III Reverse 45

«Reverse III» Fic de Alter Saber

Capítulo 45: Despertar

«No repitas las tácticas con las que has ganado una victoria, sino, deja que tus métodos sean regulados por la infinita variedad de circunstancias»

Sun Tzu

En el lejano Oriente existe la creencia de que el «Amor» es algo establecido por el destino, incluso hay una leyenda que habla sobre un anciano que habita en la luna, y que todas las noches, llega hasta aquellas personas que fueron creadas para estar juntas; con mucho cuidado y para no despertarlos, ata un hilo rojo a sus meñiques; siempre, con la seguridad de que este lazo invisible conecta a aquellos que debían encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias.

Éste hilo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca, romperse.

Fue hasta hace unos años que la explicación científica a este suceso tomó un lugar; la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique.

Al estar unidos por esa arteria se empezó a decir que los hilos rojos del destino, conectaban los meñiques con los corazones; es decir, simbolizan el interés compartido y la fusión de los sentimientos.

Una historia tan antigua como la misma creación, y hoy a cientos de kilómetros lejos de él; empiezo a creer que en efecto, aquella conexión estipulada desde antes de nuestro nacimiento, es real.

Las últimas palabras que Andreas pronunció, ingresaron a mi subconsciente en reversa; simplemente, no procesaba esa frase, sentía que iba a decaer en un estado de ansiedad; justo como en mi vuelta de Stuttgart; desesperado y completamente desequilibrado.

Eran tantas las posibilidades que llegaban a mi cabeza, que no sabía cuál era la peor de todas; no sólo debía lidiar con Blake; había un problema mayor a considerar, y ese era: Karl.

Cuando diseñe el plan de escape de esa ciudad; la razón por la cual éste tuvo éxito, fue porque era una estrategia sin retorno, es decir, que las consecuencias que se desataran por mi abandono, no recaerían sobre mí, sino en aquellos que debían permanecer en ese infierno.

Suponiendo el hipotético caso en el que yo tuviese que regresar a esa ciudad, sin que los acontecimientos de Bill no hubiesen tomado lugar; al momento de poner un pie en el Aeropuerto de ese sitio; en cuestión de minutos, estaría rodeado por 1/3 de los pobladores de los barrios bajos; sin mencionar el deleite que le supondría a Black, el verme de nuevo; ni que decir de Karl y por supuesto, Johannes junto a Blake.

Eso sin mencionar a mi pequeño; pero, sí alguien llegaba a enterarse del lazo que guardo con él; en verdad, las circunstancias serian catastróficas; un cataclismo en cuestión de segundos.

Todos aquellos que utilice para mi beneficio, a los que manipule, a los que torture, a los que abandone, con los que jugué y lo peor; aquel a quien humille y destrone; estarán deseosos de vengarse, querrán torturar a Bill, quizás, no lo asesinen; al menos, hasta que yo esté presente para presenciar su muerte.

Sin embargo, si no iba, algo más delicado estaba en juego, y eso, era la pureza de Bill; si mi llegada a Stuttgart fue radical y chocó de sobre manera con mi personalidad; no me quiero ni imaginar cuando él sea expuesto a la podredumbre de la zona restringida; no podrá manejar semejante miseria; no sólo el estado deplorable de las calles; en sí, la gente y el ambiente de los Barrios Bajos, es algo que no deseo que nadie soporte; y mucho menos Bill.

Si Blake lo tenía allí y pretendía posicionarse nuevamente en Stuttgart; era fácil establecer su curso de acción; él tratara de vincular a Bill a la red; lo convertirá en su mano derecha para protegerlo; si mi teoría era correcta, y Blake no planeaba hacerle daño a mi pequeño; él no tendría por qué revelar la conexión que tiene conmigo; porque de hacerlo, es lógico que Karl no va a quedarse quieto.

Además, Blake no es oponente para Karl; si llegaran a pelear por la vida de Bill; tras unos cuantos golpes, el Rey legitimo ganaría sin mucho esfuerzo; aunque Blake es fuerte, carece de la destreza que posee Karl.

¿Entonces? ¿Qué queda por hacer?

Sentí que algo entraba en contacto con mi piel; empecé a abrir mis ojos y vi de repente, los rostros de mis padres, Andreas, Rick, Georg y Gustav; todos parecían aliviados de verme…

¿Qué demonios sucedió?

