Basement 46

«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz

Cap. 46: Señor secuestrador

– No le hagan daño a mi amigo, no le hagan daño por favor, a mi lo que querais pero a él no, no va a decir nada, no lo va a decir lo prometo, por favor dejadle, dejadle

Era lo único que decía mientras nos desataban las manos y nos lanzaron a un tipo de jaula en un lugar oscuro, no pude ver a nadie porque tenía los ojos negros aún de haberlos llevado tapados, solo me sujetaba a Andy que estaba realmente asustado. A nuestro lado pude ver otra jaula, pero estaba vacía, no quería pensar en nada, solamente corrí hacía la puerta e intenté forzarla.

– Sacarnos de aquí, sacarnosssssssssss, socorrooooooooo,

– Tom, Tom ¿que está pasando? ¿que es?

– Hey hey Andy tranquilo, no va a pasar nada, tranquilo

– ¿Que pasa?¿Quienes son? ¿Donde estamos?

– No lo se Andy, no lo se, todo va a salir bien – me fuí hacía la puerta y grité – BILLLLLLLLLLL BILLLLLLLLLLL BIIIIILLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL

Estaba realmente asustado, creía que era una broma lo de los rusos, una manera de que Bill me dijera que me quedara a su lado, una excusa barata para tenerme, pero todo era real, solo maldecía la hora en la que me libré de esos guardaespaldas, una cosa que tenía que haberle hecho caso a Bill y no le hice. Pasaban las horas y Andy estaba sentado a mi lado, cada media hora se asomaba alguien para vernos y yo intentaba llamar la atención pero no nadie me hacía caso, nadie se quedaba, Andy estaba más tranquilo que yo, tenía la certeza de que los gemelos nos buscarían hasta el fin del mundo, tras sentarme y haber gritado a la nada me volví a sentar a su lado en el suelo.

– Joder los mierdas rusos estos – susurré

– Ya te lo dije, no debes malgastar tu energía en ellos.

– Estoy seguro de que Bill estará buscandome

– Si le has dicho que te ibas al pueblo no creo

– Pero tengo mis cosas en su casa y vendría a mi pueblo

– ¿Seguro? Es Bill, no le importas una mierda

– Ehh Andy no te pases, si que le importo

– Ya veo, ya te podía haber dicho algo más, bueno pero no voy a decir nada más entre tu relación y tú, eso es cosa de los dos

– Gracias Andy, lo vas pillando – le golpeé en el brazo

– Aunque te pone más Ben ¿verdad?

Era de noche y sentimos como la puerta se abría y un hombre se sentaba en una mesa delante de nosotros, iba con un arma grande colgado a la espalda y con una pistola que limpiaba en las manos, nos miraba raro, y nosotros a ellos, me intenté levantar pero Andy me decía que me sentara, yo no me podía quedar quieto y me levanté.

– Perdone, seños secuestrador, ¿puede darnos agua? – me miraba serio y no decía nada – es que estoy muy seco, necesito beber, llevamos todo el día aquí, al menos un poco de agua – seguía sin decirnos nada

– Te lo dije Tom, vuelve aquí alejate de él.

– Por fa, por fa, por fa, por fa – se reía de mí – pues que te den hijo de puta ya verás cuando venga Bill te va a dar tu merecido, pedazo de hijo de puta

– Tom, para – se levantó a por mí

– Chico, yo de tí cuidaba ese vocabulario

– ¿Hablas mi idoma? – le dije – por favor, agua, agua, danos agua, agua

– Callate chico y relajate

– ¿Cuando nos vamos?

– Nunca hahahhahah – se rió

– Venga Tom pasa de él y vuelve a sentarte

– ¿Nunca? Bueno deja a mi amigo Andy que se vaya y yo no volveré nunca pero dejale que se vaya

– ¿Quien de los dos es el mariquita? – me miré con Andy

– Pues yo ¿problem?

– Tu eres Tom ¿no?

– ¿Como sabes mi nombre? Bueno claro, no secuestras asi a las personas

– Hay uno de las copias que solo dice tu nombre

– ¿Como? – nos extrañamos Andy y yo

– Uno de los Kaulitz, que dice que no hagamos daño, que tierno – se reía y escupía

– ¿Que? ¿Bill está aquí?

– Y su copia

– Ben

– Dios Tom, estan aquí, ahora nadie podrá rescatarnos

– TE JURO QUE COMO LE TOQUEIS UNA SOLA PARTE DE SU CUERPO, COMO YO LE VEA UNA SOLA HERIDA, OS MATO A TODOS, ES MÁS, NO OS MATO, OS TORTURO, OS SACO LAS UÑAS Y LOS DIENTES UNO A UNO PARA QUE SUFRAIS

– hahah ahahha no me hagars reir, tu no harías daño a una mosca

– Si que se la hago además, ya es que voy a rebajarme, por favor, tengo hambre, sed, pis y además tengo ganas de verle, por fa, por fa, por fa,por fa

– Callate ya niño

– por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa, por fa,

– QUE TE CALLES – pegó un golpe contra las rejas de esa jaula

– Por fa, solo quiero que me saques de aquí, solo te pido que me saques, por fa, por fa, por fa

Al final me acabé aburriendo de decir por favor, porque el encargado de vigilarnos toda la noche se puso unos auriculares y escuchaba musica a todo volumen. Andy estaba realmente relajado, siempre había sido relajado pero yo estaba totalmente inquieto, haciendo ruiditos. No me sorprendía que los gemelos estuvieran aquí, tenía que haber escuchado más a Bill, tenía que haberle hecho caso, al menos ellos estan más acostumbrados a esto y estando juntos sabía que todo iba a ir bien. Estaba lanzando la misma piedrecita mientras Andy miraba a la nada, cuando vino otro hombre a hablar con el que estaba sentado.

