Basement 50

«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz

Cap. 50: Interrogando

No me atreví a preguntar nada, no quería saber hacía donde nos llevaban, solo me preocupaba lo que había dejado atrás. Se paró el coche y me temblaba todo el cuerpo, un hombre me sacó casi a patadas del coche, y todo estaba muy oscuro, me atreví a preguntar hacía donde iba y no me contestaron, había grandes medidas de seguridad, parecía como una carcel, pero si era eso, no eran los pasos legales para estar en ese lugar, ya que debía tener un proceso de detención, nadie me había leido mis derechos, me había concedido una llamada, ni me habían asignado un abogado de oficio, todo era muy raro. Me quitaron las esposas y me empujaron hacía un rincón.

– QUITATE LA ROPA

– ¿Aquí? – pregunté y me pegaron

Me quité toda la ropa quedandome en ropa interior y me lanzaron unos pantalones azules y una camiseta blanca, cuando me vestí, el mismo hombre que me había pegado me arrastró del brazo y me puso las esposas otra vez y me empujaba diciendome que me moviera. Me llevaron a un sitio muy oscuro, no sabía si me habían cogido la policía, una unidad secreta, los rusos, tenía mucho miedo, empecé a llorar y me empujaron hacía un zulo por llamarlo de alguna manera donde no había luz, solo humedad, era un poco más alta que yo, no más; un hombre se metió conmigo y me empezó a pegar, me defendía como podía aún con las esposas y me dejaron tirado. Me ardía la cabeza, me ardía la boca, los brazos, las piernas, estaba totalmente destruido. No había podido dormir esa noche, todo me daba vueltas, la sangre se congelaba en ese tipo de agujero negro, no tenía conciencia del tiempo hasta que una puerta se abrió y una luz iluminó mi cara, me sacaron de ahí, a penas podía andar porque me dolía todo el cuerpo. Dejaron de empujarme como pronto entramos en un tipo de oficinas y me abrieron una puerta de una habitación donde ví a Andy, a Bill y a Ben, todos en buen estado, se habían quedado mirandome fijamente cuando vieron mis cara y como aparecí, me retiraron una silla y me dejaron sentado, los cuatro estabamos esposados con la diferencia de que parecía que yo me había llevado la peor parte.

– Tom – me dijo Bill sorprendido con cara de matar a todo el mundo

– ¿Estas bien que ha pasado? ¿Donde estabas? – me preguntaba Andy y Ben simplemente me miraba como si quisiera matar a todos esos hombres

– Tom, todo va a ir bien – me susurraba Bill

– ¿Donde habeis estado? – pregunté

– Nos metieron en un calabozo hasta esta mañana – me respondió Andy

– ¿Los tres juntos?

– Si – me contestó Bill – ¿han sido ellos? ¿quien ha sido? Dimelo, ¿reconoces a alguno de aquí?

– Pero – Andy se sorprendía – ¿porque tu no has venido con nosotros? ¿Porque Bill?

– No lo sé – susurró – tranquilo Tom, todo va a salir bien, esto se acabará, en cuanto tengamos nuestras llamadas todo va a salir bien – se quedó mirandome – te lo prometo

Interrumpió un portazo de aquella habitación, entró un hombre calvo de no más de cincuenta años, con bigote y con cara de mala leche. Parecía que ya había interrogado a todos por separado y no sabía porque a mi se me daba un trato especial, todo era tan confuso para mí.

– Tom, Tom, Tom – le mirabamos todos

– Es un gilipollas, ni caso – me susurró Ben

– Tom, ¿como has llegado hasta aquí? – me miraba ese hombre

– ¿En coche? – le repliqué

– ¿Tú? ¿precisamente tú?

– No le entiendo

– ¿Conoces a algunos de estos tres?

– No lo sé, estoy confundido

– ¿Que haces con los Kaulitz? ¿Trabajas para ellos? – se quedó mirandome

– Me trabajo a uno de ellos y al otro casi que lo probé pero mejor olvidarlo

– ¿Que?¿Que tipo de trabajo?¿Para que te quieren?¿Para que te utilizan?

– Bueno, el tipo de trabajo es puramente sexual, así que no es su problema

– Tom – dejó caer una carpeta – ¿Tu? Has caido como un tonto

– El amor es ciego ¿no?

– Contestame a una pregunta Tom, ¿como conociste a los Kaulitz?

– En la calle

– ¿Algun tipo de intercambio?

– Fluidos solamente

– ¿Forzado?

– La verdad es que eso de las esposas es privado – Ben y Andy sonreían al escuchar mis respuestas

– ¿Te crees muy listo?

– Soy listo, esa es la diferencia.

– Te vamos a interrogar durante las proximas horas y

– No, no voy a decir nada sin la presencia de un abogado, de oficio o que lo pague los Kaulitz hahahha – se reía Ben

– No te hagas el gracioso

– No me hago el gracioso, soy gracioso, lo que pasa es que no me conoces

– ¿Donde has estado las ultimas 48 horas?

