“Lazo de Sangre” Fic Twc de MizukyChan
Capítulo 16: Alianzas
—Lamento arruinar la fiesta pero —Bill suspiró—, hablemos de las verdades ocultas del monasterio.
—Bien… —respondió el rubio, tomando una gran bocanada de aire.
—Debemos hacerlo rápido —intervino Seth—, apenas Constantine llegué con su Eminencia, seremos perseguidos, debemos abandonar el monasterio lo antes posible.
—Pero aún es de día —aclaró el de rastas sacando la cuenta de que el sol todavía debería estar sobre el cielo en esos momentos—. Podrías morir allá afuera Seth.
—Los esconderemos —dijo de inmediato Bill—. Los ayudaremos, por lo menos hasta que llegue el anochecer.
«Creo que ustedes debería preocuparse por su propia seguridad» Intervino una voz en la cabeza de los gemelos.
—Jorg —dijeron simultáneamente los Kaulitz.
—¿Cómo es posible? —exclamó sorprendido James.
—Se comunicó con Constantine mentalmente —asumió su lazo—. Debemos advertir a Jess, seguro pensarán que ella tuvo que ver con esto.
—Pero ella es inocente de todo —dijo el rubio furioso.
—Nosotros lo sabemos, pero ellos no.
—La torturarán… —susurró el rubio sintiendo una punzada de remordimiento en su pecho—. Todo por mi culpa.
—Será mejor que nos ocultemos ya —sugirió el rastudo—. Creo que nos iremos con ustedes, no me está gustando nada lo que está ocurriendo aquí.
—Tomi espera… —Le llamó el menor, sosteniendo su mano—. Escucha.
«No hagan nada estúpido chicos. Odio decir esto, pero si lo hacen… mataremos a los enviados especiales» Habló Jorg en sus cabezas.
—¡Oh Dios mío! —susurró el rastudo.
—¿Qué ocurre? —Quiso saber James, completamente atrapado por las malas noticias.
—Los han amenazado —adivinó el moreno.
—Con matar a nuestros amigos —aclaró el pelinegro.
—¿Matar a los enviados especiales? —dijo casi con una sonrisa James, cargada de ironía—. Pero ellos son muy fuertes.
—¿Quién los amenazó? —preguntó Seth.
—Jorg —contestó el pelinegro.
—Oh no… —Fue la respuesta de los otros “vampires”.
«Quédense donde están, iré por ustedes» Volvió a hablar Jorg en su cabeza.
—Nos quedaremos —afirmó James, seguro de sus palabras.
—No dejaré que te vuelvan a hacer daño —Seth apretó los dientes y los puños—. Moriré si tú mueres —Su lazo se acercó y le dio un abrazo.
—Estos chicos valen la pena mi amor —dijo besando su mejilla—. Nosotros ya hemos vivido bastante.
—¡No digan tonterías! —dijo enfurecido el rastudo—. Nadie morirá hoy. Menos por nosotros.
—Tomi… —susurró el menor, al verle tan conmocionado.
Bill no comprendía el caudal de emociones que corría por la sangre de su gemelo, para él todo era más práctico, sabía que tarde o temprano tendrían que luchar y al hacerlo, vidas se perderían, y aunque esperaba que sus amigos no cayeran en el combate… sabía que habría que hacer sacrificios… para mantener a su Tomi con vida.
—Nosotros los ayudaremos —dijo resuelto el de rastas— ¿Cierto Bill?
—Claro —respondió, para calmar a su gemelo.
«Jess va conmigo» —habló la voz de Jorg esta vez en la cabeza de los cuatro allí presentes.
—La trae consigo —dijo furioso el rubio.
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Desesperados por lo que acontecería, los cuatros se pasearon por los pasadizos de la lavandería de piedra, murmurándose palabras de aliento y de amor, en caso de que aquel momento privado… fuera el último.
—Tomi… —susurró el pelinegro en un abrazo fuerte—, te amo, no importa lo que ocurra, no dejaré que mueras.
