“Romance Navideño” Fic de MizukyChan
Capítulo 1: El chico problema
Contaba la historia, que años atrás cuando caía la nieve en la pequeña comunidad de Ohio, muchas personas perdían la vida intentando llegar hasta sus familias, atravesando los fríos parajes, por esa razón, la familia Kaulitz había decidido instalar un refugio en medio del bosque. Muchos dijeron que el negocio sería una ruina, que no tendrían clientes más que en invierno y que la inversión se perdería.
Pero el viejo Patrick Kaulitz no estuvo de acuerdo, él sabía que tener un refugio en medio del bosque en invierno, podría salvar vidas, podría ser un milagro para quien estuviera a punto de desfallecer, por eso decidió llamar “Milagro” a su refugio. Y desde entonces nació la leyenda de que en cada Navidad, se producía un milagro allí.
En la actualidad, los descendientes de Patrick, administraban el lugar. Era pequeño en comparación a los grandes hoteles y resorts invernales, pero la familia no perdía el espíritu emprendedor, sobre todo ahora que se acercaba la mejor fiesta del año, Navidad.
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Tom sujetaba sus rastas firmemente en una coleta alta, se miró en el espejo y procedió a ponerse la gorra, dejó caer las largas rastas por el espacio de atrás y sonrió ante su reflejo.
—Estoy listo —dijo en un susurro y salió de su habitación.
—Tom —oyó que lo llamaban desde la cocina.
—Dime, tío Benjen.
—Necesito que prepares la litera extra en tu habitación. Tendremos otro ayudante para Navidad —dijo, sin dejar de amasar el pan que preparaba con sus propias manos.
—¿Otro ayudante? —Preguntó el rastudo, mirando a su tío con una ceja alzada—. Pero si con los G’s estamos bien. Además, están las chicas.
—Se trata de un favor —respondió el adulto. Y como vio que Tom no quedaba contento con su simple explicación, elaboró—. Los Trumper tuvieron un problema con su hijo mayor y lo enviarán a trabajar aquí como castigo.
—¿Como castigo? Pero si este lugar es el paraíso —dijo Tom, dando una mirada por la ventana, nuevamente caía nieve y la vista era maravillosa.
—No para un chico citadino como él, Tom —dijo el hombre, procediendo a poner el molde para separar el pan—. Además, era esto o… el reformatorio.
Tom arrugó el ceño, no le gustaban los problemas, ni la gente que los causaba—. ¿No crees que moleste a los pasajeros cuando esté aquí? La gente viene a descansar, a disfrutar de las fiestas, a…
—Tom… —lo interrumpió su tío—. Para eso estarás tú.
—¿Yo?
—Compartirá tu cuarto y lo mantendrás vigilado. Tú serás su jefe y él será tu ayudante. Considéralo tu regalo de Navidad, prácticamente tendrás un sirviente sólo para ti.
—¿Tengo opción? —Preguntó el adolescente, mirando el suelo, ya sabía la respuesta.
—Nop.
—Ni modo… ¿Y cuándo llega?
—Durante la mañana.
—Genial.
Tom giró sobre sus talones y regresó a su habitación, debía sacar la otra litera, limpiarla y preparar todo para este “chico problema”.
Una hora más tarde, Tom lavó sus manos y respiró aliviado. La habitación se veía mucho más pequeña ahora, con otra cama, pero sin duda todo estaba limpio y dispuesto para recibir al invitado del tío Benjen. No, corrige eso, para recibir al nuevo ayudante del refugio. Si era un chico problema, entonces el rastudo se encargaría de hacerlo trabajar el doble o el triple, para que no tuviera tiempo de ocasionar molestias a nadie en el lugar.
—No dejaré que ese chico le arruinara la Navidad a nadie —juró frente al espejo.
—¡Tom! —Escuchó que gritaban.
Salió apresurado hasta la sala, donde su tío Bejen hablaba con un hombre delgado. Al parecer el hombre era el amigo de su tío, su semblante se veía serio y malhumorado. Tom miró a todas partes, pero no había rastro del chico malvado que llegaría. Vio unas maletas y una hermosa joven de ojos maquillados, maldecía porque no tenía cobertura en su celular. Tal vez estaba equivocado y no eran los amigos de su tío, sino nuevos huéspedes del refugio.
—Tom, ven aquí —llamó su tío con voz seria—. Quiero presentarte a Jorg Trumper, un antiguo amigo mío.
El rastudo caminó hacia ellos y saludó con la mano al adulto, quien le ofreció una tensa sonrisa y dijo—. Un placer, Tom, tu tío habla mucho y muy bien de ti.
—Es un placer conocerle —respondió educadamente el chico.
—Te voy a presentar a mi hijo.
Tom observó como la guapa pelinegra caminó hasta el hombre y fingió una sonrisa—. Hola, me llamo Bill.
El rastudo saludó con un movimiento de cabeza y forzó una sonrisa—. Hola. —Había confundido al chico problema con una chica. Al parecer sería cierto y este chico, Bill, sí traería problemas al refugio.
—Espero que tengan unas bonitas fiestas —dijo Jorg y procedió a retirarse.
El tío Benjen siguió al hombre, dejando a Tom frente al pelinegro, quien lo miraba con una ceja alzada.
—¿Y bien?
—Ven, te mostraré tu habitación.
Tom le ayudó a llevar las maletas hasta su cuarto y sonrió cuando el chico jadeó al ver el lugar—. ¿Es hermoso, no crees? —Preguntó Tom, suponiendo que el jadeo del chico era por la hermosa vista que se veía por la ventana.
—¡Es muy pequeño! —Se quejó el pelinegro.
Tom lo miró y dijo—. La verdad es que no esperábamos otro ayudante, así que no pudimos preparar otra habitación. Los cuartos más grandes son para los huéspedes.
—¿Y quién compartirá conmigo? —Preguntó el pelinegro, dejándose caer en la cama de Tom.
—Yo…
—Al menos la cama es cómoda.
—Esa es mi cama —mencionó el de rastas.
—Era tu cama, ahora es mía.
—Pelearemos por la cama en la noche. Ahora te mostraré tus actividades del día.
—¿Qué?
—Vienes a trabajar, no de vacaciones —dijo Tom con tono serio.
Bill lo miró con el ceño apretado y una mirada amenazante, pero no dijo ni una palabra. Se levantó y asintió—. ¿Qué tengo que hacer?
—Primero te mostraré el lugar.
Tom caminó por un corredor, con Bill siguiéndole. Este chico le intimidaba, pero a la vez, le hacía sentir bien. Era una mezcla extraña, pero a Tom le gustaban los desafíos, así que aceptaría domar a esta hermosa fiera. Después de todo, en ese refugio ocurrían milagros, quizás el cambio de Bill fuera uno de ellos.
& Continuará &
¿Y bien, qué les parece el inicio? La verdad, en mi país hace mucho calor en Navidad, pero para que fuera un fic más romántico, lo ubiqué en Estados Unidos, en el frío del invierno. Espero me apoyen en el siguiente capítulo. Besos a todos y gracias por leer.
Woooo ¿En Chile hace calor en Navidad?
En el estado en que vivo de México siempre hace mucha calor y ahora que llego el invierno mis amigos de otros estados se burlan de mi porque estamos a 16 grados y yo estoy muriendo :’v
No puedo imaginarme una navidad sin el frío!!!!
La verdad es que sí, en mi país hace muuuuuucho calor en Navidad. Uuuff
Nada como una blanca navidad para hacer cucharitas en la cama 😛
Buen inicio, me paso al otro
Jajajajaja, es cierto, es la excusa perfecta XD