“Familiar” Fic de MizukyChan
Capítulo 3: Niñera
Tom llevaba casi tres horas sentado en una banca frente al mar, había tomado un taxi para llegar al mirador y, aunque no dejaba de empuñar las manos al pensar en Georg, se sentía mucho más tranquilo.
—Hola —el suave susurro se oyó, incluso antes de que la figura del pelinegro se materializara a su lado.
Lejos se sobresaltarse, Tom inspiró hondo y giró la cabeza—. ¿Ya se fue el idiota? —Bill sólo asintió, manteniendo la vista fija en el mar oscuro—. ¿Me vas a explicar ahora qué fue eso?
—¿Qué cosa? —Bill fingió ignorancia y sonrió al oír como Tom bufaba—. Sólo bromeo.
Tom pasó una mano por su abultada barba—. Creí que ya no habría secretos entre nosotros.
Bill giró por completo, tomando una de las manos del humano.
—Las mentiras son peores, así que no intentes engañarme, ¿está bien? —Advirtió el barbudo.
—No voy a mentirte, Tom, pero hay cosas que no tiene sentido que sepas. Son cosas del pasado, cosas que hice mucho antes de conocerte, cosas con las que debo lidiar, cosas que debo finalizar y, como estás atado a mi destino, las sabrás… —negó con la cabeza—, pero no aún.
—¿Estás en peligro? —Preguntó el barbudo, con una expresión de preocupación que hizo sonreír a Bill, quien negó con la cabeza—. ¿Entonces?
—En este mundo hay personajes desagradables, Tom —el aludido asintió, ya había tenido una dosis de aquellos, Georg incluido—. Y me temo que si saben de tu existencia, te usarán en mi contra.
—No podrán poseerme —se defendió Tom estirando su mano, señalando los puntos tatuados en el dorso de su pulgar—. Estoy protegido contra eso.
Bill lo miró y sus ojos brillaron, acunó la mejilla de Tom en su mano y sonrió. Sabía que a vista de cualquiera se veía como un idiota enamorado y, por lo mismo, entendía el peligro que Tom corría.
—Georg tenía razón, ¿sabes? —Tom gruñó y sacudió la cara, alejándose del toque del pelinegro, cabreado porque mencionara al castaño en ese momento tan especial—. Las brujas sí te comerían para el desayuno —sonrió, volviendo a tomar el rostro de Tom en sus manos—, porque eres adorable, como un bebé peludo.
—¡Bill! —se quejó el barbudo, quitándoselo de encima.
—Nah, hablando en serio, ellas te comerían porque eres muy atractivo, ya te lo he dicho.
Tom se puso serio y miró a Bill directo a los ojos, esperando, anhelando—. Sí, lo has dicho.
—No puedo permitir que ellas te hechicen para que caigas en sus garras —agregó, pasando el pulgar por el labio inferior del hombre.
—No soy tan débil, Bill, puedo resistirme a una cara bonita —respondió Tom, bajando el tono, haciendo más íntima la conversación.
—Pero las brujas no juegan limpio —agregó Bill, arrugando el ceño, como saliendo de un trance y regresó la vista al mar—. Hay hechiceros ahí también. Lambert estará ahí y él —Bill tragó pesado, como conteniendo las náuseas—. Él es desagradable.
—Pero estaré a tu lado, Bill. Tú me protegerás —comentó Tom, sosteniendo a Bill por un hombro, obligándolo a girar y verlo a la cara otra vez—, ¿verdad?
—Allá no podré hacerlo, Tom, no puedo arriesgarme a revelar mi identidad. No puedo arruinar la misión, tengo que encontrar ese grimorio —dijo, aún con el ceño apretado—. Saldré mañana para Wisconsin. Georg se quedará contigo durante el día.
—¿Qué?
—Estaré de regreso por la noche —terminó, dando el tema por zanjado—. Es hora de volver.
Tom arrugó el ceño y apretó los dientes. Estaba molesto, pero no había nada que pudiera hacer. Ni siquiera podía quedarse fuera esa noche, tratando de controlar su cabreo. No podía porque estaban unidos y no podía alejarse de Bill, a menos que él lo autorizara y ahora, había dado una orden. Hora de volver.
Bill tocó su hombro y, en un parpadeo, estaban de regreso en la habitación del motel, el pelinegro se sentó a la mesa, con una botella de vodka barato y comenzó a beber, deseando con todas sus fuerzas poder emborracharse.
Tom, a diferencia de otras vez, entró al baño a cambiarse. Salió, usando un pijama y se metió a la cama, sin decir una palabra. Era como volver al principio, salvo que esta vez, en lugar de temerle, estaba enojado con Bill. No supo cuánto tiempo estuvo rumiando sus pensamientos, hasta que finalmente se quedó dormido.
Cuando despertó, había luz en la habitación, escuchó el sonido de la televisión y pensó que Bill había cambiado de opinión y se había quedado con él, después de todo, Georg había dicho que el aquelarre sería dentro de una semana, no era necesario que se fuera tan pronto.
—¿Bill? —llamó, sentándose en la cama.
—Buenos días, Pelitos.
