19: Inseguridad

Fashion” Fic Twc / Toll escrito por MizukyChan

Capítulo 19: Inseguridad

What hurts the most was being so close. And havin’ so much to say, and watchin’ you walk away. And never knowin’ what could’ve been. And not seein’ that lovin’ you is what I was tryin’ to do

(Lo que duele más fue estar tan cerca y teniendo tanto que decir, verte alejar. Y nunca saber qué pudo haber sido. Y no ver que amarte era lo que trataba de hacer)

Anteriormente

Quiero que me des un regalo.

¿Un regalo? —Claro, lo que quieras ¿Qué deseas?

Un beso —ambos se miraron completamente sonrojados.

¿Un piquito? —preguntó el menor, esos roces que se habían dado con anterioridad.

El mayor asintió y vio como Bill cerró los ojos para recibir aquel beso esperado. Lentamente posó sus labios sobre los otros, pero a diferencia de las otras veces, no los retiró de inmediato, los apretó un poco más y movió su rostro para encajar mejor con el pelinegro. Con mucho cuidado, pasó la lengua por el labio inferior del cantante y éste le dio permiso para explorar su boca.

Soltando un suspiro, Bill llevó sus manos al cuello del rastudo, quien le apretó a su cuerpo por la cintura y se aventuró a llevar su lengua dentro de aquella boca que le provocaba y de pronto ambos músculos se encontraron. De inmediato las mariposas inundaron sus estómagos y continuaron abrazando el otro cuerpo, ansiosos de aquel contacto tan esperado.

Miles de pensamientos cruzaron las mentes de ambos, pero de algo sí estaban seguros, no renegarían de esto, porque era lo más maravilloso que les estaba ocurriendo.

Las manos del rastudo apretaron la estrecha cintura del menor, mientras los pulgares traviesos buscaron entre la ropa, hasta hacer contacto con la pálida piel, allí acariciaron con delicadeza todo lo que podían, logrando arrancar un sonoro jadeo del pelinegro. Al oír tan sensual sonido, Tom sonrió, sin despegarse de sus labios.

Sus respiraciones estaban entrecortadas, pero ninguno de los quería romper el beso, por miedo a enfrentar la mirada del otro y responder las miles de interrogantes que bailaban en ambas cabezas, sólo deseaban perderse allí, en la calidez de la boca del otro.

Bill sentía que estaba en una nube, hacía tanto tiempo que no besaba a nadie y ahora los labios que le devoraban eran de un ser, en su opinión, perfecto. Sin embargo, esa familiaridad con que Tom le tocaba, sólo lograba despertar su cuerpo de una forma en que él llegó a pensar sería imposible volver a sentir, y cuando su miembro comenzó a endurecerse, sintió temor y se apartó.

Tomi… —jadeó bajando la mirada, temía ver directamente a los ojos del mayor.

Bill… —respondió el otro, y parecía que lo único que estaba en sus mentes, era el nombre del otro.

Cuando sus miradas se encontraron, el rosa era el color predominante en sus mejillas, y al verse “tan adorables”, ambos sonrieron.

Ha sido un gran regalo —susurró el de rastas, devolviéndole la seguridad al menor, quien temía que Tomi se arrepintiera de lo que acababa de ocurrir—. Lamento si me dejé llevar —sonrió apenado, cosa que le pareció encantadora al pelinegro.

Yo también me dejé llevar, Tomi, está bien.

Me gustó —admitió el rastudo.

Y a mí.

&

Después de ver la película, olvidándose del beso, ambos fueron a la habitación para poder dormir. Con un poco de licor en su sistema y las mariposas por el reciente descubrimiento de estos nuevos sentimientos, Tom se olvidó de cualquier temor y abrazó el cuerpo de Bill, respirando su aroma.

Gracias, pequeño —susurró en su oído.

No tienes nada que agradecer, Tomi —respondió bajito el cantante, hundiéndose en el cuello del otro cuerpo.

Buenas noches.

Duerme bien.

&

Pese al esfuerzo de la carrera y las cervezas consumidas la noche anterior, Tom despertó al alba, cómodamente aferrado al delicado cuerpo del pelinegro. Sonrió al recordar lo feliz que se veía Bill cuando le entregó la medalla.

Tomi… —gimió el menor, moviéndose a lo largo de la cama, con los ojos aun cerrados, en un profundo y delicioso sueño.

El mayor se acomodó para observar al cantante. Con el movimiento anterior, la playera con la que dormía se había levantado, dejando ver parte de la tinta. Tratando de no despertarlo, Tom bajó la sábana lo suficiente, para ver el bóxer negro y el resto de aquella tentadora estrella tatuada. Tragó y pasó uno de sus dedos por ella.

