14: El gemelo maldito (Parte I)

Maldición” Fic Twc / Toll escrito por MizukyChan

Capítulo 14: El gemelo maldito (Parte I)

&   Bill’s POV   &

Estaba atemorizado, no tenía recuerdos, pero estaba completamente consciente que un exorcismo mal hecho acababa con la vida y el alma del ser poseído. También podía sentir el temor de Tomi en cada uno de sus movimientos, tratando de mantener hasta el más mínimo contacto conmigo. Nos despedimos de los Sacerdotes y fuimos a ver a Gustav que estaba en el hospital. Después de tremendo golpe que le dio Georg estando poseído por ese ente de las tinieblas, el Padre Jost prefirió que pasara la noche en el hospital, por su propia seguridad.

Hola Gus  ¿cómo te sietes, hombre?     —le saludó mi novio.

Como un tonto     —dijo esquivando nuestra mirada.

No debes culparte, no ha sido culpa de nadie   —dijo Tom tocando su hombro.

¿Sales hoy?     —me atrevía a preguntar para cortar la tensión.

Sí, aunque no quiero volver al departamento, hay… tanta sangre —se notaba que estaba atormentado por los recuerdos.

No te martirices amigo    —volvió a confortarlo Tomi.

A propósito, ¿sabes qué le dijeron a la policía por los dos cuerpos?

El Padre Biagioni usó su inmunidad del Vaticano y simplemente no hicieron preguntas, parece que este tipo de cosas pasa más a menudo de lo que uno piensa.

Me molesta   —dijo Gus apretando los puños, era natural, yo también le entendía.

¿El qué?

Qué no se haga justicia —respondió con los ojos cristalinos—. Georg era mi mejor amigo.

Se hará justicia    —le digo seguro de mis palabras.

¿Por qué lo dices?

Haremos un exorcismo y mataremos al gemelo maldito o al menos lo regresaremos al infierno   —respondo mirándolo de frente, completamente seguro de mi decisión, aunque me costara la vida y el alma, sacaría al gemelo maldito de la vida de Tomi y sus amigos.

¿Está dentro de ti? —me preguntó dudoso o más bien… temeroso—. Geo dijo que el reflejo del espejo se parecía a ti.

Sí, esa criatura ha usado mi cuerpo y yo también pido venganza.

Bill, cálmate  —me susurró Tomi, no me di cuenta que estaba temblando.

Bill, he oído cosas sobre los exorcismos y no siempre resultan bien, a veces las personas mueren.

Lo sé   —bajé la vista, lo sabía… claro que lo sabía, y también temía no poder regresar con Tomi nunca más pero—,   pero debo acabar con la amenaza.

¿Y dejarás a Tom solo? Él te ha esperado tanto tiempo Bill, no puedes simplemente irte y desaparecer  —miré sus ojos y lo comprendí, Gus estaba enamorado de Tom—.    No puedes hacerlo sufrir.

Y no lo haré, lucharé con todas mis fuerzas por salvarme y salvarlo a él.

Ven bebé  —Tomi me atrajo contra si en un abrazo—.  Billy, sólo no te esfuerces, Gus tiene razón, no quiero que me dejes.

¿Cuándo harán el exorcismo?

Mañana     —dijimos los dos al mismo tiempo.

Bien. Estaré presente y también… ayudaré.

Gracias amigo.

&

Salimos del hospital a una pizzería y comimos en silencio. Tanto Tomi como yo estábamos preocupados, pero no queríamos alterar al otro con el miedo que sentíamos. Nos fuimos a casa y me abalancé sobre Tom, besándolo con desesperación.

Te amo Tomi y quiero aprovechar todo el tiempo posible —caminamos aun besándonos hacia la habitación. Me quité la playera y ayudé a Tomi a desvestirse.

Billy, pequeño cálmate    —me detuve y toda la timidez que sentía al buscar algún encuentro íntimo, salió a la superficie.

