III Reverse 56

«Reverse III» Fic de Alter Saber

Capítulo 56: Perjuicio

«La capacidad de procesar rápidamente un trauma es un signo de poca inteligencia»

Jo NesbØ

No podía…

Simplemente, me era imposible…

Desde que sentí el cambio…

Yo, lo supe de inmediato…

Él, había regresado.

¿Cómo explicar un suceso ajeno a la realidad?

¿Acaso nuestros destinos están tan determinados a entrecruzarse, que logran interconectar cada una de las células de los cuerpos que residimos?

Cuando Johannes me habló sobre el escape de Tom y el «Suicidio» de Richelle, experimenté por primera vez en mi vida, un sentimiento muy similar a la frustración; la ausencia de mi hermana de la infancia me golpeaba con vehemencia, sin embargo, era su huida la que logro revolver las fibras más sensibles de mi cuerpo.

Porque aunque no quisiera admitirlo, yo, le admiraba en secreto.

Tom había logrado cosas inimaginables para una ciudad tan pestilente como Stuttgart; y aun cuando su despotismo era más que notorio, también era cierto que él poseía un sentido de justicia remarcable; no interesaba la situación que se presentara en frente del Rey; él siempre lograba salir bien librado, con las máximas ganancias y pérdidas prácticamente nulas.

Ciertamente, su habilidad para asesinar y atemorizar a sus víctimas, era algo de respeto; pero, aun cuando él se mostraba tan inhumano; a mis ojos, Tom seguía siendo el mismo chico que me suplico infinidad de veces que me detuviera para no torturarlo.

Su inocencia no fue borrada, para mí, él sólo «Pretendía» ser alguien similar a nosotros, pero, la realidad era distinta…

De hecho, el día en que lo rete para probar quien era apropiado para liderar los Barrios Bajos; yo, no estaba alcoholizado, me encontraba en mis cinco sentidos; sólo lo use como una excusa, para otorgarle ese beneficio sin parecer que se lo estaba cediendo de una forma tan sencilla; y es que, su audacia e inteligencia; me demostraban con creces que Tom había nacido para esto.

Yo creí con vehemencia, que el entorno en el que vivíamos, daría un vuelco de 180º y todo gracias a que nadie podría enfrentarse a Tom; ni siquiera yo, fui rival para un ser tan imponente como él; por eso, le di el beneficio de la duda, aun cuando no confiaba ni en mí mismo; decidí velar por Tom.

No obstante, sólo tiempo después entendí sus motivos; las razones que lo llevaron a desmantelar un panorama tan vivido como ese; es decir, su escape sólo corroboraba mi afirmación:

Él seguía siendo genuino.

Un alma que en verdad ha sido corrompida; no sería capaz de salir de la podredumbre en la que se encuentra, pues es en medio de la miseria que siente la paz.

¿Por qué creen que nunca he abandonado Stuttgart?

No es una cuestión referente a los «Enemigos» que se me vendrán encima si salgo de mi reino, no, no se trata de algo banal como eso. La verdad es que sí me marchara de esta ciudad, quizás, moriría en manos de uno de esos tantos resentidos que han deseado mi deceso desde hace mucho tiempo; pero, eso no es razón para frenar mi salida, ¿Entonces?

Simple, el mundo exterior es demasiado brillante para un ser de las tinieblas como yo.

Es por eso que salimos del Bronx para llegar a Stuttgart; sitios similares en sus condiciones y características; crueles, sucias, pútridas, suicidas, enfermizas; justo como el lugar al que hemos pertenecido desde el instante en que pisamos este mundo.

¿Y qué podíamos hacer al respecto?

¡Sobrevivir! No había de otra.

La partida de Tom me afectó más de lo que cualquier persona pudiese imaginarse; yo, había depositado la poca esperanza que tenía en él; pero, el Rey no tardo en recordarme que en el momento en que piensas en una «Oportunidad»; la vida no demora en rememorarte de dónde vienes y que no posees el derecho de anhelar algo mejor; porque el resultado será el mismo…

Perderás, no interesa lo que tengas, como lo hayas conseguido, si te esforzaste o lo robaste; eso no importa, si eres del bajo mundo; lo que fácil llega a ti, fácil se va; por ende, tratamos de no apegarnos a nada ni a nadie, para no tener que sufrir su retirada.

