Y aquí está el final del capítulo 27. Espero les guste y pongan mucha atención. Gracias a todos por leer y comentar.
“Fashion” Fic Twc / Toll escrito por MizukyChan
Capítulo 27: Resistance (Parte 2)
Love is our resistance. They keep us apart and they won’t stop breaking us down. And hold me, our lips must always be sealed
(Resistiremos por amor. Nos mantienen aparte y no pararán hasta separarnos. Y abrázame, nuestros labios siempre deben estar sellados “Resistance”. Muse)
(Miércoles, tercer día desde la suspensión de clases)
A las once de la mañana, con maquillaje sumamente ligero, Bill entraba a la escuela, fuertemente agarrado de la mano de su novio, seguido de un Andreas adormilado y de un castaño, sumamente gruñón.
—Quieres decirme la verdad —volvió a repetir Geo—, estaba al teléfono con la hermosa Romina, Bill, ya sabes lo que me cuesta hablar con ella, Chantelle no la deja estar conmigo y ahora que podíamos hablar como la gente decente, vienes a buscarme como un enajenado y ni siquiera me das una razón para seguirte como un esclavo.
El pelinegro estaba bastante nervioso al enterarse de la muerte de dos de sus profesores y no pudo articular palabra, así que sólo bajó la mirada.
—¡Bill! —le volvió a regañar el castaño, pero esta vez fue Tom quien alzó el volumen de la voz.
—Quieres cerrar la boca —gruñó y los otros tres chicos le miraron incrédulos, nunca habían visto molesto al de rastas, con excepción del video de YouTube donde golpeaba a Bushido.
—Calma, Tom, sólo quiero saber.
—Bill sólo está tratando de salvar tu puta vida —gruñó fuertemente—. ¿O quieres acabar muerto cuando tu auto explote en mil pedazos?
Tanto Andreas como Georg abrieron los ojos grandemente, ya que sólo días antes había ocurrido exactamente lo que el rastudo contaba.
—¿A… a qué te refieres? —Preguntó el rubio, nervioso y temeroso.
—Hoy nos reuniremos con la policía que lleva el “caso 69”, nos darán indicaciones y nos pidieron expresamente que los trajéramos, ¿qué significa eso? —le interrogó con sarcasmo—. Significa, que ustedes son las posibles víctimas, el próximo blanco de los traficantes, y si no pueden convertirlos en consumidores, los matarán.
—Dios… —susurró el castaño, perdiendo repentinamente todos los colores del rostro.
—No… —susurró a la vez Andreas, sintiendo como sus manos temblaban incontrolablemente.
—Así que dejarán de molestar a Bill, porque ya está lo suficientemente histérico por protegerles el trasero, para tener que soportar sus ataques de “pretty people”. ¿Quedó claro?
Los otros dos asintieron y Bill apretó más fuerte la mano de su novio, mostrándole gratitud. Tom lo rodeó por los hombros, confortándolo y siguieron el camino hacia el salón asignado. En la puerta, vieron a Saki hablando secretamente con Tobi, mientras el resto de los alumnos ingresaba en silencio y tomaba asiento, lo más cerca posible de la pantalla.
Apenas el reloj marcó las 11.15, la puerta se cerró y el agente Zullen tomó su lugar al frente de la sala, indicando que se apagaran las luces y el proyector se encendió.
—La mayoría de ustedes está al tanto de lo que ocurrió el lunes pasado, con el atentado explosivo contra el señor Andreas, aquí presente —el rubio se hundió en su asiento y se sonrojó— y la excelente pero impulsiva ayuda de Trumper —ahora fue el turno de Tom para sonrojarse—. Gracias a Tom pudimos detener a un chico implicado y a dos cómplices más que estaban cerca de la escuela, para asegurarse de que el vehículo en cuestión explotara y entregara el mensaje.
—¿De qué mensaje habla? —Preguntó Georg, sin entender.
—El mensaje de que los delincuentes estaban ya en esta zona, señor Listing —respondió el adulto, reconociendo de inmediato al alumno presente—. Nos hemos reunido esta mañana, porque ya hemos interrogado a los detenidos y pudimos extraer algo de información, no podemos tener claro si es viable o no, puesto que el chiquillo en cuestión estaba bajo los efectos de los narcóticos y cuando lo sometimos a una limpieza, los efectos adversos de dejaron ver de inmediato, ahora mismo el chico está en la unidad de cuidados intensivos —los ojos de los presentes se abrieron grandemente, lo que llevó al policía a ampliar su explicación.
—El motivo principal, es que al parecer están experimentando con nuevas drogas, de carácter sintético. Las drogas originales, provocan como saben, adicción o muerte por sobre dosis, pero en el caso de las nuevas fabricaciones, crean reacciones alérgicas que conllevan a muerte cerebral, a la muerte inmediata, por un malfuncionamiento cardíaco y en el caso de que llegaran a sobrevivir, deberán consumir la droga por toda la vida, en dosis diarias, casi como un medicamento, pues la falta de éste, o tratar de limpiar el organismo, lleva al sujeto a un estado de coma con riesgo cardiovascular, como es el caso de nuestro detenido.
Los jóvenes miraban las imágenes del chico en la cama del hospital, conectado a una serie incontable de cables, que lo mantenían con vida.
