“Tomi y CereBrill” Fic Twc / Toll escrito por MizukyChan
Capítulo 5
CereBrill soltó la mano de Tom, dejándolo justo en frente del invento de ADN de Gustav y antes de proceder a encender la máquina giró el rostro y le dijo.
—No te muevas de ahí.
—¿De dónde? —Tom lo observó con una sonrisa y luego miró a ambos lados, buscando el lugar exacto del que hablaba su inteligente hermano.
Brill simplemente negó y pensó que pese a lo bobo que era Tom, tenía una sonrisa muy linda—. Sólo quédate quieto. —Su gemelo asintió y susurró algo como “adoro jugar al congelado”
La ratita blanca con círculos negros en sus ojos, caminó hasta el tablero de encendido del invento del humano rubio y tecleó algunas cosas, antes de oprimir el botón “enter” y correr hasta Tom.
—¿CereBrill?
—Ahora no, Tom. —Negó el menor, sin mirar hacia donde señalaba la peluda mano de su hermano.
Una vez más, la pareja de ratitas experimentó en carne propia, la luz y el cosquilleo que provocaba la transformación y cuando el brillo cedió, ambos abrieron los ojos, mirándose mutuamente, como si se tratase de un espejo.
El primer lugar hacia donde se dirigieron sus ojos, fue al pecho del otro, buscando las pelotas colgantes, que automáticamente los convertían en la especie femenina de los humanos. Al no encontrar nada allí, más que los botones oscuros pegados al torso, sus ojos bajaron hasta la entrepierna de otro, viendo allí, las pelotitas más pequeñas, colgando tal como debía ser.
—¡Bien! —Brill, empuñó la mano y la alzó por sobre su cabeza, en una gesto de victoria.
—¿Seguimos siendo machos? —preguntó Tom, un tanto inseguro.
—¡Sí lo somos! —contestó su hermano, bajando de la mesa, siendo derribado por Tom, quien en un arranque de felicidad, había saltado sobre él, haciéndolos caer a ambos al piso.
—¡Lo lograste, CereBrill! —Lo felicitó el mayor, dándole varias lamidas en un lado de la cara, pasando por el cuello y oreja de Brill, quien se estremeció ante esta serie de excitantes sensaciones.
—Mmm, sí Tom, lo logramos mmm. —Gimió al sentir que sus miembros se rozaban ligeramente, ante la extraña posición en la que estaban.
—Mmm. —Tom también gimió de gusto, pero se separó como resorte de su hermano—. ¿Hueles eso?
Brill alzó una ceja, ante los radicales cambios de su hermano mayor. Bajó la vista hasta su semi-erecto miembro y suspiró frustrado.
—Hay pizza en algún lugar. —Tom respondió su propia pregunta y sin pensarlo dos veces, salió disparado a investigar el laboratorio, en busca de esa deliciosa y nutritiva comida, llamada pizza.
Al verse libre de interrupciones, Brill se puso de pie y agudizó la vista, tratando de localizar la famosa “caja negra”. Nunca se había sentido tan curioso en toda su ratonil vida, pero después de haber visto ese extraño video explicativo, lo único que deseaba, era poder experimentar algo de BDSM, y aunque no estaba muy seguro de qué se trataba en realidad, sabía que Tom no le pondría problemas para experimentar juntos.
Tom encontró una caja que desprendía un olor maravilloso y sobre ella una grabadora, la cogió entre sus manos y vio que tenía un papel sobre ella con una flecha, oprimió justamente esa tecla y la voz de su papi Georg se escuchó suavemente. El primer instinto del chico rubio, fue arrojar la máquina… pero la voz de su padre gritó.
—¡Cuidado, no dejes caer la grabadora!
Tom supuso que su padre se había vuelto un científico tan bueno, que ahora era capaz de hacerse invisible, así que asintió y apretó la “grabadora” en su mano.
—Escúchame bien hijo mío, he comprado esta pizza para ti y tu hermano, en caso de que se hayan vuelto a transformar en humanos, comparte, porque si la comes toda, te va a doler la barriga.
Tom volvió a asentir, escuchando atentamente, mientras sus fosas nasales respiraban el exquisito aroma proveniente de la caja. Su boca comenzó a salivar y lo único que quería era probar a maravillosa comida.
—Si les da hambre más tarde, puedes abrir la nevera, la caja blanca al costado derecho del laboratorio… —Tom de inmediato miró en dirección del lugar, con una enorme sonrisa en los labios—. Allí encontrarás algo delicioso, se llama chocolate y también hay algunas fresas, espero que como ratones eso no les haga daño… Bien, creo que eso es todo. Diviértanse chicos.
