Basement 40

«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz

Cap. 40: Mi Bill

Tuvimos que escondernos, era de noche, no había nadie en los pasillos pero aún así Carole y yo nos escondimos como dos delincuentes, no podía caminar, me llevaba en silla de ruedas, mis cables y yo, ibamos por todo el hospital y a mi me caían las lagrimas, me sonaba los mocos, tenía unas ganas tremendas de ver a Bill y por el camino, sentado mientras Carole empujaba mi silla me daba cuenta que tenía que retroceder al mismo sitio donde lo dejamos, que Bill no me pidió otra oportunidad, que Bill no quería contarme nada, todo era mentira, porque no era Bill, no se si me apenaba más tener que ver a mi ex o tener que enfrentarme a que nunca lo voy a tener. Abrió una puerta en la oscuridad tras pasar una tarjeta y me plantó en frente de una puerta, el único sonido que se escuchaban era el de las máquinas, máquinas ruidosas que estaban conectadas a Bill y aún no le había visto. Carole abrió la puerta lentamente y me acercó a la cama, no quería imaginarme que estaba viendo, no podía creerme que mi Bill era el que estaba en la cama, con vendado en la cabeza, con cables por todos lados y con los ojos cerrados, era la peor sensación del mundo, me puse la mano en la boca y lloraba, Carole quería consolarme pero le dije que se fuera que necesitaba un momento, era la peor sensación del mundo, ver a la persona a la que amas totalmente inválido, tumbado en una cama y probablemente en otra esfera. Me levanté poco a poco e intente para de llorar, le veía tan débil, tan humano, que daría mi propia vida por ser yo el que estuviera ahi, le toqué la frente y quise morirme en esos momentos, si alguna vez pensé que lo había pasado mal, ahora mismo ese momento lo anulaba todo, absolutamente todo, mis ganas de morir eran mayores cada vez que escuchaba esas máquinas zumbear sonidos.

– Cari, Bill, estoy aquí cariño, estoy aquí a tu lado, probablemente me estés escuchando en alguna parte de tu mundo ahora mismo, me he despertado hace dos dias, bueno poco a poco, y ¿sabes que cari? te he soñado en mi sueños, suena un poco mariquita pero es que es verdad, te vas a poner bien ¿vale? te voy a estar esperando, voy a estar aqui o donde me dejen hasta que abras los ojos, quiero ser yo lo primero que veas cuando despiertes, no quiero que sea ningun otro enfermero sexy que haya por aquí ¿eh? – sonreí entre lagrimas – te quiero cariño.

Carole me estaba esperando para ayudarme a sentarme otra vez en la silla tras darle un beso en los labios de Bill me senté derrotado en la silla que me llevaría de nuevo a mi habitación. Si el camino de ida fué un desastre el camino de vuelta fue aún más desastre, me uní al silencio de aquellos pasillos, al silencio de la noche. Al entrar en mi habitación Carole me acomodó en la cama y le di las gracias, quise dormir pero no pude, las lagrimas invadían mi cara, si mi Bill muriera o le pasara algo yo iria detrás, con familia que no te quiere, con tu futuro que lo has perdido y con amigos que están lejos, lo único que tenía para seguir viviendo es mi Bill, y si perdiera a mi Bill me perdería a mi mismo.Abrí los ojos y la luz de un nuevo dia entraba por la ventana, no dejaba de pensar en mi Bill y en Carole que vendría otra vez en el turno de noche, giré la cabeza y miré hacia el techo, suspiré y miré a mi lado, estaba Ben queriendo ser Bill leyendo un libro, algo por mi estomágo pasó al creer que era Bill el que estaba pero inmediatamente supe que era Ben.

– Hey – se acercó a la cama – ¿que tal estas?

– Bien

– ¿Que tal el dia ayer? – me preguntaba interesado

– Bien bien – no dejaba de mirarle los tatuajes hasta que ví un error en el pájaro de la mano

– ¿Quieres desayunar?

– No, no estoy bien

– ¿Como has pasado la noche? Mira cari yo quería pedirte perdon por irme ayer y

– No pasa nada

– No de verdad, yo no debí, además

– No pasa nada, te fuiste pero lo importante es que has vuelto ¿no?