Tomi… —gimió nuevamente el chico, como si supiera quién era la persona que le acariciaba.

Billa… —susurró el mayor, mirando a un pequeña “diva”, tan diferente de lo que él pensaba, o más bien de lo que Bill aparentaba.

Pasó la lengua por sus labios y recordó claramente el beso que compartieron. Y en su mente admitió que no se dejó llevar, que él lo había deseado desde el día anterior, tal vez desde mucho antes y que finalmente ese deseo se había completado. Arrugó el ceño al pensar que ambos eran hombres, pero lo volvió a relajar al recordar que eso no le desagradó, al contrario, el beso de Bill había sido exquisito, más que el de cualquier mujer, incluyendo su experimentada ex novia Xaviera. Sus labios habían sido tan deliciosos, que con sólo verlos allí en el rostro dormido del cantante, sentía ganas de volverlos a tomar, pero esta vez con pasión, no con temor o preocupación, deseaba poder lamerlos, succionarlos, incluso morderlos suavemente.

Tom volvió a recostarse, porque si seguía observando al chico, no tardaría en lanzarse contra sus labios. Con el movimiento, el sensible cuerpo a su lado, lo buscó en un nuevo abrazo, que no pudo ni quiso negar.

Tomi, te quiero —susurró el chico en sueños y el mayor sonrió, pero luego sintió pánico.

Tal vez Bill no tendría problemas en mostrarse abiertamente homosexual, pues todo el mundo hablaba de sus desenfrenos sexuales, aunque éstos fueran falsos. Pero para Tom, todo aquello era un terreno de arenas movedizas, no le gustaba estar bajo etiquetas, no le gustaría que le tacharan como “gay”. El dolor que sufrió su vecino cuando eran pequeños, le enseñó a que debía seguir los estándares sociales para ser respetado. Además, no sabía si eso podría traerle problemas con su beca y sus futuras aspiraciones universitarias. Y aunque Bill le hubiera afirmado que ahora eran otros tiempos, él sabía que aun existían homofóbicos y estas personas sí podrían dañarle a la hora de votar por la aprobación de su beca.

¿Tomi? —La suave y melodiosa voz del cantante le sacó de sus oscuros pensamientos—. Luces tenso —dijo Bill, temeroso de este nuevo acercamiento.

Oh… estaba pensado.

¿Era algo malo? —Preguntó y el otro sacudió la cabeza en forma negativa—. ¿Era sobre mí? —insistió y Tom asintió—. Oh… lo siento.

¿Por qué?

Porque parecías preocupado y no quiero causarte problemas… ¿si es por el beso…?

Hey… —le abrazó y le besó la frente. Bill no tenía la culpa de sus inseguridades.

No fue nada… —dijo el menor, pero su corazón estaba apretado.

Claro que sí fue algo —confirmó el rastudo—, pero…

¿Pero?

Estoy asustado —Bill se movió y le vio a los ojos.

¿Por qué? —llevó una mano a la mejilla del otro—. ¿Por qué, Tomi?

Nunca… este… yo… somos hombres…

Lo sé.

Nos juzgarán.

Podemos seguir como siempre, Tomi… no quiero obligarte a nada, no quiero que te sientas mal por mi culpa… por favor, no me alejes de ti —dijo el pelinegro, con un nudo en la garganta y la desesperación a flor de piel.

No quiero alejarte, Bill —le aseguró el mayor al notar su tristeza—, pero tampoco puedo dejarlo en nada —suspiró—, siento cosas ¿ves?

¿Me quieres?

Claro que te quiero —dijo tan seguro que hasta él se sorprendió—, es que esto es tan diferente, al principio me gustaba ser tu amigo, luego te sentía como un hermano…

Gemelos —sonrió el menor.

Pero ahora… es… te deseo —susurró—, me gustas y mucho… además eres tan hermoso. Yo… ahora sólo quiero abrazarte y…

Hazlo… haz todo lo que quieras conmigo, Tomi… yo te amo —admitió rápidamente—, desde hace tanto tiempo —cerró los ojos y suspiró largamente—, y tenía tanto miedo… no quiero perderte, no lo soportaría… pensé que nunca más me enamoraría, pensé que el amor verdadero ya no existía, pero al conocerte… todas esas barreras… cayeron estrepitosamente… llegué a desear ser mujer para que pudieras fijarte en mí.

Tontito…

Lo sé… es que tú…

Estaba tan cegado, lo sé… pero en serio, Bill, tengo miedo.

¿Qué quieres, Tomi? Haré todo lo que me pidas —le miró con ojos suplicantes—. ¿Quieres que sigamos siendo amigos?

