Notas: Hola gente bella, tendremos un soundtrack en una escena muy importante. Hay un link, pero si no puedes abrirlo, se llama “Elfen Lied Opening Theme (Lilium) extended versión” Besos y ojos con las verdades de este capi. Que lo disfruten.
“Maldición II: Cazadores de Demonios” Fic Twc / Toll de MizukyChan
Capítulo 9: Ying Yang demoníaco (Parte II)
Bill despertó en los cálidos brazos de su novio y se removió en su abrazo, se sentía completamente recuperado del ataque de ayer. Y con gusto se sacrificaría de nuevo. Si llegaran a hechizar a Tom para que muriera, con gusto se ofrecería a sí mismo en intercambio por él, porque su amor por él era tan grande y trascendental, que no tenía límites, ni siquiera le importaba el que fueran gemelos, no le importaba nada con tal de poder amarse y entregarse el uno al otro.
—Buenos días, cielo. —Saludo Tom, besando la frente del pelinegro—. ¿Cómo te encuentras hoy?
—Estoy completamente bien.
—¿De verdad? —Preguntó mirándolo fijamente, como cerciorándose de lo que decía.
—De hecho, estoy tan bien que… —Se ruborizó—, que quiero hacerlo contigo.
—Oh, no. Estás delicado. —Sentenció.
—No pienso tenerte con abstinencia, teniendo cerca a esa mujer degenerada.
—¿Qué tal esto? —Pasó su mano descaradamente por la entrepierna de Bill.
—Mhm, Tommmiiii —Lo besó profundamente, mientras sus lenguas se amoldaban en sus bocas. Tom se puso sobre Bill y comenzó a frotar su miembro, que ya había despertado, con el del otro, que estaba completamente erecto.
—Podemos solo acariciarnos, ¿te parece? —Sugirió el trenzado, jadeando contra la boca de su novio.
—Lo que tú quieras, pero no te detengas, sigue, sigue ahí mhm. —Se frotaron hasta correrse en la ropa interior.
—Te amo, pelinegro celoso —dijo con una gran sonrisa.
—Te amo, mi trenzado sexy. ¿Nos bañamos?
—Claro.
Compartieron una ducha rápida, Tom lavó el cabello azabache del pequeño, tiernamente, lo cual hizo sentir mariposas en el estómago a Bill. A pesar de que el sexo era genial, Tom nunca perdía la ocasión de hacer cosas pequeñas por su Bill, detalles que alimentaban el amor por él, cada día.
Bajaron para desayunar y ya estaban todos en la cocina.
—Volveremos a “Ripley”. —Sentenció Biagioni—. Pero esta vez seremos más precavidos con Chantelle.
—Y si la bruja la reconoce y se da cuenta que es una trampa… —Advirtió Jonathan.
—Por eso debemos ir todos.
—Conforme —dijo Bill, tranquilo, cosa que asombró a todos.
&
Llegaron al lugar y ordenaron, tal como el día anterior. Chantelle fue a retocarse el maquillaje y a arreglarse el brasier, cuando la mujer del espejo la vio.
—Chiquilla, has vuelto —dijo reconociéndola y al mirar su cuello, vio que el colgante no estaba—. ¿Dime cariño, quién eres tú?
—¿Por qué la pregunta?
—¡Responde! —Mandó, los ojos de Chantelle se opacaron, señal de que estaba completamente hipnotizada.
—Soy Chantelle Paige.
—¿Por qué te quitaste el amuleto?
—Porque estaba hechizado.
—¿Y cómo lo supiste?
—Porque soy cazadora de demonios y te buscaba para cazarte.
—¿Tú y quién más?
—Mis amigos.
—¿Están aquí?
—Sí, están afuera.
—Perfecto.
En el comedor el tiempo se detuvo. Los cazadores vieron con asombro, como las personas comunes iban desapareciendo de allí.
—¡¿Qué demonios está pasando aquí?! —Preguntó Tom, sosteniendo la mano de Bill.
—¡La gente está desapareciendo! —Exclamó Jonathan, sorprendido, como si el resto no lo hubiera notado.
—Es una capsula espacio-tiempo. —Informó la voz de Vasariah, quien apareció de improviso al lado del pelinegro, con su cara “no tan sonriente” esta vez.
—¿Qué haces aquí, Vasariah? —Preguntó Bill, tratando de no parecer ansioso.
—Lo mismo que ustedes… cazando —respondió, mirando al pequeño con reprobación por tener tomada la mano de Tom.
—¿También cazas demonios? —Preguntó molesto el de trenzas.
—Casi.
—¿Casi? —Los gemelos quedaron dudoso.
—¿Conoces los signos del zodiaco, Bill?
