«Reverse III» Fic de Alter Saber
Capítulo 51: Estallido
«El rencor es un abismo sin fondo. O un ardiente páramo sin fronteras»
– Miguel Gutiérrez
¿Cuánto tiempo había sido engañado por una mujer que creí amar?
¿Qué acto delictivo cometí para soportar tanto dolor?
Simone…
Si estuvieses aquí, de seguro, sabrías que hacer; ni siquiera hubieses permitido que Clarise se fuera; tú misma, te habrías encargado de hacerle pagar por lo que hizo; a fin de cuentas, tenías un espíritu indomable…
No sabes cuánto me gustaría que tus manos se conectaran con las mías, para que así, a través de ese roce tan sutil; mi alma pudiese encontrar algo de paz en este tiempo de angustia…
¡Te he fallado!
No sólo nuestros hijos están en peligro, aquellos a quien juré proteger, si algún día tú llegabas a faltar…
Sino que pienso que es tiempo de reunirme contigo; ya no lo soporto, simplemente, no…
Allí de rodillas en el suelo, lamentando mis faltas, siento como una mano se apoya en mi hombro; giro el rostro y me encuentro con una sonrisa enorme…
¿Lo ves, Simone? Tom es igual que tú, ahora lo recuerdo:
– «Una parte de ti estará conmigo y una parte de mi estará contigo»
Rick me ayudó a levantarme; me ofrece un pañuelo y cuando he logrado calmarme, me da un abrazo que me reconforta:
– No tienes que preocuparte Jörg; Tom lo tiene todo bajo control, por eso, estoy aquí.
Sólo asentí en respuesta; fuimos hasta la casa, nos dirigimos al despacho y cuando estuvimos allí; Rick develo las instrucciones que mi hijo le había encomendado…
– Veras Jörg, no sé cómo explicarte con exactitud esto, pero, tratare de hacerlo.
– Te escucho.
– Desde que Bill llegó, Tom percibió un ligero cambio por parte de Clarise.
– ¿Cambio?
– Si, él me dijo que sentía como si ella no lo aceptara del todo; no eran palabras o gestos que utilizara; dijo que se trataba de una sensación que le resultaba molesta.
– Pero, ella nunca se mostró renuente, es decir…
– Para ser más exactos, luego de salvar a Bill; Tom comenzó a tener esa clase de sentimientos, quizás no fue notorio, pero, él empezó a distanciarse de Clarise…
– Ajam.
– Además, cuando sufriste el infarto; Tom dijo que él había simulado compasión hacia Clarise, pero que en el fondo, él sabía que ella estaba fingiendo.
– Dios…
– Como ya lo sabes, Tom es alguien muy audaz; cuando todas esas emociones lo inundaron, se dispuso a investigar, y encontró la verdad.
– ¿Qué seria?
– Clarise es la ex-esposa de Kean Nightly; si hubieses leído el informe que Gates te entregó, lo habrías descubierto.
Ahora, muchas cosas tenían sentido…
Así que, la realidad era que nunca nos habíamos librado de Kean…
Él siempre tuvo conocimiento de la existencia de mis hijos, pero, ¿Por qué no tomo represalias?
– Espera Rick, hay algo que no comprendo.
– Dime.
– Si ella era la ex-esposa de Kean; ¿Cómo es que nunca nos asesinó?
– Bueno, lo que pasa es que el Plan original, era que Clarise se llevaría a Tom, luego de asesinarte, pero para ello, debía simular que estaba enamorada de ti, como ella es estéril; decidieron hacerse con sus hijos para criarlos como suyos.
– ¿Qué?
– Si, Clarise sólo necesitaba que Kean la llamara y le dijera que regresara a Sacramento; pero, ese contacto nunca llego; sólo días después, ella se enteró que su esposo había muerto.
– Entonces, ¿Por qué regreso?
– Aunque suene ilógico, lo hizo por Tom.
– O sea que, al menos eso si fue real…
– Si, el mismo Tom es consciente de ello. Sin embargo, después de encontrar a Bill y declarar abiertamente su relación; Clarise quizás se sintió abrumada porque la atención de su hijo estaría dirigida a otra persona; o bueno, eso es lo que Tom cree.
– Y está en lo cierto…
– Aquí es donde viene la parte preocupante; ella uso tus conexiones para investigar el pasado de Bill y descubrió la orden de restricción que Simone había impuesto contra Blake; Tom no me dijo mucho, pero sí me especifico que Clarise se hizo pasar por un detective de los Heithworth…
– Espera, ¿Tom sabe lo de Anna?
