Aclaración: Cada año era medido en el pueblo sunita por el paso de las cuatro estaciones, por eso eran llamados “soles”. No se refiere al paso diario del sol XD
“Shine on me” Fic de MizukyChan
Capítulo 2: Hasta siempre
Tomeu llegó junto a Suniva y, con la cabeza baja, se arrodilló frente a él—. Estoy listo para el sacrificio, señor.
El joven de cabellos dorados extendió la mano y la puso sobre la cabeza de Tomeu, suspirando profundamente y luego, acarició el corto cabello del joven—. No sabes lo mucho que te he esperado, Tomeu.
El aludido levantó la cabeza, mirando con admiración los ojos llorosos del hombre—. Gran Suniva, no entiendo.
—Esta noche no quiero que me llames Suniva, Tomeu, quiero que te refieras a mi con el nombre que me dieron mis padres humanos muchos años atrás.
—¿Qué? —Tomeu arrugó el ceño de pura confusión—. ¿Padres humanos?
—Así es, nací como un humano antes de recibir el poder de los cielos, antes de convertirme en un regalo del sol para este pueblo —respondió el joven, estirando una mano, para que Tomeu la sujetara y así ponerlo de pie.
—Yo no… no creí que fueras humano.
—No lo soy, ya no —comentó Suniva y, sin soltar la mano de Tomeu, caminó con él hasta la cama, donde ambos se sentaron—. Lo fui, al momento de nacer, pero ya no lo soy.
—Toda mi vida he sabido de los sacrificios al gran Suniva —comentó Tomeu—. Has estado aquí por siempre.
—Ciento cincuenta soles —aclaró el rubio, sonriendo levemente—. Siempre esperando el momento propicio… a la persona propicia para terminar con todo, para seguir adelante.
Tomeu ladeó la cabeza—. Suniva…
—Wehl —lo interrumpió el joven—. Ese fue el nombre que me fue heredado al ser humano y es el nombre que me llevaré al morir como tal.
Tomeu arrugó todavía más el ceño—. ¿Morir?
—¿No has venido aquí a matarme, Tomeu?
Tomeu sintió que su cara ardía y bajó la mirada, asintiendo, pero luego la alzó otra vez, mirando al joven directamente a los ojos—. Así era, pero eso fue antes de verte en la luz del atardecer. Tú mismo lo dijiste, mañana terminará todo con el último sacrificio, con mi sacrificio.
Wehl estiró su mano y acunó la mejilla bronceada de Tomeu, mostrándole una sonrisa cálida—. Serás sacrificado, Tomeu, pero no como tú piensas.
—¿Entonces?
—Serás sacrificado para que yo pueda morir —explicó, sin alterar la sonrisa que sus labios dibujaban.
—No lo entiendo. ¿Por qué? ¿Por qué yo? —Preguntó Tomeu, sin apartar la mirada del hermoso joven, que lo veía casi con adoración.
—Tenías que ser tú, Tomeu. Te he estado esperando mucho, mucho tiempo.
—Eso es imposible. Nací en el pueblo hace veinte soles, si esperabas por mi, sólo podrías haberme hecho llamar, habría estado aquí en un instante, dispuesto a cumplir lo que fuera que el gran Suniva ordenara. Así es como me han criado, habría estado aquí para lo que sea, habría cumplido todos tus deseos, lo habría hecho todo por ti, pero nunca me buscaste, así que no entiendo nada de lo que me estás diciendo.
Wehl sintió la emoción en el pecho del hombre y llevó su otra mano ahí, disfrutando del palpitar del corazón del humano. De su humano.
—Déjame mostrate, Tomeu. Deja que te muestre cuánto he esperado. Cuanto hemos esperado por esto.
Tomeu no dijo nada, simplemente asintió y cerró los ojos. Suniva acercó su rostro y unió castamente sus labios.
Tomeu abrió los ojos y no daba crédito a lo que veía. Su mente no podía describir con palabras lo que presenciaba, sin embargo lo sabía, en lo más profundo de su corazón sabía que estaba viendo la creación, cada estrella, cada planeta, cada galaxia era expuesta ante él. Sabía que él era parte de aquello, al igual que Wehl. Ahora entendía por qué ya no era Suniva, sino sólo Wehl. Porque Wehl también era parte de todo. Era parte de él. Ambos eran uno.
Tomeu sintió como cada célula de su cuerpo se llenaba del más profundo amor que hubiese experimentado en su vida y todo era para Wehl, con quien había estado por los siglos de los siglos, durante todo el proceso de la creación, con quien construyó el universo, con quien viajó años luz para amarse con las emociones más primitivas y a la vez más puras, con quien pisó cada planeta habitable, para experimentar el amor.