—Claro, todo el mundo los conoce.
—Géminis.
—El del gemelo.
—“Hecate” es géminis, tiene una gemela, muy poderosa.
—Pero si ayer vimos a la bruja mala, entonces la que tú buscas, ¿es la buena? —Preguntó el chico, en forma inocente.
—Ella fue un ángel, pero no significa que sea buena. Creo que ella le da la energía a la bruja oscura, para realizar con tanta rapidez sus hechizos.
—Tiene sentido. —Acotó Biagioni, quien había oído toda la conversación.
—¿Dónde está la chica que venía con ustedes? —Preguntó Vasariah preocupado.
—En el baño —contestó Bill, sin darle importancia.
—Ve por ella, Bill, tendremos una batalla aquí. —Mandó.
Bill obedeció, Tom lo siguió y al entrar en los lavados femeninos, que también estaban vacíos, encontraron a Chantelle completamente hipnotizada, con una serpiente voladora dando vueltas a su alrededor.
—Tom, tú tienes más fuerza.
—Entendido. —Entraron rápidamente. Tom la cargó en brazos y salieron casi corriendo de ahí.
Afuera la situación no era la mejor. Una hermosa mujer flotaba en el aire. Llevaba el cabello rubio, completamente liso, su tez era blanca, y lo más impresionante, llevaba alas. Parecía un ángel, pero Vasariah, que era un ángel, no tenía alas, así que a los Kaulitz no les quedó más que asumir que ella era “Hecate”.
—¡Cuidado Bill, ella es peligrosa! —Gritó el ángel desde el otro lado del comedor.
—¡Chiquillos estúpidos! —Se oyó una voz femenina desde atrás de los gemelos. Era la versión oscura de “Hecate” con la serpiente volando alrededor de ella. Solo entonces Bill se percató que la “Hecate” blanca, traía una especie de ave igualmente blanca, que lanzaba picotazos a los Sacerdotes.
—Ven, Tom. —Lo llevó a la cocina, para asegurarse de dejar a salvo a Chantelle, el trenzado lo siguió, dejaron a la rubia bajo una mesa y la taparon con unos manteles. Salieron de ahí de vuelta al comedor y lo que vieron fue abrumador.
—¡Cuidado, Josepe! —Gritó el Padre Jost cuando ambas aves los atacaron.
—¡Jonathan, al suelo! —Gritó Tom, al ver a la bruja oscura volar sobre el castaño.
—¡Muere de una vez! —Gritó la bruja blanca al ángel, quien hacía uso de su poder de tele transportación, para movilizarse por todo el lugar y evadir los ataques de la mujer.
—Saca tu arma, Bill. —Mandó Tom, mientras él cargaba sus bengalas.
El pelinegro disparó por la espalda, directo a la bruja blanca. El fuego la quemó y ella gritó enfurecida.
—¡Aaahhh! ¡Maldito! —Giró y en un segundo estaba frente a Bill. El chico se bloqueó y la vio venir con algo filoso en la mano, cerró los ojos esperando el golpe, que nunca llegó.
—¡Billlll! —Escuchó el grito desde lejos, era Tom, o sea el que estaba delante de él era…
—¿Vasariah?
Tras recibir el ataque, el ángel se puso de pie, una gran mancha roja lo cubría y con su propia sangre comenzó a hacer marcas en el piso.
—Bill, ayúdame a cubrirlo —Mandó Tom y ambos comenzaron a disparar a las brujas y a correr como locos, porque el fuego las enfurecía.
De pronto la bruja oscura golpeó a Tom y lo dejó inconsciente, sangre brotaba de una herida en su cabeza. Inmediatamente Bill se puso de escudo frente a él, lo que gatilló que la bruja blanca lo viera y se lanzara contra el pelinegro, con ese objeto filoso, que había logrado herir a un ángel. Pero una vez más, Vasariah recibió el golpe y lanzó energía para espantar a la bruja.
—¡¿Qué pretendes?! ¿Morir? —Gruñó el rubio furioso y herido contra Bill.
—Prefiero morir yo que Tom. Además mi cuerpo sana rápido ¿lo olvidas?
—No contra esa arma.
—¿Qué tiene de especial esa arma?
—Mata ángeles.
—¿Qué? —Bill se quedó de piedra.
«Me está queriendo decir…»
—¿Acaso no te has dado cuenta? Tú eres un ángel, Bill. Yo ya no puedo seguir combatiendo. Recuerda, Bill, recuerda. —Y el rubio se desmayó.
