«Basement» Fic Toll de MaryKaulitz
Cap. 8: Grecia
– Adios Andy, pásatelo bien! – le saludé en el aeropuerto
Andy cogió su vuelo a primera hora del lunes, y ya tenía mi coche esperandome con dos trabajadores de Bill, los hombres de negro versión alemana, pero me acompañaron a primera hora de la mañana. El fin de semana surgió normal, nada fuera de lo común, mi novio y yo no follamos como de costumbre, estaba distante como de costumbre, no hablaba como de costumbre y no se implicaba en mí en nada. Pero la noche del domingo, cuando despedí a Andy para que se fuera a dormir, me dijo que nos iriamos de viaje, como de costumbre, nuestros viajes eran practicamente, yo en el hotel mas lujoso del pais rodeado de guardaespaldas y de sus hombres, mientras él salia y entraba, no me decía no salgas, pero no iba mucho más lejos que de la piscina del hotel, con un poco de suerte me caía algún polvo, pero siempre estaba cansado o no tenía ganas de hacerlo o vete a saber si se habrá tirado a alguien.
Llegó mi coche a primera hora, Margaret me dejó el desayuno preparado y yo comí un croassant y poco más, Bill estaba pendiente de sus cosas en el despacho, lo que me recordaba que tenía que hacer la maleta, que ya no se ni que ropa tengo ni cual no tengo. Saldriamos después de almozar a Grecia, odiaba hacer la maleta, pero más odiaba tener que ir a ese viaje solo como siempre, a pesar de que Bill iba conmigo y que no me faltaba de nada, echaba de menos a alguien con quien hablar o compartir mis cosas. después de almozar, en nuestro como de costumbre almuerzo, nos desplazamos en un coche al aeropuerto para coger un jet privado, uno lujoso que nos llevaría a Grecia, que en un par de horas estaríamos allí.
Cuando me subí en el avión me senté y me abroché el cinturon, yo solo, no tenía intención de preocuparme por Bill, solamente escuchaba música mientras veía a los hombres de Bill subir con él y sentandose cada uno en su asiento, no obstante parecía que era el único con la musica a todo volumen pues había un silencio absoluto durante el viaje. Al aterrizar, nos vinieron a recoger en un coche y nos dejaron en un lujoso hotel, nunca había estado en Grecia y me había hecho un planning para visitar los monumentos más famosos. Al llegar, nos instalamos en una gran habitacion, con camas donde cabian miles de Toms y Bills y con sala de despacho, comunicaba una con otra, y yo a penas hablé durante todo el día, supongo que me acostumbraba a la situación de que mi novio no era normal, parecía un alien de otro planeta, si sintiese la mitad de lo que siento yo, me tiraría para sus brazos cada dos minutos. Me senté a revisar mis planos y mis propagandas de Atenas y Bill se sentó a mi lado.
– Tom
– Aham? – no le miraba
– ¿Que hicisteis el viernes por la noche?
– ¿El viernes? emms pos ver la peli ¿no? ah no que fué el sábado, no se a que te refieres – no le miraba
– Mírame
– Nop
– Mírame Tom – me miró más serio
– Queeeee – le miré
– ¿Que hicisteis?
– Uffffff – no sabía si queria morirme en ese momento, contarselo o simplemente saber que estuve en el sótano, matame si quieres, pero miré para otro lado y actué como él lo haría – ¿que sabes?
– Lo que tenga que saber, no te voy a hacer otra vez la pregunta.
– A ver Bill, le miré y me quité las gafas, nos perdimos un poco, quise entrar a la biblioteca a enseñarle el libro de pitagoras para restregarle a Andy una cosa porque me llamaba mentiroso, y nos perdimos, al ir fue bien, entramos y salimos al momento porque no sabia donde buscar y al salir, nos ibamos equivocando de puertas, hasta que escuchamos a alguien del servicio, salimos por el lado contrario o no se yo, se fué la luz y fué todo muy rapido, corrimos por todos lados porque nos acojonamos y acabamos en las escaleras centrales, ya está, no se lo que te habrán contado pero eso pasó, dios – me puse las gafas, acojonado por su reaccion e hice como que miraba los papeles otra vez.
– Vale – se levantó y se fué
– ¿Tanta preguntita para esto? Payaso – susurré
– ¿Perdon? – se acercó a mi y se puso delante de mí
– Que eres un payaso Bill, pa-ya-so, ni que hubieramos matado a alguien, no se como ni cuando pero te enteras hasta del color de calzoncillos que llevo y los que me voy a poner, y no se lo que te habran contado, pero no era para que te pongas asi, ni que hubiera matado a alguien joder, eres tu el que mata no yo, me levanté
– ¿A donde vas?
– De turismo, me voy a hacer turismo, dado que mi novio pasa de mí, porque lo único que quiere es un escombro a su lado, este escombro se va de aquí ya porque estoy hasta las narices.
– No te obligo a venir, si te vienes es porque quieres
– ¿Como? – me volví – perdona Bill pero no, me parece a mi que te equivocas conmigo, y no se ni para que cojones me has traido aqui, si vas a pasar todo el día ignorandome, y tu haciendo tus cosas, te importa bien poco donde este o donde deje de estar, dime cuando volvemos de vuelta a Alemania y estaré preparado.
