«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 33: Invasión en la mansión
– ¿Que hacemos señor? No va a querer despertarse para comer
– ¿Que ha dicho exactamente el médico?
– Que le mediquemos y alimentemos por las vías
– Eso ¿le provocará algún tipo de daño?
– No señor, supongo que no será una aguja, además estará bien,los enfermos llevan lo mismo en los brazos
– Pero él no está enfermo
– Señor, ¿llamamos al médico?
– Esta bien, siempre y cuando él no sufra, que se recupere lo más pronto
– Lo llamaré, no quiero que le pase nada al pequeño
– No le pasará nada, encargate de eso Margaret, que el médico venga cuanto antes, antes de irse que pase por mi despacho y que me prepare un informe detallado de lo que ha hecho
– Esta bien señor
– Ah Margaret, bajo ningún concepto si despierta mientras no esté, que no salga de la habitación
– Entendido señor,no le dejaré
– Mantendlo aquí y no te olvides de darme la llave de la habitación cada vez que entres o salgas,la quiero en mis manos.
– Está bien señor,le encerraré bien, no se preocupe.
Era lo único que me acuerdo haber escuchado, no sabía en el día que estaba, o que hacía con mi conciencia despierta y sin poder abrir los ojos, me sentí como si caí en un coma profundo y no supe salir,pero de lo que estaba seguro era que en todo mi tiempo,consciente o no,en todo,era Bill en quien pensaba,mis pensamientos bonitos y no bonitos se llenaban de mi,sabía que mi cerebro tenía una sonrisa estupida de niño enamorado. Escuchaba voces de un médico y Margaret, escuchaba como se abría y cerraba la puerta y como echaban la llave,mi cerebro estaba perfectamente pero mi cuerpo no le sentía a penas. Miraba a la ventaba y el día se presentaba soleado,volví a cerras los ojos y los abrí, sonreía y era yo mismo,ya había vuelto a controlar mi cuerpo, me dí la vuelta y me miré dos agujas en dos de mis brazos,miré hacia arriba y era suero y la otra bolsa era alimentación, sonreí porque no entendía nada, pero sonreía, estaba lleno de pensamientos bonitos y recuerdos maravillosos, me incorporé un poco y me quedé apoyado en la cama, solo quería mirar el dia soleado que hacía, Berlin siempre ha sido un mar de nubes y lluvias, con nieve pero al mismo tiempo dias de sol. Estuve un par de horas despierto,con mis pensamientos, escuché la llave de la puerta y entró Margaret.
– Mi chiquitinnnnn – dejó la medicación en la mesa y me vino a abrazar – mi pequeño – me besaba – mi chiquito, que bien que estes despierto, que bueno que estes aquí,¿estas aquí verdad? me agarraba de la cara
– hahah Margaret me vas a afixiar
– Mi niño pequeño,mi vida, ¿como estas? ¿te encuentras bien?
– ¿Puedes abrir la ventana? Quiero que entre la brisa del dia – se levantó y la abrió
– Cariño,voy a llamar al médico, ¿te encuentras bien,te duele algo?
– Estoy perfectamente, aunque
– Dime vida, dime ¿que necesitas?
– Tengo hambre
– Aww que bien que digas eso, te voy a preparar tu comida favorita ahora mismo, voy a llamar al médico y te la preparo, no te muevas de aquí que aún estas débil.
– Gracias Margaret.
La ví ilusionada y ni siquiera me preocupó, al rato vino el médico junto con Margaret, y le dijo que me intentara alimentar lentamente pero Margaret le ponía caras de que no le iba a hacer caso porque iba a alimentarme como cual madre a su hijo enfermo,a cantidades gigantes.El médico se fué tras quitarme las agujas y observarme, todo estaba tan lleno de felicidad,era tan feliz y no sabía porqué, era tremendo todo lo que había sentido, no había dejado de tener pensamientos con Bill,le escuchaba insconsciente como venía a la habitación en varias ocasiones a besarme la frente, a darme la mano y a decirme que me recuperara, todo eso era una serie de cosas que se juntaban e hizo que estuviera de un modo feliz y alegre. Cambiaba los canales de la televisión tras haberme comido toda la pasta que Margaret me preparó, más natillas caseras, estaba hambriento y deseando que llegara la hora de la cena para seguir comiendo,a Margaret la tenía bien contenta porque miró por todos lados por si tiré la comida pero me la comí. Tras cambiar y cambiar los canales,aburrido, viendo como pasaba la tarde, apagué la television,me levanté e intenté abrir la puerta, cogí el tenedor de la merienda que aun estaba la bandeja en la habitación y metí un poco en la cerradura, me sentía travieso, pero quería salir de esa habitación, volví a girarlo y abrí la puerta.
– Bingo! soy genial – sonreí
Abrí la puerta lentamente y saqué la cabeza, la tercera planta no me gustaba pues la habitación de Bill estaba en la segunda,aún así ví a un hombre al final del pasillo y escondí la cabeza,pero volví a salir,caminaba lentamente por el pasillo hasta llegar a las escaleras, solo quería ir a la habitación de Bill.Escuché mucho ruido,gente hablando,creí que era una fiesta,pero no tenía pinta, me asomé la cabeza y bajé lentamente las escaleras,hasta llegar al segundo piso, ahí me encontré a hombres de Bill,pero a penas me miraban,no sabían que estaba allí,era invisible para ellos,caminé lentamente mirandoles hasta llegar a la habitación de Bill, que intenté abrirla pero estaba cerrada con llave, me extrañé porque a pesar de todo Bill nunca cerraba su puerta con llave.Iba a bajar al salón, me moría de ganas por verle,por decirle que mi vida estaba en sus manos, que le amaba más que nunca que me moría porque al menos me tocara la mano,le necesitaba y quería pagarle todo el daño que le había hecho.Bajé a la planta cero,donde había mucha gente en los salones, no conocía a nadie, ellos me miraban pero me ignoraban, llegué a la piscina y había chicas sexys jugando en la piscina y tomando el sol, crucé la piscina y entré otra vez para ir a la cocina, era todo muy raro, no era una fiesta, era todo muy sospechoso, en la cocina ví al servicio que no conocía, había tres mujeres haciendo de comer y con muy mala cara,les miraba un poco pero una mujer se acercó a mí.
