18: “Engaños”

Hola gente bella, hoy no hay banda sonora, solo mis agradecimiento por sus lecturas. Besotes y que disfruten del capítulo.

Head Over Feet”

Capítulo 18: “Engaños”

& Bill’s POV &

Desperté desnudo con la mano de Tom rodeándome por la cintura. Me giré para verlo, siguió durmiendo. Se veía tan tranquilo, ¿cómo podía estarlo si tenemos tremendo problema encima? Le besé los labios y sin abrir los ojos me saludó.

—Buenos días, bebé. —Me abrazó contra él.

—Te amo. —Él abrió los ojos y me sonrió.

—Y yo te amo más.

—Pruébalo, hazme el amor. —Lo besé.

—Pero ya es de día, hay gente en la casa, están nuestros padres —contestó preocupado.

—Justamente por eso, quiero tener valor para seguir con el engaño, para no gritarles a la cara que estoy loco por ti.

—Solo promete no hacer ruido, ¿sí?

—De acuerdo.

—Y Bill, cuando desayunemos con ellos, no vayas a decir nada comprometedor.

—Me contendré, lo prometo.

—Entonces, ven acá.

Me abrazó y me besó profundamente. Hicimos el amor conteniendo el aliento, sabiendo que podríamos perder todo si nos descubrían.

.

Bajamos a desayunar y como dijo mi Tomi, estaban todos en la mesa.

—Buenos días. —Saludamos los dos.

—Vaya chicos, son sincronizados hasta para despertar —dijo el padre de Tom.

—Es porque somos BFF —contestó mi amado—, además llevamos viviendo bastante tiempo juntos, por eso estamos acostumbrados a los horarios del otro.

—¿Y chicos, les gustaron sus novias? —Preguntó mi papá.

—La verdad, no —dije muy molesto.

—¿Por qué? Yo las encontré muy guapas.

—Creo que fue muy desconsiderado de vuestra parte escogernos novias sin siquiera preguntar. ¿Acaso no pensaron en nuestros sentimientos? —dije molesto.

—William, los sentimientos se forman a medida que la relación progresa —dijo Simone, con el rostro inexpresivo.

—Pero ¿acaso hay algún problema para que acepten a las gemelas? —Preguntó el padre de Tom.

—Sí lo hay, éste. —Tomé la mano de Tom y la mía y mostré los anillos—. Estamos comprometidos.

—¡¿Qué?! —Exclamaron los adultos.

—Bill quiso decir que él y yo ya tenemos novia —dijo Tomi tratando de calmar a todos.

—Vaya y ¿por qué no nos habían contado nada? —Preguntó su padre.

—Padre, tú sabes cómo soy —le dijo Tomi—, nunca traigo a casa a ninguna chica.

—¿Y tú Bill, por qué no me contaste? —cuestionó mi padre.

—Porque soy muy tímido. —Mentí.

—Bueno, entonces tendremos que deshacer el arreglo —dijo papá, como si nada.

—Pero tendrán que traer a las chicas antes de que nos vamos de viaje.

—¿O sea? —preguntó Tom.

—Mañana, ¿qué tal para la cena?

—Será genial —dije incómodo.

—Una cosa más —agregó Simone.

—Dime mamá.

—¿Por qué traen sortijas iguales? —Creo que me subieron los colores al rostro.

—Porque somos BFF y compartimos todo —respondió Tom sin titubear.

—Muy bien, entonces mañana será.

.

Subimos a la habitación y Tom me miró con enojo.

—Casi arruinaste todo.

—Lo sé, lo siento, pero me cuesta mucho contenerme.

—Ahora estamos en graves problemas.

—Hablemos con Gus.

—Mejor vamos a su casa.

Condujimos rápido y llegamos.

—Hola chicos, ¿cómo estuvieron las vacaciones?

—Geniales, pero ahora necesitamos tu ayuda —dijo Tom con impaciencia.

—Estamos en problemas —comenté, haciendo un puchero.

—Cuéntenme.

—Verás… en nuestro viaje… nosotros —empezó Tomi.

—Se declararon su amor, ¿cierto?

—¿Cómo lo supiste? —Lo miré sorprendido.

—Porque su estado ya no daba para más, estaban completamente enamorados y ninguno decía nada, o más bien no asumían que hace rato ya no eran BFF, sino novios.

—El asunto es que al volver a casa, nuestros padres conspiraron en secreto para buscarnos novias —dije enojado—, y esta mañana arruiné todo diciendo que ya teníamos novia y nos concertaron una cita para cenar mañana en casa y presentarlas a la familia, y obviamente no tenemos novias, ¿qué hacemos?

