«Me niego a ser tu hermano» Fic Twc
Capítulo 10
– Tu eres gilipollas Bill, después quieres que no me cabree – se levantó del sofá y se fué a la cocina
– no me insultes Tomi que yo no te he insultado, es justo que tú tengas a otros y así es la única manera de pagar por lo que he hecho – le abrazaba por la espalda
– Bill te lo juro, se nota que me he quedado con toda la inteligencia, porque más tonto y no naces! fijate la pulmonía estas diciendo, entonces ¿eso es lo que me quieres? ¿estarías dispuesto a que otros me tocaran? claro que pienso, ¿como me vas a querer? si ya te acuestas con el primero que pillas!
– ¿has visto? vas a estar así toda nuestra vida, restregandome por la cara esto, si tu hicieras lo mismo estaríamos en la misma situación
– siiiiiii claro con la misma situación, con la diferencia que me tengo que tirar a otros tios para darte a tí el placer de que yo tambien lo he hecho con otros, estamos iguales Bill – movía su mano
– Tom en serio, no me importaria, aunque se me fuera el alma sabiendo que estarás con otros, pero es la única manera de que no me culpes toda la vida por algo que no he hecho ni quiero hacer nunca más, quiero que estemos bien Tomi
– no me llames Tomi, ya no
– ¿porque? eres mi Tomi, y te quiero – se abrazaba aunque Tom le apartaba
Una situación bastante díficil que ninguno de los dos quería haber vivido aunque dentro de si mismos tenían la sensación de que no iba a ser para toda la vida. Tom se tomó en la tarde como unos cinco o seis cafés mientras fumaba y Bill estaba en la ventana viendo la nieve caer. Se calmaron un poco tras la pelea, ambos estaban pensando en el otro, ambos querían borrar el pasado, querían no haber tenido que vivir esta situación de peleas continuas.
Por una parte Bill pensaba que si tenía que ver a Tom con otro se moriría pero tenía el mismo derecho a hacer lo mismo que él había hecho, pero por otra parte pensaba que a lo mejor habían nacido para estar unidos como hermanos y no como pareja. Tom sin embargo, recapacitaba, daba pasos en sus pensamientos hacia adelante, podría vivir con su hermano, tratandole igual pero saldrían pequeñas cosas que iban a acabar como siempre, pero retrocedía cuando se imaginaba a Bill haciendolo con otros, y eso era algo imborrable en su mente. Tras pensar los dos, Tom vió desde la cocina como su hermano, se tumbaba en el sofá y él se levanto y se sentó en el sofá de al lado.
– ¿No vas a decir nada? – Tom susurró mirando a su hermano que no le miraba a la cara
– Diga lo que diga no sirve de nada, así que prefiero callarme y no hablar – no le miraba – sea lo que sea pasará, está todo en tus manos
– Bien, porque creo que he tomado una decisión – hubo un silencio absoluto inclusive la nieve dejó de caer y la vida de existir – creo que hemos estado toda la vida juntos – bill no le miraba – y ahora pienso que no estaría nada mal si estuvieramos separados, al menos por un tiempo, eso no significa que no te quiera o que no sienta lo mismo que tú, seguiremos siendo hermanos, seguiremos grabando canciones, seguiremos siendo nosotros mismos, pero tú con aquello que jamás te podré dar, es que tu libertad
Bill dejó de escucharle cuando escuchó la palabra «separados» se le vino el mundo en sus hombros, seis mil millones de humanos sobre su cabeza y la vida se acababa en ese momento para él cuando escuchó esa palabra, no quería mostrar debilidad ante su hermano pero tenía que reconocer que era débil, se le escapaban algunas lagrimas pero se las limpiaba de la cara, no quería ver a su hermano pero tampoco quería irse porque si se levantaba de ahí, sería la última vez que lo tendría en frente.
– ¿No dices nada? – dijo Tom al ver que su hermano ni gesticulaba
– Es lo que has decidido no puedo hacer nada – Bill susurraba
– Bill es lo más lógico para los dos, tú vas a seguir siendo el mismo para mí, pero tú no tendrás que darme ningún tipo de explicación de nada que tu no quieras, voy a estar aquí como tu hermano para siempre, pero no podemos ser nada más que hermanos, eso no significa que no te quiera y que me muera por tus huesos, dime algo Bill – se acercaba a él
– No tengo nada que decirte como hermano ahora mismo, bueno sí, que me duele un poco la cabeza, así que no tenemos nada de que hablar – se apartaba de su hermano en el sofá
– No sigas en esa actitud Bill, si he tomado esta decisión no es precisamente porque quisiera hace una semana estaba muy feliz en Los Angeles disfrutando en la playa con mis perros y mi novio
– Vale Tom, que ya has hablado, no puede ser, pués ya está, no puede ser, ¿que quieres que te diga? – encendía la televisión
A Tom le molestó que ni siquiera intentara suplicarle la decisión que había tomado, pero por una parte sabía que era el gemelo inteligente y todas las decisiones que tomaba las tomaba por el bien de su hermano y suyo, por el bien de ambos, aunque esta vez tenía que ser el fin de una relación de pareja con su propio hermano, lo que ninguno de los dos sabía es que ahora venia lo peor, tener contacto con tu propio hermano agarrado de la mano de otro.
Los gemelos viajaron a Magdeburg al día siguiente, como era de esperar, entre los dos no habían cruzado ninguna palabra, solamente cosas como «te espero en el coche» o «el baño esta ocupado» nada más, ambos se conocían como así mismos, por eso sabían que tenían que dar un tiempo a que se calmaran las cosas. Estaban disfrutando en familia, visitar a la abuela en el pueblo y estar con sus primos y viejos amigos, les hicieron olvidarse por un momento de todo lo que había pasado, Tom buscaba a Bill con la mirada pero le ignoraba, cuando Tom no miraba era Bill quien le buscaba, era la última noche en el pueblo antes de irse nuevamente a la otra parte del país, estaban cenando todos en familia, hablando de cosas normales familiares, tras la cena, en el postre, todos reían por las acciones y comentarios de uno de sus tios, no dejaban de reirse, hasta que Bill aprovechó un silencio.
– Halloo, hallocitooo, familia – se levantó y daba con una cuchara a su vaso – tengo que deciros una cosita, y voy a ser muy directo, soy gay – se volvió a sentar aprovechando el silencio de la mesa
Bill miró a su hermano levantando la ceja, como sile hubiera ganado una batalla del princpio de una guerra que Tom había comenzado el día anterior. Se iba a convertir en una guerra de hermanos que tendría graves consecuencias. Su familia no le dijo nada malo, todo lo contrario, se lo veían venir, y estaban orgullosos de Bill.
– Y cuentanos Bill, ¿hay alguien especial en tu vida? – le preguntó una tia suya mientras Tom no dejaba de mirar su vaso
– Lo hubo, lo ha habido durante algún tiempo pero supongo que se ha acabado, pero bueno
– Ohh ¿quien es el estúpido que se ha atrevido a pelearse con mi Bili? – dijo su madre
– No pasa nada mamá, yo tuve la culpa de todo, era el malo de la relación, no podía perjudicar al bueno por dios – bebía de su copa – ¿como se me iba a ocurrir hacerle daño?
– ¿Le conozco? – su madre preguntó y Bill miró a todos.
Continúa…
Gracias por la visita. Te invitamos a dejar un comentario.