– ¿Tuu que haces aquí?
– Yo,yo yo,solo,yo Margaret
– Salga de la cocina
– ¿Margaret donde esta?
– No sé, pero salga de mi cocina, no quiero que deguste mi comida
Me fuí algo indignado, pensaba que Bill habría vendido la casa o algo así pero no se, era todo muy raro, una invasión algo rara, llegué debilmente al comedor y no me gustaba nada esa gente, seguí por otros salones hasta llegar al despacho de Bill, toqué la puerta y la abrí.
– ¿Bill? – le ví sentado muy serio hablando con hombres
– ¿Tom? ¿Que haces levantado?
– Yo yo
– Esta bien, salid un momento del despacho y enseguida os llamo – su gente se levantó y entré tras cerrar la puerta, Bill se levantó y no caminó hacía mí,pero al menos me miraba, mientras se acercaba lentamente manteniendo una distancia – ¿como estas?
– ¿Quien es toda esa gente?
– ¿Como estas?
– Sigo respirando – le sonreí
– Me alegro, ¿como has salido? Tengo la llave, y es imposible que
– Bueno, tú una vez me enseñaste a abrir una puerta sin tener que utilizar llave, y aquí las cerraduras son de las antiguas.
– Ah! Chico listo, pero vuelve a tu habitación y descansa aún no estas recuperado – pasó por mi lado sin tocarme ni mirarme para abrirme la puerta – venga que te acompaño
– ¿Quien es toda esa gente Bill?
– Nadie que debas saber, recuperate
– Bill – me quedé cara a cara con él y me miraba – nada
– Vamos – caminamos juntos por toda la casa, en la segunda planta me separé y caminé hacía su habitación – Tom ¿a donde vas?
– Pués a la habitación
– La tuya esta arriba
– No Bill, a nuestra habitación
– La tuya esta arriba
– Abrela Bill – intenté abrirla pero no podía y Bill se acercó a mí
– Tom, vamos a tu habitación, esta ya no es tú habitación
– Bill, si que la es, abrela por fa, arriba estoy solo,al menos aquí estamos los dos
– Tom – me cogió la mano e hizo que le mirara – no hay un nosotros dos
– Me da igual Bill, por favor, dejame quedarme en la habitación
– Mi habitación es esta, la tuya es la de arriba, venga vamos que no tengo todo el día para hacer de niñera
– Bill, por favor,
– Vamos Tom, no voy a repetirlo más – pasaban dos hombres en el pasillo
– Bill ¿quien es esta gente?
– Nadie, vamos- subimos una planta más hasta llegar a la tercera planta donde me acompañó hasta la puerta, me metí y él entró conmigo.
– Otra vez aquí – susurré – odio esta habitación
– ¿Que necesitas? Tienes televisión, ¿tus videojuegos? Le diré a Margaret que te los traiga
– No Bill,te necesito a ti ¿Por qué me has echado de tu habitación? ¿tienes a otro ahí? – empecé casi a llorar – no se te ocurra restregarme a ningun otro por mis narices, ¿y la fiesta esa de la piscina? esas tias ¿quienes son?
– Tom, recuperate, y por favor no salgas de la habitación, por favor, vendré cuando pueda
– No vendrás,se que no vendrás, ¿o tendré que estar insconciente para que vengas a verme como lo has hecho este tiempo?
– Tengo que seguir con la reunión, hazme un favor Tom, no salgas, ¿vale? ¿haras eso por mi?
– No, sabes que siempre he hecho lo que me ha dado la gana
– Por favor,solo te pido que estes aquí mientras estoy reunido ¿podras hacerlo?
– ¿Tienes a otro? – me acerqué a él
– ¿Perdon?
– Que si tienes a otro, en tu habitación, ¿estas con otro?, solo dime que si, y no te molesto más
– Tengo que irme
– Sabes que hasta que no entre en tu habitación y vea toda la casa y descubra quien es toda esa gente no voy a parar ¿lo sabes no?
– Ufff eres cabezota ¿eh?
– Si – le sonreí
– Quedate aquí,vengo para la cena y cenamos juntos
Sonreí como un tonto, bastaba que Bill me dijera una tontería y caí rendido a sus pies, cuando le soñé, le imaginé, no creí que le iba a echar tanto de menos, cuando le miré en el despacho me quise morir, y cuando él está a mi lado, es como si mi mundo dejara de existir, es una sensación muy rara,al despertarme estaba dispuesto a hacer todo lo posible para mantener las distancias con Bill, pero es que me puede, no puedo negar a mi corazón, y es lo que siento,le siento aún, mi corazón habla por si solo,estoy enamorado de Bill hasta más no poder y este sentimiento no se morirá.Me senté en la cama y me puse a ver la tele, me tentaba salir otra vez y preguntar e investigar, aún estaba débil, pero tenía ganas de seguir viviendo,solamente vivir para verle a él,me daba igual como me tratara, como me mirara, que sentía o que no sentía,me daba igual, estaba totalmente enamorado de él y dicen que el amor es ciego,así que solo me quedaba esperar sentado en la cama a que viniera a cenar como me prometió.
Continúa…
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