—Habla con Jess, Tom, recuerda que ella te pidió lo mismo, dile que ahora ella tiene que fingir que es tu novia y que consiga a una amiga de confianza para que finja que es la novia de Bill.

—Oh, Gus, eres un maldito genio —dijo Tomi feliz—. Vamos Bill, tenemos que convencerla.

—Gracias Gus, adiós —Me despedí, igual de nervioso.

Manejamos hasta el departamento de Jess y subimos.

—Thomas, William, qué sorpresa, pasen.

—Jess voy a ir al grano, necesitamos tu ayuda.

—Claro, te debo un favor, así que dime ¿en qué puedo ayudarte?

—Quiero que finjas ser mi novia y que me consigas a alguien que finja ser novia de Bill.

—A ver explícate.

—Necesitamos presentarle nuestras novias a nuestros padres —respondí yo, mirándola con rabia, en realidad ella era la persona a la que menos quería recurrir en este caso—. Y no tenemos novias.

—¿No me digan que por fin están juntos? —Preguntó con una sonrisa.

—¿Qué? —le pregunté de vuelta, confundido.

—¿Por fin se juntaron como pareja? —Repitió, sin dejar de sonreír.

—Bueno…sí, pero ¿acaso tú sabías algo?

—El pobre Tom estaba de muerte por ti y por no poder confesarte sus sentimientos.

—¿Tom, tú le contaste?

—Fue más bien un descubrimiento de ella —respondió apenado.

—Sí, fui yo quien los descubrió y prácticamente por eso obligué a Tom a hacerse pasar por mi novio, pero él se portó muy bien, así que también los ayudaré, además me encanta que estén juntos, solo les pondré una condición.

—¿Cuál? —Pregunté asustado.

—Que se besen. ¡AAAHHH! Quiero verlos, dos tíos guapos dándose un tremendo beso, anda háganlo, ¿sí? —Creo que tenía una cara de no entender nada.

—¿Ahora? —preguntó mi Tomichu.

—Sí, sí, sí.

Tomi se acercó a mí, con su mano levantó mi barbilla y posó sus labios sobre los míos, luego me mordió el labio para que abriera mi boca y su lengua entró sin compasión, batiéndose en una lucha con la mía, usé mi piercing para estimularlo y se le escapó un gemido, sonreí en el beso, se estaba volviendo húmedo, me estaba excitando y cuando recordé dónde estábamos, lentamente me separé.

—¡Kyyyaaaaa! —Gritó emocionada—. Son una pareja adorable, los dos son tan hot y besándose se ven tan sexy, me encanta. No se preocupen, dejen todo en mis manos, buscaré a una amiga de confianza y haremos el mejor engaño del siglo.

—Una cosa más —le dije con nerviosismo—. ¿Pueden inventar una historia de cómo nos conocimos y todo eso?

—Claro, estará todo incluido.

—Gracias Jess, te debo una —dijo mi amor.

—En realidad no, Thomas, tú me ayudaste con mi familia y con la canción, yo solo te estoy devolviendo la mano.

—Gracias y adiós —le dije, ya en la puerta.

Volvimos a casa con un poco más de confianza.

&

Al día siguiente fuimos a buscar a las chicas al departamento de Jess.

—William, ella es Stephany Roberts, ella será tu novia.

—Bien, Jess, ¿y lo de la historia? —Preguntó Tomi.

—Todo listo y ensayado, déjenlo todo en nuestras manos.

—¿Entonces, nos vamos?

.

Al llegar a casa, nos encontramos con nuestros padres charlando en la sala.

—Padres, les presento a mi novia, la señorita Jessica Swan.

—Y ella es Stephany Roberts, mi novia.

Nuestros padres comenzaron a conversar con las chicas, nosotros solo asentíamos y decíamos monosílabos. En verdad ellas habían creado todo un cuento de hadas donde nosotros éramos los príncipes que ellas tanto habían esperado, y en el proceso no dejaban de tocarnos, acariciarnos y besarnos. Yo quería salir de ahí, correr y llevarme a Tom conmigo, pero debía soportarlo, al menos Jess sabía lo nuestro, me habría muerto de los celos si esa gemela, Chantelle, hubiera tocado a mi Tomichu, de solo pensarlo me enfurezco con papá, cómo se le ocurre conseguirme una novia.

Después de cenar, nuestros padres quedaron muy complacidos con nuestras supuestas novias.

—Vamos chicos, pueden besar a sus novias, que no les de pena —dijo Simone.

