21: Batalla final

Notas: Hola gente bella llegamos al final de este fic y el soundtrack será usado solo en la parte inicial. Habrá una indicación para detener la música. Puede encontrarlo como “The Purge”

Maldición II: Cazadores de Demonios” Fic Twc / Toll de MizukyChan

Capítulo 21: Batalla final

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Estupefactos, los cazadores que aún quedaban con vida, presenciaban su más terrible pesadilla. Baal, el gran emperador del infierno había emergido. Un grito gutural se oyó proveniente de aquel ser.

—¡Destruyan a Miguel! —Inmediatamente los tres demonios restantes corrieron en dirección al pelinegro. Mientras una gran mano oscura cogió al de trenzas inmovilizándolo—. Tom, que gusto que estés aquí —dijo con una sonrisa de medio lado. Al ver la negrura en los ojos del de trenzas volvió a hablar—. Veo que ya falta poco para que seas mi duque en la tierra.

—Sí, señor, falta solo un poco. —Le siguió la corriente el trenzado—. Solo me falta un poco más de poder —dijo mirando de reojo como Bill luchaba contra los tres demonios restantes.

—Eso es porque tu personalidad se dividió con el estúpido de Amón, tu ex gemelo. En fin, tengo la solución.   —Dijo sosteniendo su barbilla, pensativo.

—Dime, señor, haré cualquier cosa para ser un demonio completo —Mintió el chico, seguro de salirse con la suya. El gigante volvió a sonreír.

—Te daré a mi hija “Lilith”. Tendrás que absorberla y controlarla. Tomarás sus poderes y serás más fuerte y te dejaré a cargo de esta parte del planeta. ¿Estás de acuerdo? —Preguntó como si fuera una oferta imposible de rechazar. Pero Tom estaba desesperado.

—Lo haré, señor, seré tu fiel sirviente.

Desde aquella misma grieta de la que emergió Baal, la figura de una hermosa mujer apareció.

—¿Padre, me has llamado?   —Preguntó la chica, inclinándose.

—Tu deseo se ha hecho realidad, hija. Serás la consorte del duque. Serás entregada  a Tom.

La mujer sonrió feliz y en un segundo se convirtió en una nube  oscura y entró en la boca del trenzado. Dentro de él una lucha comenzó. La mujer tenía una personalidad demoniaca y quería gobernar, pero Tom era fuerte y su intensión de salvar a Bill fue mucho más fuerte.

—¡Aaahhh! —Gritó Tom, al sentir como la nueva fuerza maligna fluía por sus venas. Su cuerpo se tensó ante tanto poder. Y lo primero que hizo, fue correr donde su adorado pelinegro y destruir a los demonios que estaban luchando contra él. Con suma facilidad les quebró el cuello a los cuerpos mortales que poseían y los arrojó a la trampa—. Padre, termine el conjuro, por favor. —Los sacerdotes Biagioni y Jost que vieron lo que pasó con el de trenzas, no pensaron que sería capaz de dominar al lado oscuro de su interior, pero sin dudar se pusieron manos a la obra y exorcizaron a los demonios.

—Tomi   —Llamó el pelinegro, asustado de ver a su novio.

—No te preocupes, amor, todavía soy yo. —Se acercó a él y este cayó al piso, estaba mal herido y sangraba mucho.

—¿Me has traicionado, Tom? —Baal lo miró incrédulo—. Ja, ja, ja. ¿Acaso crees que podrás derrotarme?   —Reía mirando la escena con burla.

—Yo me enfrentaré a ti   —Dijo Bill sujetando su katana con fuerzas.

—Esa arma no servirá de nada. —Aseguró el gran demonio y lanzó un rayo que la despedazó, arrojando a Bill al suelo.

—¡Maldito! —Gritó Tom y saltó a lo que parecía ser el cuello de aquella criatura y apretó con todas sus fuerzas.

—No me hagas reír, Tom. ¿Por qué ayudas a ese insignificante ser? —Preguntó tomándolo en su mano. Apretándolo.

—¡Aaahhh! —Gritó de dolor— Porque lo amo y tú jamás lo entenderás —Dijo y sonrió.

—Tienes razón, no lo entiendo.  —Y apretó más fuerte.

Entonces una esfera brillante apareció al lado de Bill, causando la admiración de todos los presentes. Al bajar la intensidad del brillo, pudieron ver una espada flotando en el aire. La espada de Miguel. Lentamente Bill se puso de pie y la tomó. La lluvia cesó, las nubes se disiparon y la densa oscuridad que cubría el lugar pareció desvanecerse, como una luz de esperanza. Los corazones de los cazadores se  sintieron orgullosos por su protector. Una luz brillante rodeó al pelinegro, sus heridas se curaron al instante y su semblante cambió, su rostro mostraba furia contra aquella criatura salida de las pesadillas. Empuñó con fuerza la espada y saltó contra el monstruo.

