Niños Psíquicos 16

Niños Psíquicos” Fic Twc / Toll escrito por MizukyChan

Capítulo 16

¡Aaahhh! —Gritó desgarradoramente el de rastas. Su madre histérica, se puso a su lado, tratando de hacerlo reaccionar.

Tomi, Dios mío, ¿qué te pasa? —El chico señaló su muñeca y vio la marca de la flor de lis, roja, recién quemada en la carne, con rastros de sangre y ampollas creciendo.

¡Oh Dios mío! ¡David! —Gritó Ann.

McGee, avísale a Schafer que ya marcaron a Bill —Ordenó el adulto, el oficial hipnotizado por la bizarra escena que se desplazaba ante sus ojos, tomó su celular y se dispuso a salir de allí.

¿Tomi, estás bien? —El chico respiraba entrecortadamente y trataba de mantenerse enfocado.

Sal de ahí, Tom, deja a Bill —Le pidió Ann.

¡No! —dijo con la voz ronca por el esfuerzo y le dio una mirada de odio a la mujer por sólo sugerir tal barbaridad—. Debo ayudarlo.

Es suficiente, Tom, Bill estará igual que tú ahora —Le pidió David.

No, voy a sanarlo, por eso aprendí la sanación, iré por él y lo sanaré —afirmó el chico tratando de sentarse derecho, cosa que le costaba mucho por el increíble dolor punzante que le seguía provocando la marca en su muñeca.

No, Tom, para por favor —Lloraba Simone al ver la tozudez de su hijo.

Tom —habló Teresa—. Bill no tiene tolerancia al dolor físico, seguro estará desmayado. Descansa un poco —Le pidió dulcemente, pero el de rastas no quería.

Lo siento, no lo dejaré sufrir solo —Cerró los ojos y las voces de los otros a su alrededor, desaparecieron.

«¿Bill?» —preguntó flotando cerca del pelinegro, sin ver nada en absoluto.

«¿Tomi? —contestó el menor, con la voz cortada por el llanto—. Me duele mucho Tomi»

«Lo sé, puedo sentir todo lo que tú sientes» —Le aclaró.

«No, Tomi, no sufras por mí» —Le rogó el pelinegro.

«No me pidas algo así, bebé, sabes que no te dejaré pasar por esto solo. Ahora tranquilízate, que voy a sanarte» —susurró sereno, pero con decisión.

«Pero debes estar exhausto… Tomi»

«Aunque no quieras lo haré igual, cuando nos reencontremos me regañarás todo lo que quieras, ahora yo…—Lloró—. Yo sólo quiero sanarte —El pelinegro se sorprendió por lo quebrado que estaba su novio, él que parecía tan fuerte, se escuchaba tan débil y era todo por su causa, sintió que se le apretaba el estómago y finalmente aceptó»

«Estoy listo, Tomi»

Haciendo uso de sus conocimientos, Tom puso sus manos arriba y debajo de la muñeca de Bill y proyectó en ella toda la energía que tenía. Él podía sentir en su propia carne la evolución de la sanación, y cuando ésta dejó de punzar y sólo se veía como una quemadura cicatrizada, sólo entonces se detuvo. Estaba agotado y su cuerpo real estaba perlado de sudor.

«¿Cómo te sientes, amor?» —preguntó con una sonrisa.

«Muy bien, gracias a ti —contestó feliz el menor—. ¿Crees que podamos desdoblarnos?»

«Sólo si no estás muy cansado»

«No lo estoy. Lo intentaré —El pelinegro se concentró y su espíritu se encontró con un Tom pálido y demacrado a su lado—. Luces terrible, Tomi, lo siento tanto» —Se abrazaron y le dieron un suave beso, en un plano dimensional completamente diferente, al que algunos expertos llamaban: “cuerpo astral”.

«El verte bien lo vale. Ven, salgamos de aquí, busquemos alguna pista» —Flotaron nuevamente fuera de la casa de campo, siguiendo alguna señal que les llevara a alguna carretera… algo que pudiera ayudarles a saber dónde demonios estaban.

«Mira Tomi…» —Señaló algo en el piso, el de rastas se agachó y vio algo que parecía ser un letrero muy antiguo, hecho de arcilla, que seguro antes colgaba, anunciando el lugar donde estaban, pero que ahora estaba muy dañado.

«No está completo —dijo serio el de rastas—. No entiendo lo que dice» —El pelinegro se puso a su lado mirando con el ceño fruncido, tratando de saber qué decía la inscripción, se sentían como arqueólogos tratando de descifrar algo muy antiguo.