Lo siento   —estábamos los dos sólo en bóxers y sentí mis mejillas arder al ver el cuerpo de mi adorado Tomi.

Yo también lo siento, Billy.

Es que tengo tanto miedo de morir o de que mueras tú, que… yo sólo quiero darte lo mejor de mí, y esta entrega es muy placentera  —dije sonrojándome aun más, pero vi que él sonreía ante mis palabras.

Sí que lo es. Pero el saber que me amas  también es muy placentero.

Pero a veces las palabras se quedan cortas. Yo siento que me he mutilado a mi mismo por estar aquí, sacándome el lado oscuro, sin embargo el pensar que ese mal te asecha… me molesta, me irrita y no sé qué hacer para destruirlo.

El saber que amas de esa forma tan pura me anima a seguir viviendo y quiero que tú también pienses en eso, en vivir. Por favor Bill, vive para mí.

Sí cielo, la vida tiene sentido sólo contigo.

Me haces feliz.

Quiero que hagamos el amor.

Sí, Tomi… hagamos el amor.

&   Tom’s POV   &

Esa noche hicimos el amor como nunca, entregándonos todo el cariño que pudiéramos demostrar, estando felices en la compañía y la entrega del otro. Lo amaba con todo el corazón, y deseaba con todas mis fuerzas que esto diera resultado, no quería que sucediera lo que ocurrió con Lamia. ¡No! Debía proteger a Bill con mi vida si fuera necesario.

Nos levantamos temprano y prácticamente obligué a Bill a desayunar. Lo besé con todas mis fuerzas y traté de transmitirle toda la confianza que en realidad no poseía. Manejé con cuidado y cada vez que podía, le tomaba la mano y le sonreía.

Bueno, ya llegamos  —me dijo bajando del auto, me apresuré a estar a su lado y lo abracé fuerte.

No estés nervioso, Billy, si pasa algo raro te salvaré lo prometo.

Pero recuerda que si las cosas se salen de control, no harás ninguna estupidez   —me advirtió con seriedad.

Claro.  ¡Mira!, ahí está Gustav —le dije moviendo mi mano a la distancia. Él se acercó y nos saludó.  Hola Gus.

Qué bueno que llegué temprano  —dijo dándonos un abrazo a ambos—. Bill, si pasa cualquier cosa, nosotros te ayudaremos, lo prometo  —mi pequeño sonrió.

Muchas gracias a ambos  —dijo apretando mi mano—. Mi vida no tendría sentido sin Tom, por favor tengan eso en cuenta y no hagan nada estúpido, por favor.

Yo lo protegeré Bill, no te preocupes  —agregó Gus, dándole confianza a mi pequeño. Y de paso, sonriéndome como siempre lo hacía. Sin duda Gus era un gran amigo.

¿Entremos?     —sugerí, sintiendo como me sudaban las manos. Teníamos las mejores intenciones, pero la fuerza maligna a la que nos enfrentábamos era demasiado poderosa, cualquier cosa podría pasar.

&

Los estábamos esperando —dijo el Padre Jost en forma de saludo—. Primero quiero aclararles ciertas cosas.

¿El qué?     —preguntó Bill un poco asustado.

Verán… primero esta es la primera sesión de este exorcismo.

¿Primera sesión? ¿Acaso no es sólo UN encuentro?  —ahora yo estaba muy confuso, no quería que esta  espera se prolongara más.

Exacto —respondió Biagioni—. El verdadero exorcismo o la expulsión del demonio se realiza cuando tenemos el nombre del demonio.

Pero él dijo que se llamaba como yo, Bill  —dijo  mi moreno temblando, lo abracé por los hombros—,   él es el gemelo y su nombre era Bill, ¿o no?

No. Te explicaré… “Bill”,  es el nombre que le dieron sus padres terrenales, su padre diabólico le dio otro nombre, y sólo al saber su nombre de las tinieblas podremos mandarlo de vuelta al infierno   —explicó Biagioni, después de todo, él era el experto en todo lo relacionado con los exorcismos.