Olvidando momentáneamente la caja de pizza, Tom corrió hasta la nevera, buscando qué sería el chocolate y las fresas. Mientras estaba de pie frente a las tentadoras y relucientes cositas rojas, un grito de su hermano lo alertó.
—¡La encontré!
Tanto sus ganas de probar el chocolate, como su hambre por la pizza se desvanecieron en un segundo y corrió hasta su gemelo, quien tenía los ojos brillantes.
—¿Qué encontraste? —preguntó, juntando las manitas y batiendo las pestañas, para ver aquello que asombraba a CereBrill.
—La “caja negra”…
Sin poder evitarlo, Tom volvió a producir sus efectos especiales con un sonoro—. Tan, tan, tan… —Agitó las manos, extendiendo el sonido del último taaan.
Brill despegó la vista de la caja, para ver con una cela alzada, a su hermano—. ¿Tomi?
—¿Sí, CereBrill? —contestó el mayor, mirándolo con adoración, como un creyente que contempla un milagro.
Algo dentro de Brill se derritió y sus mejillas se calentaron. La pesadez que le diría a Tom desapareció y en su lugar, asomó una sonrisa.
—¿Quieres ayudarme a investigar?
Los ojos de Tom se abrieron a más no poder y su corazón latió frenéticamente, de pronto estaba abrazando a CereBrill, con fuerzas y lamiendo su rostro sin parar.
—Sí, sí, sí, quiero ayudarte CereBrill, oh mi querido hermano, el cerebro de nuestra familia —divagó, sin perder su hermosa sonrisa.
—Ok, ven aquí.
Tomando su blanca mano, Brill guió a su gemelo hasta la camilla que estaba en un extremo del salón y le instó a recostarse.
—Quédate aquí un segundo, Tomi.
—Oh, está bien… —El ex ratón, se puso a mirar el techo, con una gran sonrisa, hasta que Brill regresó y cogió nuevamente su mano, llevándola más arriba de su cabeza.
“Clic”, el sonido alertó a rubio, quien pestañó varias veces, sintiéndose ligeramente incómodo, giró el rostro para ver a su hermano y lo vio sonreír.
—CereBrill, no puedo moverme…
—Esa es la idea, Tomi, eso se llama “bondage”, estás atado. Te quedarás aquí un momento. ¿Está bien? ¿Todavía quieres ayudarme a investigar? —Ante esa pregunta, Tom asintió lo mejor que pudo, un tanto incómodo por la extraña posición de sentir los brazos hacia arriba.
Brill regresó hasta la “caja negra” para seguir viendo qué clase de cosas había allí. Cada vez que reconocía alguna de las que vio en el video explicativo que les mostró su padre Georg, su entrepierna daba un bote y una desconocida, pero agradable sensación, recorría su bajo vientre.
CereBrill, no llevaba ni cinco minutos metido en la “caja negra”, cuando la desesperación hizo acto de presencia en su hiperactivo gemelo, quien comenzó a mover las piernas y a hacer ruidos, para atraer la atención de su gemelo. Pero al ver, que el otro estaba más interesado en las cosas de colores de la caja, pegó un grito.
—¡CEREBRILL! —El aludido casi muere de un ataque, al escuchar el pánico de su hermano. Corrió hasta él y le miró angustiado.
—¿Qué te pasa, Tomi? —preguntó, buscando las pequeñas llaves que abrirían las esposas que sostenían al mayor.
—Quiero ayudarte CereBrill, pero yo… —Sus ojos brillaron, como si fuera a estallar en llanto. Brill soltó la llave y se acercó al rostro de Tom.
—¿Qué sucede, Tomi?
—Yo, yo, yo… quiero probar el chocolate… —dijo con la voz entrecortada, pero no en forma de llanto. Brill soltó un suspiro y sonrió feliz… demasiado feliz.
—Bien Tomi, yo te daré chocolate…
El mayor vio el extraño brillo en los ojos del otro chico y susurró un…
—Tan, tan, taaaan…
Mientras Brill hacia una carrera hasta la “caja negra” y regresaba agitando en su mano, un frasquito que decía “Lubricante sabor chocolate”
& Continuará &
¿Aún quieren seguir leyendo? Se viene un capi un tanto pervertido, así que si quieren saltarlo, tiene permiso. Besos y mil gracias por su apoyo y comentarios.
Chiiiiiiiiiii! Está muy guapa la historia!!! Que perver es todo esto… Tan tan tan..
Jajajajaja, es cierto, cuando la escribí pensé que sería todo risas y muy tierna, pero me salió la vena pervert y esto resultó jajajaja. Gracias por leer.