«¿RRANCE? Eso dice… o al menos la mitad del cartel —comentó el moreno apretando el hombro del rastudo y de pronto se tensó—. ¡Tom!» —Lo llamó fuerte.

«¿Qué sucede?» —Le miró intrigado.

«Isabella» —susurró. El de rastas la miró intrigado, no entendiendo realmente qué sucedía.

«Isabella. ¿Qué haces aquí?» —La fantasma lo miraba con una expresión de preocupación en el rostro y Bill lo entendió todo.

«Tom estás en peligro, debes irte» —Los chicos se miraron no deseando tal separación, pero Tom asintió.

«Apenas pueda, volveré por ti, lo prometo» —Tras un leve beso, ambos espíritus regresaron.

El pelinegro no pudo ver nada al volver a su cuerpo y comprendió que estaba nuevamente vendado y amarrado, decidió que lo mejor era dormir y rogar porque Tom estuviera bien.

& En el hostal &

David, algo le pasa a mi hijo —habló alarmada Simone, el hombre se acercó y le vio completamente sudoroso.

Debe ser producto de la sanación, está gastando toda su energía en mantener bien a Bill —explicó el hombre.

Teresa quien veía y escuchaba todo, comenzó a sospechar que este chico Tom, no sólo quería a su Bill como un amigo, sino como algo más, de lo contrario. ¿Por qué se tomaría tantas molestias, arriesgándose él mismo en el proceso?

Creo que Tom le está dando aun más energía de la necesaria para sanar —Sugirió Ann mirando la escena.

¿Por qué, Tom? —murmuró su madre.

Tras observarlo por más de media hora la mujer le tocó y se percató el cuerpo de su hijo se ponía caliente—. David, tiene fiebre —advirtió asustada.

Tienes razón —afirmó David tras tocar su rostro—. Ann, debemos llamarlo, su cuerpo se está debilitando demasiado y está reaccionando.

¿A qué te refieres? —preguntó la mujer a David.

El cuerpo tiene sus propios mecanismos de defensa, si ve que está perdiendo energía y no se hace nada al respecto, avisa mediante la fiebre que él está mal —explicó el hombre.

Dime David, ¿qué podemos hacer? —cuestionó llorando Simone.

No lo sé —respondió sincero el hombre, bajando la cabeza—. Su conexión es tan fuerte que nosotros no podríamos acercarnos a ellos —De pronto el cuerpo del chico se movió.

¿Tom, cariño? —llamó su madre, moviéndolo con ternura.

Iré por hielo —Ofreció Nana, yendo hacia la cocina.

Bill… —susurró el de rastas, Teresa lo observaba convenciéndose cada vez más de que Tom amaba a su hijo.

Tom, estás aquí, en el hostal —Le habló el hombre. Tom finalmente abrió los ojos y los miró a todos como en otra dimensión, le costaba enfocarse en dónde estaba.

Papel… —Pidió el chico, apenas moviéndose. David le alcanzó un papel y un lápiz y el chico escribió—. RRANCE…

¿RRANCE? —El hombre pensó que el chico deliraba.

Lo vimos con Bill —habló antes de caer desmayado.

¡Tom! —Gritó Simone fuera de sí—. No te vayas a morir, hijo, por Dios —Teresa se sentía inútil al ver a otro chico sufrir por salvar a su propio hijo.

Déjame ayudarte, soy paramédico y puedo hacer algo —Le dijo Teresa calmándola. Después de dar instrucciones se llevaron a Tom a una habitación a descansar.

& Lejos de ahí &

Los agentes se dirigieron rápidamente a la dirección que les proporcionó Jonathan del posible cómplice de los asesinatos. Pidieron refuerzos, pero les fueron negados por “problemas de escases de personal”, qué ridiculez pensaron ambos. Pero eso no los detuvo, al contrario, trataron de llegar lo más rápido posible, pues sabían que la integridad física de Bill pendía de un hilo.

Al llegar, olvidándose de las formalidades, tiraron la puerta y armas en mano, entraron a la casa, primero asegurándose de si había alguien ahí. Recorrieron todo el lugar y con una gran decepción se reunieron.

Maldición, llegamos tarde —Gruñó Listing pateando un fierro que había en el suelo.

Cuidado Geo. Mira a tu alrededor —Geo hizo como le fue dicho y se encontraron con diferentes objetos de tortura.

¡Estos tipos están enfermos! Hay que registrar el lugar. Necesitaremos a tu amigo Jonathan aquí, Gus. Odio admitirlo, pero él nos ha ayudado más que toda nuestra Unidad en esto —dijo el castaño.