A lo lejos, escuche la voz de un doctor que parecía explicarles la situación a mis familiares…

Doctor, ¿Se pondrá bien?

Oh, sí; no se preocupen, sólo sufrió de un estado parcial de psicosis.

¿Por qué le sucedió eso?

No sé el motivo, pero, la verdad es que estos eventos se presentan cuando la persona está sometida a un nivel desmesurado de estrés; algo le genera preocupación y sobrecarga su sistema nervioso, provocando una alteración de su consciencia.

¿Será permanente?

No, claro que no; sin embargo, les recomiendo que mantengan a su hijo en un ambiente tranquilo, al menos por unos días, hasta que se recupere del todo; de lo contrario, podría reincidir.

G-Gracias, Doctor.

No hay por qué.

¿Psicosis?

¿De nuevo?

¿En qué momento me sedaron?

¡DIOS!

El secuestro de Bill me tenía quebrado; en sí, no era su ausencia, sino el donde se encontraba; era territorio enemigo; habrían minas por todo el suelo, al mínimo movimiento en falso, iban a acabarme; de eso no cabía duda.

Comencé a apoyarme en mis brazos para lograr sentarme en la camilla; al parecer, el sedante que me dieron es muy fuerte; porque aun percibo sus efectos; mi cabeza esta algo pesada; y mi cuerpo en sí.

Tom, ¿Cómo te sientes?

Pesado, Andy.

¿Recuerdas todo?

Sólo me acuerdo de lo que dijiste sobre que Bill estaba en Stuttgart; de resto, no logro evocar nada más; ¿Acaso hice algo?

Golpeaste a tres doctores, insultaste a dos enfermeras, rompiste más de 15 Jeringas; tuvimos que tomarte entre cinco para que pudieran sedarte. ¿Ves este golpe de aquí? Lo hiciste tú.

Dios…

La verdad era que no vislumbrara nada de lo que Andreas había mencionado, ¿Así de mal estuve? Aunque, mi reacción no era exagerada, es decir, el único que conoce a fondo los resultados que pueden obtenerse de la estancia de Bill en Stuttgart; soy yo; por eso me altere de esa manera, quería ir de inmediato por él, pero, eso no era prudente; necesitaba trazar una estrategia, algo que me permitiera infiltrarme y sacar a Bill de allí.

Si, bueno, no me siento muy emocionado con la idea de que te enloquezcas y andes repartiéndole golpes a todo el mundo; pero, gracias a Dios, ya te encuentras estable.

Como lo siento, es decir, no fue mi intención.

Me vale madres, a penas salgas de aquí y te recuperes, voy a golpearte tan fuerte que desearas seguir en estado de coma, rastafari de los cojones.

Yo te apoyo, Andy.

Bien, ya somos dos con Rick.

Oigan, cálmense, no fue intencional.

¿Y? Casi me revientas la nariz de un puño; ¿Qué haría sin mi nariz, ah? Dime, Tom.

Estas exagerando.

Si, un poco, quería ponerle drama al asunto.

Ni siquiera en estos momentos dejas de ser un idiota.

Está en mi sangre, no puedo pelear contra ello.

¿Y qué saben?

De momento, sólo nos confirmaron que en efecto, Bill estaba en Stuttgart; tu padre dice que montaran un operativo de rescate para traerlo de vuelta.

¿QUÉ? No, no, no, Andreas no pueden hacer eso.

Tom, cálmate ¿Si? Hablemos de esto, cuando estemos en tu casa, por favor. No nos conviene que te alteres de nuevo; podrían retenerte aquí por días si recaes en la histeria.

Ummm.

¿Lo entiendes? ¿Sabes que si te internan, los días pasaran y Bill seguirá allá?

Si, si, lo sé. Está bien, me calmaré.

Por fin, usas ese cerebro, y yo que creí que lo tenías de adorno.

Andreaaaaaaaas…

Ya me callo.

¿Un operativo de rescate?

¡JA! ¿Acaso los hombres de mi padre no habían escuchado nada de la Zona restringida?

¿Por qué razón creen que ni siquiera el Ejercito Alemán es capaz de ingresar hasta los Barrios Bajos?