—¡Muere! —Gritó y cortó de raíz la mano que torturaba a Tom. Esta cayó liberando al trenzado, quien sonrió al ver a su amado Bill, luciendo tan guerrero y varonil, pero no se quedó quieto. Se levantó y concentró todo su poder en contra de aquella bestia. Juntó sus manos y una potente luz oscura salió expulsada directa al rostro de Baal. Aquel poderoso ataque lo cegó dándole la oportunidad a Bill de cortar su enorme cuello, con aquella potente espada plateada.

El cuerpo de Baal comenzó a desmembrarse, pero como es característico de los demonios, un humo negro y espeso apareció, quiso atacar a uno de los cazadores para ocupar su cuerpo, pero una luz, proveniente del mismo cielo bajó y lo hundió en la abertura del suelo, que fue sellada tras engullir a la bestia.

Se hizo una luz potente, tanto que todos los presentes tuvieron que cubrirse los ojos.

(Apagar la música)

Al abrirlos con dificultad, Tom y Bill estaban en un hermoso jardín.

—Hola jovencitos. —Se oyó una voz suave. Ambos miraron en todas direcciones, hasta que dieron con un hombre bajito, de piel morena y mirada dulce—. Soy Elías —Se presentó con tranquilidad.

—El “mensajero de Dios”   —susurró Bill, con una mirada atónita.

—Sí, Bill, ese soy yo, aunque prefiero que simplemente me llamen Elías —comentó avanzando hacia ellos.

—¡Aaahhh!   —Gritó de dolor el trenzado cayendo al suelo.

—¡Toooom!   —Corrió a su lado el pelinegro.

—Es el veneno, Bill. Hay mucha maldad dentro de él que quiere salir a flote —Dijo acercándose y mirando los  ojos ennegrecidos.

—No le dejaré ganar.   —Se quejó Tom.

—Lo sé, joven Tom, el Padre ya ha probado tu fuerza de voluntad, o más bien tu amor por Bill —respondió, haciendo que el pelinegro se sonrojara—. No te preocupes, te voy a curar. —Buscó entre sus ropas y sacó una pequeña botella—. Bebe esto  —Le ayudó y Tom obedeció. Se contrajo de dolor, hasta que un humo negro salió por su boca y cayó rendido, respirando con dificultad—. Vaya, tenías metida a la peligrosa “Lilith”, sí que eres fuerte pequeño, otro en tu lugar habría sido devorado por ella, incluso Adán tuvo problemas con ella—.   Ambos chicos suspiraron.

—¿Elías? —Preguntó Bill— ¿Tú me diste la espada? —Preguntó, mirando el suelo.

—Sí, bajo la orden del Padre. La batalla era injusta, además ahora estás… tan humano, Bill, no podías hacer nada, tu poder angélico se desvaneció cuando decidiste amar a un humano.   —Explicó, alzando la barbilla del pelinegro.

—Yo… lo siento… no quería desobedecer al Padre  —Dijo arrepentido.

—No lo has hecho.   —Le calmó el hombre.

—Es mi culpa.   —Dijo Tom, sentándose, aún adolorido.

—Tampoco lo es. —Aseguró el hombre—. Dios es amor, Él los comprendió desde el principio, además él sabía lo que ocurriría, por eso te asignó a ti, el gran Miguel, a ser el ángel guardián de un chico enfermo —Explicó, ayudando a Tom a ponerse de pie.

—¿Él siempre lo supo?  —Preguntó temeroso Bill.

—Sí, desde el principio de los tiempos, estaba en las sagradas escrituras que ustedes enfrentarían a Baal  —contestó, arreglando una hermosa flor.

—No, las escrituras hablan solo de Miguel  —Dijo seguro el trenzado.

—Las escrituras originales, los mencionaban a ambos, al ángel y al demonio  convertido. Pero la Iglesia pasó por un período oscuro y partes preciosas le fueron quitadas a la biblia, en fin, esa es otra historia. —Dijo moviendo la mano como quitándole importancia.

—Señor… mmm. Elías… ¿dónde estamos?  —Preguntó interesado el de trenzas.

—¿No lo reconoces? Es un jardín muy famoso. El Padre en persona pasea por aquí —respondió, mostrando el lugar orgullosamente.

—¿Es el Jardín de Edén?  —Preguntó incrédulo.

—Exacto.   —Rió el hombrecito.

—¿Elías? —Bill parecía un tanto avergonzado— ¿El Padre… está enojado conmigo?

—¿Por qué habría de estarlo? —Le miró el anciano.

—Porque me enamoré de Tom —Dijo asustado, ambos lo miraron y el de trenzas le abrazó.

—No lo está, ya te lo dije, Él ya lo sabía. ¿Lo dices porque es hombre? —Bill asintió— no, no le molesta, recuerda Él es amor. En fin, como soy el mensajero, tengo un mensaje para ustedes, para ambos.   —Dijo poniéndose serio.

—Dinos   —Pidió Tom.