– Si claro, he vuelto por ti – me acarició la cara

– Me alegro, ¿me quieres?

– Claro que te quiero – se acercó más a mí para besarme y le giré la cara

– Yo también te quiero cari, y mucho, sin ti no sabría que hacer – le cogí la mano

– Estoy deseando que vuelvas a casa y tenerte allí

– Y ¿Ben? ¿Como esta?

– Bien, bien, por allí, con sus cosas

– Le echo de menos Bill, le echo mucho de menos – me miró algo extrañado pero en su papel

– ¿Como que le echas de menos? Me dijiste que no te habias enamorado de él

– No, pero, bueno, no es amor, creo que, bueno no se, estoy algo confundido Bill

– Yo quiero que estés bien amor mio, tanto si es con Ben como si es conmigo

– ¿Te acuerdas de nuestro viaje a Islandia? He estado pensando cuando estuvimos allí, ¿te acuerdas?

– Claro que me acuerdo amor – me acariciaba la cara mirandome fijamente

– Quiero volver allí, ¿podremos ir?

– Si, iremos a donde quieras

– Pero tiene que ser allí, ¿como se llamaba el sitio ese de los patos? donde les dabamos de comer

– No me acuerdo, tendriamos que mirarlo

– Tienes que acordarte Bill, fué todo preparado por ti, y lo de los patos fué genial

– Si, me acuerdo como si fuera ayer, pero del nombre no, volveremos allí si quieres

– Esta bien, porque me muero de ganas de hacer lo que hicimos alli ¿te acuerdas?

– Si, fué precioso

– No lo fué

– Si que lo fué cari – torcía la cabeza

– No,porque nunca estuvimos allí Ben – se quedó impactado – si creías que podías engañarme no lo has conseguido

– ¿Como? Como,pero como

– Me decepcionas Ben, me has decepcionado intentando asesinar a tu hermano, me has decepcionado mandandome al hospital, haciendote pasar por Bill, me has decepcionado en todos los sentidos y reza para que no me levante de aquí en mucho tiempo porque en cuanto este en mis plenas condiciones, te pienso devolver la bala, pero esta vez directa a tu corazón pedazo de cabron – le dije sin mover ni un solo musculo de mi cuerpo

– Yo, solo quería que tu creyeras, por tu bien, siempre por ti

– Eres un rastrero Ben, te lo juro, ¿te creias que no me iba a dar cuenta? Bonito disfraz el que llevas, a pesar de que tienes mal dibujado el tatuaje de la mano de Bill, así que deja de fingir y largate de aquí porque no te quiero volver a ver en la vida

– Tom, no tienes ni idea de lo que he pasado, no lo tienes, y tu amas a mi hermano, ¿que mas podia hacer por ti que regalarte a mi hermano?

– PEDAZO DE CABRON!!! Si tu hermano esta en coma y tu haciendote pasar por el!!!

– ¿Como sabes eso?¿quien te lo ha dicho? ¿como lo sabes eh?

– He aprendido del mejor, y no de ti, cometes errores allá por donde vas, no eres más que la copia barata de mi Bill. Ni siquiera respiras como él,por dios, no cuela,no cuela

– ¿Como sabes lo de mi hermano?

– No te importa, lo único que se, es que espero por tu bien que se ponga bien, porque si no, seran diez mil millones de humanos, o once o los que hayan los que matare, empezando por ti

– Tom, tranquilo chico – se quitó los tatuajes, la chaqueta, se despeinó

– ¿Y sabes que? Lo que más me duele es que creía que eras mi amigo, ¿sabes? y eres una mierda de persona, que solo se preocupa por su interes

– No entiendes nada

– Y espera a que Bill despierte, porque en cuanto me diga quien le ha disparado se va a enterar

– ¿Como sabes todo eso Tom?¿quien ha venido?¿quien ha llamado?

– No te importa, no te importa nada, pero el numerito de estar secuestrado no te ha servido, no te tienen respeto Ben, he conseguido llamar por telefono, ir a ver a Bill, salir y entrar a mi aire, y todo porque tu no eres nadie Ben, mi Bill es alguien, tu eres su copia barata.