Y ahora, luego de ver a Bill; entendí que, ese reencuentro iba a ser inevitable; no deseaba tener contacto con él, pero, la razón tras de ello, es de lo más absurda…

Siempre había querido preguntarle: ¿Por qué?

¿Qué lo obligó a planear un escape tan elaborado?

Si mi ultraje y profanación no fueron suficientes para arruinarlo…

¿Qué lo motivaba?

¿Era alguien que lo esperaba?

¿Su familia?

¿Sus amigos?

¿Bill?

No lo sé, sencillamente, desde mi punto de vista; Tom nunca se había sentido conforme con lo que esta ciudad tenia para ofrecerle; aun cuando yo le entregué mi posición, mi gente, mis amigos, y lo más relevante: Mi respeto y admiración.

Tom rompió con todos los paradigmas que había estructurado en mi cabeza; él era la prueba fehaciente de que las cosas pueden alcanzarse, siempre y cuando; se cree con toda vehemencia, que es posible; porque si Tom hubiese dudado de él por un solo segundo, habría muerto, eso era más que lógico.

Sin embargo, él no sólo creyó en su potencial sino que nos obligó a doblegarnos ante sus designios; como si no existiese vacilación al respecto; él sabía que nos tenía bajo sus redes, y por ello, certifico su victoria.

Si él había sacrificado tanto por garantizar su huida; ¿Qué lo traía hasta aquí?

¿En verdad Bill era así de trascendental para su existencia?

¿Lo apostaría todo por su bienestar?

Y la respuesta vino a mí, con suma facilidad:

No era necesario cuestionarlo.

Tom vendría por ese chico, tarde que temprano pisaría este suelo nuevamente; quizás, bajo la máscara del Rey digno o con el rostro apacible del niño de 15 años; o tal vez, con una facción inundada por la ira, y no sabía con certeza, cuál de ellas prefería; lo único que me dejaba claro, era que Tom continuaba siendo un ser demasiado inocente.

Nadie que ha vivido la crueldad de Stuttgart, sería capaz de arriesgar todo cuanto tiene sólo para salvar a alguien, siempre se pide algo a cambio y si no se obtiene un beneficio, no se corre el riesgo; así de sencillo.

Pero Tom, él sería capaz de llegar, asegurar la vida de Bill e inmolarse a sí mismo, si fuera necesario; y eso, era la prueba más real de su pureza; pues la ingenuidad no sólo está relacionada con la carencia de manchas, con la inexistencia de pecados…

No, no, la verdadera pureza…

Residía en el sacrificio.

En apostar todo por alguien; en creer que la vida no es suficiente si esa persona no está, en arriesgar un Imperio, en vender el alma al diablo si es necesario; todo, bajo la premisa de que el bienestar de ese «Ser especial» vale más que todo lo mencionado con antelación.

Y a Tom, no le faltaba nada de eso.

Él vendría por Bill, y aunque muriera en mis manos, dejaría a su ángel libre de pecado; pues el prefería irse al infierno y compartirlo junto a mí; que exponer a la única persona que significa algo para él; y sólo por esa razón, yo no pensaba tocar a Bill; me prohibía profanar el amuleto del Rey, no me lo permitía, yo no era digno de ello.

Si tenía que enfrentar a Tom, lo haría; no iba a contenerme, pero, tampoco iba a permitir que alguien usurpara la razón de su existencia; pues el único que tiene el derecho en decidir sobre la vida de Bill, es él.

Tras desplegar el escuadrón de búsqueda; sentí una sensación nostálgica que inundo las fibras de mi ser; mi instinto estaba alerta, mi mirada más aguda que nunca y mi mente, tan serena como siempre; como si estuviese a punto de confirmar lo que había temido desde un comienzo.

Uno de los tipos que formaban el grupo de vanguardia, entró hecho un manojo de nervios, se dirigió a mí y sentencio:

– Ha llegado.

No necesitaba más que esas dos palabras para comprender a que se refería; mi sucesor estaba aquí, la bestia había regresado, el cadáver errante estaba presente y el Rey no parecía lejano a la realidad.

– ¿Estás seguro?

