Long-Fic TOLL escrito por MizukyChan
«INCUBUS» Capítulo 11
Tom como siempre que se hallaba en los brazos del pelinegro, se durmió agotado por el llanto. Bill, que no dejaba de entregar dulces caricias a las trenzas y al rostro de Tom, se preguntaba el por qué de tal situación. ¿Cómo era posible que alguien tan fuerte como Tom, llegara a estar en ese estado de vulnerabilidad? ¿Quién había sido el causante de dicha pena?
«¿Habré sido yo?» Se preguntó aterrado por la respuesta.
«No, no lo creo, pero… y si lo fui… debo hacer algo por remediarlo»
Recordó que durante todo aquel día el trenzado había estado molesto con él, y él se sentía frustrado por la cantidad de mujeres que asediaban a su amor platónico.
«¿Cómo voy a tener una oportunidad contigo, si estás rodeado de mujeres hermosas? Y si pudiéramos comenzar algo, yo estaría celoso todo el tiempo» Luego movió fuertemente la cabeza. No debía pensar en eso. ¿Qué diría su padre si tan sólo le escuchara decir que tiene un amigo especial? Comenzaría de inmediato a verle acusadoramente y le mandaría a hacer penitencia para sacarse los malos pensamientos de la cabeza. Y tal vez eso debería hacer, azotarse fuertemente por siquiera permitirse disfrutar de aquellos sueños sucios, pero que le hacían sentir un placer nunca antes experimentado.
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Por la mañana, el pelinegro se sentía fuertemente atrapado en un abrazo posesivo y recordó lo de la noche anterior. No pudo evitar sonreír y sintió que el peso en su pecho se movía. Seguramente Tom estaba despertando y veía que estaba abrazado a él, pero lo que vino a continuación no lo esperaba, el brusco movimiento del trenzado sentándose en la cama.
—Lo siento —dijo rápidamente y salió con rumbo al cuarto de baño. Bill sintió que sobraba en ese cuarto y no comprendió el repentino cambio en la actitud del trenzado. Se retiró a su propia habitación para arreglarse.
En la ducha, Tom se sentía estúpido por haberse mostrado débil ¿Desde cuándo su vida había cambiado tanto? ¿Por qué lloraba? ¿Cuándo en su vida había llorado? ¡Nunca, por el amor de Dios! Y esos sentimientos le estaban volviendo loco.
—¡Rayos Bill! —Se quejó bajo el agua—. Si no reaccionas pronto, me iré para siempre… ya no tolero esta clase de vida —Asqueado por las nuevas emociones que le invadían, se pasó el jabón energéticamente, como si con él pudiera arrancar de su cuerpo su lado “humano”—. Se terminó de arreglar y chasqueando sus dedos, repartió mágicamente los anuncios, tal como había hecho la vez anterior. Luego fue a la cocina a preparar el desayuno. Se encontró con los ojos preocupados de Bill y sintió rabia.
—¿Estás bien? —preguntó con cuidado.
—No me mires así, quieres… —pidió con un tono frío que asustó al pelinegro.
—¿Así cómo? —No quería cortar la conversación.
—Con lástima —respondió arrastrando las palabras—. Odio eso.
—Tomi —El moreno se acercó rápidamente hacia Tom y le abrazó fuerte, pero no fue correspondido—. ¿Por qué te pones así? Puedes llorar… yo lo hago todo el tiempo —Le dio una dulce sonrisa, que el trenzado no pudo resistir y rió también.
—Es verdad, eres un llorón, pero yo no lo soy —Le aseguró y su ceño se apretó de nuevo. A Bill no le gustaba este cambio, necesitaba volver a tener al Tomi tierno junto a él.
—Sé que no lo eres, Tomi, tú eres muy fuerte, desearía ser como tú —Asumió el pequeño bajando la mirada—. Y actuar con decisión y no pensar tanto las cosas —Tom correspondió el abrazo al fin.
—¡Nah! Tú estás bien así, chiquito —Le revolvió el cabello con una sonrisa y luego lo abrazó más fuerte enterrando su cara en el cuello del moreno, respirando de su esencia—. Me encanta como eres, desde que te conocí me ha gustado… así que no cambies —El pelinegro se sonrojó y asintió sin soltarse de los brazos del trenzado.
—Tengo hambre, Tomi —comentó sonrojado el chico y el trenzado se largó a reír.
