«I need you» Fic de Millah
Capítulo 19
Bill servía las órdenes con una sonrisa encantadora y un ánimo difícil de bajar, aquel día no podría echarse a perder con nada. Había quedado con Tom para cenar y talvez, pasar la noche juntos. Se le hacía difícil esperar aquel momento y ver que la hora pasaba lentamente como pasa siempre que se espera algo con muchas ansias. Miraba su reloj y suspiraba porque parecía que un minuto duraba una hora, pero aun así no perdía su radiante sonrisa, la excitación y la emoción de compartir con Tom la primera cena romántica de toda su complicada relación le torturaban dulcemente el corazón.
-¿Te has sacado la lotería que sonríes tanto? -le sorprendió David mientras bebía un poco de agua en su media hora de descanso.
-Algo mejor que eso -respondió sin perder esa gran sonrisa -Tom y yo volvimos -suspiró al terminar la frase.
-¿Volvieron? -inquirió incrédulo.
-Si y esta vez nada ni nadie nos va a separar –dijo con firmeza.
-Le tomó muy poco tiempo volver a conquistarte… y a ti perdonarlo- bufó.
-¿No te parece que fue tiempo suficiente? estábamos sufriendo estando separados, sobre todo Tom.
-¿De verdad crees que te ama?- preguntó con la intención de crear dudas.
-¿Por qué me preguntas eso? –Bill le miró con enfado.
-No lo se, talvez te quiere usar como la «madre de sus hijos» o quiere que seas «una ama de casa con ventajas» -sonrió maliciosamente mientras abría una cerveza y bebía de ella.
-Estás terriblemente equivocado, Tom me ama de verdad…y para siempre, de eso no dudaré jamás.
-¿Estás seguro?
-Absolutamente ¿cómo podría dudar de alguien que vino día tras día a pesar de mis negativas para recuperar mi amor?
-Cierto -le palmeó la espalda -como podrías.
Bill sintió en esas palabras una tristeza muy profunda. Era la primera vez que veía a David tan afligido y no veía para nada que se sintiera feliz por aquella noticia. Contrariamente estaba abatido y desilusionado porque mas de alguna vez tuvo la esperanza de que Bill no cediera hasta el punto de aburrir a Tom y hacerle desistir de su reconquista, sin embargo, sus consejos para Bill fortalecieron su amor y los unieron más, llevándolos así a la inminente reconciliación.
-¿Y ya está separado de su mujer?
-No…-dijo para luego callar.
David alzó sus cejas y negó con la cabeza -parece que volverás a lo mismo. Solo se trató de reconquistarte para…
-Cállate. Tom sabe lo que hace… además nadie a dicho que vamos a volver a vivir juntos.
El mayor se sentía ahogar en el más profundo de los océanos ¿Cómo era posible que Bill jamás notara que él lo amaba? ¿Que daría todo por estar con él? Posiblemente si lo había notado, pero lo ignoró por el amor incondicional que sentía por Tom. Ya sin poder resistirse a saber que le diría Bill, preguntó.
-¿Alguna vez notaste lo que siento por ti?
El pelinegro sintió como su cuerpo se paralizaba, él siempre lo supo pero jamás pensó que se lo preguntaría -siempre lo he sabido.
-¿Entonces por que nunca me diste una oportunidad?
No sabía como contestar a esa pregunta, quería ser sincero pero no quería lastimarlo, después de todo, él fue quien no lo dejó caer después de haberlo ayudado a salir de su crisis durante su separación con Tom y haberse quedado completamente solo. Al final optó por la honestidad esperando a que David lo comprendiera y siguiera siendo su amigo.
-Simplemente porque no te amo -le respondió tratando de no ser tan frío – jamás me enredaría con alguien a quien no amo.
-Podrías haberlo intentado… si sabías cuanto te amaba –insistió David de una manera penosa.
-Jamás hubiera podido.
-Ese Tom te ha robado el corazón por completo -aceptó con los ojos húmedos.
-Así es, él es todo para mí –dijo haciendo a un lado la pena que podría sentir por David.
