“Polvo de estrellas”
Drabble 6: Emociones
—¿No tienes miedo Tom? —preguntó preocupado Bill—, me refiero a…
—Ser diferente… claro que no, de hecho, siempre pensé que lo era. De lo contrario, ¿cómo podrías explicar que te encontrase tantos años atrás? —respondió con naturalidad—, además, siempre pensé que no calzaba en este mundo —El otro chico sonrió.
—Somos iguales, yo tampoco calzo con mi gente —Se dieron una mirada tímida.
—¿Me buscaste? —dijo Tom, volviendo a traer el tema a colación.
—Sí… estuve años buscándote, hasta que por fin… —Le acarició la mejilla—. Por fin, te encontré.
—¿Por qué vienes sólo un día Bill? —El lindo alien se tensó de inmediato.
—Es algo complicado.
—Cuéntame Bill —pidió el chico de la Tierra.
—Cuando entregamos nuestra esencia para la colonización, se nos prohíbe tener cualquier clase de contacto con nuestros descendientes.
—Es ridículo, es obvio que quieras saber si están bien —expresó un poco ofuscado el rastudo—, yo te habría buscado también Bill, habría recorrido toda la galaxia hasta encontrarte —El hermoso alien le sonrió. Lo sabía.
—No es tan simple en nuestro caso Tom, los mayores, nos impiden ir a los planetas nuevos para dejarles evolucionar solos, para no interferir.
—Y si lo hacen ¿qué ocurre?
—Nos matan.
—¡¿Qué?! —El rastudo llegó a saltar del piso—. ¿Es broma? —Le miró, buscando que asintiera—. ¿Cierto? —Bill negó con la cabeza—. Dios mío, te estoy poniendo en riesgo.
Sin siquiera pensarlo, Tom se estiró, abrazando a Bill contra su cuerpo, y besando su hermoso cabello dorado—. No quiero, no quiero que nada malo te pase, pero… —Besó su mejilla sin soltar el abrazo—. Tampoco quiero que te vayas, cada vez es más difícil decir adiós —Sus palabras en el oído del alien, le hicieron estremecer y se giró levemente para encontrar los ojos cafés del terrícola—. Te amo Bill —dijo suavemente y se inclinó para besar sus labios, en forma un poco más audaz esta vez.
—Mmmm —gimió el chico en sus brazos y abriendo levemente sus labios, permitió que Tom entrara en él, con su húmeda y juguetona lengua.
La sensación era completamente diferente para el alien y demasiado placentera. Sus delgados brazos se aferraron con fuerzas al cuerpo que le sujetaba y arañó su espalda.
—Te amo Bill, tanto —Sus manos bajaron por los brazos del alien y luego por su espalda, quería acumular todas esas sensaciones en su memoria, por si no podía volver a ver a su Bill.
—Te amo Tom —gimió el chico dentro del beso, hasta que se separaron para respirar, las mejillas del alien estaban sonrosadas y sus labios hinchados, era una imagen digna de ver.
—Desearía no tener que irme, pero si me quedo… te pondría en peligro y eso… no es posible.
—¿Y si huimos? —Se aventuró el rastudo—. Yo puedo ocultarte aquí en la tierra.
—Nos encontrarían, de la misma manera en que yo te encontré a ti —Bill sacudió la cabeza negativamente—. Es muy arriesgado Tom, además, llevo años tratando de buscar una falla en el sistema y no puedo encontrar nada, de lo contrario, ya estaría a tu lado —Tom le creyó, podía ver la sinceridad en sus ojos, además esas emociones eran tan intensas, que sería imposible fingirlas.
Continuará…
Les dije que sería difícil, son de mundos diferentes, no todo puede ser “color de rosa”, pero ¿se quedarán de brazos cruzados? O ¿inventarán una forma para volver a encontrarse? No se pierdan la continuación.