– Sí señor, puede comprobarlo por usted mismo.

– ¿Cómo?

– Acompáñeme.

Le pedí a Black que se quedara vigilando por si algo anormal sucedía; salí del Bar, y nos dirigimos hasta la parte trasera del local, donde se ubicaba la ventana que daba ingreso al cuarto de control.

Aquel hombre abrió uno de los contenedores de basura y lo que observé, me dejo atónito.

¡No había duda!

Tom estaba aquí y más hambriento que nunca.

Él hombre que se encontraba dentro de ese depósito, había sido asesinado en milésimas de segundo; su cuello fue quebrado de raíz, y la forma en la que su cabeza había sido separada de su cuerpo, en verdad, me quitaba todo rastro de duda.

¿Quién tenía la fuerza de arrancar una cabeza de esa manera?

¿Y dejarlo en medio de la miseria de los otros?

¡No podía ser otro!

Era Tom.

De seguro lo dejo en aquel contenedor, para que se lo devoraran los insectos; su despotismo no había cambiado en nada; él estaba furioso, y quizás, ni toda Stuttgart sería capaz de hacerle frente a semejante bestialidad.

No podía predecir sus movimientos, pues, aunque mi capacidad intelectual era sobresaliente; no se comparaba en lo más mínimo, a la inteligencia de Tom; él me rebasaba por creces, y de seguro, su plan sería tan inesperado que ni siquiera me daría pie para prepararme; por eso, no iba a perder el tiempo…

Esperen un condenado segundo…

¿El cuarto de control?

¡Mierda!

Corrí hasta la entrada del Bar, aceleré el paso y abrí la puerta de aquella habitación; me encontré a Blake en el piso, aun inmóvil y a Bill, sentado en el suelo con el rostro escondido en sus rodillas…

¡Esto no tenía sentido!

Si Tom vino hasta aquí, ¿Por qué no se lo llevo?

¡Qué carajos!

Bill levanto su mirada y me observo; pero, no había pizca de temor en sus ojos…

Era un hecho, ellos se habían visto, ¿Entonces?

Cerré la puerta, y me acerqué a Bill; cuando quede justo en frente de su rostro, lo abordé:

– ¿Lo viste?

– ¿Qué?

– No hagas que lo repita, ¿Estuvo Tom aquí?

– No te entiendo.

– Bill, no te conviene hacerme perder la paciencia; ¡Respóndeme!

– ¿Crees que si él hubiese estado aquí, yo seguiría en este lugar? ¡Por favor!

– Él estuvo aquí, de eso no hay duda.

– ¿Ah, sí? ¿Por qué estás tan seguro de ello?

– Él dejo una marca.

– ¿Marca?

– Si.

– ¿A qué te refieres?

– Un cuerpo decapitado.

Los ojos de Bill se abrieron con demasiado asombro; la seguridad que reflejaba su rostro segundos atrás, fue reemplazada por un desconcierto total…

¿Acaso él…?

¿En serio?

– ¿No lo sabias? Tú novio es alguien de cuidado, Bill.

– No…

– En fin, no me corresponde a mí decírtelo.

Salí de la habitación, fui por un poco de aceite caliente y regrese al cuarto de control; cuando estuve allí, derrame ese líquido en la mano derecha de Blake; él no tardó en reaccionar…

Grito con demasiada fuerza…

El calor siempre era efectivo cuando se trataba de despertar a alguien que había sido noqueado.

– ¡Dios! ¿Qué putas te pasa, animal?

– Tenemos que irnos de aquí.

– ¿Y? ¿Por eso debías quemar mi mano?

– Blake, tú y yo tenemos asuntos pendientes; pero como están las cosas, lo que necesito en estos momentos es que nos vayamos de aquí.

Blake se quedó callado y lo comprendió; Stuttgart ahora mismo, era un campo minado…

Si pisábamos un lugar sin cautela; terminaríamos muertos en cuestión de segundos; no sabíamos que trampas había preparado el Rey…

¡Debíamos anticiparnos!

– Ahora, levántate y ve con Bill hasta la casa de Black; allí se quedaran.

– Pero antes de eso, Karl…

– ¡No tengo tiempo para estupideces! ¿No lo entiendes? Él está aquí, tenemos que actuar, o moriremos uno a uno.

