Niños Psíquicos 6

Niños Psíquicos” Fic Twc / Toll escrito por MizukyChan

Capítulo 6

En el Departamento de policía, los dos agente llegaron haciendo llamadas telefónicas y preparando todo para patrullar ST Patrick Avenue. Y así dar por fin con el paradero del maldito asesino de la “flor de lis”.

—Esa maldita Avenida es la más larga de la ciudad y conecta con un montón de calles pequeñas —comentó el rubio, frotándose las sienes.

—No te preocupes Gus, atraparemos al mal nacido —agregó seguro y ofreciéndole una cálida sonrisa.

—¿Cómo puedes estar tan confiado? Ese patán lleva casi dos años matando gente —afirmó Gus, mirándolo seriamente.

—Lo sé. Sé que lo atraparé, porque tú me ayudarás, sé que hay alguien en lo alto que no quiere que demos con el asesino, pero puedo confiar en ti, tú no eres corrupto —Le dijo el castaño acercándose y tocándole el hombro.

—Jamás te fallaré Georg, te lo juro —Sin poder evitarlo, los dos agente se abrazaron fuertemente sellando un pacto entre los dos.

—Gracias Gus —Sonó el teléfono y ellos se separaron—. Aquí el agente Listing. Muy bien, manténganme informado, bien —Colgó.

—¿Qué tenemos? —preguntó el rubio.

—Tenemos un permiso provisional para patrullar la Avenida, pero si de aquí a tres días no hay nada, hay que quitar la vigilancia.

—Eso es absurdo —Se quejó Gustav.

—A eso me refiero con que hay alguien que no quiere que esto avance. Ven, quiero mostrarte la información que tengo —El rubio acercó una silla al ordenador del castaño y se puso a leer.

—Lo primero es la “flor de lis” que el maldito les tatúa a fuego a sus víctimas —Leyó el rubio—. Es una representación del la flor del lirio.

—Te resumo. Según la orden Hermética, el símbolo de la “flor de lis”, llevaba a las personas a la iluminación, los acercaba a Dios —explicó el castaño.

—Claro, se dice que la manera de acercarse a Dios, o sacarse los malos pensamientos es a través del dolor, entonces el maldito los tortura para que sus víctimas se acerquen a Dios. ¡Qué ridículo!

—Por eso la marca es a fuego —Continuó Georg.

—Es un demente.

—Estoy de acuerdo contigo. También he descubierto que estaban relacionados con la “flor de lis” los antiguos templarios —explicó el castaño.

—Me encantaba leer sobre los templarios, pero hombre, ellos ya están extintos —Sonrió Gus.

—Lo sé, o eso nos han hecho creer —habló Listing misteriosamente—. He investigado y hay algunas sectas que han adoptado muchas de sus enseñanzas.

—Pero, los templarios eran los “chicos buenos” —añadió el rubio.

—Pero tú sabes que en la actualidad, el hombre tergiversa todo a su conveniencia.

—Me estás diciendo, que tú crees que el asesino es alguna especie de fanático religioso.

—Exacto —Aclaró el castaño—. Ahora sólo me queda buscar una pista, algo que me ayude a identificar a sus víctimas para por fin atraparlo.

—Yo te ayudaré.

—Y los niños.

& En el hostal &

Ambos jóvenes se removían en la cama, aunque sólo uno de ellos realmente soñaba. El pelinegro parecía sentir toda la angustia que tenía el rastudo dentro de ese fatídico sueño. Tom sabía que estaba soñando, sin embargo no estaba seguro si aquellos hombres que hablaban iban a poder verlo ahí dentro. Se agitaba y trataba de ocultarse y a la vez recopilar la mayor cantidad de información, hasta que ya no pudo más y despertó, sudoroso y agitado.

—¿Bill? —llamó preocupado.

—Tomi, estoy agotado —respondió el moreno todavía tratando de calmar su respiración— ¿Estás bien?

—Eso creo. ¿Tú? ¿Bill, acaso soñaste conmigo? —preguntó preocupado.

—No lo creo, sólo capté impresiones de aquellas cosas que tú viste. Creo que fue como si tú me mostrarás los objetos que viste.

—No creo haberlo hecho —respondió el rastudo.

—Tal vez es así como funciona cuando estamos juntos —Le aseguró el pelinegro.

—¿Crees que debemos llamar a los agentes? —indagó el mayor, acariciando el pelo del moreno.

—Debemos hacerlo, cualquier detalle les puede ayudar Tomi —Le miró—. Siento que estás asustado.