Si las cosas fueran tan simples como lanzar unas cuantas bombas de gas y amenazar a la gente con armas de calidad; hace tiempo, los barrios bajos de Stuttgart no existirían; pero, ese no es el caso.

Hubo una ocasión hace unos 10 años; donde el apogeo del negocio de Blake era más que notable, para ese entonces, Karl aun no llegaba; y aun así, el equipo S.W.A.T y los antimotines fueron cruelmente torturados; sus cadáveres se colgaron en la entrada de los Barrios Bajos, con una gran advertencia que decía:

«El exterminio no es nuestro castigo, pero la muerte, es su merecido»

Ese día murieron más de 100 uniformados; entre ellos, agentes de las fuerzas especiales, detectives, especialistas en coreografías de combate bajo presión; en resumen, la élite del Gobierno Alemán; y ni aun así, lograron acabar con la gente de la zona restringida.

¿Por qué?

Simple, no le enseñas a un perro como cazar porque no lo necesita; pero, un lobo que ha tenido que combatir por su supervivencia desde el momento en que llego a este mundo; lleva el instinto en la sangre y el salvajismo en la esencia.

Las personas que habitaban los Barrios Bajos desconocían el miedo; se enfrentaban a lo que fuera necesario con tal de no reprimirse; sólo hasta la llegada del Ángel de la muerte; tuvieron el privilegio o la desgracia de reconocer esa sensación tan espantosa como el temor.

No obstante, aun cuando se aterran del despotismo de su Rey Legítimo; ellos no se atemorizan de las fuerzas externas que vengan a oponerse; por el contrario, se regocijan al ver que ni siquiera el poder del Gobierno, es capaz de hacerles frente.

Si los hombres de Jörg van a Stuttgart; no sólo serán exterminados, quizás, los ofrezcan a los perros de la calle para que los devoren, y los restos, serán enviados hasta nuestra residencia como una fuerte sentencia. Y si a ello, le sumamos la traición hecha a Karl; el resultado sólo puede empeorar.

Tras unas horas de permanecer en aquella sala y luego de hacer las revisiones necesarias; me dieron de alta, salimos de inmediato y todos nos dirigimos hasta mi casa. En el camino, nadie dijo nada; mi padre se limitaba a hablar por el celular, le escuchaba mencionar fracciones de aquellas cosas que planeaba hacer; y yo no podía pensar en otra cosa que no fuera:

¡RIDÍCULO!

Nada de eso va a funcionar.

¿Qué no se dan cuenta que ese lugar es el infierno y que el Jefe final es la encarnación de Lucifer?

¿Cómo pretenden contrarrestar el salvajismo?

¿Quién dijo que la experiencia está por encima del instinto?

Sólo aquellos que hemos logrado abandonar nuestra humanidad y decidimos regresar a nuestros inicios; somos capaces de enfrentar, derrocar y establecer un nuevo Régimen; de resto, son sólo esfuerzos inútiles.

Cuando llegamos a casa, Sam se encontraba en la puerta, caminando de un lado a otro; al verme, salió corriendo hasta mí, tomó mi mano y se inclinó en reverencia:

Joven Tom, gracias a Dios se encuentra bien, no sabe cuan preocupado estaba por su salud.

Retire su mano, y en respuesta, le di un fuerte abrazo; él era como un segundo padre para mí; su angustia era sincera, podía sentir la honestidad de sus palabras…

Ya Sam, todo está bien; no hay nada porque preocuparse; gracias por estar pendiente de todos, en nuestra ausencia.

Si, Joven, es un gusto, complacerle.

Gracias Sammy.

Sam recibió a Georg y Gustav; al parecer, sus pertenencias habían desaparecido; nuestro mayordomo se encargó de traerles ropa limpia y disponer habitaciones para su estancia; ellos no partirían hasta que decidiéramos que íbamos a hacer.

Clarise pidió que tomáramos un descanso, primero, comimos algo ligero y luego procedimos a ir a la sala de reuniones; este era un asunto de mucho cuidado; yo, no iba a revelar mi pasado, pero, debía extraer la información de todos los presentes para trazar el curso de acción.

Mi padre tomó la iniciativa:

Primero que todo, Georg y Gustav, necesito que me digan todo lo que saben sobre Blake.