– Al parecer sí.
– Pero, ¿Cómo? Andreas no le revelo nada.
– No lo sé, Jörg; el caso es que, al ser ella quien revelo todos los detalles de sus movimientos; logró anticiparse a ellos y darle vía libre a Blake.
– Esa parte ya la sé. Pero, ¿Qué pretende hacer, Tom?
– Una estupidez, Jörg.
– ¿Qué?
– No puedo revelarte los detalles, pero, soy la única persona que conoce lo que Tom en verdad va a hacer; las apuestas son muy altas, habrán sacrificios, pero, él va a intentar regresar con vida de allá; se lo aseguro.
– Rick, tienes que…
– ¡NO! Lo siento, aunque entiendo tú posición, por nada en el mundo, le incumpliré una promesa a Tom, eso jamás.
La seguridad con la que Rick soltó semejante resolución, me hizo comprender que no sólo tenía un hijo muy astuto, sino que, contaba con otros hijos adoptivos demasiado leales…
– Entonces, ¿Qué debemos hacer?
– Bueno, era obvio que Clarise iba a intentar huir; así que, por esa razón, desde ayer, tú Equipo de Fuerzas especiales estaba vigilando la casa, esperando por ella.
– O sea que…
– Si, acaban de capturarla.
– Pero, ¿Cómo pudo predecir hasta eso?
– No lo sé Jörg, Tom es alguien de temer, por lo visto. Yo sabía de sobra que era muy inteligente, pero esto…Dios, me da escalofríos de sólo pensar en todo lo que su mente máquina.
– Quiero preguntarte algo…
– ¿Si?
– ¿Por qué sólo tú lo sabes?
– Porque en caso de que el plan no funcione, tengo órdenes directas de proceder.
– ¿Proceder con qué?
– Lo reitero, no puedo decírtelo, Jörg.
– ¿Así que puede fallar?
– Oh, sí. No obstante, él ha sido tan precavido con todo, que incluso está preparado para ese fallo, ¿Lo entiende?
– Si, lo sé. Tom va por todo.
– Sí, Señor y conociéndolo, llegara aquí, junto a Bill y Andreas…
– No sé ni que pensar… ¿Cuándo te dijo todo esto?
– Anoche.
– ¿Anoche?
– Sí, me llamo y dijo que me esperaba cerca del Bosque, nadie podía enterarse de nuestra reunión.
– Ya veo.
– Hay algo más…
– ¿Qué?
– Tenemos que ir por Anna.
– ¿Cómo?
– Tom dijo que debíamos ir hoy, a eso de las 2:00 pm a su casa, encararla por lo sucedido y darle su merecido.
– Pero…
– ¿Qué pasa? Si sabes que por culpa de ella, Jake murió ¿No?
El rostro de dolor de Rick, me hizo entender que en verdad, aunque no fuéramos Dios; debíamos hacer justicia con nuestras manos; Clarise había colaborado con Anna, pero la responsable de los eventos que tomaron lugar hace unos días, era sin duda alguna, esa chica.
– Si, tienes razón.
– Sugiero que almorcemos y vayamos hasta allá.
– Claro, y Rick…
– ¿Si?
– Gracias.
– No agradezcas hombre, sabes que amo a esta familia como si fuera la mía.
– Si, lo sé.
– Vamos.
Le ordenamos a Sam la comida; procedimos y al terminar, tomamos unos de los vehículos y junto a Gates; nos dirigimos hasta la casa de Anna; en el trayecto, conversé con mi Investigador y él me informó que Clarise había sido llevada a un Centro de Reclusión de máxima seguridad, en la que pasaría el resto de su vida.
Le consulté por las condiciones del sitio, y sólo se limitó a decirme, que en ese lugar, las ratas solían sentirse cómodas…
Trate de no pensar mucho en ello; aun mi cerebro no procesaba lo sucedido; cierta parte me confirmaba que Clarise me había traicionado, pero, por otra, es como si ella siguiese siendo mi esposa…
Tenía que descansar, o perdería la razón…
Llegamos a la propiedad de los Heithworth; bajamos del auto y cuando estábamos por entrar; vimos una escena realmente impactante…
Una chica llevaba una camisa de fuerza y era sostenida por dos hombres con batas blancas; ella forcejeaba para que la soltaran y gritaba:
– ¡Me estoy quemando!