—No digas tonterías Bill, esta vez yo te protegeré, es mi deber como tu guardián —Le aseguró el mayor con una sonrisa, que luego cambió a una de total seriedad—. Escúchame Bill, te prohíbo que me des cualquier clase de protección.
—¿Ah?
—Lo que escuchaste, no me sobreprotejas, yo puedo cuidarme solo, ocúpate de ti, lucha si hay que hacerlo, defiéndete si se apoderan de mi cuerpo, no dejes que lo que pasó en el bosque se vuelva a repetir —Le arrebató un beso forzado—. No me perdonaría jamás, si te hacen daño usando mi cuerpo.
—Pero Tomi.
—Es un ultimátum Bill, defiéndete sin importar nada. Mírame —Le acunó el rostro con ambas manos para que sus miradas se conectaran—. Si tienes que matar para salir vivo de aquí… lo harás, ¿está claro?
—¿Matar? —Bill le escuchaba incrédulo, justamente momentos antes, pensaba en que su Tomi tenía una sobre carga emocional por esta situación y ahora le pedía matar, si era necesario, con tal de vivir.
—Bill mírame… —Le pidió al ver que sus ojos huían de su mirada—. No hay nada de malo… en la guerra y en el amor todo se vale —Le dio una sonrisa ante lo cursi de esa frase tan común.
—Pero matar es lo que ellos esperan Tomi… dirán que cedimos a la corrupción y nuestras mentes…
—No Bill, todo es una tontería —El de rastas le dijo con seriedad—. Nada me importará si algo malo te sucede, no me importará vivir si tú no estás.
—Bueno… ambos moriremos.
—O ambos viviremos.
—Vivamos Tomi… —pidió el menor y se fundieron en un beso profundo y lleno de sentimientos.
—Vivamos Bill
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En lo que pareció una eternidad, Jorg apareció en el lugar, trayendo consigo, no sólo a Jess, sino también a Ann su lazo, a otra pareja de “vampires” y tras ellos, caminado en silencio y cogidos de las manos, los G’s. Ninguno de los presentes cubría su rostro tras las típicas capuchas sacerdotales, señal de que todos quería ser honestos.
—¿Y bien? —dijo intempestivamente el mayor de los Kaulitz.
—Calma Tom —habló Geo, acercándose a los gemelos, quienes retrocedieron un paso, completamente desconfiados.
—¿Qué hacen ustedes con ellos? —preguntó el pelinegro, sintiendo una punzada de dolor al verse traicionados.
—Calma Kaulitz —pidió tras ellos Jorg, con la voz tranquila, no con la sonrisa de suficiencia que siempre mostraba—. Venimos en paz.
—Tú los amenazaste, maldito —dijo Bill con los dientes apretados.
—Tuve que hacerlo para que se quedaran y no salieran corriendo del monasterio sin protección —Volvió a hablar el hombre.
—No podemos confiar en nadie —asumió el rastudo, poniéndose instintivamente como escudo entre su hermano menor y la masa de “vampires” frente a ellos.
—Tom, por favor —Volvió a hablar el castaño—. Jorg quiere explicarnos algunas cosas, por esa razón Gus y yo hemos venido.
—Es cierto —Confirmó el rubio, poniéndose a su lado—. Le creímos porque nos mostró a su verdadero lazo… Ann.
—Pero nosotros ya sabíamos sobre ella —habló nuevamente el de rastas—, fue sólo un truco para ganarse la confianza de ustedes chicos, ¿cómo cayeron tan fácilmente?
—No es un truco Kaulitz —explicó la mujer rubia, dejándose ver por primera vez en toda su gloria, era realmente hermosa, con cabello largo, que caían en suaves ondas por su espalda.
—Ni Ann, ni yo mentimos Kaulitz —comentó Jorg, acercándose y sentándose en el piso rocoso, dejando su espalda descubierta y sin protección, ese era el momento perfecto para atacarlo, si es que realmente los gemelos pensaban hacerlo.
—James, ¿estás bien? —preguntó preocupada Jess, agitando su cabello rojizo al acercarse al otro hombre, notando la sangre seca en su rostro.
—Estoy bien Jess —respondió el hombre, limpiándose un poco.
