«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 7: Efectivamente el sótano
– Tom, te estas pasando, no creo que haya aquí nada raro
– Si, tiene que tener aquí las bombas, alumbra bien con el móvil
– A penas tiene batería y cobertura así que vámonos Tom
Aunque mi amigo me replicase que nos fueramos no quería irme, para mí era algo más que un sótano, si esto lo era, pinta tenía, porque era rocoso, oscuro, y parecía muy antiguo, no veía nada raro, nada más que cacharros, a lo lejos, pero no llegaba bien la luz, nos paramos en un punto tras bajar las escaleras mortales, Andy no dejaba de suplicar que nos fueramos, pero quería saber porque el sótano, era una zona prohibida en la casa para mí. No avanzabamos, nos quedabamos quietos, los dos juntos y alumbrando lo que podíamos, pero a la vez muertos de miedo, no me hubiera atrevido a bajar aquí solo ni muerto, pero si Bill se enterase, siempre podía echarle la culpa a Andy.
– No veo nada raro Tom, solamente un sótano, no es un garage, porque no se ven coches, pero si un sótano
– Pero Andy, no vemos el fondo, aquí suena hueco, como si fuese el triple de grande que arriba, además, se que tiene aquí sus bombas, y quiero saberlo nada más, mi novio no llega y dice, ‘hola cariño, he estado trabajando en la oficina’
– Y ¿que dice?
– Mi novio no dice nada, simplemente no pregunto
– Bueno ya que nos hemos quedado aquí quietos, busquemos la salida y vayámonos a dormir, que tengo sueño
– Esta bien, vámonos, pero volveremos ¿eh?
– Volveras tú porque yo paso de hacerte caso otra vez
– Venga sube tu primero y no te quejes
Me sentí orgulloso tras desafiar a Bill, si eso era el sótano, siempre podía poner la excusa de Andy o la excusa de que nos hemos perdido, pero de algún modo u otro, mi ego personal quería encontrar las bombas nucleares, si no, no había ninguna razon por la cual Bill no me dejaba entrar en el sótano. Andy subía las escaleras y me esperaba para que yo fuera a su lado y la subieramos a la vez, como dos tontos, pero le daba miedo, al subir los últimos escalones, escuchamos un ruido, y salimos corriendo, subimos las escaleras lo más rápido que pudimos y por los pasillos, en esos momentos nos salieron las piernas solas. Hasta que llegamos a zona conocida, en las escaleras, lo primero que hizo Andy, era tumbarse en el suelo.
– Que que que, ¿que ha sido eso? – dijo Andy mientras le faltaba el aliento
– No se tio, ¿que has escuchado?
– Como un golpe, como un ruido o algo
– Y ¿si hay un guarda de las bombas? Si se lo dice a Bill, me mata tio, me mata, como diga que hemos estado ahí abajo me mata, tenemos que volver e intentar que no le diga nada
– De eso nada Tom, de eso nada
– TIO!!! – le grité – que me juego mi vida, ademas hemos dejado la puerta abierta
– Pues ve tú, yo paso de esto, paso totalmente, me voy a dormir
– Andy, por favor, te lo suplico, vamos aunque sea a cerrar la puerta y lo negaré todo si el guarda habla, le diremos que no había luz, nos confundimos pero que no hemos visto nada, pero para ello tenemos que cerrar la puerta
– Tom, no, no, no voy
– No me dejes solo, o el lunes iras a mi funeral, solamente cerrar la puerta
– Esta bien gilipollas, la ultima vez que te hago caso
– Vale, vale, vamos, creo que se por donde es
– ¿Te has memorizado el camino? – andabamos por los pasillos
– Algo parecido, hemos girado mal los pasillos, era por donde tu decias, ahora hay que ir en el lado contrario, es decir, giramos dos veces, luego bajamos las escalerillas, giramos y giramos, y ahí esta
– El sótano idiota
– Yo que se, no se si es el sótano, a ver si estamos nosotros aquí de chachara y es donde duerme el servicio o los guardas o algo
– Probablemente sea eso, que los guardias de afuera tienen que dormir o turnarse en algún lado y comunica con la calle.
– Sí, es otra posibilidad, pero la mía era más guay, lo de las bombas me ha automolado
– ¿Automolado? ¿Es una palabra mariquita o algo?
Caminabamos lentamente y volvimos a la puerta, esta vez encendimos las luces y pudimos ver que era una puerta blanca realmente dificil de abrir pero se abria, no tenía ningún tipo de cerrojo ni nada, solamente algo escondida entre tanto pasillo, al cerrarla, eché un vistazo a las escaleras con la luz del pasillo ,aunque no llegaba bien y no se veía bien, pero era como parecía, hechas de piedra y algo húmedas por lo antigua, pero la versión de Andy era la más lógica, podía ser el lugar de los guardas, algún lugar de paso de los traficantes de armas o drogas o lo que haga mi novio, o algo así, no tenía ningún sentido nada, aunque lo mio de las bombas nucleares era más que perfecto. Cerré bien la puerta sin escuchar nada raro, la verdad es que vamos un poco con copas de más y de un golpe que hayamos podido dar nosotros mismos hemos exagerado, era lo más común. Caminamos sin dejar rastro de nada, y dejé a Andy en la puerta de su habitación acomodandose en la cama mientras yo le veía sin entrar.
– Oye, Andy, ya sabes, ni una palabra a Bill de esto, intenta no mirarle a los ojos si te pregunta porque te intimida y no le hables de nada de esto, si te pregunta que estuvimos haciendo, nada de expediciones ni de sótanos ni ruidos ni leches, nada, le dices, jugamos a unos juegos
– Siiiii pesado, me lo llevas repitiendo ya hace un rato
– Y si te dice ¿seguro? le tienes que decir si, seguro
– Que siiii la cuarta vez que me lo dices
– Es que está en juego mi vida tio, y no quiero que sepa lo de esta noche, adivinar a lo mejor un punto de quedada entre los traficantes, sería para matarme o algo así.
– No te preocupes, ya apago la luz, buenas noches – apagaba la luz
– Buenas noches
Era la primera vez que Andy se quedaba y al llegar a mi habitación, como siempre olía el perfume de Bill, me quería masturbar pensando en él, pero esperaría a que viniera, me quité la ropa y me tumbe en la cama y me quedé pensando un buen rato en que había pasado, en que tampoco sería tan malo que Bill me dijera que había ahí abajo, no me importa si ahí duermen, los arabes, los japoneses o los guardas, traficantes o me da igual, podía haberme advertido de que había ahí abajo y yo jamas hubiera entrado, ahora lo que ha provocado en mí una excitación profunda el saber que ya he estado en el sótano y que Bill no lo sabrá, saber algo que él no sepa me ponía cachondo.
Abrí los ojos y tocaban a la puerta, miré al lado y no había rastro de Bill, tocaba Margaret a la puerta, diciendo señorito Tom, señorito Tom, como odiaba esa palabra, me levanté algo despistado y le abrí.
– Margaret, evita el señorito.
– El señor me ha mandado a despertarle, son casi las una y almozaremos en una hora.
– ¿QUE? ¿BILL ESTA AQUI? Mi mi ¿Bill?
– Así es señorito
– ¿Y mi amigo Andy, se desperto? – salí de la habitación
– Hace un buen rato señorito.
– Oh dios mio, le he dejado solo, le he dejado solo, le habra contado todo – andaba por la casa – Bill, Bill – corría – Andy, donde estais
– En el jardín – me dijeron el servicio
– Bill has llegado – me agaché y le dí un beso
Bill estaba como de costumbre serio, aunque llevase unos pantalones blancos y una camiseta negra, no dejaba de verle sus tatuajes que imponian respeto así como su cara seria, siempre tan engominado y serio, y a la vez tan distante y cortante, estaba sentado en la mesa leyendo el periodico mientras Andy estaba a su lado con un vaso de zumo.
– ¿Te has despertado hace mucho? – le pregunté a Andy
– Hace un rato, no mucho
– Señorito Tom, ¿quiere el desayuno?
– No no gracias Margaret
Me senté al lado de mi chico, teniendo a Andy en frente de mí y hubo un silencio mortal, Bill ni se había inmutado de que le había dado un beso, ni siquiera movío los labios y yo casí ni llegué a sus labios, me quedé a mitad de camino, leía el periódico y Andy me miraba y se reía, yo le miraba y nos reíamos, era una situación un poco complicada, pero todo provocada por mi novio, que parecía que nos ignorase como si no estuvieramos.
– ¿Has dormido bien? – le pregunté a Andy
– Si y ¿tu?
– Si, como siempre
Nos miramos sin decir nada, y yo miraba para los arboles, estaba seguro que detrás de esas grandes gafas oscuras, Bill tenía los dos ojos puestos en nosotros. No hablabamos de nada, yo miraba al jardinero y Andy a su vaso de zumo, hasta que se levantó Bill sin decir nada, cogió el periódico y se marchó del jardin, Andy y yo nos miramos, esperamos a que Bill se alejase y acerqué la cabeza a Andy.
– shshh no grites, ¿que te ha dicho?¿que te ha preguntado?¿que ha pasado? cuentamelo todo Andy, todo, desde que te has levantado hasta ahora
– Nada, no hemos hablado de nada, me levanté creyendo que tu también lo estabas hace media hora o así y bajé y me lo encontré de frente, me dijo hola y le dije hola, pregunté por ti, me dijo durmiendo y le seguí hasta el jardin
– ¿Seguiste a mi novio? capullo
– No se, me dijo que estabas durmiendo, se iba él hacia aquí e hizo como que me miraba y yo entendí que me estaba invitando aquí, luego esta mujer vino preguntando que deseaba para el desayuno y le dije que nada, me dijo Bill que si no iba a tomar nada y automaticamente pedí un zumo, y nada más.
– ¿No te ha dicho nada más aquí?
– No nada más, la mujer vino preguntando que si preparaba desayuno para el señorito Tom, que ya verás la que te voy a dar con el nombrecito hahha mariquita!! y nada, miró su reloj y le dijo que subiera a despertarte que en una hora almozariamos.
– Si es que tengo un novio que vale millones por todo lo que dice y habla hahah, shsh calla calla que viene otra vez.
Continúa…
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