«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 49: Atrapados por la ley
Bill me besó en la boca, no un beso de amigos, no un beso corto, no solo labios con labios, me dió uno de los besos más profundos que jamás me haya dado, era tan sincero, tan largo, tan ardiente, tan nuestro, era como si nos fundieramos los dos en una sola persona. Su lengua jugaba con la mia y sentía su piercing jugando con mi lengua, sus manos me apretaban el culo y me empujó contra la pared, yo solamente me agarraba a su cuello y le besaba, no me quería perder nada. Caminé hacía atrás y nos metimos en uno de los baños, Bill cerró la puerta y desabrochó mis pantalones para meterme rápido su mano que estaba caliente entre mis piernas, su cara bajó hasta mi cuello que más que besos me mordía y más que mordiscos notaba su pasión de su boca en mi piel, su mano acariciaba al pequeño gran Tom y yo gemía, le quité la camiseta y fuí yo quien le lanzó a la otra parte de la pared intentando esquivar el retrete, le bajé los pantalones mientras le besaba por la cara, por el cuello, por el pecho por todos lados, sentía sus gemidos y lo duro que estaba, sus manos en mis hombros, y yo dejandole huella por todo su cuerpo. Me puse de rodillas y me metí todo en la boca, le lamía como nunca lo había hecho, todo eso era mío, de mi propiedad y tenía que dejarle rastro, estaba bien duro como a mi me gustaba, sus venas eran parte de su excitación, pero mi excitación estaba en él,hacía adentro y hacía afuera era lo único que hice duranto un rato, sus gemidos se hacían cada vez más fuertes, pero Bill me apartó fuerte de su lado, para empujarme a sentarme en el retrete y cayó de rodillas en el suelo y fué él quién se metió al pequeño gran Tom en la boca, lo hacía muy rápido, no le miraba porque puse la cabeza hacía atrás, casi tocando la pared, mi mano fué hacía su cabeza, quería que no acabara ese momento, sus manos agarraban fuerte mis rodillas y yo sentado solo me dejaba llevar por el placer que Bill me estaba dando, creía que me iba a correr, pero Bill supo parar y me subió la camiseta para besarme por todo el pecho hasta llegar a mi boca, se sentó encima de mí y me seguía besando mientras me tocaba, yo le agarraba de su cintura, quería tenerle así para siempre, pero me masturbaba tan fuerte que me iba a correr. Me levanté y lo empujé hacía la puerta, pero fué él quien me dió la vuelta y sentí como se escupía para empezar a penetrarme, puse las dos manos en la puerta y me cogió bien para penetrarme, los dos gemíamos, sentía a Bill dentro de mí, sentía una y otra vez, si era algo que Bill sabía hacer perfectamente aparte de el amor, era saber el tiempo justo que necesitabamos los dos para corrernos, así que avanzaba y paraba a su antojo, provocando que sintiera que me iba a correr pero nunca llegaba a hacerlo del todo, sus embestidas eran tan angelicales como diabolicas al mismo tiempo y lo único que quería era que no acabara ese momento y Bill lo sabía, pero sentí su mano en mi pecho, acariciandome por todas partes, besandome por encima de la camiseta en mi espalda, cuando sentímos que nos corriamos al mismo tiempo, mi corrida se estampó en la puerta del baño y la suya dentro de mí.
Nos lavamos la cara, las manos y poco más mientras nos mirabamos en el espejo y nos reiamos, yo me reía más que él, Bill podía no reir cuando quisiera, cosa que admiraba mucho de él. Cuando me sequé las manos y suspiré Bill me esperaba, me puse en frente de él y me dió un beso.
– ¿Esto significa que seguimos juntos? – le susurré
– Tengo demasiadas cosas en la cabeza
– ¿me has utilizado verdad? – no dijo nada – no pasa nada prefiero que seas tú y no otro
– Tom, ahora tengo una encima que no se ni como vamos a acabar
– No te preocupes, no pasa nada – le dí un beso y abrí la puerta del baño y me cogió del brazo y me empujó hacía él
– Dame tiempo, por favor, ahora mismo solo puedo pensar en salvarnos y en que estemos bien
– Está bien
– No es por tí Tom, te lo juro
– Que no pasa nada cari – le dí un beso – que lo entiendo perfectamente, casi morimos a manos de esa gente
– Me alegra de que lo entiendas – me abrazó y salimos juntos y sonrientes de la mano hacia la habitación.