Bueno, a decir verdad, no creo que sean detalles relevantes; hasta el momento, sólo sabemos que es el dueño de una Red de narcotráfico, que viene de la zona restringida y que está obsesionado con Bill.

¿A qué se debe ese comportamiento?

Bueno, Blake solía decir que Bill era «Puro» y que le daba esperanza; de allí su obstinación.

¿Siempre estuvo en Sacramento?

Luego de lo de Simone; creímos que el habría regresado a Stuttgart; es decir, la orden de caución lo obligaba a ello; pero, al parecer, siempre permaneció en Sacramento.

¿Ustedes se contactaron Bill en su estancia aquí en Frankfurt?

Si, hablábamos una vez por semana; desde un número privado para no levantar sospechas.

¿Asi que nunca revelaron la posición de Bill?

Ambos chicos se colocaron de pie de inmediato; veía como las venas de sus brazos empezaban a demarcarse; ese comentario los había ofendido…

Mire Sr. Trümper; con el respeto que se merece, le voy a pedir, no, voy a exigirle que se abstenga de colocar en tela de duda nuestra lealtad hacia Bill; porque antes que usted, estuvimos Gustav y yo; Simone nos acogió como si fuéramos sus hijos, a ella le debemos nuestra palabra.

Mi padre sonrió de lado y dijo:

Simone tenía razón; Bill consiguió unos excelentes amigos.

¿Qué?

Bueno, ella solía hablarme mucho de ustedes, de cuanto los apreciaba y de lo feliz que se encontraba por haber conseguido unos hijos adoptivos tan fieles como ustedes. No quise ofenderlos, sólo deseaba comprobar las palabras de mi exesposa.

¿Cómo?

Simone fue mi esposa.

¿Qué? No, espere, esto no puede ser verdad.

Yo sabía por dónde iba esta conversación; aquellos chicos dirigieron su mirada de inmediato hasta mí; sus miradas penetrantes me daban a entender con mucha claridad lo que pasaba por sus cabezas; ambos palidecieron y se sentaron por un momento; parecían analizar la información que mi padre acababa de soltar.

¿Lo entienden?

P-Pero, si es real, ¿Por qué nunca estuvo para Bill? ¿Acaso sabe todo lo que él tuvo que soportar? Lidio por años la depresión de Simone por su cuenta; llevando la carga de todo, absteniéndose de hacer cualquier cosa que la pudiese alterar, ¿Cómo pudo?

Si me lo permiten, se los puedo explicar todo con sumo detalle; pero, tengo condiciones para ello…

¿Cuáles?

Si después de lo que voy a decirles, ustedes no están de acuerdo, tendrán que irse de inmediato de aquí; sino, serán bienvenidos, ¿Comprenden?

Sí, señor.

Mi padre procedió a confesarles la verdad; el cómo había conocido a mamá, el conflicto con Kean, su sacrificio, y la relación de Bill conmigo.

Tanto Georg como Gustav comenzaron a sudar frio; parecía que iban a desmayarse en cualquier momento; tuve que salir de aquella sala y llevarles agua para que no fueran a desfallecer; podía entender sus reacciones y deseaba que al igual que Rick y Andreas; ellos aceptaran nuestra relación y apoyaran a Bill; por lo poco que podía divisar; estos chicos adoraban a mi pequeño, eran demasiado leales a su amistad, justo como los idiotas que tengo.

– ­ ¿Y bien? ¿Qué piensan hacer?

El silencio reino por los siguientes minutos; ambos analizaban cada detalle del relato de mi padre; soltaron muchos suspiros, pero al final, decidieron hablar:

Tom.

¿Si, Georg?

¿Sabes que si Simone estuviese viva te habría golpeado con todas sus fuerzas?

Aquel comentario me hizo gracia; por alguna extraña razón, aun sin conocerla, yo también pensaba que ella reaccionaria de esa manera.

Lo digo porque tú eres el mayor; fijo iba a reprenderte por no ser sabio y arrastrar a Bill contigo; sin embargo, conociéndola, sé que después de regañarte, ella te habría abrazado y te hubiese apoyado con todo su corazón; así era Simone.

¿Lo crees?

Estoy seguro de ello; nosotros vivimos en carne propia su enojo, era cosa seria.