—¿Quién te atacó? —cuestionó ella preocupada.
—¿No lo sabes? —comentó incrédulo Seth—. Creí que Constantine, nos había delatado y por eso estaban todos aquí, para…
—Liquidarnos —Culminó James por él.
—No… —asumió la rubia—. Aunque Jorg temía que algo así ocurriera. Siempre hemos desconfiado de él.
—Queríamos tener esta conversación mucho antes y evitar enfrentamientos tontos —dijo Jorg levantando la mirada a los gemelos—, pero quería testear sus poderes antes.
—¿Testear? ¿Querías probar si éramos los verdaderos elegidos? —dijo el de rastas apretando los dientes, sintiéndose furioso por primera vez, y mostrando como sus ojos se oscurecían por completo por la ira que lo invadía—. ¿Sabes lo jodido que es eso? Nosotros jamás pedimos esta estupidez de ser los elegidos.
—Tomi… —Bill no podía hacer nada, sus ojos estaban tan negros como los de su gemelo, pues sentía toda la ira de él, fluir en su propio cuerpo.
—Lo siento mucho Kaulitz —Fue la sincera disculpa del otro “vampire”—. No sabía que te haría sentir tan mal… debes comprenderme… no he sido humano desde hace tanto.
—Jorg está arrepentido joven Kaulitz —Le defendió su lazo—. Se ha sentido abatido desde su último encuentro.
—¡Y una mierda! —Gritó Tom a todo pulmón, provocando un ligero temblor en toda la estancia. Los G’s miraron en todas direcciones pensando que podría haber un derrumbe.
—Calma Tomi… —pidió el menor, sujetando su brazo.
—Anda… golpéame, lo merezco —sugirió Jorg, tranquilo, sin levantarse del suelo.
Pero en lugar de lanzar un ataque físico, los gemelos, sincronizaron sus mentes en un ataque psicológico, tendrían que saber con exactitud qué quería Jorg de ellos.
El “vampire” se desplomó con los ojos en blanco, mientras su lazo lo sacudía con temor de verlo en semejante estado.
—No lo maten por favor —pidió ella con dolor en su corazón.
Y entonces los Kaulitz lo vieron todo, las reuniones de todos los vampiros y “vampires” con su Eminencia, el temor del hombre viejo por causa de la profecía y como los seres del submundo le pedían al anciano que hablara con la verdad y le explicara a los muchachos lo que ocurriría cuando uno de ellos muriera…
—“Si uno muere, el otro enloquecerá” —Fue la frase que se grabó en la mente de los gemelos, quienes liberaron a Jog.
—Uno de nosotros morirá… —susurró el de rastas, mirando a su hermano con los ojos nuevamente en su color natural—. No… no… no… —Sacudió su cabeza en forma negativa, mientras el resto de los presentes les miraba con lástima. Todos comprendían lo que provocaba la muerte de un lazo… el conflicto emocional era enorme y traicionero… te podía llevar a perder la razón y finalmente… la vida.
—No estamos seguros de ello Tom —llamó Gus, acercándose y sacudiendo al rastudo por los hombros para sacarlo de esa especie de trance en el que había caído.
—Nadie lo está, ni siquiera su Eminencia —Corroboró Ann, acariciando el sudoroso rostro de su lazo.
—Tal vez sea todo un error —relató James, sujetando la mano de Seth, comprendiendo la gravedad de la situación. Si tan sólo con saber que uno de ellos moriría ponía a Tom así de mal, ¿qué ocurriría si efectivamente Bill muriera?, sin duda, todos los temores de su Eminencia estaban comprobados, los Kaulitz no podrían…
—Tomi… —El menor abrazó a su hermano y acarició su espalda con cariño, mientras el mayor se desplomaba sobre sus rodillas, llorando.
—No… no… no…
—Calma Tomi, aquí estoy, aquí estaré siempre… a tu lado para siempre —El agarre del rastudo era casi doloroso, pero el pelinegro no se quejaría, sin duda Tom tenía el peso de la carga emocional y aunque su corazón todavía latía, Bill se sentía más “vampire” que humano.