—Wehl… —dijo en un susurro.
—Aquí estoy, Tomeu.
Sus nombres reales no podían ser pronunciados por ninguna lengua humana, no había dialecto creado en toda la vía láctea que tuviera las vibraciones necesarias para decir sus nombres, por tanto, Wehl y Tomeu serían adecuados y suficientes. En realidad no importaba cómo fuesen llamados, porque lo verdaderamente importante eran ellos, su esencia, su ser, su reencuentro, su unión, su amor infinito.
—Por fin, Wehl. Te he extrañado tanto.
Tomeu sujetó el rostro de Wehl con sus manos y lo besó con fuerzas, con pasión, mostrándole con la intensidad de su beso, lo mucho que significaba este encuentro.
—Tardaste, Tomeu, te he esperado ciento cincuenta soles.
—Te prometí que llegaría —respondió Tomeu, dejando suaves besos de mariposa en todo el rostro del rubio—. Ya estoy aquí. Mi amado enviado del sol, brilla en mi ahora.
—He estado brillando para ti desde que toqué este mundo, esta era.
—Lo sé, he estado siguiendo tu luz todo este tiempo. Te he sentido en todo el universo.
Se fundieron en un abrazo apretado, dejando que sus corazones acompasaran sus latidos, como las cuerdas de los instrumentos que esperaban unirse para alcanzar la afinación.
—Lástima que este encuentro sea tan breve —dijo Wehl, separándose un poco, para acariciar el rostro bronceado de Tomeu—. El tiempo de los antiguos dioses ha llegado a su fin.
—Así es la evolución —susurró Tomeu, ladeando la cabeza para ver el hermoso color miel de los ojos de su Wehl.
—Lo sé.
—Me gusta este mundo, Wehl —dijo Tomeu de pronto—. Son simples y tan llenos de emociones.
—Lo sé. Pero las emociones duelen, son demasiado intensas —arrugó el ceño y, por instinto, llevó la mano a su pecho—. Duelen aquí.
—¿Y nuestro amor igual te duele? —Preguntó Tomeu, dejando un beso en la mano de Wehl, aún sobre su pecho.
—Dolía mientras te esperaba, Tomeu —respondió el rubio, sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas—. Ahora duele más, porque sé que te volveré a perder.
—Sólo será un tiempo, mi amado, hasta que nos volvamos a encontrar —agregó, buscando sus labios otra vez—. Yo seguiré buscando tu luz, seguirás brillando para mi a través del universo, hasta que te encuentre otra vez.
Sus bocas se unieron en un beso fuerte, mientras sus manos acariciaban la espalda del contrario, como si eso no fuera suficiente para acercarlos, como si desearan fundirse en una sola carne, en un solo ser.
Tomeu recostó a Wehl sobre la cama, moviéndose sobre él, creando una deliciosa fricción entre sus cuerpos. Siguieron sus instintos hasta que, finalmente, sus cuerpos hallaron la forma de unirse, de fundirse en uno solo.
Wehl gimió fuerte al sentir la conexión y Tomeu empujó dentro, desatando su semilla como una explosión de vida, como en el origen de los tiempos.
Sus respiraciones se acompasaron cuando el clímax pasó y la calma de la noche los rodeó. Uno en brazos del otro, sintieron que el tiempo se agotaba, pero ya no importaba, se habían vuelto a encontrar y lo harían otra vez, sólo era cuestión de tiempo. Sólo debían vibrar en la frecuencia correcta.
—Es hora del sacrificio —dijo Wehl, levantándose de la cama.
Caminó desnudo hasta una mesa, donde llenó dos copas con licor de uvas y luego vació en ellas, un polvo anaranjado, que se disolvió en el líquido. Regresó a la cama, ofreciendo una copa a Tomeu.
—Por nuestro reencuentro —dijo, extendiendo la copa.
—Y por los que vendrán —respondió Tomeu, haciendo chocar su copa.
Ambos bebieron y se sonrieron.
Wehl volvió a recostarse en brazos de su Tomeu, disfrutando del calor de su cuerpo humano.
—¿Sabes que pasará con Serge y los demás? —Preguntó Tomeu en silencio.
—Moham se encargará de proteger a los otros candidatos, los llevará con Serge, guiándolos por los pasadizos secretos hasta el otro extremo de la montaña. Cuando estén a salvo, regresará y morirá aquí —contestó Wehl, su voz sonó triste.
—¿No has visto más allá?