Quiero… —miró al techo por un minuto y luego de vuelta a Bill—, sé que voy a ser totalmente egoísta, pero… ¿podríamos estar juntos… en secreto?

¿Juntos?

¿Novios? —Corrigió el mayor.

¿Quieres que seamos novios? —preguntó Bill con una tremenda sonrisa.

Estaría honrado de ser tu novio —respondió radiante.

Oh my God, Tomi, no puedo creerlo —estaba que no cabía de la felicidad.

¿Puedo volver a besarte?

Sí, por favor, bésame —rogó el menor, abrazando el cuerpo contrario, casi con desesperación.

&

Luchando por comportarse, la pareja se separó para poder ducharse y cambiarse, Bill se sentía muy inhibido, como para pedirle a Tomi que compartieran el baño, no quería presionarlo ni asustarlo, así que fue en segundo lugar, ya que su rastudo quería preparar el desayuno.

En la habitación, el pelinegro removía sus cosas buscando el maquillaje que nunca le abandonaba y finalizando sus arreglos sintió el delicioso aroma que provenía de la cocina.

Mmmm —dijo al llegar, abrazando al mayor por la cintura.

Te hice unos panqueques, nada chino jeje —ambos rieron.

Ñami, ñami —se saboreó el más delgado, robándose un beso del mayor.

¿Puedes prender el televisor? Quiero ver si dicen algo de las carreras de ayer —pidió el rastudo, sirviendo los platos.

Se instalaron en el viejo sofá, frente a la tele, comiendo y mirándose coquetamente. Tom no paraba de sonreír y es que pese a todos sus temores, se sentía afortunado de poder besar y disfrutar de la compañía de alguien tan especial como Bill.

Y en el plano local —comenzó el periodista—, queremos destacar las competencias deportivas estudiantiles que tuvieron lugar el día de ayer.

Tomi… —le llamó el menor, indicando la pantalla.

Tal y como se esperaba, Tom Trumper se llevó tres medallas y confirmó sus marcas, pero lo que nos llamó la atención fue lo siguiente —mostraron la entrevista que le hicieron el día anterior, donde él le regaló la medalla a Bill, diciendo que él era su estrella de la suerte.

Fuiste tan tierno —dijo tímidamente el pelinegro.

Como pueden ver, Trumper está muy bien acompañado, así como se dijo en el video, hemos confirmado que Trumper es el guardaespaldas privado del cantante Bill Kaulitz, y un video del YouTube lo ha mostrado como el héroe del mismo, al rescatarle del acoso del que se rumoreaba era el novio de Bill, el rapero Bushido.

Oh… no —susurró el de rastas.

En la pantalla se dejó ver parte del video de YouTube, y le dieron mayor realce al beso en la mejilla que Bill le da, al ser rescatado.

Pensamos que Trumper es la actual pareja del cantante, como pueden ver en las siguientes fotografías.

Los chicos en el sofá estaban con la boca abierta, pues las imágenes que se mostraban eran de ellos el día anterior abrazados, muy cerca, o con miradas que sólo los enamorados comparten.

Nuestros reporteros han visitado los fórums de las fans de la banda “The beautiful people”, y la mayoría de las fans, apoya el nuevo romance del cantante y prefieren a Trumper, en lugar de Bushido, que en su opinión, sólo fue un truco publicitario.

Creo que ya no es un secreto —dijo el pelinegro con un nudo en la garganta.

¿Qué podemos decir? —finalizó el reportero—. Dos ejemplos juveniles, uno en la música y otro en el deporte, unidos en un romance homosexual, sin duda los tiempos han cambiado. Comentó Sean O’Connel para VTV noticias —el reportaje terminó y Tom no pudo más y apagó el televisor.

Tomi… —el menor lo miró aterrado, el rostro del mayor estaba pálido y sus manos temblaban ligeramente—. Lo siento.

No es tu culpa, Bill… somos muy obvios… —Tom quería asegurarle al menor que lo quería y que no habría problemas, pero esto sólo empeoraba las cosas.

Tomi… —sólo podía mirarlo en silencio, él debía aclarar su mente, porque el cantante estaba seguro de sus sentimientos.

Debemos buscar una pantalla —dijo el mayor como si fuera una gran idea—, si tienes una novia o yo la tengo, nadie pensaría que hay algo entre nosotros.

Pero…

Es genial… —dijo el mayor, pero le dolió ver la mirada del cantante.

¿Quieres que tenga una novia? —preguntó sin entender realmente, pero si eso era lo que tendría que hacer para estar con Tomi, entonces lo haría—. ¿Quieres que alguien más me bese?

