Hola gente linda. Este es el primer fic largo que escribí en el fandom de TH. Estaba escrito en primera persona casi por completo. He hecho algunos cambios, pero en esencia la historia sigue igual. Es un fic sobre vampiros y hombres lobo que deben luchar contra su destino para poder luchar por su amor, pero por sobre todo, para poder sobrevivir. Espero les guste y les dejo el comienzo.
Capítulo 1: Recuerdos
Me puse en posición de ataque apenas lo sentí, me oculté entre las hojas y observé, esperando a que apareciera. Achiné los ojos y de pronto lo vi, un chico delgado, de más o menos mi estatura, muy pálido y cansado, no pude evitar acercarme, su olor me atraía poderosamente.
—Hey —Lo llamé. Él me vio y se desmayó.
Corrí a su lado, esta vez sin tomar ninguna precaución, sostuve su cabeza y lo moví. Él pareció reaccionar y luego su estómago lo delató, tenía mucha hambre, lo dejé en el suelo y me alejé. Corrí un poco, adentrándome más en el bosque, aún no podía cambiar, pero era muy bueno cazando, atrapé un conejo y volví con el chico, quien seguía con los ojos cerrados, lo volví a mover.
—Hey, despierta, necesitas comer.
Él abrió los ojos de golpe, como recordando algo horrible y se apartó.
—¡No mataré a nadie! — Trató de gritar, pero su voz parecía sólo un susurro.
—Tranquilo, es sólo un animal.
—Pero ellos… —Quiso protestar, pero no lo dejé.
—Come. —Le pedí, tendiéndole el conejo.
Lo tomó con cuidado, casi con vergüenza y entonces… pude ver sus colmillos. Después de unos momentos de succionar, acabó y lo arrojó… con pena. Sus ojos se anegaron de lágrimas y me habló.
—Todo estaba bien, pero ahora, ellos quieren que mate personas para comer. Yo, yo… simplemente no puedo. —Levantó el rostro, viéndole directamente y dijo—. Por eso me escapé.
No podía creerlo, un vampiro que no quiere alimentarse de humanos… pobrecito… no podrá sobrevivir mucho tiempo así.
—A propósito ¿quién eres tú y por qué me estás ayudando? —preguntó nervioso.
—Soy Tom. —Como sospeché no había desarrollado ninguno de sus poderes, ni siquiera había sospechado lo que soy yo en realidad.
—Hola Tom, soy Bill, gracias por el conejo y por no asustarte. Yo… —dijo bajando la mirada—. Yo no soy como tú, yo soy diferente.
—Lo sé. Tú eres un vampiro. —Afirmé y él me miró asustado.
—¿Te enviaron ellos a buscarme? —preguntó aterrorizado y poniéndose de pie, tan de prisa, que se volvió a marear. Tuve que levantarme para ayudarlo.
—No lo soy. No me envió nadie. Ven aquí. —Aseguré, pero fue demasiado tarde y se volvió a desmayar.
Lo recosté en el suelo, con su cabeza sobre mis piernas, se veía tan desprotegido. Acaricié su cabello, se sentía tan bien estar así. ¿Cómo podría ser él una amenaza? Sin querer sentí algo extraño, era como si pudiera ver en su cabeza y sentir su temor. Fue tan sobrecogedor, que sin pensarlo dos veces, lo abracé y lo acuné entre mis brazos, lo cual pareció tranquilizarlo, pues me invadió una calidez que no había sentido nunca, me sentí… feliz.
Estuvimos así por un rato, hasta que Bill se movió, pero sin apartarme, me dijo—Gracias, Tom ¿Por qué lo haces? ¿Por qué me ayudas? Tú… deberías matarme, eres un lobo.
—Sí, soy un hombre lobo, pero tú no eres un asesino, eres como un vampiro vegetariano de personas. —Ambos reímos.
—Gracias de nuevo, pero debo huir, si alguien de tu clan me encuentra, estaré muerto y además ni siquiera puedo reconocer un lobo cuando lo veo, seré presa fácil y lo que es peor, incluso los de mi familia me buscan, no sé qué hacer ni dónde ir.
—Ssshhh, tranquilo. Sé que soy joven como tú, pero tengo algo de dinero, te lo daré para que te vayas de aquí, y aunque me gusta cómo eres y la decisión que has tomado, sé que si no te alimentas de humanos, no tendrás las fuerzas para vivir como vampiro.
—Entonces no viviré como vampiro, viviré como un humano más, podré beber sangre de animal y estaré bien.
—Entonces te deseo mucha suerte, de verdad te admiro, eres muy valiente, ojalá yo pudiera hacer lo mismo.
—Pero tu raza es diferente, incluso creo que ni siquiera te has convertido.
—Es verdad, aún no me puedo transformar, porque aún soy joven, me faltan tres años para poder lograr hacerlo.
—¿Entonces tienes 12 como yo?
—Así es. —Volvimos a reír.
Conversamos un rato más, pero pronto oscurecería y sería peligroso para Bill y no quería que nada malo le pasara.
Le pedí que me esperara y fui a casa, a buscar todos mis ahorros. Luego lo acompañé al autobús, se iría a otra ciudad a empezar de cero, lo envidiaba, pero estaba consciente de que al convertirme en un verdadero lobo, le haría daño y eso no podría soportarlo. ¿Por qué? No lo sabía, sólo tenía la certeza de que debía protegerlo el tiempo que fuera necesario.
Cuando ya debía subir al bus, me abrazó con fuerzas y yo sólo sonreí.
—Gracias Tom, creo que nos volveremos a ver, no sé por qué, pero siento que así será.
—Cuídate de todos y sé feliz, si tú lo eres, yo también lo seré —Me dio una sonrisa de ángel.
—Pero Tom dime, ¿por qué no me atacaste al verme?
—Porque hueles muy bien —respondí sincero. Ambos reímos otra vez y lo vi subir. Desde la ventana se despidió con la mano y unas lágrimas cayeron por nuestras mejillas.
Tom abrió los ojos y sonrió, cada vez que soñaba con el pequeño vampirito, algo bueno pasaba
—Me pregunto ¿qué será esta vez? —Se dijo suavemente, sin perder la sonrisa.
Volvió a mirar al techo y pudo sentir la calidez que ese chico le infundía.
& Continuará &
Podríamos decir que este es el prólogo de este fic, que como pudieron notar, incluye las dos razas rivales dentro de las criaturas de la noche: licántropos vr. vampiros. ¿Será posible que se vuelvan a encontrar? ¿Cuántos años han transcurrido desde su primero encuentro? Si legan a toparse ahora de adultos. ¿Podrán reaccionar de forma amistosa? ¿O se atacarán en el momento en que se vean? Después de todo, son enemigos naturales. ¿O no?