Tanto Georg como Gustav se colocaron nerviosos; y esa escena rompió toda la tensión; en verdad parecían temerle al genio de mamá; pero, sí ellos que convivieron a su lado, me decían algo como eso, era porque se trataba de la verdad.

Mamá era alguien simplemente increíble.

Me hubiese encantado conocerla.

Por otra parte, aunque el aspecto de Bill da la impresión de ser alguien sugestionable; la realidad es muy distinta, él es crítico y muy exigente; si te escogió a ti por encima de todos; no me queda de otra que creer en ustedes.

Gracias, Gustav. De verdad, valoro su honestidad; me hubiese encantado conocerlos en otras condiciones; pero, hay algo que necesito que sepan y que jamás olviden.

¿Si?

Bill es mío.

Sus ojos se abrieron de par en par, como si mi aseveración los hubiese tomado por sorpresa; mientras que Rick y Andreas se llevaron una de sus manos hasta su frente; negaban con la cabeza, hasta que el rubio no se aguantó más…

Tom, no seas cabrón, acabas de conocerlos y ¿Ya los estas amenazando?

No es una amenaza, sólo un detalle que los previene de hacerme enojar.

Es lo mismo, idiota. Dios, ¡Qué vergüenza con ustedes! Pero este imbécil, es demasiado celoso y posesivo; si Bill tuviese un perro y lo consintiera más que a Tom, de seguro lo termina regalando, así de imbécil es, por favor, perdónenlo.

Me has hecho quedar como un estúpido, obsesivo y compulsivo.

Es que eres un estúpido, troglodita, rastafari, obsesivo y compulsivo.

¿Por qué aumentaste los insultos?

Porque se te olvido mencionarlos.

Georg y Gustav comenzaron a reírse; mis discusiones con Andreas siempre eran motivo de risas; pero, ya que el asunto de nuestra relación filial se había solucionado; debíamos concentrarnos, en lo más importante: Bill.

Papá, dime, ¿Qué planeas?

Antes que nada, ¿No tienes algo que contar, Tom?

Sabía a qué venia su cuestionamiento; pero, no iba a revelarles los detalles del como logre escapar de ese lugar; no necesitaba que llevaran a cuestas mis pecados, si iba a ir al infierno que fuera solo; ellos no tenían por qué compartir semejante atrocidad.

Tome aire por un momento y lo enfrente:

Verás Papá; ese tema es algo que no pienso discutir con nadie; ni siquiera con ustedes, no se trata de confianza; es algo mucho peor que eso; nunca me perdonaría si ustedes llegasen a enterarse de mi pasado; yo, cargaré con las consecuencias de mis actos por mi cuenta, no los voy a vincular a esa miseria que me carcomió cuando estuve en aquella ciudad.

Todos me observaban con sorpresa; parecían frustrados por mi respuesta, pero, ellos sabían que si esa era mi posición, nadie me haría cambiar de opinión; ni siquiera Bill; él era la última persona que deseaba que se diera cuenta de todo lo que hice, quizás, al enterarse, sufriría tanto que terminaría por abandonarme.

¿Y quién no lo haría? Es decir, soy una bestia desalmada, ¿Por qué merecería redención?

De nuevo, tome la palabra y proseguí:

Si lo que piensas hacer es un despliegue masivo de fuerzas armadas; no sólo perderás dinero sino tiempo.

¿Por qué dices eso?

Papá, ¿Acaso olvidas el incidente del Ejército alemán entrando a la zona restringida de Stuttgart?

Oh…

Esas personas son como cadáveres errantes, no le temen a nada, son capaces de incendiar un edificio lleno de gente si con eso logran garantizar su propia subsistencia; están dementes, aunque no es su culpa, las condiciones del contexto en el que se encuentran, los obligaron a venderle el alma al diablo.

Pero, si no hacemos eso, ¿Cómo lo sacaremos de allí?

¿Acaso no es obvio?

¡NO! De ninguna condenada manera Jovencito; jamás, eso no lo voy a permitir, no voy a perderte a ti también; tu no vas.

Me quede quieto, observé por segundos a Jörg y el resignado, inclino su cabeza:

Tom, sólo por esta vez, hazlo a mi modo ¿Si?

Papá, entiéndelo, tú no has estado allí; no tienes ni idea de lo que te espera; nada en la vida te va a preparar para esa realidad tan impactante.