—Lo estoy Bill… vi algo que me dejó muy preocupado.

—¿Qué es? —preguntó el pelinegro apretando su mano.

—Vi tu apellido en su lista.

—¡¿Qué?! —El rubio lo abrazó y no lo soltó.

—Lo atraparemos y no dejaremos que dañe a nadie de tu familia.

—¿Lo prometes? —Sollozó el pequeño.

—Mírame Bill —Así lo hizo—. Nos libramos de la sombra —Él asintió—. Entonces nadie será rival para nosotros. No dejaré que nadie te toque un pelo. Yo te protegeré, aun a costa de mi vida. Yo te protegeré.

—Te amo Tomi y no quiero morir ahora que te encontré.

—Lo sé, no sería justo —Ambos jóvenes se besaron por largo rato entre abrazos y caricias.

—Creo que mejor nos arreglamos Tomi.

—Sí bebé, hablaremos con David para que llame a los agentes.

&

Se ducharon y cambiaron. Una vez listos bajaron a la sala, donde a grandes rasgos explicaron a David y Sandra lo que había pasado y llamaron a Gustav. Al cabo de dos horas llegó el rubio.

—Hola chicos, vine lo más rápido que pude —dijo el agente rubio.

—¿Por qué no vino Georg? —cuestionó el pelinegro.

—Tiene que correlacionar el patrullaje en la Avenida que nos nombraron, así que estará un poco ocupado estos días —respondió con amabilidad— ¿Has tenido algún sueño Tom?

—Sí, Bill me ayudó y creo que tenemos más información.

—Cuéntame —pidió sacando su libreta para anotar.

—Son dos —Comenzó el rastudo.

—¿Dos? —repitió el agente, alzando las cejas.

—Tiene un cómplice, vi a dos hombres conversando en mi sueño, aunque no pude oír de qué hablaban —Prosiguió Tom.

—Yo creo que sé de qué hablaban —Intervino Bill.

—¿De qué?

—Ellos decían que faltaban poco para que el maestro fuera reivindicado —Completó el pelinegro.

—¿El maestro? —Los chicos subieron sus hombros y dijeron.

—Ni idea.

—¿Algo más?

—Sí. En el auto pude ver un bulto negro, era pequeño, como una estatuilla… no estoy seguro, sólo sé que era completamente negra —Siguió Tom.

—Yo pude sentir que esa imagen era religiosa —agregó el pelinegro—. Ellos la veneran.

—Perfecto —Anotó lo escuchado— ¿Algo más?

—Sí y esto es muy grave —dijo el rastudo mirando con extrema seriedad al agente—. Te acuerdas que te mencioné una especie de mapa con nombres.

—Sí, ¿qué hay con él?

—El apellido de Trumper está ahí —El rubio casi dejó caer el lápiz.

—¿Bill? —Le habló, para que hicieran contacto visual— ¿Dónde vives?

—En Manhatan’s Street —respondió el moreno.

—¿Está cerca de St. Patrick Avenue? —El pelinegro recién cayó en cuenta de que su casa estaba cerca de esa avenida y palideció—. Pondremos una patrulla de punto fijo en tu residencia Bill, protegeremos a tu familia, no lo dudes.

—Gracias —respondió en un susurro apenas audible. Tom puso su brazo alrededor de Bill para confortarlo.

—Me iré de inmediato. Creo que pediré una patrulla para que dé rondas por este lugar, aunque no creo que nadie, a excepción de tu mamá, sepa que estás aquí. David te encargo a los muchachos, por favor.

—Claro, puedes contar conmigo.

—Bien, nos veremos pronto. Adiós.

—Adiós.

& En la ciudad &

Después de regresar del hostal, el agente Schafer volvió a la Estación de Policía, completamente exhausto del viaje. No pensó encontrar a su compañero tan tarde, pero vio la luz en su oficina, no se molestó en tocar la puerta, sólo la abrió, viendo a su compañero completamente absorto en la lectura del computador.

—Deberías dormir de vez en cuando, ¿sabes? —Le dijo a modo de broma.

—Compañero, te extrañé —contestó guiñándole un ojo, cosa que hizo sonrojar furiosamente al rubio, el castaño sólo sonrió más abiertamente, pensaba que su amigo se veía adorable cuando le molestaba.

—Tengo nuevo material de los niños, y también más problemas —agregó, tratando de cambiar el tema.

—Dime Gus, que nos tienen esos pequeños genios —El rubio se sentó frente a él en el escritorio y sacó su libreta.