– El miércoles a las dos – pasó por mi lado ignorando que estaba cabreado y salió de la habitación
– Esta bien – susurré
Cada vez le sentía más lejos, no entendía porque actuaba así pero lo único que sabía es que yo estaba muy cabreado, prefería estar en la universidad que estar con mi propio novio, tenía que haberme ido a casa de mis padres a visitarlos pero no, siempre escogía estar al lado del cabron del que me enamoré porque eso, me enamoré y aunque me esté tratando como la mierda, seré su mierda favorita, que algo es algo. Solo ibamos a estar dos días, así que me puse manos a la obra y me fuí de turismo solo, no dejaba de fotografiar todo y veía como a lo lejos los hombres de Bill custodiaban de mi, sin creerse que yo les había visto, allá donde fuera, ellos venían detrás de mí. El miercoles a las dos, ya estaba más que listo, estaba mirando la cámara de fotos, mientras se llevaban las maletas y esperaba a Bill, a penas lo había visto en dos días, pero estaba ya cansado psicologicamente, tenia muy claro que los siguientes cinco días, iba a hacer lo que quisiera. Ví a Bill entrar en la habitación, como siempre para echarle el polvo de su vida, es jodidamente guapo, pero seguía en mis trece.
– Te vas solo – me dijo muy serio
– Vale, adios – me levanté y cogí mi mochila para abrir la puerta cuando me cogió del brazo
– ¿No te vas a despedir?
– ¿De ti? No la verdad
– ¿Porque? – me miraba sin gafas y me clavaba sus ojos en los mios que era aun peor
– Pues porque no me da la gana, ¿que te hace pensar que quiero? Porque cada vez me apetece menos hasta verte la cara, es más disfruto solo, más que contigo
– ¿Que te pasa?
– A mi nada, y sueltame el brazo, que por muchos tatuajes que tengas y muchos musculos te doblo en todo, y si te lo cojo yo, ya sería agresión, y no me pasa nada y si me pasa de todo, y todo contigo imbécil
– No me insultes, que jamás te he insultado
– Es que no me puedo creer, como eres de gilipollas Bill, no te aguanto, tio, en cuanto vuelva a Alemania, recojo mis cosas y no te quiero volver a ver, esto es mentira porque si querria, pero que no, que no aguanto yo ser la muñeca de nadie, y menos la tuya
– Llegaré luego en la cena, así que esperame para cenar, llevaré a unos invitados, por lo que cenaremos en el comedor grande numero tres, te sentaras presidiendo la mesa, así te sentirás importante
– Y no me has escuchado para nada
– Quedate para la cena al menos, no te vayas a ir sin cenar
– Bill, tu alucinas tio, alucinas y mucho, por supuesto que esto está terminado, se acabó!
– Vale, mientras te lo piensas, he pedido un traje para tí
– No Bill, que se ha acabado lo nuestro, que no va a ver un tu y yo, ni en tu casa ni en ningun sitio más.
– ¿Pero comerás algo no?
– Nooo imbécil, me estas liando ¿eh? me iré cuando aterrice
– No, tienes que ir a mi casa a por tus cosas, y te he dejado un traje en la habitación, así que come, no te vayas sin comer, recuerda, presidirás la mesa
– Bill – me dió la risa – no te aguanto tio, es que me pones de los nervios, te estoy diciendo que se ha acabado y tu vives otra realidad alterna y paralela a lo que te estoy diciendo – me reía pero él seguía serio
– Y ¿tu me has escuchado verdad?
– Nooo, no te he escuchado, no hay cena que valga y ni mucho menos traje que valga, que se ha acabado imbécil, que no te aguanto – agarré el pomo de la puerta
– Se te olvida algo
– ¿El que? – me miraba y miraba para todos los sitios
– Que aun sigues sin despedirte de mí
– Bill en serio, no me gusta nada tu actitud, pareces un tonto tio, que no soy nada tuyo
– Si no eres nada mio, ¿como pretendes volver a casa?
– ¿A que me voy en otro vuelo? ¿A que me voy?
– ¿Amenazas Tom?
– Me voy porque no te aguanto más y porque no tengo pasta para irme en un vuelo normal, pero que esto se ha acabado
– Dame un beso y vete
– No, me da la gana
En esos momentos Bill me agarró del brazo y me besó en la boca, a pesar de que me había liado, que le den al universo, mi novio me ha besado por si mismo y yo caía rendido a sus pies. Y a mí se me había olvidado todo.
– Me voy que me deben de estar esperando.
– Tom
– Queeeeee, que si pesado, el traje y que presido la mesa, que sonría y haga como que todo es muy bonito
– ¿Has notado algo raro en mi o inusual?
– ¿En ti? noo, ¿a que te refieres?
– Que estoy muy cabreado e indignado por unos temas que no te incumben y que a pesar de todo, intento ser el mismo contigo y que no te afecte.
Se marchó de la habitación dejandome ahí, mi novio me acababa de hacer ‘jaque mate’ y es que le tenía que dar la razón, a mi nunca me había tratado mal ni siquiera me había tratado y nunca trasladaba su actitud hacia mi, siempre intentaba ausentarse o alejarse de mi cuando estaba muy cabreado, a pesar de todo, este, mi Bill, no me lo quitaba nadie, ese tenía un sello marcado, y era el de Tom. Me cogí mis cosas y me fuí derecho al avion.
Continúa…
Gracias por la visita. Te invitamos a dejar un comentario.