Bien —El rubio tomó su celular y brevemente le explicó la situación a Jonathan, quien le afirmó que llegaría en seguida.

Entre tanto busquemos algo que nos ayude a saber dónde demonios están —Mandó Geo completamente concentrado en su labor. Ambos hombres se pusieron los guantes para no alterar el lugar con sus propias huellas.

Al cabo de una hora, estaban completamente perdidos y Jonathan llegaba con un equipo de tres personas para ayudarle. Los agentes se tensaron de inmediato, desconfiando de todos. Y sonó el teléfono de Gus.

¿Aló? ¿McGee?

Marcaron al chico, señor —contó el hombre con la voz entrecortada.

¿Por qué? ¿Cómo lo sabes? —preguntó sin comprender.

Tom, señor, él se conectó con Bill y él también tiene la marca en la muñeca, gritaba señor, los quemaron a ambos señor, fue horrible. Son… sólo niños —El oficial se sentía impotente.

Bien, cualquier noticia me llamas en seguida, McGee. Adiós —Colgó.

¿Qué pasa, Gus? —cuestionó el castaño al ver como su rostro palidecía.

Marcaron a Bill.

¿Cómo lo sabes?

McGee me explicó que estaban conectados, Y Tom fue marcado también. Ambos están quemados —respondió el rubio ajustándose los lentes.

¡Malditos! Los encontraremos, Gus, esta vez lo haremos, salvaremos a Bill.

De lo contrario los matará a los dos. No te das cuenta Tom está enamorado de Bill, si Bill muere… entonces Tom morirá con él.

¿Así de grave es la situación? —preguntó Jonathan que oyó la conversación.

Sí, son niños psíquicos, están completamente conectados —Aclaró el castaño.

Empezaremos de inmediato entonces —Sentenció el moreno, pero el castaño le tomó el brazo.

Jonathan espera, este caso es “complicado”. ¿Podemos confiar en ellos?

Ya me vi agredido por este caso, ellos son amigos míos y decidieron ayudarme para trabajar lo más rápido posible, incluso trajimos nuestro vehículo especial —dijo orgulloso el moreno mostrando un verdadero laboratorio sobre ruedas.

A trabajar entonces —Estuvieron hasta muy avanzada la tarde y nuevamente el celular de Gustav vibró en su bolsillo.

¿Aló, McGee?

El niño Tom estuvo con Bill y vieron algo, no estamos seguro si sirva, es que él está muy enfermo ahora, puede ser que sólo esté delirando —habló rápido el oficial.

Deja de balbucear y dime qué es —Mandó el rubio un poco molesto por los pocos avances del caso.

Escribió “RRANCE”

¿Qué? No entiendo.

Se lo mandaré en un mensaje de texto, es lo que hay por ahora —Colgó y luego sonó la señal de mensaje—. “RRANCE”

Geo, ven por favor —Pidió el rubio—. Mira esto —Le mostró la pantalla a su compañero.

¿Qué es eso?

Tom lo escribió después de hablar con Bill.

Tiene que ver con el caso estoy seguro.

Tom siempre me da nombres de direcciones, quizás esto sea una dirección o alguna señal cercana al lugar donde tienen prisionero a Bill —comentó seguro el rubio.

Tengo una idea, Gus. Busca en nuestros registros, todas las propiedades del Senador Donovan, busca si hay alguna con esas letras en ella. Tal vez sea nuestra oportunidad de atraparlo, Gus —dijo el castaño con un extraño brillo en los ojos, el sabor del triunfo.

Lo haré —El rubio corrió a su vehículo y tomó su laptop y comenzó a teclear, fue sólo cuestión de minutos y corrió de vuelta al castaño—. Lo tenemos, Geo.

Háblame, compañero —Pidió con una sonrisa.

—“Le Terrance”, una casa de campo propiedad del Senador Donovan, que según puedo intuir es ocupada para sus prácticas secretas con la secta esa —relató el rubio—. Tengo la dirección.

¿Qué esperamos?

Voy con ustedes —Alegó Jonathan quitándose su traje de trabajo—. Por si alguien quiere escapar, necesitarán refuerzos.

¿Trajiste tu arma? —preguntó el rubio.

Soy policía, ¿qué crees? —Y así los tres corrieron a sus vehículos para ir en búsqueda de Bill y de sus malditos captores.

& Continuará &

Tuve que dejar el capítulo hasta aquí para no cortar toda la labor de rescate y todos los problemas que se vienen, gracias por leer. No olviden comentar para saber si les está gustando el Fic. Besos.

Escritora del fandom

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