– Pero…

– Nada, te largas ya mismo y esperas ordenes; ya arreglaremos después la idiotez que hiciste con Richelle.

Llamé a Black y le pedí que se los llevara de allí; Bill debía moverse constantemente para que Tom no encontrara fácilmente su ubicación; sí él conseguía lo que quería, nos destruiría.

Bill era nuestro escudo; por eso, debíamos protegerlo.

Mientras ellos tres partían, ordené que toda las personas que estuviesen bajo mi mandato, se reunieran en «La Jaula»; el contraataque iniciaba…

Tras una hora de espera; más de 200 personas aguardaban mi llegada en aquel lugar que había sido testigo del nacimiento del Rey; atravesé la multitud y cuando llegue a la tarima; me subí y proclame:

– ¡Mis hermanos! El día de vuestra venganza, al fin ha llegado.

– ¡SI!

– Aquel que los usurpo, aquel que los humillo, aquel que los uso, ha regresado a nuestra ciudad.

¡HOY! Vamos a demostrarle de lo que somos capaces; no escaparemos como él hizo; le esperaremos con los brazos abiertos y le aplastaremos sin remordimiento.

– ¡SI!

– ¡Su sangre correrá a través de nuestros cuerpos! ¡Tomaremos venganza! Y le daremos fin al Rey de los Barrios Bajos.

– ¡SIIIIIIIIIIIIII!

¿Acaso existía otra cosa que le diera sentido a la vida de una bestia, que no fuera la venganza?

¡Esa era nuestra razón para subsistir!

Si Tom venia por nosotros, no íbamos a dejarle ir…

¡Él moriría aquí!

– Sabemos que el Rey se encuentra en algún sector de la ciudad; por ende, les ordeno que se desplieguen en cada uno de los rincones de Stuttgart; sea zona alta o baja.

No escatimaremos esfuerzos.

Somos testigos de su astucia; y debemos ser cuidadosos.

Pero, ¡NO TEMÁIS!

Pues yo, seré quien le dé la última estocada.

Al terminar; cada miembro de los Barrios Bajos, se dirigió a su posición; tendría ojos en cada sector de la ciudad; si Tom se movía, yo lo iba a saber; nadie lo dejaría escaparse.

El rencor que llevaban en su ser, les permitiría enfrentarse a Tom sin temerle; aunque no lograran exterminarlo, por lo menos, lograrían debilitarle; y cuando estuviese a punto de desfallecer; yo me encargaría de acabarlo.

Comencé a caminar por las calles; tratando de seguir el rastro de Tom, si paso cerca del Bar, debía haber algún indicio de su presencia; sin embargo, y al igual que siempre, no existía ni la más mínima pista de su recorrido.

¡Jodidamente increíble!

Decidí cruzar hacia uno de los territorios que conectan con la zona alta; aquel lugar, era el espacio personal de Tom; solía sentarse en ese viejo puente que amenazaba con desmoronarse; pero, por alguna extraña razón, a él parecía agradarle quedarse allí por horas, mirando al horizonte sin interés aparente.

Cuando me acercaba a ese sitio en particular, observé una escena sumamente extraña…

¿Esa era Richelle?

Ella estaba parada cerca de dos hombres que estaban demasiado cerca…

Uno era Andreas, pero, ¿Y el otro?

¿Qué demonios estaba sucediendo allí?

Mire con mayor detenimiento y me di cuenta, que el tipo de la capucha estaba asfixiando a Andreas y Richelle trataba de sacárselo de encima, pero, no podía lograrlo.

Al percatarme de ello, tiré el tabaco al suelo y corrí los metros que nos separaban; pero, para mi sorpresa, aquel hombre, zafo el agarre y en cuestión de segundos, corrió…

La capucha se le cayó, y sólo pude ver su cabello suelto…

¿No eran rastas?

Ese hombre se asemejaba mucho a Tom, pero, ¿No se le parecía?

Su aura era aún más lúgubre…

¿De quién se trataba?

Llegué a donde Richelle y ella se encontraba junto a Andreas, ayudándolo a levantarse…

– ¿Quién era ese?

– ¡Ni puta idea!

– Venga ya Richelle, tómalo con calma.