El grupo se quedó en silencio, observando la escena sobrecogedora que se presentaba ante ellos. Cada uno conteniendo el aliento, hasta que el llanto del mayor de los gemelos, se remitió a sólo unos ahogados sollozos.
—Debemos hablar —pidió Jorg, nuevamente tomando el liderazgo.
—¿Qué propones? —indagó Gus, con verdadera atención, tanto él como su lazo se habían propuesto proteger a los Kaulitz, y harían lo que fuera para evitar que ellos se vinieran abajo.
—No estamos seguros sobre la profecía de Lilith —aclaró de inmediato, los gemelos levantaron la cabeza para poner atención, sin soltarse del fiero abrazo que compartían—. Nadie en toda la Iglesia lo sabe y me atrevería a decir que ni la misma Lilith tiene completa certeza sobre la condena que pende sobre su cabeza.
—Su Eminencia sólo lo cree así, por la alusión a la supuesta “venganza” que los elegidos reclamarían cuando acabaran con la Reina de los Condenados —explicó Ann, ayudando a su lazo.
—Insisto, ¿qué sugieres? —Volvió a hablar Gustav.
—Ahora que estamos seguros de que los gemelos no son partidarios de unirse a las fuerzas oscuras —dijo Jorg, un poco sonrojado—, sugiero que sí se sometan a un arduo entrenamiento para poder estar preparados en caso de enfrentarse con Liltih o a sus aliados.
—Estoy de acuerdo —agregó Tom, completamente erguido—. Aprenderé a luchar para defender a Bill de todos.
—Lo más sensato es hacerlo en el monasterio —habló Valentine, otro de los “vampires” presentes—, al menos aquí estarán a salvo de las criaturas del submundo, hasta que su entrenamiento termine.
—Si estamos aquí, nadie nos atacará —Pensó en voz alta el pelinegro.
—Y ninguno de los dos correrá riesgos —Culminó la idea su hermano.
—Eso sería lo ideal —Corroboró Selene, el lazo de Valentine—. Sin embargo, es ahí donde viene nuestra preocupación.
—¿Por qué? —preguntó Georg.
—Tenemos sospechas de que su Eminencia hará hasta lo imposible porque los elegidos destruyan a Lilith —dijo Jorg—, incluso… atentar contra la vida de uno de ustedes para lograrlo.
—Es por eso que nos ha reclutado a lo largo de los años —habló Seth avergonzado—, para contener al elegido que quede con vida y que causará la destrucción de todo lo que esté a su paso, por causa de su dolor.
—Eso es ridículo —aseguró indignado el de rastas—. Si el elegido es capaz de matar a Lilith, qué le impedirá matar a otros “vampires”
—Lo mismo pensamos nosotros —dijo Jess—, pero tanto él como sus antecesores, se han encargado de hacernos creer que es lo mejor. Además…
—De proporcionarnos este lugar para vivir en relativa calma —explicó James, sintiendo vergüenza ante ese hecho.
—No es para menos —dijo Bill—, incluso nosotros ahora mismo estamos planeando quedarnos aquí, con el fin de mantenernos a salvo.
—Creo que debemos eliminar a Su eminencia —dijo Gustav totalmente serio, todos los rostros giraron hacia él—, si planea hacer eso, debemos sacarlo de en medio.
—Si él muere, vendrá otro —intervino Jorg—. Siempre ha sido así. Y con más razón ahora, que los elegidos por fin están aquí.
—Entonces, ¿qué hacemos? —preguntó Georg, mirándolos a todos.
—Haremos una alianza —explicó solemnemente Jorg—. Juraremos proteger a los Kaulitz, aun a costa de nuestra propia vida.
Los hermanos vieron con ojos atónitos, cómo cada uno de los allí presentes se puso de pie y apretó la mano del “vampire” más antiguo, sellando la promesa de salvaguardar la vida de los gemelos.
—Está hecho.
& Continuará &
¿Qué hay de los otros vampiros?, ¿intentarán matar a uno de los gemelos a petición de su Eminencia? ¿O será alguien de Lilith quien lo logre? ¿Será necesario que un Kaulitz muera? No se pierda la continuación.