Tom buscó con la mirada a Gustav, pues uno de sus amigos sufrió muerte cerebral, por causa de estas drogas sintéticas. El rubio le devolvió la mirada y asintió, dándole a conocer que estaba mejor, y que daría lo mejor para atrapar a los culpables. Regresó la mirada a la pantalla, cuando escuchó un suspiro ahogado de su pareja.
—Anoche, dimos por fin, con el paradero de los dos profesores extraviados de la escuela. Lamentablemente y como temíamos, ambos estaban muertos —Continuó Zullen—. Según el informe forense, el señor Guzmán tenía 75 horas con rigidez post mortem, por lo tanto, lo tuvieron prisionero el resto del tiempo que estuvo desaparecido. La profesora de literatura inglesa, Miss Wells, sólo tenía 20 horas de fallecida, lo que nos indica que también fue retenida antes de su ejecución.
—¿Por qué dice que fue una ejecución? —Volvió a preguntar Georg, para él, una ejecución, era prácticamente poner a la víctima en una cámara de tortura, pero los cuerpos no mostraban ninguna cosa extraña.
—Porque ambas víctimas recibieron un tiro certero en la cabeza, que según los peritos, fueron realizados a corta distancia.
—Oh —el castaño bajó la cabeza, decidió dejar de ver la serie de “El juego del miedo”
—Aún nos quedan algunos días para seguir registrando la escuela y buscar cualquier pista que nos indique por qué razón atacaron a los profesores.
—Por lo que nos acaba de decir —interrumpió Gustav—, los profesores fueron retenidos antes de matarlos, porque tenían alguna clase de información que los guiara hacia los delincuentes, posiblemente hacia los que están infiltrados en la escuela.
—¿Crees que hay alumnos involucrados? —Preguntó Tom, apretando la mano de su novio, temeroso de que el enemigo estuviera más cerca de lo que todos sospechaban.
—Es posible —comentó Tobi—, sobre todo por la aplicación a la página web de la escuela, debía ser alumno para poder ingresar al sitio web.
—Pero cualquier hacker pudo haberlo hecho —volvió a intervenir el de rastas.
—Comprendo tu malestar, Tom, tienes a tu novio y amigos a los que quieres proteger —dijo Zullen pidiendo apagar el proyector—. Pero debemos ponernos en todas las posiciones para salvaguardar las vidas de los que amamos. No olviden, todos son sospechosos.
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Luego de una ronda de preguntas, la reunión terminó, dejando a todos los presentes paranoicos y temerosos.
—Antes que se retiren, necesito hablar con Andreas, Georg, Bill y Tom —dijo Zullen con el ceño fruncido. Los chicos asintieron y le siguieron al salón siguiente.
—Señor —dijo Tom, pidiéndole al adulto que comenzara.
—Tenemos malas noticias, chicos. No quiero que haya pánico, pero no podemos tomarnos las cosas a la ligera —dijo el agente y sacó un sobre sellado, con un papel pegado que decía: “evidencia”.
—¿Qué es eso? —Preguntó Geo, completamente nervioso, ya que podía notar una palabra que sobresalía “Listing”.
—Este papel… es una lista. Lo hallamos en el lugar de los cuerpos, seguramente los hombres salieron con rapidez, persiguiendo a alguien, o alertados de nuestra presencia —explicó el policía—. Pero lo terrible es que esta lista contiene sus nombres.
Los chicos palidecieron, Tom rodeó a Bill por los hombros y lo atrajo hacia su cuerpo, nervioso y temeroso.
—Pensamos que no es una coincidencia, ya que uno de los nombres era el de Andreas, y ya vimos que hubo un atentado explosivo contra él —bajó la mirada y suspiró—. Tememos que ustedes sean blancos, no sólo para inyectarlos, sino para mostrar ejemplos, sabemos que ellos no tienen ningún remordimiento para asesinar, y tememos que ustedes estén en esa categoría. Esta tarde visitaremos a sus familias y les propondremos ponerlos en el programa de protección a testigos.
—No somos testigos —susurró el castaño, con las manos temblorosas.
—Pero es el modelo más seguro de protección que tenemos —los otros asintieron—. Tom no estaba en la lista, pero como siempre está con Bill, puede ser una presa también. Les sugiero que no salgan de sus casas por el momento y si deben hacerlo, cuenten con la adecuada protección de uno o más guardaespaldas.
—Lo haremos —aseguró Tom.
—Dios… —la voz de Andreas sonaba tensa, incluso adolorida, su rostros se mostraba ligeramente sudoroso y el color le había abandonado por completo.
—¿Te sientes bien chico? —Preguntó el adulto preocupado.
El rubio colapsó, cayendo como plomo al suelo.
—¡Tobi! —Gritó el policía. Mientras Andreas se convulsionaba.
El agente corrió hacia Zullen, mientras Tom sacaba su celular y marcaba a emergencias. Bill lloraba por su amigo, sin comprender qué estaba ocurriendo.
& Continuará &
¿Qué le pasa a Andreas? ¿Es sólo por miedo que está así o hay algo más? ¿Qué pasará con los chicos que están en la lista? ¿Quién o quiénes son los alumnos infiltrados? ¿Podrán atraparlos? Y por otro lado, ahora que todo es tan confuso ¿podrán los chicos consumar su amor, físicamente? No se pierda la continuación.