—El Padre les dará una nueva oportunidad. Tom volverá a ser normal, completamente humano, ya no habrá un lado oscuro asechándole nunca más. —Tom sonrió encantado por la idea—. Y Bill tiene dos opciones: Volver al cielo como Miguel o bajar a la Tierra como un humano más, sujeto a la mortalidad.  —Terminó y los miró.

—Yo estaré encantado de no tener nada demoniaco en mi sistema —dijo el trenzado sonriendo.

—Elías, hay un caos en el cielo, ¿quién tomará mi lugar? —Preguntó angustiado el pelinegro, dudando por un momento el querer regresar.

—Gabriel tomará tu lugar, Bill, a no ser que quieras volver, pero en ese caso Miguel gobernará y no tendrás las memorias de tu estancia en la Tierra —Mencionó solemne el hombre. Bill meditó sus palabras.

—Creí que Gabriel estaba muerto.   —Intervino Tom.

—Dios resucitó a Jesús,  puede hacerlo con todos sus hijos —Explicó desafiante Elías.

—Ya veo —Agachó la cabeza el de trenzas.

—En ese caso, no hay que pensarlo, ¿cierto? Me voy con Tom —respondió el pelinegro, tranquilamente.

—No será tan fácil —dijo el hombrecito—. Para probar su verdadero amor, bajaran a la tierra sin recuerdos y se volverán a encontrar, si lo suyo es amor verdadero, se volverán a amar, de lo contrario, vivirán sus vidas normales, como todos los humanos —Los chicos se miraron asustados.

—Bill, te amo y sé que te amaré siempre. —Afirmó Tom, seguro de sus sentimientos.

—No dudo que así será —dijo el pelinegro, besando a su novio.

—Bien, entonces… a la Tierra.  —Una luz blanca brilló con total intensidad.

&   Un mes después   &

Un joven de trenzas paseaba por su barrio,  buscando una dirección.

—Aquí es. —Se dijo a sí mismo viendo el letrero del gimnasio—. Buenas tardes —Saludó al rubio que atendía el mesón.

—¿En qué puedo ayudarte? —Le dijo un rubio sonriente detrás de sus gafas negras.

—Busco a un amigo, trabaja aquí, su nombre es Paul —respondió amable.

—Claro, un momento. Georg, ve a buscar a Paul, está en el “Dojo con Bill” —Gritó a un fornido castaño de ojos verdes.

—Estoy ocupado ahora.   —Gritó el hombre ayudando a otro con unas pesas.

—Mira…

—Tom.

—Tom, soy Gustav, mira Georg está ocupado, pero si vas derecho hacia atrás, encontrarás el “Dojo” de artes marciales, ahí está Paul, está con el nuevo entrenador de karate.   —Explicó sonriente.

—Claro, gracias. —Avanzó por el pasillo, atrás se podían oír los gritos de las prácticas de karate. Antes de entrar decidió mirar por la ventana de cristal y sus ojos se toparon con la criatura más hermosa que hubiera visto en toda su vida. Un esbelto pelinegro le ayudaba a un joven a tomar una katana de madera. Le mostró él mismo, viéndose como  un hermoso samurái moderno. Entró y casi hipnotizado dijo sin mirar a nadie— Quiero aprender. —El guapo pelinegro lo miró y al momento de conectar sus miradas se quedó perplejo. Sentía que lo conocía. Se acercó a él y en un susurro le habló.

—Si quieres tomar clases de katana, debes inscribirte adelante —dijo con la sonrisa más dulce y cristalina que pudiera tener. Se miraron y se sonrojaron.

—Soy Tom —susurró, tendiéndole la mano.

—Yo, yo soy Bill. —Su sonrojo era adorable. Bill sostuvo su mano y fue jalado por Tom en un abrazo que no pudo negar.

—Te encontré   —dijo sin saber por qué.

—Lo sé   —susurró en su oído el moreno.

—Ahora estaremos juntos para siempre. —Se miraron y sin dudarlo fusionaron sus labios en un beso anhelado por tanto tiempo. Sus manos recorrieron la espalda del contrario y al separarse  suspiraron.

—Te amo, Tom.   —Afirmó el pelinegro.

—Y yo a ti, pequeño.

Las almas gemelas se habían vuelto a encontrar y ahora nada ni nadie las separaría, porque contaban con la autorización divina para amarse y entregarse por toda la eternidad.

&   FIN   &

Quiero llorar. Se acabó. Ha sido muy entretenido hacer este fic. Todo comenzó con “La maldición”, y mi loca idea de hacer un fic de terror.

La verdad nunca pensé que ustedes lo leerían, pero aquí estamos, muchísimas gracias por haber leído esto, ya que no hubiera servido de nada escribirlo, si no hubiesen habido lectores que disfrutaran del tema. Siempre digo que quienes comienzan a leer el fic se vuelven mi familia, así que gracias, gracias, gracias por apoyarme y seguirme hasta el fin. Ha sido un honor.

Escritora del fandom

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