Después de esperar la reacción más baja de David, como despedirlo o echarle en cara que gracias a él tenía como vivir, se asombró al verle asentir y sonreír dificultosamente. Le costaba aceptarlo, el que Bill jamás sintiera lo mismo que él. Pero increíblemente le alegraba saber que el pelinegro había logrado finalmente su felicidad, le encantaba verlo feliz, sonreír y mirar el futuro de una forma diferente. Le resignaba la idea de ver lo que el amor de su «rival» pudo llegar a hacer en la persona que tanto quería.
-Tiene una suerte única, no te voy a negar que lo envidio por tenerte pero me pone muy contento que por fin puedas ser feliz…aunque no sea junto a mi -dijo entre una sonrisa y las ganas de llorar que evitaba con todas sus fuerzas.
Bill quiso abrazarlo pero unas meseras les interrumpieron al entrar y quedárseles mirando. David pasó su mano por sus ojos y el pelinegro le dijo que más tarde seguirían hablando. Salió para continuar con su trabajo y dejó al mayor con las ganas más profundas de recibir ese anhelado y tibio abrazo, que seguramente era lo único que podría tener de Bill.
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Tom recorría su nueva casa sin poderse creer aun que la hubiera conseguido. Tanto tiempo buscando una donde poder recomenzar y por fin la había encontrado. Se estremecía al imaginar qué diría Bill cuando se lo contara… pero más le ilusionaba lo que le respondería cuando le hiciera la pregunta más importante de su vida.
Después de aquella noche de pasión, Tom volvió a su casa con una sola idea en su cabeza, solo pensarlo una vez y ya lo había decidido. Al día siguiente, durante su hora de colación salió en busca de la mejor joyería y sin reparar en gastos eligió y compró el anillo más hermoso y perfecto que pudo encontrar. Aquel anillo significaba todo para él, pues sería el símbolo que esperaba los uniera para siempre.
Habían quedado para buscarlo en su departamento, así que después del trabajo fue a casa de su madre para ver a sus hijos y darle a su madre la noticia. Apenas abrió la puerta, Charlize se lanzó a sus brazos y se pegó a él mientras Nicholas avanzaba lentamente dando sus primeros pasos.
-¡Hola papi! -exclamó como si no le viera hace mucho tiempo.
-Hola cariño ¿cómo estás mi vida? -preguntó besando su mejilla.
-Muy bien, acabo de terminar la tarea y ahora podré ver la tele.
-Ah pues muy bien. No veas tele hasta tarde y cepíllate los dientes antes de dormir -le recordó al verla subir a su habitación.
Luego se acercó a su pequeño y lo tomó en sus brazos, alzándolo al aire mientras le hacia reír con sonidos extraños.
-¿Cómo te has portado hoy Niky? -ñiiiiiuuumm – balbuceaba mientras le llevaba como un avión – ¡como pesas! mis brazos se están adormeciendo -rió ya cuando le había bajado.
-No lo muevas tanto o vomitará, acaba de cenar -habló Simone acercándose para darle un beso.
-Hola mamá -le saludó -¿cansada?
-Para nada. Más bien… encantada, estos niños son unos primores, muy obedientes y tiernos. No se que haré cuando te los lleves – dijo con lastima, recordando el tiempo perdido.
-Sabes que podrás ir a verlos cuando quieras- le consoló abrazándola.
Dejó a Nicholas en el suelo y le pasó unos juguetes. Tomó la mano de su madre y la llevó para sentarse en el sofá.
-¿Y papá?
-Aquí estoy -respondió, mientras caminaba con los brazos abiertos para recibir a su hijo.
Tom se levantó y lo abrazó con fuerza.
-Que bueno que estás en casa, porque hay algo que quiero decirles.
-¿Pasa algo?- preguntó Simone preocupada por el tono serio de su hijo.
-Nada malo -respondió sacando la cajita con el anillo del bolsillo de su chaqueta -¿qué les parece? – mostró lo que había en el interior.