– Bill, antes de que entremos, quiero que sepas que Andy tiene que estar bien
– Lo estará, te lo prometo
– ¿No irán a por él verdad?
– No irán, te lo prometo, le dejaremos en Magdeburg y observaremos un par de días desde allí que todo vaya normal, no podemos quedarnos mucho allí para que no nos sigan el rastro
– Esta bien – le sonreí y Bill iba a entrar, pero le cogí del brazo – ¿Bill? ¿y yo?
– Tenemos que descansar, mañana nos espera un largo dia.
Como siempre me dejaba con las dudas y con las palabras en la boca, pero me sentía la persona más afortunada del mundo, Bill y yo lo habíamos hecho, él y yo, era lo único que tenía en la cabeza como buena persona enamorada. No podía dormir a gusto porque mi cuerpo sabía a sus besos y estaba intentando tatuar en mi mente todo lo que había pasado en ese baño, tan pasional, sexual y romántico al mismo tiempo, ¿podía estar más enamorado de Bill?. A la mañana siguiente, Bill pasaba la mano por mi cara y me sonreía, le miré.
– Princesito – me susurraba y le golpeé en el brazo
– Odio que me llames así
– Tenemos que irnos, eres el último, te esperaré en el coche
– Dame un beso
Bill me dió un beso en la boca pero no pasó nada más, me escondí debajo de la sábana y sonreía como un tonto, miraba a mi campeón y esperaba que no se levantara solo, no me podía fallar en esos momentos, tenía que levantarme. Tras vestirme, y abrir la puerta, Ben y Andy estaban esperandome en el coche mientras Bill se preparaba para conducir.
– Vamos ya dormilon – Ben me golpeó el brazo
– Auuuhh que me acabo de despertar
– Toma Tom, tú café y un croassant, bueno medio, como no venías me he comido la otra mitad – me dijo Ben
– Capullo, para esto no me des nada ¿y Andy?
– Adentro ya – me dijo
Ben me cerró la puerta, nos pusimos el cinturon y Bill arrancó mientras yo desayunaba atrás. Las horas no pasaban, todo se hacía muy lento, Bill conducía de pena, aunque no tan de pena, simplemente que era muy prudente, y Ben se ponía nervioso con su hermano, discutían cada dos por tres y Andy y yo teníamos que mediar entre ellos, pero al final todo quedaba con que Bill conducía como quería. No paramos en ningún sitio hasta las cuatro de la tarde, ni siquiera habíamos comido, pero es que las carreteras no tenían fin, Bill paró en una gasolinera, ni siquiera donde no había nada comestible, nos dió dinero a Andy y a mí para que compraramos algo para comer mientras Ben ponía gasolina al coche y Bill fué al servicio.
– ¿Nos quedara mucho Tom? – dijo Andy
– No, bueno, un poco, casi 800km
– ¿Tanto?
– Bueno, ahora con Ben conduciendo esperamos que acelere un poco más, porque con Bill se ha hecho mortal y eterno ¿verdad?
– ¿Si?
– Quieres hacer el favor de coger ya el de chocolate y dejar de mirar a Bill
– Es que es tan mono como camina hacia el coche, tiene los mejores andares del universo
– Desde luego Tom, en nuestra situación y tu babeando con Bill
– Y lo que no es babeando tio, anoche lo hicimos
– ¿Que? ¿Cuando?
– Me levanté y salí y luego el vino y me dió un beso y empezamos y…
– Joder no pierdes el tiempo hahah ahora tengo que mirarte con que tu has follado y yo no
– hahaha intentalo con Ben estoy seguro de que
– Argggg calla idiota, sabes que me pone Jessy, bueno no estoy con ella
– Jessy es buena chica pero pocas tetas y a los de tu clase os gustan las tetas ¿no?