– No me conoces

– Ni quiero, que hayamos follado no significa que nos tengamos que unir para el resto de nuestra vida, así que te quiero lejos de aquí, que en cuanto se despierte Bill ya veremos si te mete otra vez en el sótano, pero esta vez enterraré la llave

– Ehhhh calma, relaja chico, que tu a mi no me conoces, encima de todo que lo hago todo por ti, para protegerte

– ¿Y el numerito del «te voy a contar todo»? Ese voy a cambiar, todo va a cambiar, me ha llegado al corazón, ¿que hago yo si Bill despierta y me manda a la mierda? me hubieras llenado de ilusiones falsas capullo

– No, todo, no

– ¿O es que ibas a? Oh noo Ben, ahora si que no, como hayas pensado en encerrar a tu hermano, en alejarle de mi o en matarle, te lo juro Ben, te lo juro que no respondo

– No soy el malo Tom

– Ese cuento ya me lo has dicho en Bill, si por algo me dijo que me alejara de ti

– No soy así, era por ti Tom, por ti, por mi

– ¿Huh? ¿Por ti y por mi? No hay un tú y yo, ahora por favor – me levanté – ayudame a levantarme que quiero ir a ver a Bill

– No se si te van a dejar – se acercó a ayudarme

– Pues haz algo, ¿de que sirve que seas un Kaulitz si no puedes dominar a la gente? Vamos

Ben me ayudó a subirme en la silla,aún no creía que le había captado pero mi única preocupación era mi Bill, él era en lo único en que pensaba, Ben empujaba mi silla de ruedas mientras veiamos los pasillos llenos de personas al ser por la mañana, mi mente, mi alma y mi corazón estaba con mi Bill.

– ¿Como estaba? – me preguntó Ben

– Estaba

– Los médicos han dicho que se pondrá bien, no te preocupes

– Cuidado con la cama Ben, ¿es que no miras? casi me atropellas

– Perdon

– ¿Ben? – cerré los ojos – ¿Has disparado tu a mi Bill? – se paró en medio del pasillo y se puso de rodillas delante de mí

– ¿De verdad crees que lo haría Tom?

– Bueno, mira donde estoy yo

– Pero se me escapó Tom, no iba a disparar

– Ya, ¿entonces quien le disparó?

– No lo sé – se puso a empujar otra vez la silla

– ¿No lo se? Eso no es una respuesta, ¿quien ha sido?

– Tom,no te metas

– Si que me meto, estoy ya demasiado implicado ¿no crees?

– No, no lo estas, en cuanto te recuperes, volveras a la universidad

– No iré a ningún lado sin saber que mi Bill va a estar bien.

Llegamos a una puerta y Ben habló con la encargada de esa zona, volvió a empujarme hacia la puerta de la habitación donde volví a escuchar mi peor pesadilla, esas máquinas horribles, de sonidos agudos. Ben entró y se adentró hacia la cama de su hermano mientras me quedé sentado en la silla aún casi fuera de la habitación pero me autoempujé hacia la cama, Ben estaba realmente hundido viendo a su hermano, inclusive le notaba que iba a llorar, estaba dolido, era todo tan bonito que casi iba a llorar yo también. Me levanté despacio y me puse en el otro lado de la cama, era un momento raro, extraño, unidos por el dolor de Bill, cada uno estaba en silencio, mirandole y probablemente recordando que le queremos.

– Que guapo que es – susurré

– Gracias – le miré raro – perdón, bueno, yo voy a salirme

– ¿Porque mariquita? ¿No quieres que te vea llorando?

– No me llames mariquita – me susurró

– No vayamos a montar una escena de macho alfa ahora mismo

– Bueno, estaré afuera

– Pero no te alejes, que me tienes que llevar de vuelta, ah! y ni se te ocurra largarte porque estoy muy enfadado contigo y todavia tengo para ti

– Estaré ahí – se iba e iba a cerrar la puerta – Oye Tom

– Dime

– No te lo vayas a tirar ¿eh? – sonrió

– Imbécil!!! – le miré con cara de odio.

Continúa…

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