo.
Llegó a su destino sudando como nunca en su vida. Bajó del auto y caminó a paso inseguro hasta la puerta del local, entró y buscó con la mirada al pelinegro pero no le veía.
Buscó una mesa y esperó a ser atendido para no ser tan obvio. Luego de esperar unos momentos una chica se acercó para que hiciera su pedido.
-Buenas tardes ¿en que puedo ayudarle?
-Amm… disculpe ¿podría hacerme un favor?–se sonrojó un poco.
-Si puedo… -dijo la chica masticando chicle.
-¿Está Bill Trümper?
-¿Bill?… oh si… ¿necesita hablar con él?
-Si, ¿podría decirle que Tom lo espera?
-No hay problema -le sonrió la chica.
-Gracias – sintió como su corazón comenzaba a latir rápidamente.
Esperó unos momentos cuando vio a Bill acercarse a su mesa. Tragó saliva al verlo frente a él y pudo notar que también estaba nervioso.
-Tom… ¿qué haces aquí? estoy en horas de trabajo.
-Lo se, pero si no venía ahora talvez no te encontraría.
-¿Que quieres? -preguntó mirándole con tristeza, pensando que le volvería a decir algo malo.
-Hablar contigo…
-Nosotros no tenemos nada de que hablar- dijo haciéndose el duro.
-Ha pasado mucho tiempo y creo que debemos arreglar las cosas.
-¿Debemos? -preguntó haciendo una mueca de incomprensión mientras se sentaba frente al rubio – esa palabra nos incluye a los dos y fuiste tu el que…
-Si, tienes razón, fue mi culpa… pero Bill, tampoco es para que me condenes, solamente perdí la paciencia, estaba alterado, furioso y triste por lo que Marla le hizo a Charlize… por favor compréndeme.
-Puedo entender como te sentiste, yo también quiero a Charlize pero tú me culpaste a mí y no fue justo… no tienes idea de cómo me sentí ese día -dijo limpiando las lagrimas que se agolpaban en sus ojos.
-Losiento Bill, estoy muy arrepentido por eso y por lo que te dije ayer, pero te vi con ese tipo y… sentí celos -confesó cabizbajo.
-David es solo un amigo, nada más.
-Pero te abrazaba y apoyaste tu cabeza en su hombro ¿qué querías que pensara?
-Nada, no tenías que pensar nada… si me conocieras de verdad sabrías que sería incapaz de empezar una nueva relación después de tan poco tiempo de terminar la nuestra.
-No Bill, no ha terminado, tu y yo aun nos amamos porque… ¿tu aun me mas verdad?
Bill guardó silencio y puso muy incomodo a Tom, que sentía miedo de que la respuesta no fuera la que esperaba, sus ojos se humedecieron y sus labios temblaron.
-Aun te amo, creo que mucho más pero…
-¿Pero que?–desesperó Tom.
-Soporté tantas cosas, humillaciones, insultos y todo para poder estar junto a ti- dejó caer unas lágrimas -y tú llegas y descargas tu odio en mi contra… me hiciste sentir tan mal. Me desilusioné por completo de ti Tom.
-Bill -le llamó tomando sus manos por sobre la mesa – no te pido que volvamos ahora mismo, pero si te pido que lo pienses, por favor.
El pelinegro se quedó pensativo y con su mirada baja.
-Me iré ahora. Pero volveré mañana y si no tienes una respuesta para entonces, volveré al día siguiente y así hasta que te decidas y me des una oportunidad.
-No se trata de vengas a suplicarme de rodillas que vuelva contigo, no quiero que hagas eso.
-Pero lo haré si es necesario, te demostraré cuanto me importas y cuanto te amo -le dijo con una sonrisa -nos vemos mañana Bill… piénsalo por favor.
Tom se levantó de la silla para salir del lugar, la conversación había sido satisfactoria, le parecía que Bill no estaba tan molesto con él, más bien estaba dolido y decepcionado como él se lo había dicho. Y tal como se lo había prometido volvería mañana y pasado mañana si fuera necesario.
-Bill -le llamó David -hay clientes esperando en la mesa 11.
-Oh si, voy enseguida- se levantó tras suspirar y ver desaparecer a Tom tras la puerta.
El mayor se apresuró y lo alcanzó para preguntarle como le había ido, abrazándole como siempre por la cintura -te dije que Tom volvería.
-Y yo te dije que no volvieras a abrazarme- le recordó apartando su mano.
-Vamos hermoso, ya te dije que fue un impulso ¿cuándo me vas a perdonar?
-Estás perdonado, pero no quiero que vuelvas a abrazarme… nunca más.
-¡¿Nunca más?!…no seas exagerado.
-Eso te mereces por intentar pasarte de listo conmigo.
-Pero…
-Yo decidiré cuando podrás volver a hacerlo.
-Bueno, está bien, lo merezco… solo espero que no sea por mucho tiempo -rió mientras le hacía un puchero -ahora cuéntame que te dijo Tom – le pidió poniéndose serio.
Le contó en detalle todo lo que había hablado con Tom y le felicitó por no haber accedido tan rápido. Él mismo le había aconsejado que debiera hacerse el difícil, que Tom se diera cuenta de que no era un debilucho que se lanzaría a sus brazos a la primera de cambio. Tenía que esmerarse y demostrarle con creces cuanto le necesitaba a su lado y por lo visto le estaba resultando. Mañana sería otro día y Bill nuevamente lucharía contra las ganas de besarle y abrazarle, debía ser fuerte para no lanzarse a sus brazos y pedirle que le llevara lejos para que le hiciera el amor. Pero quería que Tom le valorara de verdad y que se ganara su confianza nuevamente.
Continúa…
Gracias por leer!! Besos
Pobre David no es correspondido pero al menos está siendo un apoyo emocional para billyberto 🫶