Ambos padres miraron el anillo al tiempo que sus ojos brillaban – no nos digas que… -dijeron al unísono.
-Si, le voy a pedir a Bill que se case conmigo.
-¡Oh Tom! -gritó Simone abrazándolo-¡es una noticia maravillosa!
-Gracias mamá -durante el abrazo, Tom miraba a su padre que en ese momento no tenía ninguna expresión en su rostro.
Soltó el abrazo de su madre y miró a su padre a los ojos en busca de algo por decir.
-¿Casarte?- preguntó no muy convencido.
-Si, con Bill…
-Bill… ese chico del que tanto me habla tu madre. Ni siquiera he tenido la oportunidad de conocerlo, y Tom ¿desde cuando eres gay?
-Creo que desde que lo conocí a él -respondió con una sonrisita tímida.
-¿Así nada más? ¿Y Marla?…tu madre me ha dicho que ella no está muy bien.
-Bueno ella…es verdad no está bien.
-¿Y tu no has hecho nada por ella?
-No creo que yo pueda hacer algo por ella -respondió con firmeza.
-Bien, has conocido a un chico del cual te enamoraste, te volviste gay…y ahora te vas a casar con él… ¿no crees que es demasiado? ¿No has pensando en tus hijos?
-Con ellos no hay problema, ambos adoran a Bill y él a ellos también. Papá tu sabías que las cosas entre Marla y yo no estaban bien, tarde o temprano, incluso si no hubiera aparecido Bill en nuestras vidas, nuestra relación se terminaría. Vamos, si mamá pudo entenderlo no veo por que tu no.
Jörg suspiró -lo entiendo hijo, se que el amor no tiene barreras pero creo que no has medido las consecuencias de todo esto.
-Papá, no hay consecuencias que medir. Bill y yo hemos dado todo por nuestro amor, hemos sufrido mucho y ahora que todo está bien no existen dudas. Queremos estar juntos para siempre. Con respecto a Marla, hablaré con ella y por muy duro que le resulte todo esto, tendrá que aceptarlo.
Jörg volvió a suspirar, se quedó un momento en silencio mientras que negaba con la cabeza.
-Cariño -habló Simone- se trata de la felicidad de nuestro hijo. Debemos apoyarlo, soy consiente de todo lo que sufrió estando separado de Bill y ahora que de nuevo están juntos tenemos que apoyarlo mas que nunca, por favor Jörg, Tom sabe lo que hace.
El hombre miró a su esposa y pensó que si ella era capaz de aceptar aquella relación y haber cambiado gracias a ella ¿por qué él no? Tom tenía toda la razón, él también lo apoyaría.
-¿Qué clase de padre sería si no te apoyara? No he estado ni un solo momento a tu lado por el trabajo o por lo que sea, siempre tengo algo que hacer antes que estar junto a ti…y junto a mis nietos, incluso he dejado a tu madre sola. No podría opacar tu felicidad dándote la espalda. Tienes todo mi apoyo hijo y de verdad deseo conocer pronto a Bill, felicidades Tom -le abrazó con toda su fuerza y le besó en la cabeza mientras le mecía suavemente y en silencio dejaba caer una delgada lagrima de felicidad al ver que su hijo por fin tenia lo que merecía.
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Ya con la emoción y el nerviosismo a flor de piel, salió a buscar al pelinegro a su departamento. Allí Bill le esperaba igual de nervioso, vestido con sus mejores ropas, perfectamente maquillado y con el cabello lacio cayendo por sus hombros. Cuando Tom le vio pensó que no podía existir nadie más hermoso en el mundo que aquel ángel parado frente a él. Lo besó, tomó su mano y lo llevó abrazado hasta su auto.
Nada más llegar al restaurante que habían elegido y pedir las ordenes, Tom ya no pudo resistirse. Después de tomar un sorbo del champagne el rubio se levantó, sacó de su bolsillo esa cajita negra de terciopelo y se arrodilló frente a Bill, capturando la atención de todos los comensales allí presentes, incluso la de los meseros.
-¿Qué haces Tom? -preguntó el pelinegro sonrojado.