La frase del pelinegro entró en su cabeza y de pronto la imagen de Bill abrazando y besando a una chica se hizo presente y sacudió la cabeza con fuerzas — ¡No! —dijo con brusquedad.

¿Entonces?

No lo sé… era sólo una idea.

Esto me confunde.

Y a mí me atemoriza. No quiero perder mi beca por ser gay, Bill, es todo lo que tengo, sin la beca, jamás podré ir a la universidad —suspiró y bajó la mirada—. Yo no tengo el futuro resuelto como tú, pequeño.

Lo que dices es injusto.

Lo sé, pero es la verdad.

Tienes razón, Tomi… ¿qué haremos?

Lamento tener que hacer esto, pero lo mejor será separarnos por un tiempo… —el rastudo tragó para tratar de pasar el nudo en la garganta que se había formado tan intensamente—, por lo menos hasta que pasen los rumores.

No… no me hagas esto… —pidió el menor con los ojos nublados.

Billa…

Tom abrazó al pequeño con cariño, era tan injusto, y tan cobarde de su parte, primero aprovecharse de su amigo… besándolo y luego pedirle que fueran novios “en secreto”, para luego acobardarse aun más y retirar su petición para alejarlo… por miedo, todo en un mismo día, debía ser el record de idiotez en el mundo.

Soy un idiota… —susurró el mayor, apretando más el abrazo.

Tomi… —gemía el pelinegro con los ojos llorosos, pero sin soltar el tan anhelado llanto—. Si tan sólo fuera mujer…

No digas eso…

Pero es cierto… te acostaste con esa rubia del club porque era una chica, estaba tu novia Xaviera y nunca huiste de ellas.

No estoy huyendo —se defendió, pero era una tontería.

Claro que sí… te avergüenzas de mí, porque soy hombre.

¿Cómo podría avergonzarme de ti? —le miró a los ojos—. Eres increíble.

Pero soy hombre.

Tom bajó las manos, era cierto y él era tan cobarde, que no lucharía por aquel ser… le estaba diciendo que era increíble, pero aun así no lucharía por él.

Bill se levantó y fue por sus cosas a la pieza, en esos momentos sólo quería alejarse y llorar. Cuando estaba junto a la puerta, alguien llamó, abrió y una hermosa joven le sonrió.

Hola, ¿está Tom en casa?

Sí —dijo él con la voz rota—, ¿quién eres? —preguntó, pero la voz del rastudo a sus espaldas respondió la pregunta.

Xaviera…

Hola Tom…

El pelinegro giró la cabeza, vio la expresión del mayor y supo en seguida que estaba sobrando. Apretó el bolso en su mano y salió de allí sin voltear, sin escuchar la voz de Tom llamándole, llegó a las escaleras y bajó lo más rápido que pudo, la cabeza le iba a estallar y la vista se le nublaba por las lágrimas. En un descanso se detuvo.

¿Por qué? —susurró mirando hacia arriba.

Sentía que las piernas le temblaban, pero sin hacerles caso, volvió a bajar, hasta que llegó a su auto y marcó su celular.

¿Andreas? —sollozó en la línea.

¿Bill, dónde estás? ¿Qué ha pasado? —preguntó aterrado el rubio al sentirle llorar.

Te necesito —gimió de dolor.

Dime dónde estás… voy por ti.

En casa de Tom —sollozó.

¿Te hizo algo? —su voz se tornó furiosa.

No… no puedo conducir, estoy en el auto.

Voy para allá. No te muevas.

El cantante no habría podido hacerlo aunque quisiera, todo su cuerpo temblaba por los fuertes sollozos que emitía. Su hermoso y pulcro maquillaje se hallaba corrido por las lágrimas y por las veces en que el chico pasaba sus manos furiosamente por su rostro, tratando de pelear contra las esas gotas que no cesaban de caer.

Soy un idiota —se recriminaba una y otra vez.

Lloró y lloró por minutos hasta que la puerta del su auto se abrió y unos familiares brazos lo apresaron.

Calma… ya estoy aquí.

& Continuará &

¿De quién son los brazos… Andreas o Tom? ¿Qué pasará ahora que Xaviera ha regresado? ¿Qué demonios hace ella aquí? No se pierdan la continuación.

No me maten aun jejeje. Sí, fui mala, pero creo que todas se habían hecho una idea de que sería difícil para Tom aceptar su nueva sexualidad y para colmo aparece Xaviera jejeje, soy mala.

Escritora del fandom

2 Comments

  1. Todo se fue a la chingada lo peor son las 2 .am tengo q madrugar y quiero seguir en esta historia🤦‍♀️😡😡Tom como siempre cobarde

    • Ve a dormir, el fic todavía estará aquí cuando regreses 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *