Continuación del fic «Tomi y CereBrill», basado en la caricatura «Pinky y Cerebro». Aquí los personajes por si no los recuerdan.
“Travesuras en el Laboratorio” Fic Twc de MizukyChan
Capítulo 1: La llamada
& Día 1 &
Los científicos humanos estaban completamente sumidos en su último proyecto, según Gustav, esa venta les dejaría una ganancia con la cual podrían mantener funcionando el laboratorio por al menos cinco meses más.
El invento en sí, no era algo complicado y a la vez, tenía a Georg fascinado. Se trataba de una máquina que ayudaría a niños con problemas de movilidad en las piernas, no era exactamente una prótesis, pero se asemejaba mucho, sin embargo, lo que realmente tenía a gusto al castaño, era que el fruto de su esfuerzo sería para infantes, que le recordaban a su hermano pequeño.
En otra parte del lugar, unos chillidos de gusto se dejaban oír. El ratón mayor estaba feliz en su nueva y mejorada ruedita de ejercicios, mientras su gemelo gruñón, rodaba los ojos ante la mente cavernícola de Tomi.
—¡Oh, vamos CereBrill! Tienes que hacer ejercicios conmigo o te pondrás gordo. —Sacando levemente la lengua por el cansancio, Tomi siguió moviendo sus patitas, manteniendo el equilibrio mientras corría sin parar en ese círculo.
Al escuchar la palabra “gordo”, el genio de la familia se indignó y se cruzó de patitas, gruñendo un—. No fue lo que dijiste anoche, cuando hacíamos otro tipo de ejercicios. —Un rubor decoró sus mejillas al recordar todo lo que había sudado la noche anterior, porque sí, los ratones gemelos había vuelto a escapar de la jaula, para transformarse en humanos y disfrutar de los placeres del sexo.
—¿El sexo es ejercicio? —preguntó sin dejar de correr en su interminable ruedita.
—El mejor de todos. No necesito más ejercicio que ese. Y tú debes ayudarme a entrenar. ¿Lo harás Tomi? —El tono de su voz, mandó unas ligeras descargas placenteras al vientre del otro ratoncito, quien perdió el equilibrio y salió disparado por la rueda, girando sobre sí mismo en una voltereta poco agraciada, hasta llegar a los pies de Brill.
Levantando levemente la cabeza, Tom vio como CereBrill se lamía una patita, en una forma muy sexy y sin pensarlo dos veces, saltó del piso y le dio un “beso de ratón”.
—¿Entrenaremos esta noche? —cuestionó, apretando al ratón menor entre sus patitas—. ¡Vamos CereBrill, hagámoslo!
Brill quiso reír, ante la ingenua forma que tenía su gemelo de demostrarle que disfrutaba de estar juntos sexualmente, pero para no ser malo, le dio un lengüetazo en la mejilla como respuesta. Tomi sabía lo que significaba eso, “nuevos experimentos con la caja negra”, así que soltó a su gemelo y dio un chillido de gusto.
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Justo en esos instantes, el teléfono del laboratorio comenzó a sonar insistentemente. Gustav gruñó con desagrado al verse interrumpido y Geo comentó.
—Déjalo sonar, saltará la contestadora.
Ambos siguieron en lo que estaban, y efectivamente después del “bip” una voz comenzó a hablar.
—Necesito ubicar al señor Georg Listing, estoy llamando del Hospital Saint Peter por el paciente Robert Listing, internado en el pabellón de pediatría. Este es el número de contacto que aparece con carácter de urgente. Informo que el pequeño Robert ha sufrido un paro respiratorio durante las horas de esta mañana y ha sido conectado a un respirador artificial, pero como el paciente sufría de un estado comatoso, será desconectado de la máquina a finales de esta semana, si su condición no mejora.
Con un ruido sordo de la silla al arrastrase, Georg corrió fuera del salón principal, para coger la llamada en la sala privada, antes de que el médico cortara esa comunicación tan fría.
Gustav se quedó mudo, mirando la espalda de su colega y mejor amigo. El rubio sabía del inmenso amor que sentía Geo por su hermano, por los niños en general y estaba seguro de que si el pequeño fallecía, el castaño se derrumbaría. Apretó los puños sobre el teclado de su computador, sintiéndose inmensamente frustrado por no haber estudiado medicina, en lugar de dedicarse a la investigación.
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En ese mismo momento en la jaula, Tomi parecía al borde de las lágrimas. No había podido entender ni la mitad de las cosas que el hombre había dicho por teléfono, pero sí sabía leer las emociones en la gente y ver salir a papi Geo, en ese estado, le indicó que todo andaba mal. Además el nombre del niño que los había escogido, Robert sonó como si algo malo le estuviera pasando a él.
Finalmente, sin poder contener más la angustia que sentía, se volteó hasta su gemelo y le tomó las manitas de ratón, sus ojos se veían brillantes, al borde del derrame y dijo.
—¿Qué está pasando, CereBrill?
El ratoncito con marcas alrededor de los ojos, sintió un nudo en la garganta. Él sí había comprendido la gravedad de la situación y sintió pena por su padre y por el chico que los había escogido y bautizado con esos nombres tan humanos.
—Papi Geo está en problemas, Tomi. —Comenzó con calma, para que la mente simple de su gemelo lo siguiera. Al ver que el otro asentía, continuó—. Su hermano Robert está muy enfermo. —Un jadeo ahogado se escapó de los labios del mayor—. Si no le ayudamos a respirar por sí mismo, el niño morirá.
Había muchas cosas que Tomi no podía entender, pero la muerte era algo que comprendía muy bien. Sabía que era muy dolorosa y que era para siempre. Toda la vida había tenido miedo de la muerte, tanto para él, como para su gemelo, una vez soñó que Kazimir se comía a CereBrill y había llorado todo el día siguiente, pensando que nunca más volvería a ver a su amado hermano. Así que esa noticia le dio justo en el corazón.
—¡Waaaa! —Soltó un chillido de dolor tan poderoso, que hasta el mismo Gustav los escuchó—. ¡Papi Geo se morirá de pena! ¡Waaaaa! ¡Al final moriremos todos!
El científico rubio, solo escuchaba chillidos ininteligibles, pero al saber la verdadera naturaleza del intelecto de los ratones, se preocupó por ellos. Caminó hasta la jaula y abrió la puertita, cogiendo a Tom en una mano y abriendo la otra palma, para que Brill subiera.
—¿Qué pasa, Tomi? —preguntó, imitando la voz que usaba Georg para calmar a sus mascotas—. ¿Escuchaste la conversación? —Brill respondió, asintiendo con su cabecita de roedor—. Debemos hacer algo para ayudar a Robert. Tiene que haber una forma de ayudar al niño a que pueda respirar de forma natural, o artificial…
Lentamente una idea se fue formando en la mente del rubio, al verlo, Brill achinó los ojos, pensando en que el humano tenía razón, si el pequeño no podía respirar en forma natural aún, ellos podrían prolongar su capacidad en forma artificial, solo había que…
—¡Miau! —El gato negro saltó por la ventana que el humano dejaba abierta para él y se paseó por entre sus piernas—. ¡Miau!
—¿Acaso quieren ayudarme? —preguntó Gustav y las tres cabezas se animales se irguieron y asintieron—. ¿Es en serio?
—¿CereBrill, como podremos ayudarlo? —cuestionó Tomi, mirando a su gemelo, quien empuñó su manito de ratón y la elevó, diciendo.
—¡No tengo idea, pero lo haremos en esta semana!
Gus escuchó los chillidos y maullidos y sonrió—. Creo que es tiempo de volver a usar la máquina, chicos.
& Continuará &
¿Podrán ser capaces de ayudar al hermanito de Georg? ¿Qué inventarán las mentes privilegiadas de los animales, junto a los G’s? ¿Podrán volver a entrenarse los ratoncitos ahora que están enfrascados en este nuevo dilema?
Waa, sí, este especial comenzó con un toque muy dramático, pero que evolucionará a medida que avancen los capítulos y los días. No se enojen por el largo de los capítulos, porque según yo, son drabbles.
Awwwww lindos los ratoncitos pero más tomi ❤ jajaja el sexo el mejor ejercicio (cejas) pero bueno eso quedará para después porque ahora la prioridad número uno ew salvar al pequeñito!
Me quedo una duda, no habías ya terminado la historia? O por lo menos está temporada, ew que dice fic en proceso.. y sí lo estás retomando pos…pos..pido «cuarteto » xd al fin y al cabo son dos bills y dos Toms xD
Gracias por subir este fic ❤
Si, Ady, este fic ya está terminado, está en proceso de ser re-subido, por eso aparece así, porque no lo colgué todo el mismo día, sino que será actualizado día por medio.