Basement 4

«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz

Cap. 4: A solas con él

– ¿Bill? ¿Que que haces aquí? Quita capullo – empujé a mi compañero, dandole el ultimo puñetazo en el brazo

– Te vas a enterar cuando te pille – me respondió yéndose al baño – hola Bill

– Hola Michael – dijo muy serio

– ¿que haces aqui? si te ven me pueden echar – cerré la puerta y le dí un beso

– Vine a ver como estabas pero ya veo que bien.

– Ahhh hahah ¿por lo de Mike?, hahah me encanta putearlo por las mañanas – recogía mis apuntes

– ¿Has dormido algo?

– Nop, llevo dos horas estudiando – le miraba – no hace falta que me mires así, se que tengo ojeras, huelo mal, y no tengo cara descansada, no soy nada atractivo ahora mismo

– Para mí estas perfecto – me susurró – te espero abajo

Esas cosas que hacen que me vuelva loco y lo sabe, sonreí como un estúpido mientras preparaba mis cosas y llamaba la atención de mi compañero de habitación. Me duché rápido y me arreglé, mi cara era todo un poema, mi cara era cansada, y es que había dormido una hora o dos como mucho, a pesar de que tenía el miedo en el cuerpo, nada importaba porque sabía que Bill había venido a por mí.Al bajar de la facultad, ví a un grupo de chicas alrededor del coche de Bill, todas sonriendo y hablando de Bill, y es que mi novio llamaba la atención por lo guapo que era y sobre todo porque estaba plasmado delante de la facultad con una limosina blanca, al bajar las escaleras, me dió por reir y me abrió la puerta de la limosina, entrando yo y después él.

– Desayuna – me dijo y se puso a leer el periódico

– Bill me has traido hasta aquí para ¿dejarme desayunar solo?

– He tomado café en casa – no me miraba

– Está bien, te tomo la oferta, porque estoy hambriento si no, nada

Comía solo como un tonto mientras le hablaba a Bill sobre el examen, y yo solo le hablaba de enfermedades, sangre, venas, vias, y él prestaba atención, pero no tardé mucho porque tuve que irme.

– Me tengo que ir, además Andy deberá estar esperándome – me limpiaba la boca, recogiendo ya mis cosas y saliendo del coche – hasta luego Bill

Cerré la puerta de la limosina viendo como las chicas seguían mirandola y como me sentí un poco avergonzado, no quería convertirme en el marica de la facultad, solo sonreia mientras veía como se alejaba la limosina. Al llegar al la clase, ví a Andy repasando mientras lancé mis cosas y le saludé.

– Hey payaso – le golpeé

– Hey Tom, por una vez no te has retrasado

– No, pero sabes ¿que? Acabo de desayunar con Bill en una limosina

– ¿Con Bill? ¿Ahora? Pero ¿se ha dignado a venir y todo?

– Si con Bill, con mi novio, idiota, si lo conoces

– Ya pero me extraña que haya venido, es más me extraña hasta que haya venido hasta aquí

– Andy, venga – abrí mis apuntes – no me empieces otra vez

– ¿Que? Solo me extraña

– Que no te extrañé porque ha sido perfecto

– Habeis follado ¿no?

– No, que más quisiera yo, ha sido no se, ha venido hasta la habitación, luego la limosina con el desayuno, todo precioso.

– Habeis echado un polvo en la habitación y luego te ha dado de comer

– Que no pesado que no ha habido polvo que valga

– hahahh que arisco!! ¿desde cuando no follais?

– Andy!!! – miré para los lados por si nos escuchaban – calla, que nos pueden oir, y bueno, desde hace un par de semanas

– ¿QUE? – gritó un poco haciendo que todos nos miren – ¿no te has follado a tu novio en dos semanas?

– Andy me estas empezando a mosquear, y no, practicamente no, porque tuvo que irse de viaje, luego vino, luego se tuvo que ir, luego lo del rumano, y es que no tenemos tiempo

– Pero si te quedas en su casa, alguna masturbación te habrá caido

– Ni eso tio ni eso

Yo mismo me impresionaba de mi no sexo, ni soltero había tardado el pequeño gran Tom en salir de su agujero, pero tenía que darle la razón a Andy, cuando la tiene, pues la tiene, nada de sexo en dos semanas era como ver a Bill desnudo delante mia y no poder resistirse. Hice el examen de casi cuatro horas y me despedí de mis compañeros, quería pasar por la habitación a recoger algunas cosas antes de irme a casa de Bill, me esperaba un fin de semana algo aburrido, probablemente Bill estará en su despacho y yo me pasaré el finde viendo peliculas en la televisión. Al entrar en mi habitación mi compañero me dejó una nota que estaría con su novia por todo el finde, yo me senté en la cama y mandé un mensaje a Bill, «nene, acabé el examen, ¿estas en tu casa? ¿que hago? ¿voy, me recoges o que hacemos?»