Bill miró a todos lados, los Sacerdotes estaban siendo utilizados como juguetes por los animales de las demonios. La bruja oscura estaba a punto de hacerle algo muy malo a Jonathan y Tom estaba a su lado inconsciente. Solo quedaba él…
Recuerda Bill, recuerda…
«¿Que recuerde qué?» La bruja venía de nuevo hacia él.
«Tom… no puedo dejar que nada malo le pase, nada, debo recordar… mi vida… antes de nacer… antes del gemelo… antes»
—Yo, lo… recuerdo…
(Dar play)
Una luz cegadora apareció frente al muchacho. Las brujas quedaron estáticas y al querer moverse, un dolor intenso las invadía. El pelinegro se untó la mano con la sangre de Vasariah y completó la marca que encerraría a las brujas… para siempre.
Recitó unas palabras en un idioma que no era latín, era un lenguaje antiguo, más allá de este mundo, de otra dimensión, de un mundo celestial.
Tomó el objeto filoso de “Hecate” y se hizo un corte en la palma de la mano. Con un poco de su sangre, el círculo fue cerrado y en un haz de luz, ambas brujas se desvanecieron.
El chico de trenzas abrió los ojos y vio la escena con admiración, justo cuando las brujas desaparecieron. Y su amado pelinegro cayó presa del agotamiento.
—¡Bill! —Corrió pocos los pasos hasta él y se arrodilló a su lado Los Sacerdotes estaban igualmente impactados—. ¿Estás bien? —Él pequeño solo sonrió y luego se durmió en los brazos de su Tomi.
—¿Jonathan? ¿Estás bien? —Preguntó Biaglioni, sacudiéndolo.
—¿Dónde está, Chantelle? —Murmuró, preocupado, apretando los ojos.
—Creo que está a salvo —respondió el Sacerdote.
—¿Vasariah? —Llamó Tom, dejando a Bill recostado en asiento—. Vasariah, despierta. Estamos atrapados. —El rubio abrió los ojos con dificultad.
—¿Qué ha pasado?
—Bill se ha cargado a las brujas demonios, pero aún estamos atrapados en esta burbuja de tiempo —contestó el de trenzas ayudando al rubio a ponerse de pie— ¿Por qué sangras tanto? Pensé que los ángeles no lo hacían.
—Solo las armas angélicas nos pueden dañar. Y “Hecate”, como ya te dije, fue un ángel.
—Dime Vasariah… ¿Qué hizo Bill para vencer a esos demonios? Esa luz que proyectó, fue igual a cuando tú apareciste —comentó sospechando el de trenzas.
—Debo hablar con Bill.
—Está completamente agotado, ahora duerme.
—Ya veo, no ha recordado del todo.
—¿Qué es lo que ha recordado? Dime, tal vez pueda ayudarlo.
—De todas las personas en el mundo, Tom, tú eres quien menos puede ayudar a Bill. Por tu causa Bill no ve lo que es mejor para él, él solo se preocupa por ti, así ha sido siempre.
—¿De qué hablas? ¿Por qué tienes tanta ira contra mí? Es como si estuvieras celoso de Bill y de mí.
—Lo estoy. ¡Claro que lo estoy, Dios! —Se dio una vuelta sosteniendo su cabeza— ¿Dónde está la chica? —preguntó, cambiando drásticamente de tema.
—En la cocina.
—Hay que traerla. Ella mantiene esta capsula de tiempo y espacio.
—Voy por ella. —Tom se dirigió a la cocina y trató de despertar a Chantelle.
—Anda, sé caballero y despiértame con un beso. —Bromeó la chica en el suelo.
—Vamos, te necesitamos. —La chica lo siguió y el ángel la escaneó con la mirada y cogió su mano.
—Este anillo está hechizado. —La chica se lo sacó—. Padre, estoy muy débil, ¿puede hacerlo usted?
—Claro —respondió Jost y procedió a hacer las invocaciones, para anular la magia de la joya hechizada.
De pronto, todas las personas comenzaron a aparecer y a mirarlos de manera extraña. Claro, tenían sangre, estaban golpeados y sucios. Se arreglaron rápidamente, Tom tomó a Bill en brazos y salieron de allí.
&
Por la noche, el ángel todavía se encontraba con el grupo. Tom estaba en la habitación al lado de su pelinegro, le acarició la frente cuando lo vio apretar los ojos.
—Tranquilo, bebé, ya todo está bien.
—¿Vasariah? —Murmuró el pequeño, cosa que molestó levemente al de trenzas.
—Soy Tom, cariño.
—Debo hablar con Vasariah.
—Creo que él también quiere hablar contigo, pues aún no se va.
—Ayúdame a levantarme. —Pidió, abriendo los ojos pesadamente.
El de trenzas le ayudó a vestirse y tomándole de la mano, bajaron las escaleras. Abajo, todos los esperaban.