– No me jodas, casi le arranca el cuello a Andy.

¿Arrancarle el cuello?

¿El mismo modus operandi?

Pero, ¿No se supone que había sido Tom?

Sin embargo, su aspecto no era el mismo y Richelle no dijo nada al respecto…

¿Bill no mentía?

¿En verdad no se trata de Tom?

¿Acaso había llegado un oponente más feroz que el antiguo Rey?

Si ese era el caso, quizás, mis días estaban más que contados…

– Vamos, tengo que hablar con ustedes.

– Karl, ayúdame con Andy.

– Va.

Levantamos al rubio y lo llevamos hasta mi morada; al ingresar, nos sentamos en las escasas sillas que residían allí; aborde el tema sin escrúpulo alguno:

– ¿Es cierto que Blake les lanzó la granada?

– Ese… ¡Hijo de Perra!

– Estaba empezando a torturar al muñeco de porcelana; cuando de un instante a otro, escuchamos el estallido; si hubiésemos estado unos centímetros a la izquierda, no habríamos sobrevivido.

– ¿Por qué Blake defiende tanto a Bill?

– Yo que sé, ni siquiera sabía de la existencia de ese chico…

– Como sea, ya veremos qué hacer con él, ahora, la situación se ha tornado distinta.

– Suelta la sopa.

– Encontramos un cuerpo decapitado en uno de los contenedores que se encuentran cerca del cuarto de control del Bar.

– ¿Tom?

– Eso creí, pero, Bill dijo que no lo había visto.

– ¿Quién es Tom?

– Es el ex de Richelle, Andreas.

– Jum.

– Pero, te recomiendo que no le enfrentes, ni siquiera yo soy oponente para alguien como él.

– ¿A qué te refieres?

– Él no conoce la compasión, en verdad, es un ser sumamente peligroso.

– ¿Qué planeas?

– He desplegado a toda mi gente a lo largo y ancho de la ciudad; si Tom se mueve, quiero saberlo.

– ¿Qué debemos hacer?

– Por el momento, necesito que vigiles a Blake y a Bill.

– ¿Dónde están?

– En la casa de Black; él y yo nos encargaremos de lo que suceda afuera; ustedes dos, deben impedir que Bill se escape o que Tom se lo lleve.

– Pero, espera, ¿No dijiste que ya estaba aquí?

– Eso pensé, pero, creo que aún no ha llegado.

– Karl, sólo él decapitaría a alguien.

– Sí, pero, ¿Por qué no se llevó a Bill?

– Ummm.

– ¿Lo ves? Aun no llega y si está aquí, se encuentra escondido en alguna parte; no sé lo que planea, y tampoco perderé el tiempo tratando de descifrarlo, eso es simplemente imposible.

– Correcto.

– Entonces, ¿Cuento con ustedes?

– No tienes que preguntarlo.

– Claro.

– Bien, vayan con cuidado, si ven indicios de Tom, no duden en informarme.

– Como órdenes.

– ¿Richelle?

– ¿Qué?

– Me tranquiliza saber que estas bien.

– C-Claro.

Andreas y Richelle salieron de mi base; mientras escuchaba el revuelco que se estaba armando en las afueras de esas cuatro paredes; me percaté que en el suelo, residía un sobre…

Me acerqué a recogerlo, lo abrí y procedí a leer el mensaje…

¡Cabronazo!

¿Cuándo estuvo aquí?

¿Cómo es que logra moverse sin ser visto?

¿Quién putas es, ah?

¿Cómo lograría anticiparme a algo que no puedo ver?

¡Mi momento ha llegado! Y he venido a tomar lo que es mío…

Tú estarás muerto al finalizar el día.

Y no podrás hacer nada para impedirlo.

Lo demanda: «El auténtico Rey de los Barrios Bajos»

&

En el trayecto de camino a casa de Black; pude observar más de lo que hubiese deseado…

Si el lugar en el que estaba antes era una miseria; esto ni siquiera tenía comparación alguna…

¡Que atrocidad!

¿Cómo podía vivir alguien en condiciones tan precarias?