—Comamos entonces —Sacó algunas cosas del refrigerador y preparó un rápido desayuno, mientras Bill terminaba de maquillarse—. Ya Bill, está listo —Le gritó y el moreno apareció radiante, con los ojos hermosos y un poco de brillo en los labios. Tom no pudo evitar mover juguetonamente su piercing.
—Mmm ñami ñami —Se relamió el pelinegro probando la comida de Tom—. Creí que no quedaba tocino —Tom casi se ahoga, lo había aparecido.
—Es que de vuelta de la imprenta lo traje —Mintió con descaro.
—Que bueno, está delicioso
«No tanto como tú» Pensó el trenzado. Terminaron de comer y partieron al local.
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Caminado por la calle con una actitud de preocupación en el rostro, un joven alto, delgado, cargaba un estuche de instrumento musical en su espalda. Caminaba pensativo, sin rumbo fijo, hasta que a sus manos llegó un papel volando. Lo tomó y leyó en silencio, su rostro se iluminó y girando sobre sus talones, emprendió su camino hacia “Sweet Land”
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Los G’s llegaron y tomaron inmediatamente sus posiciones de trabajo, como cada mañana había muchas chicas lindas esperando a que aquel “mágico” lugar les abriera las puertas, para ver a los guapísimos galanes que trabajaban allí.
—Tomi, hoy no haremos ninguna promoción especial —Le dijo el moreno con el dedo índice alzado, Tom le miró confundido.
—¿Por qué?
—Nada, al menos hasta que consigamos un ayudante. Tomi —Se acercó a él y le miró suplicante—. Por favor, estoy agotado, no quiero seguir corriendo todo el día —Tom no pudo evitar sentir esa emoción en su pecho que era casi… desbordante, abrazó al chico.
—No te preocupes —Se separó rápidamente, no sin haber prendido un sonrojo en las mejillas de Bill y luego se alejó con su delantal hacia la puerta del local. Pero cuál fue su sorpresa al ver a un joven extremadamente guapo allí, mirándole con igual asombro, el aroma que desprendía hizo salivar al Incubus.
—Bienvenido —dijo abriendo las puertas. Las chicas, que ya conocían la rutina, entraron de inmediato a tomar sus posiciones en el local, el joven sin embargo, permanecía allí, frente a Tom, sin dejar de verle.
—¡Toooommm! —Le llamó Bill para sacarlo de sus pensamientos, ya que se había percatado de la insistente mirada de aquel extraño.
—Oh, lo siento… ¿vas a servirte algo? —Le preguntó con su sonrisa coquetona. «¿Pero qué? ¿Por qué estaba coqueteando con un hombre?» Se golpeó mentalmente el trenzado.
—La verdad es que vengo por esto —Y mostró el anuncio en sus manos.
—¡Oh, claro! Ven por favor —Le llevó detrás del mesón, donde se hallaba Bill y dijo— Espéranos un momento, llegaste en buena hora, como no hay mucha gente, te podremos entrevistar de inmediato —El chico asintió.
—Hola —Le saludó el pelinegro un poco más rudo de lo que le hubiera gustado.
—Hola, soy Luka, Luka Sulic —Le extendió la mano.
—Soy Bill, el dueño del local —Tom hizo las entregas rápidamente. Luego él, los G’s y Bill, se hallaban en la cocina con el joven apuesto.
—Cuéntanos Luka, ¿por qué quieres trabajar aquí? —preguntó el pelinegro fríamente.
—La verdad, soy estudiante de música, estudio gracias a una beca, pero el dinero se ha vuelto más escaso y necesito una entrada extra para poder seguir con mi carrera, no quiero dejarla tirada a mitad de camino —Se expresó el chico.
—¿Has trabajado antes en una cafetería? —indagó Gus.
—Sí, en los veranos, he sido mesero —respondió con una pequeña sonrisa.
—Tu acento es extraño —Intervino Georg, siempre diciendo lo obvio.
—Soy de Croacia, estoy aquí por la beca —repitió el chico sonriente.
—Perfecto —dijo Tom también sonriente. Bill le miró molesto—. ¿Puedes aguardar un momento afuera, Luka? —El chico asintió y salió de vuelta al mesón—. Chicos, creo que él es perfecto —Bill achinó los ojos, molesto.
«¿“Perfecto”? ¿Por qué justamente esa palabra?» Se decía mentalmente el pelinegro.