– Trabajandome a un Kaulitz hahahhaha – me miró serio – podría decirtelo, porque podría pero ¿De que serviría? no me vas a creer

– Prueba

– No me vas a creer cuando has detenido a cuatro buenas personas y a mí me habeís tocado los huevos un poco

– ¿Cuatro buenas personas? – se levantó – tu no sabes quienes son los Kaulitz

– No, puedo no saberlo pero – me sonrojé – pero te digo cuantas pecas tienen y triunfo hahahhaha

– Estas mal de la cabeza – se reía Andy

– Así con que esas tenemos, eres el gracioso del grupo – se encendía un cigarro

– Gracioso no, pero no tienes ni idea de lo que han visto mis ojos y si no me rio, me da por llorar y en mi estado de sexualidad pareceré una nenaza

– ¿Que han visto tus ojos?

– Una fantasía sexual que siempre he querido, ahí todo atado y asustado y en plan policía FBI – recordaba a Bill en todo momento y todos se reían excepto él

– Esta bien, hazte el gracioso todo lo que quieras, pero chico, estas en un lio muy gordo

– ¿Porque? Si yo no he hecho nada

– Porque te vamos a acusar de multiple homicidio en un almacen que hemos encontrado, tú serás el único culpable, te hemos encontrado cocaína en tus pantalones, también te has resistido a la autoridad y golpeado a uno de los agentes fuertemente – me miró a los ojos

– hahahahhaha – me eché a reir

– Tom, ya vale – me susurró Bill

– ¿Que? me ha hecho gracia – le dije

Dado mi poco interés en responder a las preguntas, me llevaron a una sala donde me esperaba un interrogatorio que deducía que iba a durar horas y llevaba sin comer mucho tiempo, lo único que pensaba era en comerme una hamburguesa en mi restaurante favorito al lado de Bill, poder tocarle el culo y todas esas cosas, recordaba la noche que pasamos en aquel baño, recordaba muchas cosas, y todo mientras esos agentes me hablaban, me preguntaba y yo me distraía en cada palabra.

– ¿Lo has entendido? – me gritó un hombre

– Perfectamente, señor agente de la autoridad

– Te lo dije, es el gracioso del grupo – le decía un compañero – chico, no entiendes que lo que te hayan prometido no vale de nada, todo es por su interés

– Pero sexual ¿no?

– No lo sé si es sexual, pero primero estudian a las personas y luego las atrapan, son serpientes veloces, por curiosidad, ¿como los conociste?

– A uno de ellos en los aparcamientos de una discoteca

– ¿Y te creías que no te vigilaban o algo?

– Solo uno, habla de uno, porque el otro apareció mucho después, y me estoy cansando ya, ya basta un poco, dejadme ya, no vais a conseguir nada, no os voy a decir nada, no os importa como les conocí, lo único que se que habeis atrapado a cuatro personas erroneas.

– Son asesinos Tom, son asesinos y no dudaran en liquidarte cuando no les importes

– Claro, y han cuidado de mí en todo momento, porque quieren liquidarme

– Saben como atrapar a su presa chico, creeme, tu eres un buen estudiante, lo hemos leido en tu historial, ¿que te han prometido?

– Emmms ¿nada?

– ¿Solo has mantenido relaciones sexuales por placer?

– Sip

– ¿Sin ningun tipo de interes a cambio?

– No

– ¿Porque te mantienen a su lado?

– No me mantenian, volviamos a casa mi amigo y yo

– Os iban a matar

– No ellos no

– Dejame dudar, ¿os llevaban de vuelta a casa?, ¿no es mejor que os metieran en un avión o autobus?

– Podría si, pero preferian llevarnos ellos

– ¿Porque?

– Porque quieren nuestro bien, además nos dieron de comer y todo

– Te equivocas Tom, no conoces a los Kaulitz

– ¿Tu si?

– Los llevamos siguiendo desde hace muchos años, a ellos y a toda su familia

– ¿Porque?

– Porque son asesinos Tom, son malas personas, hacen muchas cosas ilegales que no podemos decirte, pero siempre se rodean de gente normal para que no les pillemos, siempre se rodean de personas normales como tu para camuflarse de la policía, ¿te crees que vamos a darnos cuenta si tratan con personas de su mismo estatus social o si tratan con chavales jovenes? Te han utilizado Tom, ellos ya han estado aquí justamente hace unos tres años con otro joven que le ha pasado lo mismo que a tí

– Eso es mentira

– Eso es verdad, un joven que se lió con ellos, ahora dime una cosa, dime que Ben no estaba encerrado y que te utilizó, dime que Bill no te ha mantenido a su lado a toda costa, que no te ha comprado los lujos, que no te ha soltado, todo porque te quieren utilizar Tom, todo es porque ya ha lo han hecho, así funcionan los Kaulitz

Le ignoraba totalmente, yo sabía lo que había sentido, como me miraba Bill, como me miraba Ben, me daba igual todo, ese policía o lo que fuera me hablaba así de pausado para que yo cayera debilmente y le empezara a contar todo lo que había pasado y sus preguntas que no entendía, pero yo confiaba en Bill más que nunca. Me devolvieron a la habitación, y nos habían dejado solos, con la intención de haber si contabamos algo de lo que nos había pasado o algo, pero los gemelos les dieron unas lecciones a Andy que parecía llevarlo todo muy bien, mientras los cuatro le dabamos vueltas a la cabeza de porque a mí me tenían por separado y reirnos un poco de tonterias.