—Oh, no —Tom gruñó apretando los ojos. Esto tiene que ser una pesadilla.
—Bill amenazó con destruir este recipiente —señaló su cuerpo— si te despertaba, Pelitos, así que te dejé dormir, pero ahora que ya has dado señales de vida, creo que es momento para que hablemos —dijo con una expresión extremadamente seria.
—No necesitas ser mi niñera, Georg, puedes irte. Me quedaré aquí y no me meteré en problemas —prometió—. Puedes irte tranquilo.
El castaño ladeó la cabeza y arrugó el ceño—. ¿Irme? ¿Estás loco? ¿Sabes lo que me haría Bill si te dejo solo? ¿Sabes de lo que es capaz Bill por protegerte? ¿Sabes lo poderoso que es en realidad?
Tom quiso reír ante la expresión de pánico del otro demonio, pero arrugó el ceño por la seriedad con la que hablaba—. ¿Qué pasa contigo, Georg?
—No, ¿qué pasa contigo? —Georg caminó hasta ubicarse justo a los pies de la cama de Tom y se cruzó de brazos—. Pensé que estarías más dispuesto a ayudar a Bill después del incidente, pero veo que sólo sigues siendo su mascota.
Tom se pasó una mano por la cara, terminando en su abundate barba y soltó un largo suspiro—. Mira, Georg, no es por ofender, pero tú eres la persona menos indicada para hablarme así. ¿Qué pretendes, que confíe en ti, sabiendo que intentaste poseerme para que tuviera sexo con Bill? ¿Qué clase de amigo eres?
Georg soltó una risita—. En realidad no soy un buen amigo, ni siquiera caería en la categoría de “amigo”, soy un demonio después de todo —alzó las cejas un par de veces, para probar su punto, pero luego agregó con seriedad—. Bill estaba estresado por tu culpa y necesitaba soltar un poco de tensión, no hay nada mejor que el sexo para hacerlo, hasta los médicos lo dicen y tú estabas ahí, así que… sólo hay que sumar dos más dos.
Tom tomó su almohada y se la lanzó al otro, quien la atrapó sin problema y se puso a reír.
—En realidad no fue más que un plan excelente para que Bill te hiciera el tatuaje anti-posesión, Pelitos. Mejor yo, que otro demonio despiadado, ¿no?
Tom contempló la idea, pero agregó—. No te perdonaré por eso. Me sentí sucio toda una semana.
—¡Hey! —se quejó el castaño y luego se acercó mucho a la cara de Tom, guiñándole un ojo—. Me tuviste dentro, muy dentro de ti —agregó con tono seductor—, claro que fuiste un chico sucio, Pelitos.
Tom estiró una mano, alejando la cara del castaño, quien soltó una carcajada—. ¿Por qué no quieres tenerme cerca? No pareces tener problemas de espacio personal con Bill, ¿no es así?
Tom gruñó y se levantó de la cama, caminando hasta el baño, recogiendo algo de ropa por el camino, pero antes de cerrar la puerta, dijo muy bajito—. Con él es diferente.
Georg no respondió nada, haciendo creer a Tom que no lo había oído, cuando en realidad lo había hecho y lo sabía. Comprendía lo diferente que era la relación entre su superior y este humano, pero ese tipo de relación -al estilo “Edward y Bella” de Crepúsculo- no era bien vista en el infierno, ni siquiera entre los humanos, ni qué decir en las alturas, así que si quería ayudar a Bill a evitar otra sanción, debía darle herramientas al humano, por mucho que le pesara corromper al chico ingenuo.
—¡No te toques pensando en mi, Pelitos, que las paredes son delgadas! —Gritó y oyó una maldición desde el baño. Rió sin poder evitarlo y volvió a alzar la voz—. ¡Te encantará que sea tu niñera!
Bajo el agua de la ducha, Tom maldijo entre dientes. Se supone que debo ser tu sombra, Bill, ¿por qué me has dejado con este idiota, sin cerebro? ¿Por qué no me permites caminar a tu lado, aunque sea entre sombras? No te das cuenta que eres lo único que tengo y que podré tener. Soltó un suspiro y continuó bañándose, sin dejar de pensar en los bellos ojos castaños del pelinegro.
& Continuará &
Chan, chan, chan… ¿Qué les parece hasta ahora? Bueno, ahora que Georg se quedará con Tom “a solas” tendremos un poco más de información que Bill no ha querido revelar, así que los invito a seguir leyendo. Gracias por la visita y el apoyo.
Al menos ya me quedo claro porque la
Animadversión de Tom hacia Georg, espero que mientras él este ahi, Tom pueda obtener algo más de información de la dichosa reunion a la que Bill se nego a llevarlo.
Nos leemos en el proximo, saludos y bonito inicio de semana😊
Claro que tendremos mas información, se viene lo bueno jijiji. Gracias por el apoyo. Besitos.
🤗🤗🤗🤗🤗🤗 espero que G sea de ayuda para bien de Tom y especialmente Bill.
Gracias!!
Georg tiene buenas intenciones, pero es un demonio, así que Tom no bajará la guardia jajajaja.
Gracias por leer y comentar. MUAK