Blake no había parado de observarme en todo el camino; él parecía haberse percatado de algo; y yo no podía pensar en otra cosa que no fuera, en lo imposible que me resultaba que en su estado, se moviera como si no le doliera nada…

Cuando Black lo noqueo, aplico tanta fuerza que su hombro se disloco; y Blake caminaba como si nada de eso le afectara, de hecho, él mismo se había vuelto a acomodar el hombro.

¡DIOS!

¡Eran animales!

Llegamos a la casa de Black; él sólo abrió la puerta y nos dejó allí, encerrados.

Al parecer, los Barrios Bajos estaban en estado de alerta, quizás, a causa de Tom…

Me senté en una de las sillas, y Blake me imito; el silencio inundaba el cuarto, hasta que él decidió romperlo:

Tom estuvo contigo, ¿Verdad?

¿De qué hablas?

Bill, sólo tengo que verte a los ojos para darme cuenta de que todo el temor en tus ojos se fue directo a la mierda; estas demasiado tranquilo para encontrarte en una de las zonas más peligrosas de toda Stuttgart.

No gano nada con desesperarme.

¡No me mientas! Sé que lo viste, estas regocijante y lleno de euforia.

Quizás, me alegra saber que Karl se hará cargo de ti.

¡Ja! No inventes excusas tan estúpidas; tú jamás te sentirías bien por el perjuicio de otro.

¿No? Si se trata de ti, poco me importa, la verdad.

¿Te escuchas? Es lógico que mientes, tú, eres puro.

¿Acaso no todos lo somos?

No, yo, no lo soy.

Pero, lo fuiste; sólo que las condiciones te obligaron a ser quien eres ¿Verdad? ¿Qué te hace pensar que yo no vaya a perderla?

No lo voy a permitir.

¡Ja! Ahora soy yo quien se ríe de ti. ¡Tú! Serias la razón principal por la que lo haría.

No, Bill, eso no es cierto.

Blake, ya asimílalo de una vez; yo no soy la esperanza de nadie, si más adelante debo abandonar todo cuanto tengo por regresar con Tom, lo haré; no me interesa el costo.

¿Él lo vale?

Eso, y mucho más.

¿Seguro?

No tengo porque dudar.

Ah, claro, claro, obviamente te refieres a la fachada de «Novio perfecto» que ha montado para ti; cualquiera se enamoraría de eso…

¿Fachada?

Exacto, a quien conoces, no es quien es en realidad ¿Entiendes?

No…

¿Quieres saberlo, Bill? Tom te ha dicho muchas mentiras, no sabes cuan manchado esta, no tienes ni idea de lo sumergido que esta su cuerpo en las profundidades del Infierno.

M-Mientes…

No lo hago; quería abstenerme de contarte su pasado, pero, has colmado mi paciencia. No creo que sea justo que arriesgues todo cuanto posees por un ser tan pútrido como él.

¡No hables así de él!

Bill, eso es justo lo que es.

¡NO!

Tú decidirás si creerme o no; pero, aunque no lo desees, escucharas hasta el final.

N-No, no quiero, Blake.

No te lo pregunté.

Pero…

¿Sabes? Creo que he sido demasiado bueno contigo, Bill. No te he dañado, aun cuando me sería tan fácil aplastarte como a un animal insignificante.

Algo cambio…

A ese Blake, no lo conocía…

¿De quién se trataba?

Había presenciado su furia, incluso la frustración; pero, nunca algo parecido a esto…

¿Acaso ese era el auténtico?

¿El verdadero?

¿Qué pasa? ¿Asustado? Deberías estarlo; me tienes hasta la madre con tus insolencias, ¿Quién te crees? Sólo porque he cuidado tu trasero de no ser destruido, ¿Piensas que haré lo mismo siempre? ¡Olvídate de eso! Y menos cuando te la pasas hablando de un tipo que no soy yo.

¡A la madre con todo!

Si tú no quieres estar conmigo, entonces, ¡Lárgate!

Y cuando mueras por tu cobardía; no vayas a lamentarte.

Blake…

Nada de lo que hagas, me va a tranquilizar. ¡Me has hecho enojar!

Pero…

¡CÁLLATE! ¿Por qué prefieres a ese animal? ¿Acaso deseas acabar como él? ¡NO! No lo permitiré.

¡Se le estaba yendo la cordura!

Blake parecía que iba a explotar en algún momento…

¡Estaba hecho una furia!