—Bill… —habló el rubio emocionado.
—Necesitamos hablar.
—¿Quieres hacerlo en privado?
—Todo lo que sepa, lo sabrá de todas formas el grupo, es mejor así.
—Como quieras.
Se sentaron todos, el padre Jost le sirvió una taza de chocolate caliente al pelinegro y así empezó la conversación.
—¿Soy un ángel? —preguntó el pelinegro.
—Solías serlo —respondió honestamente.
—¿Por qué dejó de serlo? —Preguntó el de trenzas, sosteniendo la mano de su novio.
—Porque se enamoró. Éramos ángeles de la guarda, cuidábamos bebés y niños, hasta que éstos crecían. Bill se enamoró de Tom, pero… debía dejarlo.
—¿Por qué? ¿Porque creció? —Preguntó Jonathan.
—Porque tenía cáncer. Pero de algún modo se enteró que ese chiquillo volvería a nacer, reencarnaría, en la figura de Tom Kaulitz, 150 años después.
—¿Y qué hice? —Cuestionó confundido el pelinegro.
—Lo peor que un ángel hubiera hecho, te aliaste con un demonio.
—Me prometió volver a ver a Tom —dijo Bill, como si estuviera clara esa respuesta en su mente.
—Claro, pero como todo demonio mentiroso, no te dijo las condiciones. Que serían gemelos, que estarían malditos, que te quedarías en las sombras, detrás de los espejos.
—Pero está a mi lado y tiene su cuerpo. —Agregó Tom.
—Porque yo le ayudé a recuperarlo —dijo Vasariah desafiante—. Por eso he estado pendiente de ti todos estos años.
—¿Por qué Vasariah?
—Porque tú eras mi pareja, Bill, has escuchado de la “media naranja”. Tú eras mi otra parte.
—Lo siento… —susurró el moreno tomando su mano.
—No debes sentirlo, el amor es así, sordo, ciego, mudo y tonto.
—Hablabas sobre los ángeles en pasado. ¿Qué ha ocurrido? —Preguntó Biagioni.
—Fui expulsado por ayudar a Bill a recuperar su cuerpo. Ahora soy un ángel caído.
—Ya somos dos. —Sonrió el pelinegro.
—No, Bill, no somos iguales. Yo soy plenamente consciente de mis facultades, pero tú… no has despertado del todo.
—¿A qué te refieres? —Preguntó el de trenzas, alejando la mano de su pareja de la de Vasariah.
—Bill come mucho, porque necesita reponer su energía, va a llegar el momento en que la comida no será suficiente.
—Dios mío. ¿Y qué debemos hacer? —Preguntó Tom muy preocupado.
—No dejar que se lastime, el sanar su cuerpo lo agota. Y ayudarle a despertar su subconsciente, pero para eso estoy yo. Me quedaré hasta que él vuelva a ser del todo un ángel.
—Bueno, Bill, siempre supe que eras un angelito. —Su novio le ofreció una sonrisa coqueta.
—¿Vasariah te quedarás? —Preguntó Bill, cosa que no le hizo gracia al de trenzas.
—No, volveré en la mañana, debo ayudarte a recordarme… a recordar —dijo tratando de arreglarlo, pero Tom le escuchó claramente, cosa que lo enfureció.
Subió a su habitación seguido por Bill. Se quitó la ropa y se metió a la cama, el pelinegro notó la molestia del mayor y lo abrazó por la espalda.
—No tienes por qué estar celoso.
—¿A no? Lo único que quiere el tal Vasariah, es volver a ser tu “media naranja”.
—No te das cuenta, Tomi, soy un ángel caído por ti, no por él. Y sí, claro que quiero recordar para estar fuerte, pero que lo recuerde a él, no significa que dejaré de quererte, al contrario, te amo más que nunca, sabiendo que esperé 150 años para estar contigo. —El de trenzas giró y lo abrazó.
—Tienes razón, perdóname, es que te amo tanto, que la sola idea de que alguien te lleve de mi lado, me aterra.
—Bésame, Tomi. —Se fundieron en un tierno, pero apasionado beso y se durmieron con muchas interrogantes, pero con una verdad, que se amaban y lucharían por ese amor.
& Continuará &
La historia empieza a tener sentido, pero ¿qué pasará de ahora en adelante con las cacerías? ¿Saldrá ileso el pequeño Bill? ¿Qué hará Tom para protegerlo? ¿Y qué hará Vasariah para reconquistarlo? ¿Y qué hará la loca de Chantelle para separar a la pareja? Muchas interrogantes y sólo una opción… seguir leyendo. Gracias por la visita.