—¿Por qué tanta seguridad, Tom? —preguntó el rubio.
—Lo necesita, pero por sobre todo… ¿vieron lo guapo que es? —Bill se enfureció aún más, lo estaba diciendo a todos, ya empezaba a odiar al tal Luka—. Él se ajusta perfectamente al perfil de los hombres guapos que trabajan en el “Sweet Land” —Finalizó.
—Tom, tiene razón —secundó el castaño—. Es guapo, tiene experiencia y necesita el trabajo.
—Todos lo aceptamos —habló el rubio, pero Bill seguía con el ceño fruncido.
—¿Bill? —Le llamó el trenzado para sacarlo de sus pensamientos—. ¿Estás de acuerdo?
—Ustedes son la mayoría, ¿qué podría decir? —Tom se acercó a él y le tomó una mano, los G’s se miraron cómplices.
—Si no quieres… entonces no. Tú mandas, es tu negocio, tú tienes que sentirte cómodo con tus empleados —Le habló sinceramente el trenzado, pero Bill le miró y asintió.
—Como soy el dueño, debo actuar con madurez y no con niñerías, así que está bien, contrataremos a Luka —Llamaron al chico y le dieron la noticia, estaba tan emocionado que les abrazó a todos. Tom nuevamente salivó al sentir el aroma virginal del chico.
& Tom’s POV &
¿Qué demonios está pasando conmigo? ¿Por qué tengo que salivar con su aroma? Es hombre, ¡por Dios! El único hombre que puede atraer mi atención es mi adorado, pero estúpido Bill.
Este chico es muy guapo, pero de verdad a mí no me llaman la atención los hombres, nunca lo han hecho, yo no soy como Jared, pero ahora comprendo el por qué él prefiere a los chicos, me he dado cuenta de que cuando los hombres son vírgenes, tienen más deseos de acabar con ese estado virginal y su aroma se hace más intenso, aunque en el caso de Bill fue completamente diferente, él lucha contra sí mismo para mantenerse casto, y eso hace que su aroma sea cada vez más exquisito.
Pero este chico, huele delicioso, creo que tendré que secuestrar a Bill para que llene mi hambre. ¡Rayos Tom! Estás actuando de nuevo como un animal… pero soy un Incubus… es mi naturaleza demoníaca sólo satisfacer mis deseos carnales, pero Bill es Bill, mmm tengo razón, jamás puedo aprovecharme de mi pequeño ángel, él es demasiado importante para mí, mi pequeño.
& Normal POV &
Tom Soltó un prolongado suspiro. Bill le vio y pensó que lo había hecho por Luka, y enojado, le golpeó el brazo.
—Deja de babear y sirve la mesa 8 —Le ordenó furioso. Tom le miró y sonrió.
—Claro, precioso —Le mandó un beso invisible con la mano, el pelinegro se sonrojó.
—¡Estúpido! —susurró en voz baja, cuando él ya se había alejado.
Tuvieron un día agotador, como siempre, pero ya los cuatro se sentían más relajados al saber que a partir del día siguiente, Luka les daría una mano en el horario de la tarde.
—Creo que has tomado la decisión más adecuada, Billy —Le dijo Tom al llegar al departamento.
—¿Cuál? —preguntó el pelinegro irónicamente.
—El contratar a Luka —respondió con una sonrisa, le fascinaba ver a Bill celoso.
—Claro, te llevas de maravillas con él —Siguió actuando con ironía.
—No tan bien como me llevo contigo —El pelinegro se sonrojó.
—Mentiroso —Dijo y se fue huyendo hacia la cocina.
—¿Tienes hambre? —preguntó el trenzado, peligrosamente cerca de él.
—Sí, pero tengo los hombros tan tensos, que creo que no podría disfrutar de la comida —expresó sincero el chico, estirando los brazos.
—Eso tiene solución. Ven —Le tomó la mano y lo guió a su habitación. Bill lo miró interrogante y casi gritó cuando Tom le quitó la playera.
—¿Qué haces? —Se la quitó de las manos y trató de cubrirse, avergonzado.
—Te daré un masaje —comentó sonriente, sorprendido por la ingenuidad del chico.
—¿Ah? —susurró desconcertado.
—Acuéstate, ya vuelvo —El trenzado fue a su habitación y chasqueando los dedos, hizo aparecer unas cremas aromatizadas, sonrió satisfecho y regresó con Bill. Para su gusto, el pelinegro yacía acostado con la espalda al aire.