Ni siquiera el día en que casi soy abusado por él; lo vi de esta manera…

¿Tan importante era la pureza para él?

Tu noviecito es alguien a quien temer, Bill.

¿Nunca te dijo que asesino a 10 personas en una sola noche?

¿Q-Qué?

Oh, sí. Y no te imaginas de qué manera lo hizo…

Les arrancaba la cabeza a base de fuerza bruta; la sangre de sus víctimas lo llenaban por completo; él se sentía extasiado por el placer que le generaba ver a una persona en un estado tan deplorable.

¡MIENTES!

No, es la verdad. Él se vendió, me dio todo lo que tenía a mí, a cambio de protección. Se hizo cargo del negocio, fue traficante al igual que yo, y gracias a su perspicacia, logré obtener muchas ganancias; al menos eso, debo agradecérselo.

Aunque, cuando las cosas no salían como el las planeaba; rodaban cabezas…

¿Sabes que hacia?

Cállate Blake, por favor.

En una ocasión, un tipo trato de robarle mercancía para revenderla a un precio más alto.

El Rey lo ato a un poste, y luego de propinarle una buena paliza; le echo mortecina en todo el cuerpo…

¿Sabes por qué, verdad?

¡CÁLLATE!

Quería que se lo tragaran los cuervos, Bill. Tom se excitaba con el sufrimiento ajeno, siempre que hacia una escena tan macabra como esa; terminaba tirándose a más de una puta en el Bar…

¡Le encantaba!

No, no, no, eso es mentira, no te creo.

¡No podía ser verdad!

Blake hablaba de alguien más…

No, de él.

No, de mi Tom.

¡IMPOSIBLE!

Él jamás haría algo tan horrible como eso; él no es inhumano…

Y eso no es todo. Una vez, dos mujeres encargadas de distribuir un cargamento; perdieron la mitad de la mercancía en un robo. Tom no les perdono semejante falta; y las metió en un cuarto de refrigeración, en el que estuvieron por más de dos días, completamente desnudas y sin forma alguna de encontrar un modo de entrar en calor…

¡Un desalmado! Eso es tú novio.

Karl, no es nadie, comparado con lo atroz y cruel que puede llegar a ser Tom.

¿Lo entiendes, Bill?

No…

¿No? Bueno, quizás, he sido un poco injusto. Es decir, él hizo cosas terribles, pero, todo tiene una razón.

¿C-Cual?

Cuando Tom llego aquí, se involucró con la chica equivocada; y a Karl no le gusto eso…

¿Qué crees que le hizo cuando se enteró, ah?

No, por favor Blake, para ya.

Venga, no seas aburrido, ¿Qué piensas?

Y-Yo…

¿No se te viene nada a la cabeza? ¿En serio? ¡Qué decepción!

Blake…

Tom fue sodomizado por Karl; y no una vez, sino tres. Lo violó tan fuerte que tuve que llevarlo a una clínica para que lo revisaran porque sus lesiones pudieron ser permanentes.

¡Un ser inocente, profanado por Satanás!

Marcado como una presa defectuosa…

Karl cortó su cuerpo, y lo quemó tantas veces que las cicatrices tardaron meses en irse…

¿Lo imaginas, Bill?

El alfa que te toma con fuerza; fue doblegado por otro lobo…

Y él no pudo hacer nada para defenderse…

¡Pobrecito! ¿No lo crees?

Por eso, no lo juzgues, eh. Tiene motivos de sobra para haberse convertido en un ser tan inhumano…

¿Qué opinas ahora?

¿No es terrible lo que le paso?

¡Hey!

Oye, te estoy hablando…

¿Bill?

Nada.

No escuchaba nada…

No luego de haber oído las palabras «Violación y Tom» juntas…

¿Blake se burlaba de eso?

¿En verdad?

¿Quién era el monstruo real?

Mi mente maquino muy rápido, mis ojos se percataron de algo, y cuando me moví…

Mi cuerpo estaba encima de Blake, en mi mano yacía la sangre y yo sólo pude escuchar aquel cuestionamiento, proveniente de alguien:

Bill, ¿Qué has hecho?

Continúa…

Gracias por la visita.

Publico y rescato para el fandom TH

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