– ¿Que te han dicho? – me susurraba Bill

– Tonterías como que ya habíais hecho lo mismo hace tres años con otro chico

– Es mentira Tom

– Ya lo sé

– No te lo creas, eso es mentira, lo hacen para que les digas y verte debil ¿lo sabes?

– Si Bill, lo sé

– Confía en mí, solo te pido que confies en mí

– Tranquilo cari, siempre he confiado en ti, y aunque no lo hiciera, confiaría en tí

– Hace tres años, cuando vine aquí por primera vez me detuvieron y con un amigo de mi padre, era joven, por eso te han dicho eso, de que hago lo mismo

– No tienes porque darme explicaciones, te creo Bill – le sonreí – en serio, me tienes loco de amor – se rieron Ben y Andy porque escucharon esa ultima parte

Bill era el único que estaba preocupado mientras me acariciaba por debajo de la mesa y nos dabamos la mano, mientras matabamos el tiempo hablando los cuatro de gilipolleces, eran momentos aburridos que nos tenían con el fin de si soltabamos alguna cosa de interés, realmente nunca me había preocupado de lo que hacía Bill y a que se dedicaban, pero tras ver lo que había pasado en aquel almacen, el secuestro y todo lo demás, era todo temas muy serios, mi única preocupación era que Andy estuviera bien y que a mi Bill no le pasara nada. Cuando nos reiamos de las gilipolleces que decía Ben de lo que le pasó una vez con alguien, entró de nuevo ese hombre.

– Los cuatro a la prisión estatal de Berlin – dijo

– NO!! Tenemos derecho a una llamada – dije enfadado

– No cuando se trata de asuntos internos, esto no lo lleva la policía, esto lo lleva el gobierno

– Da igual,debemos saber de que nos acusan y que tiene tu en contra de los Kaulitz, ni de mi mejor amigo

– Es el precio de vuestro silencio – abrió la puerta y se iba a ir – ah Tom, tu padre te vendrá a recoger mañana

– ¿MI PADRE? NO NO, ¿pero que habeis hecho?

– ¿Que pasa, que papi no te quiere? – se rió delante de mí

– Fué él quien me mandó a ese zulo ¿verdad? – se fué riendo – ahora si que he firmado mi sentencia de muerte

– ¿A prision? – dijo Andy asustado

– No os preocupeis, esta todo controlado – dijo Bill

– No Bill, mi padre va a venir mañana, no tienes ni idea de quien es ese hombre y de lo que me va a hacer

– Esta noche estaremos en prisión y no os preocupeis – insitía Bill

– Que mi padre viene mañana Bill, que me habeís cavado la tumba ya ¿no os dais cuenta? – entró un hombre a llevarme a mi solo y los gemelos se levantaron para atacarle cuando entraron otros para sujetar a los gemelos – esto es cosa de mi padre – me llevaban

– No te preocupes, no te preocupes por nada – me decía Bill

– ¿Porque no viene Bill? ¿porque se lo llevan? – pude escuchar como le preguntaba Andy

– Porque piensan que es el más débil de todos – ya no le escuché nada más

Me empujaron por los pasillos hasta empujarme a un camión donde me acompañaban dos policías por llamarlos de alguna manera, me dió por llorar, mi padre era mi sentencia de muerte, me iba a matar, me odiaba, todo era por él, sabía que detrás de todo estaba mi padre, que les había dicho que me dieran algun tipo de merecido. Me llevaron en un avión dirección Berlin, donde se encontraba la prisión estatal, una de las más temidas de Europa, estaba muerto de miedo, no sé porqué yo iba en un avión, si los cuatro ibamos para misma prisión, no entendía porque me llevaban a mí solo, nada encajaba en este puzzle, mi padre era un borracho de mierda y un ex policía, pero no sabía que tenía contactos, sabía que todo era fruto de mi padre. Al bajar del avión me metieron en una furgoneta que me llevó a la prisión, era de día y pude ver que realmente era como decían, grande y acojonante; al entrar, tuve que dejar la ropa que me dieron y ponerme unos pantalones naranjas con camiseta blanca y una chaqueta naranja. Se intercambiaron de hombres y me llevaban otros a un agujero negro como lo había estado la noche anterior, me quitaron las esposas y me empujaron, mi reacción fué darme la vuelta y mirarles, pero enseguida cerraron la puerta y me quedé en una oscuridad terriblemente eterna.

Continúa…

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