«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 19: No cambiarás
Habían pasado dos semanas como me prometió Bill en las que nos dedicamos el uno al otro, pasamos nuestro octavo aniversario en Paris y a raiz de ahí nos fuimos por las costas más bonitas del mundo, siempre teníamos los mayores lujos, lo mejor, un avion para nosotros y sobre todo una union entre nosotros como jamas la he vivido antes. Nos fué de lujo, a pesar de que ya volviamos a casa, esas dos semanas habían sido las más brillantes para mí, habíamos tenido sesiones de sexo todo el día, habíamos hablado, aunque nunca de sus cosas, siempre hablaba yo de las mias y sobre todo habíamos conectado mas que nunca, sentía que era mi novio, él me presentaba como su novio, y era lo mejor que me había pasado nunca. En ningun momento en esas vacaciones me acordé de Ben, en ningún momento se me pasó por la cabeza el volver a bajar al sótano, iba a ser única y exclusivamente de mi Billi, y no iba a desobedecerle en la vida. Entramos a su casa e ibamos morenos, casi negros de todo el sol que habíamos tomado, Margaret nos recibió con los brazos abiertos y le abrazaba yo también, mientras le contaba como habia ido el viaje, Bill se encerró en el despacho a hablar con su gente y yo me comía uno de sus bocadillos.
– Mmmmms delicioso Margaret, en mi vida había probado algo así, los echaba de menos y a ti también, por cierto te he comprado una cosa, pero la tengo que buscar entre las doscientas maletas
– No debió usted, señorito Tom
– Ohh para Margaret de llamarme señorito Tom, dime Tom a secas o señor de la casa hahah porque como sigamos así yo me caso con Bill
– ¿Si? ¿como se ha comportado el señor?
– Shhh calla que se entera de todo, cuando no este te lo cuento.
Le dí un beso y me fuí a desarmar algunas de las maletas, había alguna gente en la casa pero no me preocupaba porque era normal, los hombres de Bill siempre estaban en todos lados y mas si no habian visto a su jefe en dos semanas es normal. Deshice las maletas y le dí a la mujer de lavandería la ropa sucia, olía todo a mar, y a Bill y a nosotros, estaba tan emocionado, cuando terminé me fuí a ver la tele, Bill seguía en el despacho y había mucho movimiento en la casa, quise entrar en el despacho pero había dos hombres afuera que no me dejaron, eran casi las doce de la noche y Bill seguía sin salir. Estaba preocupado en el salon viendo la televisión cuando de repente salió Bill y me hizo el gesto de que lo siguiera, se fué a la habitación y empezó a sacar otras maletas.
– ¿Bill que pasa? – dejó todo y se acercó a mí
– Tengo que irme Tom, tengo que irme lejos de aquí, quizas vuelva en una o dos semanas, pero no puedo estar aquí ahora mismo, no lo entenderas y no quiero que lo entiendas, pero lo único que quiero es que te quedes aquí en casa y me esperes, ¿podras?
– Claro Bill, pero no me asustes, ¿vas a estar bien?
– Si Tom, si voy a estar bien, solo te pido que me esperes ¿vale? – me besó – quizás venga en una semana o un par de días, pero tengo que irme ahora mismo, no voy a poder dormir contigo esta noche y ni ir mañana a ver a Andy
– Joder Bill, eso es lo de menos, lo único que quiero es que estes bien y que vengas sano y salvo
– Si, tranquilo Tom, no te preocupes, solamente que no te quiero asustar, volveré en unos días ¿vale?
– Esta bien, ya me encargo yo de cancelar todo – le cogía del pantalon mientras se hacía la maleta – al menos echame de menos un poco
Bill se fué rápido, y me quedé solo en la casa, a las doce de la noche, lo único que me importaba era intentar no echar de menos a Bill demasiado, siempre se ha ido de repente y siempre de viajes no planeados, pero no quería que se fuera esta vez así de repente. no quería que se rompiera la magia que habíamos tenido durante dos semanas, pero mi culo iba a descansar por algun tiempo,y lo mejor de todo es que me ha besado una vez mas aquí, eso quiere decir que me quiere un poco más.
Seis días, seis días fueron los que Bill estuvo fuera y por fin le veía entrar en la casa otra vez, me puse mis mejores galas, es decir solo un bañador porque estabamos en verano y queria que se pusiera cachondo mirando mi cuerpo, le ví entrar serio y lo primero que hizo fué esquivarme.
– ¿Bill?