—No. Nosotros partiremos antes, con la primera luz del alba, pero nos volveremos a encontrar, Moham es un buen hijo, al igual que Serge. —Sintió como Tomeu apretaba su mano ante la mención de su mejor amigo en este tiempo—. Algún día nos encontraremos de nuevo con ellos, Tomeu. En ese entonces no habrá muertes como estas.
—¿No más sacrificios humanos? —Cuestionó Tomeu, besando la mano de su Wehl.
—Los sacrificios serán diferentes, Tomeu, pero el afecto que nos une seguirá existiendo.
Tomeu sintió un agudo dolor en su vientre—. Ya ha comenzado.
Wehl también sentía el dolor, pero su cuerpo era diferente al de Tomeu. Se sentó en la cama y sujetó el rostro de su amado entre las manos y lo miró a los ojos.
—Brilla para mi, Wehl, llévate la oscuridad y brilla para mi —pidió, apretando los dientes cuando otra punzada de dolor lo atravesó—. Si tú me guías, atravesaré las sombras de la muerte.
Los ojos de Wehl resplandecieron, sacando todo su poder como Suniva, resplandeció hasta que Tomeu dejó de respirar, hasta que su cuerpo se agotó por completo y el corazón que bombeaba, dejó de latir.
Cuando el espíritu de su Tomeu abandonó su recipiente, no había más razón para que el recipiente de Wehl lo albergara a él. Cerró los ojos y exhaló, partiendo nuevamente hacia las estrellas, buscando otro tiempo para regresar, brillando intensamente para guiar el camino a su amado Tomeu.
Ninguno de ellos escuchó los gritos de guerra al otro extremo del palacio. Ninguno de ellos vio a los hombres con extrañas ropas metálicas entrando en el pueblo. Ninguno de ellos tuvo que ver como comenzaba la colonización, como las mujeres fueron violadas y los hombres esclavizados. Ninguno de ellos vio el inicio del nuevo mundo.
Pero Serge y el resto de los elegidos escaparon ilesos, ellos serían los encargados de contar la historia a las generaciones venideras. Ellos le dirían al mundo que el dios sol había dejado a un representante en la Tierra, el gran Suniva, y que su promesa se había cumplido, ya no hubo más sacrificios en el altar. Tomeu fue el último sacrificio. Tomeu se fue y se llevó al dios del pueblo. Y sin dios, ya no hubo más pueblo.
Pero el sol seguía ahí, iluminando a sus hijos, brillando sobre ellos, guiándolos hasta que volvieran a encontrarse a través del tiempo y del espacio.
& FIN &
Esta fue una locura que imaginé cuando me puse a escuchar algunos temas de Starset. De la canción “Satellite” saqué el título de la historia “Shine on me” y algunas frases que Tomeu le dice a Suniva al momento de morir. Pero esto no termina aquí. Ellos volverán a encontrarse en algún momento de la historia de la humanidad. Espero que les interese leer el siguiente reencuentro. Gracias por leer hasta aquí.
Claro que e interesa leer el próximo reencuentro. Excelente two shot ! felicitaciones y gracias por compartir. Besos . Muakk !
Me alegro mucho que te gustara, linda Julie, les estaré avisando de las próximas entregas de esta saga
awww, me encanto, sobre todo en el momento en que le mostraron a tomeu todo el momento de la creación, me encanto!!!!
De verdad me emocionan tus palabras. La música de starset siempre me transporta hacia el universo, por eso quería incluir escenas como estas. Gracias
Ojalá que sea el último reencuentro porque es triste saber que siempre se van a separar u.u
Al contrario, mi querida Ady, no todos los reencuentros serán tan breves, pero es hermoso saber que existen las almas gemelas, que pueden atravesar el tiempo y el espacio y aun asi, volver a encontrarse. Es mi lado cursi el que escribe todo esto. Gracias por tus lecturas y comentarios.
Me encantó la historia, hasta la encontré muy corta porque me gustaba la idea de este pueblo, fue como leer sobre los nativos de america.
Me gustaría leer los siguientes encuentros.
Oh, no pensé que llamaría la atención lo del pueblo sunita, pero me alegro mucho. Besos y gracias por tu apoyo.
Me encanto , la vdd no soy fan de los finales “tristes” pero me gusto mucho:3 claro que quiero el reencuentro
Muchas gracias por leerlo, pese al final, aunque no creo que haya sido tan triste, pues se fueron juntos y alcanzaron a encontrarse en ese momento de la historia. (PD: habrá encuentros más largos)
Realmente me gustó bastante. Es una historia muy original.
Adoro cuando se habla del amor de una manera tan profunda