Ya veo   —dijo Gus—.  ¿Y qué haremos hoy?

Principalmente tratar de averiguar lo máximo de él, si es posible saber su nombre    —complementó el Padre Jost.

¿Por qué dice “si es posible”? Hay que hacerlo a como dé lugar  —gruñó mi moreno, completamente decidido a acabar con la criatura infernal.

No es tan simple, ellos están conscientes de que al saber su nombre los podemos devolver al infierno, por eso lo atesoran con mucho cuidado —corroboró Biagioni.

¿Y cuántas sesiones harán?     —pregunté preocupado, no quería que mi Bill se debilitara por este proceso.

Haremos las que sean necesarias     —afirmó Jost, tenía el ceño fruncido, podía notar que el pobre no quería dañar a Bill.

¿Y qué le pasará a Bill? ¿Acaso sufrirá?  —tenía que saberlo, ya no me estaba gustando la idea.

Será el precio que hay que pagar. Su cuerpo se debilitará.

No, no podemos exponerlo al sufrimiento innecesario —dije poniéndome de pie. Bill se paró y me abrazó.

Tranquilo Tomi, será por el bien de todos los que están aquí   —me susurró cerca del oído, y me dio un suave beso en la mejilla.

Él tiene razón Tom —agregó Biagioni—. Además trataremos de acabar lo antes posible para evitar que haya más víctimas.

No estoy muy seguro —dije, correspondiendo el abrazo de mi amado novio.

Tranquilo Tomi, estaré bien, lo prometo  —me besó lentamente los labios—. Pero quiero que estés de acuerdo, no quiero que estés molesto conmigo.

God Bill, no puedo estar enojado contigo, sólo estoy preocupado, no quiero verte sufrir.

¿Tom?    —presionó Biagioni—,   debemos comenzar.

Está bien.

Gracias amor    —todos siguieron a los curas y tomé a Bill de una mano.

Cielo, ¿porque ya no me dices bebé?   —le pregunté, recordando que en el espejo siempre me llamaba así.

Porque en este mundo tú eres muy fuerte, es como si yo fuera tu bebé —me besó y luego me ofreció una de esas preciosas sonrisas.

Tienes razón, eres mi pequeño y como tal te protegeré, ¿de acuerdo?

Está bien, ahora entremos

Entramos a una habitación de la Iglesia muy oscura y fría. Estaba iluminada con varios lirios altos y blancos, pero no había nada para entrar en calor. En otras palabras no era nada confortable.

Ven Bill, debo atarte   —Dijo Biagioni sosteniendo unas correas negras.

¡¿Qué?! ¡De ninguna manera! ¡No es un animal!  —grité. Bill se acercó de nuevo a mí y con cuidado me abrazó.

Cielo, cuando el gemelo salga, no seré yo. Él es peligroso, muy peligroso, él mató a tu madre y al Padre Pompozzi. Debemos mantenerlo controlado. Deja que los curas hagan su trabajo, por favor Tomi. Hazlo por mí. No quiero tener a ese ser dentro de mí. No soportaría pensar que él te pueda hacer daño.

¡Dios, está bien!  —dije alzando las manos—. Sólo, no lo aprieten tanto  —Bill se sentó en una silla horrorosa y le ataron las manos y los pies. Él me dio una mirada dándome ánimo y luego cerró los ojos.

Ya estoy listo    —dijo con una voz muy tranquila, lo cual me desesperaba aun más, se veía… resignado.

Padre Jost     —le llamó Biagioni pasándole una biblia.

In nomine….

Así comenzaron a rezar en latín. Pasaron unos minutos y Gus y yo sólo observábamos a Bill caer en una especie de trance y escuchábamos la voz de los Sacerdotes seguir con su rezo en ese idioma que sólo me ponía la carne de gallina.

¡Malditos! ¡Qué quieren de mí!    —gritó Bill, su voz cantarina estaba llena de ira.

Demonio del mal dime tu nombre  —mandó Biagioni—. ¡Te ordeno que me digas tu nombre!

Ya sabes quién soy. Soy Bill, el gemelo maldito jajajajajajajaja —ese definitivamente no era mi Bill, mi pequeño Bill. Esa risa maniaca me ponía de los nervios.

Bill…     —susurré bajito, pero ese “ente” me escuchó. Pues me miró fijamente.

No le hables     —me regañó Biagioni—,    lo usará contra ti.

Tomi, Tomi sácame de aquí, desátame por favor    —me suplicó mi pequeño.

No, tú no eres mi Bill    —respondí con lágrimas en los ojos, no quería oírle suplicar de esa manera.

Soy Bill, Tomi, ayúdame por favor, ¿quieres que estos hombres me maten? —Sacudí negativamente la cabeza—.    Entonces ayúdame.

¡No!  ¡Deja a Bill, déjalo!

¿O qué?    —me miró y su pelo se levantó en una melena, sus ojos se maquillaron de negro. Sentí mucho temor—. ¿Quieres mucho este cuerpecito, verdad? —lo miré asustado—. ¡AAaahhhh!   —gritó y un corte profundo salió en su mejilla derecha—. Toooommiiii ayúdame   —gritaba y no podía evitar sentirme impotente. Caí de rodillas al suelo, sujetándome la cabeza con ambas manos. No podía seguir viendo como aparecían más cortes en mi pequeño. Así como tampoco podía evitar las lágrimas que corrían por mis mejillas.

Continue Padre    —pidió Gus al ver mi desesperación.

¡Te ordeno que me digas tu nombre!     —volvió a repetir, con la voz autoritaria.

Claro me ordenas…blah, blah, blah, blah, jajajajajajaja. Soy Bill, acaso estás sordo    —se burlaba con la voz cargada de ironía.

Dime tu nombre hijo del infierno.

¿Y qué harás con él?    —preguntó divertido.

Te encerraremos de nuevo.

Para eso tendrías que sacrificar a alguien jajajajajajaja.

Vamos demonio, dinos tu nombre   —volvió a mandar leyendo su biblia, con esas extrañas oraciones en latín.

Claro “Deja ir a mi pueblo” estás hablando como el estúpido de Moisés. Crees que porque tú lo dices yo te lo diré.

Por el poder del Santo Sacerdocio te mando que me digas tu nombre.

Igual que Moisés, jajajajaja, si quieres jugar a Moisés pues yo soy tan bueno haciendo trucos como él. ¿Qué plaga quieres?

¡Dime tu nombre!

¡Moscas!  —gritó y una negra nube de moscas salió del cuerpo de mi pequeño. Me impacté y me revolví en el suelo. Las moscas volaron atacando a los Sacerdotes, era impactante ver algo así—.  Esta es una de las plagas de Egipto, ¿quieres otra?

¡Dinos tu nombre demonio!

¿Qué tal que todo se vuelva sangre?  —miró a ambos Sacerdotes y luego a nosotros—. Tomi, cariño mira esto   —Gus cayó al suelo vomitando sangre.

¡Noooo! Déjalo por favor, él es mi amigo   —supliqué, gateando hacia el cuerpo de Gus, que no paraba de botar cantidades enormes de sangre por su boca.

Lo haré si me desatas. Si quieres atarme, lo podríamos hacer en la cama, ¿no crees? No pensé que te gustaban los amarres, ¿qué tal los latigazos?

¡No! ¡Basta! Tú no eres el Bill que yo amo.

No, ese es un estúpido, mutiló mi cuerpo cuando “sus deseos puros” decidieron tomar el control.

Deja a Gustav por favor.

Está bien, entonces le mandamos la plaga al cura bronceado  —en ese preciso momento el Padre Biagioni cayó de rodillas vomitando sangre. Gustav quedó débil, pero estaba bien.

Basta demonio    —dijo el Padre Jost todavía luchando con las moscas.

¿Por qué? Si aún me quedan plagas Jajajajajaja.

¡Basta! En el nombre del Unigénito te mando que te detengas —el demonio contrajo el rostro en una mueca de fastidio, pero increíblemente se detuvo.

Entonces me desquitaré con este idiota.

¡Noooo!    —grité al ver que el cuerpo de Bill retorcerse de dolor.

¡Aahh!   —gritó más fuerte y no pude contener las lágrimas, estaba lastimándolo y no podía hacer nada para evitarlo—.  ¡Noooo!   —ese era Bill, mi pequeño.

¡Déjalo! ¡Déjalo maldito demonio! ¡Deja a mi Bill!

jajajajajaja      —la cara de Bill sangraba por los múltiples cortes.

¡Déjalo te lo ordena este siervo del Hijo de Dios! —gritó el Padre Jost, Biagioni aun estaba en el suelo adolorido.

Entonces otra plaga, para que te calles cura impertinente

El Padre Jost sujetó su estómago, la biblia se cayó de sus manos y comenzó a vomitar “ranas”, pequeñas y gelatinosas. Al verlo, yo mismo sentí nauseas, ¿qué demonios estaba pasando?, ¿éramos demasiado débiles para este demonio?, ¿acaso Dios no estaba de nuestra parte?, ¿acaso el mal ganaría esta vez?, ¿perdería a mi pequeño Bill? No quería pensar negativamente, pero al verlos a todos en el suelo, abatidos no sabía qué hacer.

A mí. ¡Tómame a mí! A mí me quieres, ¿no? Déjalos a ellos y tómame a mí —vi que Gus movía negativamente la cabeza, casi arrastrándose por el suelo, hasta donde yo estaba—.  Deja a Bill tranquilo y toma mi cuerpo, absórbeme y déjalos en paz —ese “ente” pensó en mis palabras y todos se calmaron. Y cuando cerré los ojos, escuché un grito.

Vete de aquí, te lo ordenamos en el nombre del Hijo de Dios. ¡Vete de aquí! —era Biagioni y su voz profunda. De pronto El cuerpo magullado de Bill se relajó.

Ya está terminado  —expresó incorporándose el Padre Jost.

¿Bill, Bill estás bien?   —pregunté, y fui corriendo a quitarle las amarras.

¿Tomi? Estoy muy cansado   —susurró, prácticamente desmayándose.

Eres un estúpido Tom  —me gritó Biagioni—. Por un momento pensé que el gemelo te absorbería y sería el fin de todo.

¡¿Y qué quería que hiciera?!  —grité enfurecido, harto de toda esa basura demoniaca—. Estaban todos derrotados y esa cosa estaba lastimando mucho a Bill, acaso no se da cuenta, a él no le importa matar a Bill.

Claro que no le importa, no le importa matar a nadie.

¡Entonces acabo de salvarle la puta vida!

¿Que no entiendes Tom?, si alguno de nosotros muere, será una pérdida prescindible, pero si ese ser te absorbe, será el fin…  de todo.

¡Pues me importa una puta mierda! El demonio jugó con todos ustedes y no dijo absolutamente nada ¡Nada! Estamos peor que al principio, mire a Bill, está herido por culpa de este estúpido ritual, sin mencionar que fue un completo fracaso   —ya no estaba en mis casilla y grité todo lo que pude.

No fue del todo infructuoso Tom —refutó el padre David Jost—. Nos dio información valiosa. Váyanse a descansar, el Padre Biagioni y yo estudiaremos el caso y los llamaremos cuando estemos listos, entre tanto, Tom cuida a Bill por favor, debe estar exhausto.

Lo haré –lo cargué en mis brazos, me alteraba ver su rostro ensangrentado. Gus me ayudó a acomodarlo en el auto y regresé a casa.

&   Continuará   &

Sólo dos partes más y sabremos si podrán salvar a Bill o si él morirá… o peor aún, si matará a Tom. Gracias por el apoyo.

Escritora del fandom

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