– Tengo cosas que hacer Tom, sigue con lo tuyo
– Pero es que no hay nada mio Billi – le dije como se metian todos en el despacho otra vez
– Joder, a esto le llamo yo venir y querer ver a tu chico – susurré
Bill se pasó unos días actuando como el antiguo Bill que no me gustaba, me ignoraba, no hablaba, no comia ni cenaba conmigo, no me miraba, no me tocaba, ni siquiera dormiamos en la misma cama pues cuando yo me levantaba él se acostaba, no eran buenos tiempos para nosotros pero aun así no le intentaba molestar. Estaba en el jardin aprovechando los ultimos rayos de sol de la tarde cuando Bill se puso a mi lado y se sentó.
– Tengo que irme otra vez Tom
– Bien Bill – no le miré
– No puedes acompañarme pero
– No te preocupes estaré bien, entre la piscina y el salon, estoy muy bien
– Volvere pronto – se fué
– Pfff – suspiré y se giró
– ¿Que?
– Nada Bill, tu veras, pronto empezaré la universidad y no podré estar aquí tanto
– Tom, la empiezas en un mes y medio
– Un mes y una semana, pero tu vete, desaprovechame
– Ten cuidado
– Si y tu también, y no me pongas los cuernos – le grité – probablemente se tire a otro – susurré
Habían pasado unos días y Bill seguía en la misma actitud, sus llamadas eran cortas, pero solo quería que yo le contara, y no tenía muchas cosas que contar, el antiguo Bill vino y no se iba a ir, no dejabamos de discutir los momentos que me llamaba, no dejaba de decirme que ya tuve mi momento con él de vacaciones y que ahora estaba ocupado.Me sentía una mierda, los días no pasaban, no tenía familia, mis amigos de la universidad estaban de vacaciones, Andy se echó novia y no podía atenderme y cuando quería hablar con Margaret siempre estaba ocupada, estaba echo una mierda, me sentía más solo que nunca, aunqe a pesar de todo no era el único que se debía sentar solo.Me tome la justicia por mi propia mano y me fuí directo a aquel lugar que tenía tan prohibido, una prohibición por parte de un novio que ya ni siquiera le importaba, tenía mis sentimientos y en esos momentos solo me apetecía estar con una persona.
– ¿Tú por aquí? – me dijo dandose la vuelta porque miraba la poca luz del dia que entraba desde la ventana
– ¿Que haces? – me plante en la puerta sin entrar
– Intentando respirar aire puro, ¿y tu? ¿que haces aqui? – se acercó a las rejas
– Bueno, me aburría un poco, Bill está en unos de sus viajes, y he querido venir a ver si estabas bien – me asomé esquivandole mirando en la celda
– ¿Quieres entrar? – me pregunto porque me vió mirar dentro
– ¿Donde está tu televisión Ben?
– ¿Que televisión Tom? Aqui nunca ha habido una televisión
– ¿Como? Bill me dijo que ya tenías una, que te la dieron el mismo dia que bajamos
– hahaha ¿y te lo creiste?
– Hombre claro que me lo creí
– Pues nunca ha habido una televisión, siento decepcionarte
– Esta me la paga
– hahah dejale, si tampoco es que haya nada en la tele, te veo moreno, ¿ya has vuelto de vacaciones?
– ¿Como sabias que?
– Tu me lo dijiste que te ibas a Paris y a no se donde
– Siiii volvimos hace un par de semanas
– Ahh
– De todas formas tomo el sol aquí
– Entiendo – se dió la media vuelta y se sentó en la cama
– ¿Has cenado ya? – le pregunte sin aun entrar
– Si, hace un rato ¿tu?
– Si, también hace un rato
– ¿Estas bien? Te siento indignado
– Lo estoy, un poco, me dijo que tendrias televisión, no es que pensara en ti en todo momento pero si no lo he hecho es porque pensaria que ya estabas contento con la televisión.
– hahah no te preocupes Tom, no pasa nada, he leido casi cuarenta libros desde la ultima vez
– ¿Quieres algo? – seguía indignado
– ¿Como si quiero algo? – se extrañó
– Pideme lo que quieras que voy a buscartelo ahora mismo, te lo debo
– haha Tom, dejalo ya, no es necesario, no hace falta que
– Ben, pídemelo, que voy a buscarlo ahora mismo, lo que quieras, pídemelo
– Vaya, no se, me pillas de sorpresa Tom, no se, lo que quieras
– Ahora vengo Ben.
Continúa…
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