—¿De verdad sabes hacerlo? —indagó, levantando levemente la cabeza.
—Claro, soy un experto en dar placer —agregó coquetamente, y Bill enrojeció hasta las orejas—. Sólo… déjate llevar —El moreno soltó un gran suspiro y sus hombros se tensaron aún más.
Tom aplicó crema en sus manos, para entibiarla y luego la puso sobre la espalda de Bill, moviendo sus manos armoniosamente sobre la pálida piel del otro joven.
—Aaahhh —Gimió de puro gusto el pelinegro. Tom recordó aquellos sonidos cuando hacían el amor y se sonrojó, sintiendo que su entrepierna daba un ligero tirón—. Más fuerte Tomi, justo ahí —Volvió a gemir, extasiado el moreno.
—Espera, lo haré más fuerte si me pongo así —Habló el trenzado poniéndose a horcajadas sobre el trasero de Bill, y empujando sus manos con mayor fuerza, pero con delicadeza sobre la espalda del chico.
—Aaahhh que rico, deberías dedicarte a esto —Le dijo el pelinegro completamente ajeno a la postura en la que se encontraban ambos cuerpos.
—Espera, que se pone mejor… siente esto —Empujó contra sus acalambrados hombros, pero al hacerlo, su pelvis se frotó contra el firme trasero del moreno, quien al sentirle, sintió cosquillas en su propia entrepierna, que empezó a despertar, pero lejos de quejarse, se dejó llevar por lo agradable del “masaje”.
—Mmm, eso se sintió realmente bien, hazlo de nuevo —Pidió Bill, con la esperanza de volver a sentir ese toque en su trasero… y así ocurrió—. Diooooosssss —Gimió más fuerte. Tom al sentir tanto jadeo junto, sintió que su Tomi Jr estaba completamente despierto, y se preguntó si Bill podía sentir su abultado miembro al hacer esos movimientos.
—¿Te gustó? —preguntó con una sonrisa lasciva, feliz de que el pelinegro no pudiera ver la expresión de lujuria que bañaba su mirada.
—Otra vez… hazlo… —Pidió Bill con una voz ronca, por las nuevas sensaciones, el trenzado volvió a repetir la acción, varias veces con el mismo resultado, gemidos, jadeos, respiraciones aceleradas, y finalmente un gruñido de parte de ambos… se habían corrido—. OH Dios mío… necesito dormir…Tomi… déjame dormir —Le pidió, esperando que se fuera y que no viera la humedad en sus pantalones, pero Tom se puso a su lado y puso una mano alrededor de su cintura.
—Yo también necesito una buena siesta. ¿Bill? —El pelinegro giró la cabeza, sin moverse de la posición en que se encontraba.
—¿Mmm? —Sus mejillas estaban sonrojadas, al igual que las del Incubus.
—Sólo contigo puedo dormir bien —Le miró suplicante, en realidad, sólo con Bill dormía.
—Quédate —Y cerró los ojos. Se sentía extraño, nunca en su vida se había masturbado, y ahora ni siquiera se había tocado, pero al sentir a Tom frotándose contra él y sus fuertes manos acariciando su espalda, porque más que masaje, eran caricias, no pudo evitar correrse fuertemente. La culpa quería llenar su mente, pero la imagen de Tom con los ojos cerrados, le brindó paz y sólo disfrutó del post orgasmo—. Gracias Tomi.
Tom sonrió, nuevamente Bill le daba las gracias después de haber sentido un orgasmo, eso no tenía precio. Cerró los ojos y la tranquilidad de saberse acompañado por quien amaba, le otorgó un nuevo sentimiento a su alma… durmió.
& Continuará &
¿Qué les pareció la escena del masaje? ¡Se corrieron los dos! ¡Son unos coquetos! Y luego hacen como si nada pasara… están locos >.< En fin… Luka Sulic ha llegado a “Sweet Land” ¿Qué consecuencias traerá eso? Y este “acercamiento” entre Tom y Bill, ¿Le dará a Bill las agallas para finalmente dejarse llevar por sus sentimientos y confesar su amor? ¿O lo hará por celos? Recuerden que Gus le aconsejó a Tom, sacarle celos al pelinegro… entonces ¿Qué pasará? Lo veremos en los siguientes capítulos. Un beso y gracias por seguir leyendo.
Les dejo una imagen de Luka.