Los tipos la sostenían como podían, pero ella, rogaba que la dejaran en paz; que si no escapaba, él vendría por ella y la incendiaria de nuevo, justo como la noche anterior…
No entendía nada de lo que estaba sucediendo, hasta que Rick dijo:
– Oh por Dios, Anna…
¿ANNA?
¡Dios mío Santísimo!
¿Por qué se encontraba en ese estado tan demencial?
Los sujetos la subieron a lo que parecía ser una ambulancia…
Cuando me fije en el nombre que rodeaba el auto, vislumbre: Mental Starke; hasta donde tenía entendido; aquella era una clínica para pacientes con problemas de esquizofrenia…
¿Acaso ella era…?
El vehículo partió, y Rick junto a Gates, sólo podíamos observar el cómo se retiraba de la propiedad; si ella estaba loca, ¿Qué sentido había para llevarla a un Tribunal?
Estábamos por irnos, cuando el padre de Anna salió y se dirigió hasta mí:
– ¿Trümper?
– Jack, ¿Cómo has estado?
– Bueno, como ya lo viste, no muy bien. ¿Qué te trae por aquí?
– Sólo venía a hablarte de un negocio nuevo, pero, creo que es mejor darte tú espacio.
– Lo agradezco, al menos, déjame invitarte a un café; me vendrá bien hablar un poco.
– Claro.
Ingresamos a la casa; el caos reinaba por todas partes, la sala estaba destrozada al igual que el comedor; los empleados estaban limpiando las paredes, las cuales tenían marcas enormes de pintura roja…
¡Era una locura total!
Llegamos hasta un estudio privado y entramos:
– ¿Qué ha sucedido aquí, Jack?
– No sé ni por dónde empezar, Jörg.
– Bueno, con lo que quieras, no interesa…
– ¿Sabías que todas las personas podemos llegar a desarrollar algún nivel de Esquizofrenia, si tuviéramos el catalizador indicado?
– ¿Catalizador?
– Si, un suceso traumático que ocasionara una reacción en la que el estado parcial de esquizofrenia, se presentara.
– No, no lo sabía.
– Bueno, el Doctor dijo que eso fue lo que le paso a mi hija…
– Pero, ¿Cómo?
– Aun no lo sé, es decir, todo sucedió demasiado rápido; cuando llegué en la noche, ella se encontraba bien y fue hasta la madrugada que empezó a gritar como loca, y destruyo todo el piso de abajo; juraba que «Alguien» la iba a quemar viva y no pude calmarla con nada; sus ojos parecían desenfocarse, fue espantoso.
– Dios, Jack, no sabes cómo lo siento.
– Lo sé, pero, lo que me preocupa es que ella no logra distinguir la realidad de una ilusión…
– ¿Quieres decir que…?
– Quizás no sólo sea un «Estado», puede llegar a ser permanente.
– Dios…
– He revisado las cámaras de seguridad por si encontraba a alguna persona que entrara y provocara la histeria de Anna; pero, no encontré nada, ya lo he verificado tres veces…
– ¿Estás seguro?
– Si, incluso, le pedí a uno de mis empleados que lo revisara por su cuenta y el resultado fue exactamente el mismo; no vimos nada; lo que me indica que, ella hizo o vio algo que la afecto y genero éste desencadenamiento.
– Esto es increíble…
– Lo sé, Jörg.
– Bueno, pero…
Cuando iba a continuar con la conversación, una de las empleadas se acercó a Jack y le informo que requerían de su presencia en la Clínica; al parecer, Anna iba a ser internada en ese lugar…
Aquel hombre se levantó devastado por la situación; nos pidió disculpas y se retiró; al igual que nosotros, salimos de esa casa, sintiéndonos un poco perturbados por lo acontecido. Íbamos de camino al vehículo, cuando un chico que nunca había visto en la vida, se aproximó a Rick y le tendió un papel; se marchó y nos dejó allí…
Rick comenzó a leer, y cuando pude reaccionar, me di cuenta que él se encontraba de rodillas en el suelo, llorando con mucha fuerza; entonces, me acerqué y logré divisar la letra del escritor…
Ayudé a levantar a Rick; lo lleve hasta el auto y decidimos dejarlo en su casa; él necesitaba descansar; sin embargo, aquella nota guardaba un mensaje contundente:
– «No siempre el castigo es la muerte; a veces, la demencia resulta más satisfactoria para torturar a alguien, ¿No lo crees? Puede que no haya estado junto a ti en el momento en que Jake fue atacado; pero, confórmate con esto Rick.