– Tiene tetas, para mí es perfecta
– Prueba a ver una colita ¿eh? ¿eh? – le tocaba el culo
– Para Tom, por Dios tu siempre pensando en lo mismo
– hahahahhahahha venga dime que te gusta, vamos, vamos ,vamos
– Chicos – me dijo Bill – os estamos esperando
– Ya vamos ya vamos, estoy intentando convertir a Andy en un mariquita – Bill salió de la tienda colorado
Nos metimos en el coche otra vez y todo era tan aburrido, Bill iba delante de mí y Ben conducía, todo había cambiado, Ben dijo que no pararía en toda la noche y nosotros ya habíamos comido casi todo el dia, habíamos pasado una ciudad y Ben nos dijo también que si seguía la marcha a la mañana como muy tarde al medio día ya estaríamos en Magdeburg y Bill le apoyó así que no teníamos nada que hacer. Nos estabamos riendo de anecdotas que contabamos de nuestro pueblo y de nuestras cosas, lo que me más me gustaba era que Bill sonreía y me sonreía, y como lo estabamos pasando bien hasta que algo empezó a torcerse. Ben sospechaba de que un coche nos seguía y Bill sacó una pistola y le quitó el seguro, la cosa se estaba poniendo realmente mal cuando supimos que Ben empezó a dar vueltas con el coche, a meterse por el bosque a conducir por carreteras secundarias a volver a la principal y a dar vueltas.
– Siguen ahí – le decía Bill a Ben
– Chicos bajad la cabeza, y no la levanteís – nos gritó Ben
– ¿Que ocurre?¿que es? ¿que pasa? – preguntamos con miedo
– Todo irá bien – nos tranquilizó Bill – hacedle caso a Ben y bajar la cabeza, agacharos y no levanteís la cabeza por nada del mundo
– Bill – le miré asustado
– Todo va a ir bien Tom – me empujaba hacía abajo – ¿Cuantos ves?
– Dos o tres detrás y uno delante – le contestó Ben
De repente empezamos a escuchar sirenas de policía, y Ben aceleró, Andy y yo estabamos asustados y levantamos la cabeza, y justo dispararon al coche rompiendo el cristal casi en nuestra cabeza y Bill nos gritó y se abalanzó sobre nosotros para disparar y agacharse.
– Pero Bill, es la policía, ellos nos ayudaran, nos han secuestrado
– NO TOM!! LAS COSAS NO SON ASÍ, la policía nos busca y vienen a por nosotros
– ¿A por nosotros? Pero si yo no he hecho nada Bill, seguro que si hablamos con ellos – nos disparaban
– ¿VES? ¿ves lo que hacen?
– Pero Bill
– AGACHAROS Y NO OS MOVAIS HE DICHO!! – nos gritó
– Bill no me los puedo quitar de encima – le gritó Ben
– Acelera y si tienes que arrasar con algún coche lo haces – seguía disparando y recargando una pistola bajo la atenta mirada de Andy y mía.
Pasamos algun rato con mucho miedo, yo casi que tenía los ojos cerrados y Andy estaba medio llorando, era una situación para tener miedo en todos los sentidos. Tras correr, y correr, y según Ben correr con el coche, porque era lo único que repetía una y otra vez, nos paramos en seco y nadie dijo nada, levanté mi cabeza por la ventana y veía como luces de coches de policía y gente se acercaba hacía el coche. Los gemelos no decían nada y yo me había quedado sin palabras, ninguno de los cuatro dijo ninguna palabra, se abrió la puerta por donde estaba y un hombre me sacó.
– LEVANTA LAS MANOS – me gritó un policía
– Señor policia yo no he hecho nada
– CONTRA EL COCHE – me empujó fuertemente contra el coche
Pude ver como hacían lo mismo con todos nosotros, Andy no dejaba de llorar, me preguntaron mi nombre y se lo dije con miedo, me esposaron mientras veía como hacían lo mismo con los gemelos y con mi mejor amigo, a mí me cogieron del brazo y me arrastraron a un coche, mientras veía como se llevaban a Andy bruscamente y a los gemelos, los cuatro en coches diferentes, yo miré a Bill.
– Bill, cuida de Andy por favor, cuidalo, tranquilo Andy todo va a salir bien, Andy tranquilo
– Tommmm – fué lo único que escuché de mi mejor amigo cuando me metieron en un coche a mi solo y arrancó al momento dejandome ver poco a poco como iba oscureciendo las luces y perdiendo el rostro de todos.
Continúa…
Gracias por la visita. Te invitamos a dejar un comentario.