«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 51: El agujero
Había dormido tres o cuatro dias en el mismo suelo, a penas me lanzaban la comida, no me dejaban salir al patio y no tenía noticias de nadie, me pegaban, lo único que hacían era pegarme, no entendía muy bien, me decían que tenía mi merecido y me trataban como una basura, quería por todos los medios que me volviera loco, ese era su fin, el fin que me esperaba encerrado en ese agujero hasta que mi padre me quisiera sacar o no me quisiera sacar, lo unico que pensaba que su odio por los maricones era tan grande que hasta sacrificaría a su propio hijo, solo pensaba que no conociera a Bill, no querría que le pasara lo mismo. Escribía con mi uña una B en la pared, cuando abrieron la puerta, me fuí al rincón asustado y me protegí con las manos.
– Tú…. tú… ¿me oyes o que? – se acercó y me quitó las manos sobre mi cuerpo – afuera
– ¿que? – sususurré
– Diez minutos de patio, vamos – me levantaba a base de patadas y yo me levanté como pude
Me pusieron las esposas con otras que me sujetaban los pies, caminaba poco a poco por los pasillos totalmente a oscuras, me molestaba la claridad, las voces, los pasos, los ruidos de las puertas al abrirse y cerrarse, me molestaba absolutamente todo. Abrieron una puerta donde me empujaron a un patio privado, donde solo estaba yo, me senté en el suelo y cerraba los ojos, escuchaba a gente pero me tapaba los oidos, me molestaba todo, escuchaba un ruido continuo, un ruido que me molestaba a más no poder, quise volverme y aporrear la puerta para volver al agujero, pero ese ruido iba directo a mi corazón y algo me hizo reaccionar.
– Tom como no me hagas caso me cago en todos tus muertos, así de claro te lo digo, Tom, Tom, Tom, Tom,Tom, Tom,Tom,Tom….. – gritaba Andy – coño, TOM REACCIONA – me tiró una piedrecita
– Ahh no no, no más
– Ehh Tom, que soy Andy, acercate tio, ven
– ¿Andy?
– Si soy yo, ¿quien si no?
– ¿Andy?
– Acercate, ven, acercate – me acerqué a él a pesar de que nos dividía unas rejas,me dejé caer en ellas
– Eh Tom – me susurraba – ¿que tal?¿que te han hecho?
– Bill – suspiré – ¿donde está Bill?
– Los gemelos estan haciendo servicios para la comunidad, ¿que te hacen por Dios? – me intentaba tocar a través de las rejas
– No no – me tapaba
– Eh Tom… no te voy a hacer daño tio, ¿que te hacen? ¿que haces? ¿donde estas? ¿en que comedor comes?
– No hay nada de eso – le dije como pude – ¿como estás tú?
– Bien, perfectamente, los gemelos conocen aquí a mucha gente y me respetan y me quieren mucho, la verdad es que muy bien, pero Tom, todo va a salir bien ¿vale? mírame – no le miraba – miramé
– Que
– Todo va a salir bien
– Señorita, tu tiempo ha acabado
– Todo saldrá bien – me repetió una y otra vez
Me empujaron otra vez a pesar de que no recordaba ni a ver visto a nadie cuando me sacaban al patio, volví al agujero negro donde me empujaron y me empezaron a pegar, esta vez me gritaban que si era mi novio mariquita o si a ese se la chupaba y cosas vulgares de las que no me quería ni acordar. Me abrían la puerta a ciertas horas y tras pegarme me lanzaban la comida que se comían ellos mismos, me dejaban muy poco, dejé de comer porque no era mayor el dolor que el estar encerrado recibiendo todo lo que estaba recibiendo. Intentaba acabar mi B en la pared, cuando escuché un ruido y había como una luz en el pasillo que me molestaba cada vez más, me fuí al fondo del agujero negro, a una esquina, me senté, y me protegí la cabeza, tenía mucho miedo, cada vez era más debil y temía no tener más fuerzas para recuperarme y que acabaran conmigo. Solo sentía que me tocaban el brazo una y otra vez, una y otra vez.
– No no no no no – susurraba
– Tom – me seguían tocando – Tom
– Vete vete vete por favor – susurraba
– Hey Tom, soy Bill, cariño, estoy aquí
– Fuera, fuera, fuera, fuera – seguía susurrando
– Ven mírame, mírame, dejame que te vea – consiguió arrancarme de mi postura cogiendome los brazos, no pude verle, solamente una sombra delante de mí, no me acordaba de nada más, solo su silueta, y sus manos tan delicadas sujetando las mias, me dejó suavemente otra vez en la misma posición y volví a esconder mi cara – Esta bien Tom, ¿me escuchas? ¿me oyes bien?
– No – susurré y sentí como su mano pasaba por mis orejas para acariciarlas
– ¿Me escuchas ahora? te he activado tus odios – me susurraba apoyado en mis brazos – oye pequeño, haz un esfuerzo y escuchame, ¿me escuchas ahora?
– No muy bien – decía temblando
– Me basta con que me mires a los ojos – levanté un poco la cabeza – vale, no la levantes más si no quieres ¿sabes quien soy verdad?
– ¿Bill?
– Si, soy Bill, muy bien – me acariciaba la cara – te voy a sacar de aquí ¿vale?
– No no no no, no por favor, que vienen, no quiero que vengan – me escondí otra vez
– Shshsh Tom, nadie va a venir otra vez, no van a venir nadie, nadie más que yo, ¿vale?
– ¿Quien?
– Yo, yo voy a venir – Bill se daba por vencido porque no estaba seguro de si lo reconocía o no – mira ahora me tengo que ir, decirte que Andy estará bien, no te preocupes, y que a partir de ahora lo vas a estar también, necesitaba tiempo y lo he conseguido, todo va a salir bien, ¿vale?
No me acordé de nada más, no sabía si se fué o si no se fué, si me habló o algo, solo sentí como su olor se marchaba de mi lado y volvía a oler a ese oscuro agujero. Pasaron un par de días, quizas tres o cuatro, perdí la noción del tiempo, pero ya me habían traido una cama, ya no me pegaban, solo se comportaban como gilipollas, aún los guardias me tiraban la comida, pero al menos estaba todo el día en la cama, durmiendo y soñando, empecé a hacer otra B en la pared con mis uñas, más de una B, había como diez o veinte B, no recuerdo nada más que a mí y mi dedo en la pared, a penas comía la comida y no me sacaban a ningún lado a pesar de que me tiraban cubos de agua y me mojaban entero. Ese oscuro agujero estaba siendo un autentico infierno para mí, a pesar de que las carceles servían para la reinserción de las personas en la sociedad a mi me estaba consumiendo, me estaba dando que pensar, me estaba convirtiendo en la persona más solitaria del mundo, no quería escuchar nada, para mí lo mejor era estar solo, cuando abrian la puerta era un infierno, tener que escuchar las respiraciones, los pasos, el ruido de las llaves y todo, un autentico infierno del que se estaba apoderando de mí y no me arrepentía. Dormía en el suelo, me quedé dormido haciendo una B en el suelo, esta vez escuché una forma diferente de abrir la puerta, me asusté y me fuí al rincon, no quería sufrir violaciones que era lo único que me faltaba, me agarré las piernas con los brazos y hundí mi cabeza en mis rodillas, no rezaba, pero esperaba que ese ruido se marchara pronto pues me estaba molestando, pero seguía aquí conmigo.
– Tom, Tom ¿me oyes? – dijo Bill – no me dice nada, sigue igual
– A ver, dejame a mí – dijo Ben, sentí como otro olor se acercaba a mí – Oye Tom, escuchame, Tom – me daba en el brazo, Tom no me seas gilipollas, se que me estas oyendo, se que el estar encerrado te hace crearte otra realidad alterna, que no quieres que nadie te moleste, te hable, te mire, te toque, no quieres nada de esto, pero tu cabecita la tienes en su sitio, así que dejate de gilipolleces y levanta la cabeza, vamos – levanté la cabeza – buen chico, ¿como te llamas?
– ¿Tom? – le dije
– Bien Tom, no voy a tratar como un capullo, así que dejate de autoaislarte que mi hermano va a hablar contigo ¿te queda claro? – no gesticulé y me golpeó suavemente en el brazo – ¿he dicho que si queda claro?
– Si
– Joder que agresivo Ben, pareces tonto – se arrodilló ante mí Bill, y pude volver poco a poco a mi mundo, a mi mundo donde solo existía Bill, donde estaba la realidad, donde Bill era el único para mí – ¿Tom?
– Si – dije algo más consciente
– ¿Sabes quien soy verdad?
– Si
– ¿Puedes decirme algo más que si? – me dijo cogiendo mis manos y haciendo que me relajara
– No
– hahah esa es buena – decía Ben saliendo del agujero
– Escuchame Tom, nos vamos a ir de aquí ahora mismo ¿Vale?
– No no no no – me alejaba de él
– Nos vamos a ir Tom, todo va a salir bien, nos vamos a ir por fin, todo estará bien para los dos, podremos estar juntos
– Pero Bill, yo no, ¿donde esta Andy?
– Andy se ha ido esta mañana, muy felizmente, ha vuelto a casa de sus padres, todo está bien para él, no constará en ningun expediente que ha estado aquí y hemos hecho creer que ha sido una equivocación de identidad.
– ¿De verdad? Andy ¿esta bien? – decía ya muy consciente, era como si supiera que si mi amigo estaba a salvo volví a la realidad
– Si, todo está bien, ya le llamaremos cuando salgamos de aquí, nos vamos ¿vale? así que levanta – se levantó y se quedó mirandome
– No Bill, yo no, no voy a ir a ningún lado Bill, yo no voy
– Sí, tu si vienes, no te voy a dejar aquí
– No, no quiero, no quiero ir a ningún lado
– ¿Pero que dices Tom? ¿eh?
– Bill, yo quiero quedarme, quiero cumplir con mi condena y quiero
– Mira Tom, te han metido aquí porque eres el más débil, no me digas ahora que has caido en su trampa y estás totalmente a su favor, les das la victoria si te rindes ahora, así que salgamos de aquí porque un coche nos espera en la puerta y no tenemos mucho tiempo, así que levantate – decía Bill de pie
– No,voy Bill, quiero cumplir mi condena aquí ¿es que no lo entiendes? ¿es que no lo entiendes? quiero que se acabe todo esto, estoy cansado, estoy cansado de todo lo que me ha pasado, de tener que esperarte, de tener que ir detrás de tí, de tener que sufrir todo lo que estoy sufriendo, parece que tengo cuarenta años y solo paso de los veinte, quiero acabar con todo, así que marchate Bill, marchate y no vuelvas nunca, no vuelvas nunca más.
– Me da igual lo que digas, no pienso irme de aquí, no pienso largarme de aquí, nunca, nunca me iría de aquí sin tí, así que no me toques los huevos y levantate Tom, levantate por la madre que te parió, levanta – se agachó y me cogía del brazo y me retiré hacia otro rincón del agujero negro – Tom, ¿estas tonto o que?
– Vete Bill, quiero que te vayas, marchate y se libre tú, quiero que seas libre y que vivas tu vida, no entiendes que no quiero irme y que no
– Callate – me susurró agachandose – no quiero que sigas hablando, quiero que te levantes y te vengas
– No Bill,no, me niego, prefiero que tu seas libre y que puedas
– ¿No lo entiendes Tom? ¿no lo has entendido nunca?
– ¿El que? Si te entiendo, y te estoy diciendo que no quiero ir,
– No, eso no, que nunca he tenido el valor de decirtelo Tom, no soy como tú, me cuesta mucho abrirme
– ¿que pasa Bill?
– Te quiero
Esos momentos en los que no me importó nada, no me importó absolutamente nada, ya podían estar cayendo una lluvia de estrellas que se viera cada cien años que Bill me había dicho te quiero, no sabía como reaccionar, solo me quedé mirando, a lo lejos la sombra de Ben esperando y la puerta entre abierta.
– Bill
– Te quiero Tom, no se como decirtelo o como demostrartelo, pero te quiero, te quiero a mi lado, comigo, para siempre, te amo con locura Tom, de verdad, no me imagino mi vida sin tí y no quiero imaginar mi futuro si no es a tu lado, creeme cariño, te quiero.
– ¿No me lo dices para que me vaya solamente?
– Dejame demostrartelo, todos los días de mi vida que vamos a pasar juntos, vamos a estar en un paraiso, ya verás, me dijiste que querías vivir en una isla, y tomar el sol todo el día, sin hacer nada, ese es nuestro futuro Tom, tras las puertas, nos espera finalmente nuestro futuro, tuyo y mio, juntos Tom, juntos.
Continúa…
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