Es mi pago por no protegerles.
Disfrútalo, Tom»
&
Cada fibra de mi cuerpo se encontraba entumecida…
Me resultaba imposible abrir mis ojos, sentía que todo me pesaba, me encontraba aturdido; recordaba poco de lo sucedido; hasta que, empecé a ver pequeñas imágenes pasar por mi cabeza…
Había sido brutalmente atacado por Karl; en defensa de Johannes, y Bill…
¡DIOS, BILL!
Forcé mi vista como nunca, y logré abrirla, mire a mi alrededor, y me encontraba completamente solo…
¡MIERDA, MIERDA, MIERDA, MIERDA!
¿Karl se lo había llevado?
¡Dios!
Le había entregado en bandeja de plata a mi ángel…
¿Y ahora?
Trate de levantarme, pero, me era imposible en esos momentos; entonces, me senté, apoyé mi cuerpo a la pared y comencé a divisar las heridas que tenía en las extremidades…
No sólo eran cortes, mis dedos estaban destrozados, no había perforado ningún ligamento, por lo que podía moverlos, pero aun así, dolían como el infierno; estaban algo hinchados…
No tenía que ver mi cara ante un espejo para saber que se encontraba desfigurada; Karl se complacía al dejar marcas imborrables en sus víctimas…
¡Fue una estupidez!
¿Cómo deje que la rabia me encegueciera?
No tengo a Johannes y Bill está en la boca del Jefe de la manada; él intento advertirme, pero no le hice caso, no lo protegí; incumplí el trato que hice con Tom, no le deje vivir…
Seguía allí, tirado como un animal que acaba de ser devorado; cuando de un momento a otro, la puerta se abrió; y para mi suerte, no se trataba de Karl o Black…
Kong me observó y se apresuró a sacarme de allí; me llevo hasta una Clínica cercana y logró que desinfectaran mis heridas:
– Sabía que algo así pasaría…
– ¿Por eso viniste?
– Si, luego de que te fuiste con Bill, los seguí para hacer algo en cuanto Karl se marchara de allí.
– ¿Por qué lo hiciste?
– Porque Johannes también era mi amigo, Blake.
– Entiendo.
– Hay algo que debo decirte…
– ¿Qué?
– Richelle está aquí.
– ¿QUÉ?
– Si, llegó en compañía de un chico llamado Andreas, al parecer, viene del Bronx.
– ¿Andreas? ¿Cuál es su apellido?
– No lo sé.
– ¿Y cómo era?
– Bueno, alto, rubio, ojos azules, tatuajes por todos los brazos.
– ¿Saludo a Bill?
– No, se burló de él.
– Ummm.
– ¿Por qué?
– Por nada, espera, ¿Y Bill?
– Karl se lo dio a Richelle para que jugara un poco con él; es decir, por lo de Tom; no sabía que el Rey se había torcido y que Bill era su pareja.
– ¿Se lo dio?
– Sí, eso hizo.
– ¿Karl la recibió bien?
– Claro, estaba feliz, al igual que Black, es decir, ellos siempre han permanecido juntos ¿No?
– Si…
Me resultaba imposible creer lo que estaba sucediendo; Karl actuó demasiado compasivo para mi gusto; si hubiese sabido que él no la iba a matar, no la habría enviado a Venecia.
Pero, ¿Por qué Richelle haría algo como eso? Es decir, antes de dejarla ir, ella había recuperado su humanidad, ¿Entonces? ¿Qué era todo esto de vengarse?
Si ella se había juntado con alguien del Bronx, quizás, haya vuelto a sus inicios; y ahí seria entendible que Richelle tratara de tomar represalias en contra de Bill.
Por otra parte, no me terminaba de convencer «Andreas»; la descripción que Kong me dio, era casi exacta a la que recibí por parte de Anna, cuando le pregunté sobre los amigos de Tom; si mal no recuerdo, uno de ellos se llamaba así y su apellido era Rub…
Si mi teoría no fallaba; eso sólo podía significar una cosa:
– El Rey sigue con vida.