Tom abrió la cajita y dejó ver ese anillo que resplandecía con las luces del lugar, lo acercó más a Bill y preguntó -¿te quieres casar conmigo?
El pelinegro abrió sus ojos como platos, se levantó sorprendido por aquella inesperada pregunta y se lanzó sobre Tom haciéndolo caer con él encima.
-Si quiero, si quiero -dijo entre besos y abrazos, sin importarle que la gente les mirara.
-¿De verdad? porque nuestra nueva casa nos espera -dijo Tom con la más radiante de sus sonrisas.
-¿Una casa… nueva? -preguntó incrédulo mientras de ponía de pie.
-Si, por fin encontré una casa para los dos…bueno, para los cuatro.
Las lágrimas rodaban por las mejillas de Bill, quien colgado del cuello de Tom aun no podía creer lo que estaba viviendo… y lo que estaba por vivir.
-Una semana después-
Ambos ya habían visitado la casa en la que compartirían el resto de sus vidas, dejando a Bill maravillado con la inmensidad y la belleza del lugar.
Decidieron que lo mejor era mudarse cuanto antes y sin esperar más. Primero le tocó a Bill, porque era el que tenía menos cosas y sería más rápido llevarlas. Después llegó el turno de Tom, quien prefirió ir solo a buscar las suyas, era predecible el cataclismo que habría en su casa si Marla se topaba otra vez con Bill.
Una vez allí metió todo rápidamente en algunas bolsas de basura, no era mucha su ropa después de que Marla rompiera la mayoría. Mientras rescataba todo lo que aun sirviese, pensaba en como tomaría ella esa gran noticia. Se armó de valor y una vez que terminó salió para dirigirse hacia ella, encontrándosela a mitad del pasillo.
-¿Qué llevas ahí? -preguntó ella un poco somnolienta.
-Mis cosas -respondió sin rodeos -me voy.
-¿Cómo?… ¿adonde?
Dejó las bolsas en el suelo y se acercó a ella -tengo que decirte algo…
-¿Qué cosa?- el miedo que sentía era perceptible.
-Volví con Bill y me voy a casar con él… me llevaré a los niños.
Marla le miró negando con la cabeza mientras su piel morena se tornaba tan blanca como la nieve -no, no puedes hacer eso… no puedes casarte con otro hombre, no puedes… porque eso está mal ¡no puedes… no puedes! -comenzó a gritar al tiempo que se acercaba para golpear a Tom.
-¡Marla detente!- gritó el rubio tratando de agarrar sus manos -tu y yo ya no tenemos nada, no podemos seguir viviendo juntos. Debemos rehacer nuestras vidas, trata de despejar tu mente y darte otra oportunidad. Te haría bien visitar a un medico para que puedas sanarte.
-¡No me digas eso maldito enfermo! ¡Por tu culpa estoy así!
-Lo que sea -se rindió Tom – me voy, si me quedo a tu lado un momento más me volveré mas loco que tu.
La mujer se quedó mirándolo mientras salía y metía las bolsas al auto, seguía pidiéndole que no se marchara, le decía que cometía un terrible error y que después se arrepentiría porque si él no estaba a su lado no tenía razones para seguir viviendo, porque si él no estaba junto a ella prefería estar muerta. Tom tomó aquellas palabras como un chantaje pero jamás pensó que ella lo decía en serio, creyó que solo era una manipulación que esta vez no le daría resultado, una amenaza que ni estando loca llevaría a cabo.
Marla le vio partir y entró a la casa llorando, decidida a no volver a ver la luz del sol otra vez, a no vivir sin Tom el resto de su vida.
Continúa…
Gracias por leer!!
Marla me enferma 😶osea no quiere a Tom ni a sus hijos , Tom le está dando lo que ella tanto tiempo quería y es no tener a sus hijos le está dando la oportunidad de que ella sea libre de volver a hacer su vida de nuevo y ni así es feliz definitivamente necesita ayuda psicológica 😞 como ella es infeliz quiere que todo el mundo lo sea y así no es 🫠