– Contéstame rápido Bill – le hablaba yo solo al móvil

Bill me contestó que un coche vendría a por mí a las ocho de la noche y le repliqué porque tan tarde si solo eran las dos de la tarde, y me contestó que estudiara, como siempre, lancé el móvil cabreado y me tumbé en la cama, me puse el despertador de mi compañero y dormí una gran siesta. Me levanté lo justo para darme una ducha, ponerme mis vaqueros, mi camiseta y coger mis cosas, desde la ventana ví que un lujoso coche aparcaba delante de la universidad y bajé. Un chofer me abrió la puerta, y entré, me sentía solo sin nada que decir, era un desconocido, pero pronto ya vi la casa de Bill, tras pasar como cuatro puertas con guardas de seguridad en cada una de ellas, aparcó el coche, y me abrió la puerta, casi se cabreó el chofer porque quise salir solo, cogí mis cosas y abrí la casa, donde estaba casi todo oscuro.

– Joder, no me jodas que se ha ido la luz – le daba al interruptor.

Dejé mis cosas en el suelo y cerré la puerta, la verdad es que tenía un poco de miedo, pero la seguridad no iba a estar tranquila ahí afuera si aquí pasase algo.

– ¿Bill? ¿Billito mio? hahahah – reí solo de como lo llamé

– No me llames así, es de nenas – apareció detras de mí a oscuras

– No te veo nene – toqué su cuerpo – enciende la luz

– Dame la mano, cenaremos fuera.

– ¿Fuera? podías haberlo dicho y me hubiera puesto mono – me conducía a oscuras

Al cruzar parte de la mansión llegamos al segundo piso, donde Bill había preparado una cena romántica, a penas podía creerlo, no cenaba con Bill a solas, los dos solos, desde hace un mes o dos casi, no quise llorar pero me apetecía bastante, solo sonreí y Bill me apartó la silla para sentarme yo. Con las velas pude ver lo guapo que iba, de traje negro, con su pelo moreno engominado hacia atras.

– Guau Bill, me sorprende que hayas preparado esto para los dos – le miré picaramente y no me dirigió la mirada, se puso a comer como si nunca hubiera comido – gracias Tom, yo también te quiero – me respondí solo y me puse a comer

Empezamos a comer sin mucha conversación, si era algo que de Bill no podías sacarle era tema de conversación, lo sabía todo, de todo entendía y nunca podías hablar de nada porque sería como caer a un hoyo profundo sin salida, acabaríamos discutiendo por cualquier gilipollez y ya esta, pero es que no era muy de palabras, era raro a rabiar, pero era mi raro, suponía, no quería pensar que esta cena iba a ser una cena de despedida o algo así.

– ¿Te gusta? – dijo Bill sin mirarme

– Si – hice lo mismo sin mirarle

A veces sentía que no quería ser el que más daba en la relación, así que tenía que ponerme a su altura, aunque le hubiera contestado mucho mejor, «si cariño, ha sido un detalle que estemos cenando juntos por primera vez en mucho tiempo, tu y yo solitos, y que te quiero devorar ahora mismo porque ni siquiera me has dado un beso en todo el día» pero ya si eso me lo imaginaba en mi cabeza. Terminamos pronto la cena, la verdad es que sin mucha conversación, le conté algo de mi examen y poco más, no podía preguntarle nada sobre lo que hacía, ni siquiera por el rumano, ni nada, no sabía que hacer.

– ¿Has terminado? – me preguntó

– Si – ví como se levantaba

– ¿Entras? – se levantó y caminó

– Si – obedecí

Entramos a la mansión tras tener una cena romántica, entre millones de comillas ese romántica, pero al menos he estado junto a él y su perfume llegaba a mi corazon, el hecho de tenerlo cerca era mejor que el no tenerle.

Caminamos por la casa, Bill iba pasos por delante de mí y yo como un tonto siguiendole, que era lo que hacía durante meses, no se si estaba empezando a odiar ya esta situación, entramos en la habitación, y pensé que como nos fuesemos a dormir yo se de uno que acababa de levantarse de la siesta. Bill cerró la puerta mientras yo entraba más en la habitación, cuando de repente sentí que me empujó por detrás en la cama y me dí la vuelta, ví como Bill se desabrochaba la camisa a oscuras, a penas podía ver con la luz de la luna, se desabrochó el cinturon y se desabrochó el boton del pantalon, se bajó la cremallera y se puso encima de mí para besarme, no se si era real o era un sueño, pero que le jodan al universo, en esos momentos era la persona más feliz del mundo.

Sentía sus besos por mi cuello, por mis labios, como se deshizo de mi ropa por un instante, como me desnudó sin darme cuenta, me tenía completamente desnudo encima de su cama, sentía que su cuerpo rozaba mi erección en todo momento, pero solo era el respirar de sus pulmones cada vez que me besaba lo que más me ponía a cien. Se quitó la camisa y no dejaba de besarme, se bajó los calzoncillos sin quitarselos y un poco los pantalones y me dió media vuelta, le sentí mio una y otra vez, vale esto no es de nenazas, pero sí, reconozco que me gusta que me den, y era tan sumamente grande lo que tenía, me agarraba de mi cintura mientras me embestía una y otra vez, movimientos largos y a la vez cortos, haciendome sentir que yo era el unico para él.

Continúa…

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