Y rogaba porque no se tratara de eso; Tom era demasiado impredecible, y si había sido capaz de enviar a uno de sus amigos a Stuttgart; conociendo de antemano éste Infierno, eso sólo me dejaba en claro; que estaba dispuesto a todo.
– ¿Blake?
– Lo siento, sólo estaba pensando, ¿Sabes a donde se llevaron a Bill?
– A la que era la casa de Tom.
– Oh, entiendo.
– ¿Qué haces? No puedes levantarte, tienes que reposar.
– No, debo ir ya mismo, Bill está en peligro.
– Pero…
– Tengo que hacerlo; hazme un favor, Kong.
– Diga, jefe.
– Dame una granada.
– ¿Qué? Jefe, ¿Está loco?
– No, necesito crear una distracción para sacar a Bill de allí, es todo.
– Blake…
– ¿Lo harás?
– Sí, claro, ya mismo.
En el momento en que Kong me entrego el dispositivo; decidí regresar hasta aquel lugar en el que pase varios días en compañía de Tom; su casa quedaba a unas cuadras de la base de Karl; debía ser muy cuidadoso, tenía que entrar por detrás, observar la situación y esperar una apertura para lanzar la granada y sacar a Bill de allí sin levantar sospechas.
¡Debíamos huir hoy mismo de Stuttgart!
No tenía tiempo para planear nada, debía sacarlo cuanto antes de esta ciudad…
Llegué al sitio dispuesto, entré por la parte trasera, y me quede en la cocina, mientras escuchaba la conversación que ellos estaban teniendo:
– Andy, ¿Qué?
– Venga, quita esa cara de muerto, ya te lo dije: T-O-M está vivo.
– P-pero…
– ¿No te alegra?
¿Había escuchado bien?
¿Tom?
Pero, ¿Cómo era eso siquiera posible?
Yo vi cómo se colocó aquella inyección; ningún humano debería sobrevivir a eso, ¿Entonces?
Él cayó y revise sus signos vitales, estaban débiles y en cuestión de minutos, lograrían apagarse por completo…
¡DIOS!
Sí él estaba vivo era más que seguro que mi muerte estaba sentenciada…
Él no me va a perdonar el que haya traído a su novio hasta aquí; y si ese chico es su amigo, sólo me comprueba que en efecto, Tom ya sabe lo que está sucediendo…
¿El Rey va a regresar?
Esperen, esperen…
Tom sabe muy bien quien lo espera aquí; no sólo esta Karl y Black; toda la población de los Barrios Bajos lo repudia; si su plan funcionó en un pasado, es porque él no iba a regresar nunca a Stuttgart; lo aposto todo porque era una estrategia sin retorno; y ya que el karma le jugó en contra, ¿El piensa volver?
¡Es ilógico!
Tom podrá ser muchas cosas, menos un estúpido; eso lo sabía de sobra…
Bueno, y si en vez de mostrarse, ¿Se infiltraba?
Quizás envió a su amigo junto a Richelle, para que vigilaran todo y le avisaran como se encontraban las cosas aquí ¿No?
Aun así, no me termina de convencer; sigue siendo un disparate…
Ahora que lo pienso con más detenimiento, sí Tom llega a enterarse de que Anna fue la responsable de mi llegada a Stuttgart; no quiero ni imaginarme cual será el final de esa niña…
– Tom llegara en cualquier momento, no sabemos cuándo ni en qué lugar.
– Ajam.
– Mientras tanto, tú debes fingir que no nos conoces y tendré que hacerte algunas heridas para que Karl crea que te estoy torturando, de lo contrario, no funcionara.
– Entiendo.
– No saldrás de aquí, estarás siempre en este sitio, para no exponerte. Andreas y yo nos encargaremos de traerte todo; trataremos de no dejarte solo, pero, no podemos levantar sospechas; debemos involucrarnos con Karl y Black para que crean que nosotros estamos de su lado.
– ¿Y Blake?
– Bueno, él de seguro se esconderá por unos días, hasta que se recupere de la golpiza que le propicio Karl; él no vendrá por ti, sabe de antemano que Karl te entregó a mí y si él decide venir, tendrá que enfrentar la muerte, ¿Lo entiendes?
– Creo…
– Si tengo que asesinar a Blake, lo haré, Bill.
Así que se trataba de eso…
No hay lugar a la duda; Tom está detrás de todo esto; sin embargo, si Karl se entera de esto, va a matar sin compasión a Richelle por traicionarlo y ni que decir de Andreas…
Pero: Ese no es mi problema.