No nos quedó otra opción. Tomé a Stephany de la cintura y la besé, abrí un ojo para ver a Tom y lo vi en los brazos de Jess, sentí mi sangre hervir y sentí odio por esta maldita situación.

«De alguna forma u otra le haremos saber a nuestros padres que nos amamos, Tom, te lo juro» Prometí en mi cabeza.

Fuimos a dejar a las chicas y les agradecimos por lo que habían hecho. Stephany dijo que se había vuelto fan mía cuando me escuchó cantar en la fiesta de otoño, así que estaba encantada de ayudarme.

Bajamos al auto y besé a Tom.

—Oh, Tom, siento tanto esto que está pasando.

—Igual yo, te vi besando a la chica y quise correr a quitártela de encima.

—Lo hubieras hecho.

—No podemos, al menos no aún. No sabes lo conservadores que son mis padres, en especial mamá, si se llega a enterar que soy gay, es capaz de encerrarme en un manicomio porque en su mundo perfecto no existen los homosexuales. Pero lo que es peor, si sabe que tú eres mi pareja, te echaría y yo no podría perderte, no ahora que por fin te tengo como quiero tenerte, como mi amor, mi amante, mi novio.

—Oh, Tomichu, te amo.

—¿Duerme conmigo esta noche? Necesito sentirte mío.

—Soy solo tuyo, me escabulliré a media noche, espérame despierto.

—Volvamos a casa, ya quiero que sea media noche.

.

& Tom’s POV &

Estaba obscuro, la puerta se abrió con suavidad, pude ver la silueta de Bill entrar con una gracia felina, se quitó la ropa y se metió en la cama. Le abracé para sentir su calor.

—Te extrañé, bebé.

—Y yo a ti… Bésame.

Dulcemente le besé, mientras mis manos recorrían su espalda, bajé las manos y estrujé sus nalgas, le acaricié mientras nos frotábamos.

—Te amo —le dije en un susurro—, quiero borrar los besos de ella, para que seas solo mío.

—Hazlo, mi amor, quiero ser solo tuyo.

Comencé a besar cada parte de él, su cuello, su pecho, su ombligo. Le sentí estremecerse y continué bajando, besé sus muslos, que se abrían para darme mejor acceso. Gimió, subí un poco hasta encontrarme con su erección completamente erguida, besé la punta y luego la abracé con mi lengua, jugué con ella hasta que se humedeció.

—¿Estás bien? —Pregunté.

—Sí, hazme tuyo ahora.

—Te deseo tanto.

—Y yo a ti. —Tomé el lubricante y lo preparé—. ¿Estás listo?

—Sí amor, entra en mí. —Suavemente y casi conteniendo el aliento comencé a penetrarlo, su estrechez y calidez me volvían loco. Al estar completamente dentro, me detuve.

—Respira.

—Estoy tan lleno de ti, me encanta sentirte, muévete amor.

—¿Así está bien? —Me moví lentamente.

—Más Tomi, más fuerte. —Le hice caso y le embestí con más fuerza y velocidad.

—Bill, Bill, Bill —Gemí en su boca, su miembro se friccionaba con nuestros estómagos.

—Ahhhh Tooommmiii justo ahí.

—¿Dónde? ¿Ahí? —Golpeé su dulce puntito de placer.

—Siiiiiiiiiiiiiii —Continué con los movimientos, ya sentía que iba a explotar.

—Cielo ya….

—Ya voy….

Para evitar que cualquiera de los dos gritara, lo besé, ahogando en ese beso nuestro último gemido de placer.

—Te dije, cielo, que era todo tuyo —dijo abrazándome, tratando de recuperar el aliento.

—Yo no quiero que pienses que eres un objeto, pero yo quiero ser tu dueño.

—No te preocupes, yo quiero que seas mi dueño, que solamente tú me toques.

—Oh, Bill, me volvería loco si otra persona que toca así como yo.

—Me encanta que seas celoso.

—Nunca en mi vida había sentido celos, pero tú eres precioso para mí.

—Me halagas, pero yo también soy celoso.

—Pero creo que te he demostrado que no me interesa nadie más, ninguna otra mujer

—¿Ni hombre?

—Ni siquiera he pensado en otro hombre, solo tú me has llegado al corazón.

—Gracias.

—Ahora descansemos.

—Sueña conmigo.

—Lo haré.

& Continuará &

Hasta Tom piensa que su madre es una homofóbica, solo esperemos que este engaño haya sido suficiente. ¿Qué creen ustedes? Nah, porque si todo es amor y paz, se acaba el fic, pero están invitados a seguir leyendo. Besos y gracias por venir.

Escritora del fandom

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