– ¿Como se han portado? – susurró

– Bien,el de las trenzas un poco toca pelotas pero se ha callado

– Ha dicho que podemos acercarles al baño si lo necesitan – le susurró.

– shsh Andy, Andy – le susurré – nos van a dejar ir al baño

– ¿de verdad?

– Si

– Oye escuchame bien, cuando te diga, corre, tu corres y ve hacía la salida

– ¿Que? Tom, no hagas ninguna locura

– Ve hacía el sur, he memorizado el camino cuando veníamos

– ¿Que? Tom, no, no voy a hacer eso

– Shshsh hazme caso, esta gente no va a tener reparo en darnos un disparo si no nos necesitan

– ¿Y tu?

– Tú corre lo más rápido que puedas hacia el sur y baja por el bosque o donde cojones, pero siempre para abajo

– Tom noo

– shshs yo tengo que ocuparme de Bill.

– HEEE Vosotros – le miramos

– ¿Si? – le miré adorablemente

– Levantaos y pegaos a la pared – sacó a la pistola

– ¿Que van a hacernos?

– Aquí detrás hay un baño, así que haced lo que tengaís que hacer – abría la celda

– Muchas gracias señor secuestrador – se reían de mí mientras abrían la jaula y seguían apuntandome

Andy y yo subimos los brazos hacía la cabeza como nos dijeron y salimos de la celda, uno de ellos nos vigilaba en la puerta y el otro nos apuntaba,el que no nos apuntaba empezó a andar y el otro se quedó detras apuntandonos mientras caminabamos con las manos en la cabeza y entramos a un «servicio» donde solo habían dos meaderos de hombres, uno de los hombres entró con nosotros.

– ¿Perdone? ¿Vas a sujetarmela también? – le dije – mira que soy mariquita y se me va a subir

– Arggg que asco

– Pues baja eso mientras meo porque no me concentro, me llevo aguantando mucho tiempo

– ¿Meo o no? – susurró Andy

– Mea y cuando termines me lo dices

Los dos nos pusimos a mear y esperé a Andy tras yo terminar, cuando él me dijo que había acabado le dije que se calmara. Me dí la vuelta y miraba a ese hombre, había bajado la pistola el muy estupido, Andy subió las manos y iba a salir del baño y yo las subí también a la cabeza, cuando me giré y le pegué una patada en la pierna y luego en la boca dejandole kao, estaba insconciente y le tapé la boca con mi boca mientras le pegaba. Andy estaba realmente asustado y le susurraba, cogele la pistola grande, cogesela y la pequeña también, Andy lo hacía muy lento y le decía que corriera más, pero es que estaba nervioso, cuando Andy las tenía, me incorporé y le pegué otra patada en la boca con todas mis fuerzas y le escupí. Le dije a Andy que se colocara en la parte de la entrada que me iba a encargar del otro, solo le dije que estuviera quieto. Tras esperar como cinco minutos, el otro hombre entró, llevaba un rato diciendo el nombre del otro hombre, entró y vió que estaba en el suelo, y le pegué una patada por detrás, era más gordo y cayó al instante, pero le pegué otra y le cogí su arma, cerré la puerta y salimos de ese lugar, teníamos que subir unas escaleras, Andy iba asustado, realmente asustado, tuve que parar en mitad de la salida.

– Andy Andy, shshs calma, no vas a disparar, dame las armas, damelas, escuchame, vamos a ver cuantos hay y así puedes largarte de aquí

– ¿Y tu?

– Tengo que encargarme de los gemelos

– No te voy a dejar solo Tom

– SI, tienes que hacerlo y debes hacerlo, este es nuestro problema no el tuyo,así que tienes que estar a salvo

– NO, no me voy a ir

– ¿Sabes disparar?

– No

– Mira se coge del seguro, se quita, y se da aquí, si tienes miedo o si se te va el disparo, hazlo siempre a las piernas, eso les dejará sin andar

– ¿Como sabes eso?

– Lo sé

Caminabamos por un pasillo algo oscuro, parecía un viejo almacén o algo así, teníamos mucho miedo pero tenía que ver donde estaban los gemelos, susurraba el nombre de Bill pero no veíamos nada. Abrimos una puerta al final de un pasillo donde había más pasillo y más puertas, Andy caminaba detras de mí y yo me estaba cansando de buscar ya, no había nadie, pero ese pasillo era interminable. De repente salieron unos dos hombres de una puerta y nos vieron, echamos a correr y los rusos disparaban, empujé a Andy al suelo y les disparé, no sabía lo que hacía ni como lo hacía, nos quedamos en la oscuridad y Andy se levantó y me ayudó a disparar, pero parecía más mariquita que yo, pero tenía su intención.