—Tengo algunas cosas que cuadran con tu teoría de los templarios.

—Eso de las “conspiraciones” me encanta —dijo Georg bromeando.

—Esto es serio —Quiso sonar rudo Gustav.

—¿Y quién dice que yo no lo soy? —Se defendió el castaño.

—¿Puedo seguir? —preguntó serio.

—Lo siento, continua —Le pidió el castaño con un movimiento de la mano.

—Nuestro asesino tiene un cómplice —Comenzó el rubio leyendo de su libreta—. Tom soñó con su cómplice, son dos hombres.

—Con razón no podíamos ubicarlo, sería imposible que estando solo no cometiera un error.

—Y eso no es todo…

—¿A no? Esto se pone interesante —comentó el castaño.

—Conversaban de un maestro que sería reivindicado pronto.

—¿Un maestro templario?

—Creo que se refieren al “gran maestre” de los templarios.

—¿Por qué estás tan seguro que se trata de los templarios, Gus?

—Porque los chicos vieron en el auto que buscamos a la “virgen negra” —explicó, revisando su libreta y arreglándose los lentes.

—No estarás hablando de “esa” virgen negra.

—Exactamente “esa”, la representación de María Magdalena como esposa de Cristo y la mujer que llevó su descendencia divina en el vientre.

—Dios mío —Se sorprendió el castaño.

—Además Tom volvió a mencionar el mapa con los nombres. Y tengo una teoría.

—Cuéntamela —pidió el castaño.

—Creo que esa especie de mapa muestra los nombres de las personas que tengan relación con esa descendencia de María Magdalena.

—Pero esas son sólo teorías. Nadie realmente cree que Magdalena fue la esposa de Cristo, si incluso la Iglesia católica la catalogó como la simple prostituta.

—Según los escritos, Cristo debía estar casado para hablar en las Sinagogas, sin contar que por la edad que tenía, debía tener una familia. Y Magdalena era una mujer importante en ese entonces, estoy de acuerpo con las teorías que culpan a la Iglesia de haberla difamado, porque si mostrabas a un Cristo casado, le quitabas el perfil de pureza que debía tener el Hijo de Dios, lo mostraba más mundano.

—Tienes razón.

—Pero hay algo peor.

—¿Algo peor?

—Tom vio el apellido Trumper en el mapa.

—Pondré una patrulla de punto fijo en la casa de Bill.

—Y creo que también deberíamos mandar una patrulla al hostal, sólo por si acaso.

—Tienes mucha razón, Gus, ¿qué haría yo sin ti? —Le tiró un beso al aire y el rubio se puso a reír.

—Estás muy loco.

—Lo por ti, guapo —Tiró medio en broma, medio en serio, ambos terminaron riendo.

Después de hacer las llamadas necesarias y mandar las patrullas correspondientes, ambos se miraron y suspiraron.

— ¿Quieres ir por un trago? —Invitó el castaño.

—Me encantaría.

& En el hostal &

Después de ejercitar con Sandra y David, los chicos se retiraron a su habitación a descansar. El pelinegro se mostraba taciturno y Tom no pudo soportarlo más y le abrazó, sorprendiéndole.

—Por favor, no estés triste, yo te cuidaré.

—Confío en ti Tomi —dijo poniendo su cara en el cuello del otro—. Creo que…

—Dime… haré lo que quieras… sólo… no te encierres en ti.

—No es eso amor, sólo estaba pensando —agregó, besando la oreja del rastudo, lo que le hizo estremecer.

—¿En qué piensas? —Y le acarició la espalda con delicadeza.

—Quiero que hagamos el amor —Tom se soltó de él y lo miró serio.

—Bill… todo saldrá bien, no hay que tomar decisiones apresuradas —El pelinegro le miró directo a los ojos.

—Nunca había estado más seguro en mi vida Tomi. Te amo y quiero que mi primera vez sea por amor. Quiero que sea muy especial y sé que tú la harás especial, Tomi —El rastudo estaba sin habla.

—Me siento halagado —De pronto se sonrojó mucho—. Aunque soy un inexperto.

—Por eso será tan especial, porque será nuestra primera vez. Anda Tomi, por favor —El rubio dio un gran suspiro.

—Está bien. Esta noche… te haré el amor.

& Continuará &

Vaya con los niños jejeje. Bueno como es de esperar el próximo capítulo traerá un lemon, espero que me salga bonito. Nos leemos. A propósito, no olviden dejar un comentario. Así sabré si les gusta. Besotes y hasta el siguiente capítulo.

Escritora del fandom

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