Ellos llegaron hasta aquí porque decidieron seguir a Tom; Richelle no aprovecho la oportunidad que le di de rehacer su vida y Andreas, pues a él, ni siquiera lo conocía…
Si sacaba a Bill y le informaba a Karl de esto; él evitaría que Richelle me atacara, asesinaría a Andreas; y esperaríamos por Tom.
Ya una vez, lo había arriesgado todo por él, y me engaño; por ningún motivo, permitiría que lo hiciera de nuevo, eso nunca.
Asomé un poco el rostro, visualice un punto en el que Bill no saliera herido de esto y sin meditarlo más, lancé la granada…
El estallido fue sórdido, los pedazos de madera volaban por todas partes, las llamas se expandían y vi como Richelle se encontraba inmóvil muy cerca del cuerpo de Andreas…
Me acerqué a Bill, el cual tenía los ojos un poco abiertos…
– Shhh, tranquilo, todo está bien, Bill. Te sacare de aquí…
Tenía que apresurarme; era obvio que al soltar una granada como esa en los Barrios Bajos; era un acto peligroso; todas las personas acudirían al lugar y tratarían de averiguar quién era el causante, así podrían vengarse después.
Salí por la parte trasera cargando el cuerpo de Bill, salté aquella reja y comencé a correr…
Debía llegar a una zona neutral, donde pudiera descansar, porque aunque me había levantado de esa camilla; las heridas eran muy recientes como para que hubiesen sanado de inmediato.
Llegué hasta un parque desierto, descargué a Bill en el suelo bajo un árbol y me senté a su lado; inspeccioné y me di cuenta de que muchas de las heridas, se habían abierto de nuevo…
¡Dolía como nunca!
Escuché como Bill comenzaba a despertarse, abrió sus ojos y grito sin aviso; le tape la boca con una mano y le hice señas de que guardara silencio; lo último que necesitábamos era levantar sospechas; aun no podía encontrarme con Karl; primero debía recuperarme un poco; como había logrado escuchar parte del plan de Tom, ya no era necesario partir de Stuttgart ese día; era mi carta de salvación.
Bill se calmó y cuando lo solté, se quedó observándome por un tiempo; sus ojos color miel, en verdad, me resultaban fascinantes, él era tan hermoso como un ángel…
¿Por qué se rehusaba a estar conmigo?
Yo le haría feliz…
– ¿Por qué hiciste eso?
– ¿El qué?
– Pudiste haberme matado…
– Bueno, luego de escuchar su conversación tan amena, decidí que debía sacarte de allí, porque no tendría otra opción.
– ¿E-E-Escuchar?
– Si Bill, ya lo sé, al parecer el Rey sigue con vida ¿No?
Bill palideció de inmediato, sabía que era una desventaja enorme que yo estuviese al tanto de la situación.
– ¿Qué harás?
– ¿No es obvio? Se lo diré a Karl.
– ¿Qué? No, no, no, tú no puedes hacer eso; mataría a Richelle y Andy.
– ¿Andy? Me importa muy poco que sea el amigo de Tom y por Richelle, pues ella se lo busco ¿No?
– No Blake, no puedes, vas a hacer que nos maten.
– A ti no va a pasarte nada. Karl cree que Tom está vivo y que vendrá por ti; la presencia de Richelle y Andreas lo confirma todo, entonces, él y yo, esperaremos por tu amado.
– Blake, por favor, te lo suplico, no lo hagas.
– Ummm, bueno, quizás pueda quedarme callado.
– ¿Si?
– Si, con una condición.
– ¿Cuál?
– Te vienes conmigo, nos vamos hoy mismo de aquí y nunca regresaras a Tom.
– Pero…
– Es eso o la muerte de tus colegas, decide, Bill.
Su mirada divagaba de un lado a otro, estaba reflexionando sobre qué decisión tomar…
No obstante, conociéndolo en la manera en que lo hago; es más que evidente la ruta que escogerá, es Bill ¿No?
– Está bien.
– ¿Qué?
– Me iré contigo.
– ¿Lo harás?
– ¡NO! Él no lo hará, Blake.
Sentí la presión de un revolver contra mi cabeza…
Bill estaba impactado por quien fuera la persona que estaba por dispararme; como pude, giré, y me encontré con un rostro que no pensé ver…
– Tú…
Continúa…
Gracias por la visita.