– ¿Se han ido? – me decía Andy

– shsh hshsh calla, calla, ¿oyes eso?

– No

– Es Bill, esta gritando mi nombre

– No lo oigo

– A la de tres, corres hacía allí y busca a Bill, empieza a gritar y si te disparan al suelo, ruedas y disparas

– ¿Que? Bill, girar y disparar, bueno, creo

– Una, dos y tres, CORRE!!!!

Seguía disparando a la nada, no sabía si habían cuatro o cinco, o seis o mujeres o hombres, solo disparaba porque me disparaban, en un momento dejaron de disparar y no escuché nada, me asomé y veía a algunos en el suelo, eso me hizo confiar en mí y seguir por el pasillo donde Andy fué unos minutos antes.

– Tommmm, Tommmmm no, no vengas – gritaba

– ¿Donde estas? – eso me hizo correr aún más – Andyyy

No sé como lo hice, pero mi instinto me llevó a una puerta que estaba abierta, donde podía ver una buena luz desde afuera, al pasar ví a Bill y Ben atados con cadenas en una parte de la habitación y a Andy sentado en la silla, atado y un hombre le apuntaba. Cuando ví todo eso quise derrumbarme, no podía imaginarme todo lo que había hecho antes y cuando ví a Bill el mundo se me cayó encima pero ahora Andy era mi única prioridad.

– Deja las armas y lanzalas ahí

– Mira yo

– Haz lo que te dice Tom, hazlo – dijo Bill

– Haz caso a mi hermano – añadió Ben

– Vamos niño, deja las armas ahí

– Esta bien, como quieras, pero eso no te da derecho a llamarme niño, me ofendes – lanzé solo las que él veía

– Y ahora ponte ahí mismo, y no hagas ninguna estupidez o le pego un disparo

– Tranquilo – casi que levanté las manos y me puse donde me dijo

– Ahora date la vuelta

– Oye esto me esta poniendo cachondo señor secuestrador

– VAMOS!!! – me di la vuelta – ¿Son esas todas las armas?

– Sip

– Date la vuelta otra vez, y ve hacía allí – dejó a Andy y me apuntaba con el arma

– No le vaya a hacer nada – dijo Bill

– Vamos ahí y no te muevas – me quedé quieto, dejó su pistola en un mueble que había y se acercaba con una cuerda, pero retrocedí

– Oiga señor secuestrador, es curioso

– NIÑO – se extrañó y se quiso acercar a mí pero se quedó quieto porque retrocedí hacía la otra punta de la habitación

– Tom, haz lo que te dice – dijo Ben

– Tom – dijo Bill

– Es curioso, que somos cuatro y uno pueda con todos, estadisticamente eso es improbable, si te pillara ahora mismo mi profesora de probabilidades te mataría, porque somos cuatro y tu solo uno, y claro, esas armas de ahí abajo no tienen balas,y tu intentas atarme, cosa que no me desagrada, siempre y cuando tenga algo de sexual en la acción, pero tratandose de usted, señor secuestrador debo de decirle que no es de buen gusto que usted me siga con esa cuerda sabiendo que puedo escaparme.

– NIÑATO DE MIERDA, VEN AQUÍ, VEN AQUÍ

– ¿No te has enterado de lo que he dicho verdad? – me intentaba atrapar pero le esquivaba y se quedó mirando la pistola que dejó que estaba a mi espalda – no es necesario

– ¿El que? – me miró

– Que coja la pistola que está mirando, porque le veo un poco apuradillo

– ¿Como?

– Que la pistola no tiene balas señor secuestrador, pero eh! has quedado muy bien

– ¿No tiene? Casi me meo y ¿no tiene? – dijo Andy medio riendo

– ¿Como sabe que no tiene?

– Por el sonido que ha hecho al dejarla, esta un poco hueco, y si ha malgastado un poco de balas, pues ahora no creo que vaya usted, señor secuestrador a disparar porque no tiene con que

– Ven aquí – me atrapó

– No no – me alejé – yo le aconsejo que usted desate a mis amiguitos, y todo va a salir bien

– ESO NI HABLAR!!! – me miró mal

– Bueno, pierdo mucho con ropa, pero debajo de esto hay unos musculos y probablemente pueda patearte el culo

– NO LO HARAS

– Andy – le miré

– Oh sii que lo hará, no lo has visto antes, se ha cargado de una paliza a los otros, vamos que si da patadas

– Gracias cielo – le sonreí – ahora vamos a tener una fiesta rusa en paz, usted deja a estos tres libres y yo no le pateo el culo, porque si no me obligará

– ¿Obligarte a que?

– A dispararte – saqué una pistola de mis pantalones

– Este es mi chico – susurró Bill.

Continúa…

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