¿Y tú si estás listo para eso?

Mamá…

¿Por qué nos haces esto, Tom? ¿Acaso no puedes tenernos un poco de consideración?

¿Qué esperas mamá? ¿Quieres que me quede aquí sentado, mientras Bill corre peligro? No sabes lo aterrador que puede ser Blake, y ni hablar del líder de los Barrios Bajos; en el pasado tuve en problema con él; si Karl se entera de que estoy relacionado con Bill; va a matarlo sin consideración alguna, no le dará tiempo; lo torturara.

Tom…

Por eso no puedo quedarme aquí; tengo la ventaja, conozco ese lugar mejor que cualquiera de tus hombres, Papá. Sé cómo moverme allí.

¿Y qué piensas hacer?

Infiltrarme, necesito pasar desapercibido.

¿Y si no lo logras?

Enfrentarlos, no hay de otra.

Tom, tú mismo dices que son como animales, ¿Qué te hace pensar que podrás contra ellos?

Porque yo, también soy uno.

Mi resolución los golpeo con fuerza; mis palabras fueron contundentes y certeras; aun cuando no conocerían los detalles de mi inhumanidad, por lo menos, tenían derecho a saber que lo que yacía en frente, era sin duda alguna, una feroz bestia hambrienta de revancha.

¡No iba a perder!

Le iba a dar la vuelta a la situación, justo como lo hice hace cuatro años.

Bien, ¿Qué necesitas?

Toda la información actual que puedas conseguir sobre los Barrios Bajos; necesito corroborar posiciones de: Johannes Krook, Black Sinn y Karl Docson.

¿Algo más?

Situación de la red de narcotráfico, con ello me refiero a: Centros de control actuales, productores, distribuidores, vendedores, importadores y exportadores, depósitos, bodegas, puertos; todo lo que ahora este bajo el dominio de Blake.

¿Otra cosa?

Investiga Shanghái.

Entiendo.

Quizás, podría obtener datos relevantes de los padres de Blake; hasta donde sabia, él enviaba reportes hasta ellos; o sea que el progreso y la evolución del negocio está estructurada en esos documentos.

Andreas y Rick me observaban como si desconocieran a la persona que tenían en frente, pero, cuando vas contra un enemigo poderoso; las prevenciones nunca son suficientes.

Por el resto de la tarde, creamos una pequeña sala de control; cada dato que llegaba era digitalizado y analizado; revisábamos, depurábamos y seleccionábamos aquello que nos era de utilidad; en menos de dos días, estaría de regreso en aquel lugar que absorbió mi alma y escupió los restos…

El día llego a su fin, mis padres dormían, al igual que Georg, Gustav, Rick y Andy; yo, continuaba revisando los documentos, quería digerir la mayor cantidad posible de información; entre más herramientas tuviera, más fácil sería diseñar el plan de infiltración.

Me encontraba sumido en mis pensamientos, cuando de repente, vi que una taza de café era dispuesta frente a mí; alce mi mirada y me encontré con aquellos ojos azul marino que divagaban entre la angustia y la desesperación:

Creí que dormías…

Eso intente, pero, no pude conciliar el sueño.

¿Qué te preocupa, Andy?

Tú.

La serenidad con que ese monosílabo salió de su boca; me consterno por un momento, al parecer, Andreas había mantenido su compostura; de hecho, en todo el proceso de recopilación, él sólo se limitó a seguir mis instrucciones, pero, en ningún instante, me hizo saber su opinión…

Andy, no espero que lo entiendas, pero…

¿Puedo hablar?

Ammm, claro, si, adelante.

Me molesta cada vez que dices: «No espero que lo entiendas»; si Tom, es verdad, aun no sé qué es enamorarse de una persona y desear dar todo por ella; no he encontrado ese alguien que me quite el sueño y absorba mis energías; pero, tú pareces perder de vista que yo, puede que no haya amado en un sentido romántico; sin embargo, contigo, he aprendido a querer de otra forma; yo no sé si seré capaz de arriesgar mi existencia por mi pareja; pero, no tengo dudas de que si tu estuvieses en peligro, me tiraría al precipicio, las veces que fuera necesario para rescatarte.

Andy…

No he terminado.

Perdón, continua.

Yo no puedo impedir que vayas, pero, si quiero que comprendas algo.

¿Qué?

No te dejare ir solo.

Andreas, no, es que…

¡NADA, TOM! Nada, yo tuve que ver el estado en el que llegaste de esa ciudad; fueron meses de hablarle a un cadáver, no parecías tener vida, me ignorabas y despreciabas a toda hora, como si te diera repulsión; no sabes cuán difícil fue para mí; insistí en recuperarte, y de alguna manera, logré que te levantaras de nuevo, junto con Jake y Rick.

Pero, no puedes evitar que entre a ese infierno contigo; si vas a lanzarte, que sea a mi lado; si vas a desfallecer que sea conmigo; así no tendré remordimientos nunca.

¿Por qué no lo entiendes tú?

Para mí, tu amistad es el tesoro más sagrado que poseo, tú me salvaste de mi soledad, me enseñaste lo que es tener un amigo, un hermano, un cómplice, y un compañero de aventura.

¿Y me dices que te deje ir solo?

Perdimos a Jake, no quiero que suceda lo mismo contigo.

Fue inevitable no llorar, abracé a Andy con mucha fuerza; quizás, él era el único en esa casa que podía percibir todo lo que sentía; no podía engañar a ese rubio…

Yo, estaba asustado.

Tenía miedo de enfrentar nuevamente a Karl; sabía que para lograrlo, debía abandonar una vez más mi humanidad, pero que Andreas estuviese dispuesto a hacer lo mismo, me descolocaba la mente.

¿Hasta dónde llega la fidelidad de este rubio?

De verdad, Andreas era mucho más de lo que pudiese pedir; y fue allí en ese momento, mientras me fundía en ese abrazo; que lo entendí, no se trataba de evitar, sino de confrontar, y ahora que éramos dos; quizás, las apuestas estarían a nuestro favor.

¡Andy, eres un puto genio!

&

La cabeza me daba vueltas, sentía como si una tonelada de ladrillos estuviese sobre mi cuerpo, me costaba hacer algún tipo de movimiento, mis articulaciones dolían en gran medida; mi cuerpo estaba helado; como pude y con una fuerza de voluntad tremenda, logre abrir mis ojos de a poco…

El lugar donde me encontraba era desconocido; el suelo era de madera, había escasamente dos sillas mal dispuestas en el salón; basura regada, un olor pestilente y en sí; una pocilga asquerosa.

Esperen…

¿Cómo había llegado allí?

No recordaba nada de lo que había sucedido; vagamente, vislumbraba el cuerpo de Tom en el suelo…

¡Dios, Tom!

Me levanté exaltado y me senté; estaba en el suelo con una cobija que cubría mis piernas…

Escuché unos pasos acercarse; temiendo lo peor, espere a que el acechante se presentara, y para mi desgracia; era él…

– Veo que ya despertaste, ¿Cómo te encuentras, Bill?

– ¿Dónde demonios estamos? No, no, mejor aún, ¿Qué hago aquí contigo?

– ¿Lo olvidaste?

– ¿El que, Blake?

– Viniste conmigo por voluntad propia.

– ¡JA! Ni estúpido que fuera…

– Quizás, los efectos de la droga aún perduran en ti…

– ¿Droga? ¿Qué? ¿Me drogaste?

– Tuve que hacerlo, te estabas poniendo muy pesado; así, con el sedante no opusiste resistencia. Ten

– No quiero.

– No esta envenenado si es lo que crees.

– No voy a recibir nada que venga de ti.

– Entonces, ¿Qué planeas? ¿Morir de hambre?

– Pues sí, igual, Tom ya no está, ¿Qué sentido tiene vivir?

– Oye, que él se sacrificó por ti, ¿No valoras eso?

En eso tenía razón; Tom no dudo un solo instante en sacrificarse por mi bienestar; aun cuando entendía eso de «La Pureza»; mi cabeza no lograba estructurar el ¿Por qué Tom no lo era?, él no valoraba su existencia, pero, ¿Qué lo llevo a eso?

– ¿Dónde estamos, Blake?

– En mi casa.

¿Qué?

No, no, no.

¿Cómo?

– ¿S-S-Stuttgart?

– Ajam.

– ¿Los Barrios Bajos?

– Si.

– Pero, ¿Tú eres idiota o te haces? ¿Cómo se te ocurre traerme aquí? Van a matarme, Blake.

– No lo harán.

– ¿No? ¿Por qué estás tan seguro?

– Nadie va a oponerse a mí.

– No me digas, ¿Quién eres? ¿Un Jefe o qué?

– Si.

– ¿Qué?

– Eso soy.

– ¿Lo eres?

– Si, lo soy.

¡Como un demonio!

Si salía de esa pocilga, lo único que me iba a esperar era una muerta certera; pero, si deseaba escapar, tenía que conocer la zona y buscar ayuda, y para eso; ¿Debía soportar a Blake?

¡DIOS!

Estoy jodido.

– ¿Por qué me trajiste hasta aquí?

– Mi idea era regresar a Sacramento, pero, se presentó un problema y fue imposible.

– ¿Qué? ¿Estabas siendo vigilado?

– Algo así.

– Bah, ojala te encontrara y te descuartizaran vivo.

– Oye, ¿Dónde quedo toda esa timidez tuya?

– Se fue a la mierda el día en que intentaste violarme ¿Cómo la ves?

– Bill…

– No te atrevas, maldito infeliz. Nunca voy a perdonarte lo que le hiciste a Simone, jamás, ¿Me oyes?

– Está bien, sólo, quiero estar contigo.

– Pero yo no, ¿Qué no lo entiendes?

– Tú eres lo último que me queda.

– Me vale, Blake.

– Bill, si no entiendes por las buenas…

– ¿Qué? ¿Vas a golpearme? ¡HAZLO! No me importa, ya nada tiene sentido, el hombre que amo se fue y nunca podré recuperarle; no sé porque pierdo el tiempo explicándole estas cosas a un animal que ni alma tiene.

– Mira, si quieres sobrevivir, tendrás que adaptarte a vivir conmigo.

Oye, ¿Me estas escuchando?

¿Bill?

¿Qué demonios te pasa?

¡CONTÉSTAME!

No podía articular palabra…

Eso era simplemente imposible…

¿Cómo un ser humano podía tener una figura tan atemorizante como esa?

El aura que le rodeaba era oscura y maligna…

¡DIOS!

¿Quién era ese hombre?

Su aspecto era terrorífico, pero, lo que me hizo entrar en pánico fue la visión que me permitieron sus ojos…

Él era…

No había duda,

Se trataba de él…

Tenía que ser él…

El Jefe Mayor.

Lucifer.

– ¿Bill? ¿Qué coño te pasa?

– Creo que se le olvido como hablar, ¿Tu qué opinas de eso, Blake?

Los vellos de su cuerpo se levantaron, él se puso rígido al instante; y no era para menos, una navaja dispuesta en su cuello, amenazaba con rajarle la garganta al menor de los movimientos…

No podía creerlo…

Blake estaba sudando…

¿Tenía miedo?

¡Por todos los santos!

Si Blake estaba atemorizado de ese tipo; de seguro, no iba a quedar rastro de mí…

– Así que, decidiste volver y en compañía de una chica preciosa, ¿Acaso lograste tu cometido? O ¿Te resignaste a morir?

– K-Karl…

– Shhh, calma, no hay porque ser agresivos; somos personas civilizadas ¿No?

– C-Cierto.

– ¿Te llego mi mensaje?

– Si…

– ¿Entonces? ¿A qué viniste?

– A entregarte en bandeja de plata, tu carta del triunfo.

– ¿Si?

– Si.

– ¿Carta del triunfo para qué?

– Tom.

Los ojos de aquel hombre se clavaron en los míos de inmediato; me inspeccionaba con detenimiento y de repente, una sonrisa macabra se formó en su rostro…

El soltó la navaja, y se acercó a mí; su aliento chocaba con mi rostro; estaba petrificado, sumamente aterrado; cuando él, sin previo aviso, sentencio aquello que sabía desde un principio:

¿Jugamos? 

Continúa…

PD_ ¡COMENZAMOS LA TERCERA Y ÚLTIMA PARTE DEL FIC! :3♥♥

Espero y sea de su agrado éste primer cap. las cosas van a ponerse mejor aun jajaja. Estoy nerviosa por éste inicio, pero bueno, todo por complacerlas a ustedes. ♥♥

Con Amor, AS♥♥

Publico y rescato para el fandom TH

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